Una guerra sin justicia

No se ve el fin

Obrero Revolucionario #1132, 23 de diciembre, 2001, en rwor.org

A mediados de diciembre, la Casa Blanca presentó al mundo un video que la CIA presuntamente descubrió en Afganistán. Afirmó que era "prueba definitiva" de la justicia de la "guerra contra el terrorismo".

La "prueba definitiva" de que esta es una guerra injusta es que el Pentágono ha bombardeado aldeas, ciudades, montañas y cárceles, y dejado un paisaje de cráteres y devastación. Afganistán está en ruinas.

Otra "prueba definitiva" es que en Estados Unidos, aprovechan y tergiversan el dolor de los que perdieron seres queridos el 11 de septiembre para justificar una guerra injusta.

Los medios dicen que en el mundo árabe la gente ha recibido con "escepticismo" ese video. Vale la pena pensar por qué.

No es simplemente que por todo el mundo se sabe que la CIA se jacta de sus métodos de guerra psicológica y que manufactura desinformación rutinariamente.

Hay algo más: se entiende que cualquier cosa que Estados Unidos quiera justificar, no beneficiará a los pueblos del mundo. En todas partes hay quienes rechazan la lógica de cruzada vs. jihad.

Los medios nos inundan de imágenes y mensajes, pero hay una inquietante desconexión entre la propaganda oficial y la realidad. Se ve siempre que se pregunta: "¿Por qué odian tanto a Estados Unidos por todo el mundo?", "¿Cómo han atizado a los fundamentalistas reaccionarios las acciones de Estados Unidos?" y "¿Adónde va la Casa Blanca con todo esto?". Y la desconexión crece cada vez que la verdad rasga el humo de la guerra.

El Emperador no tiene ropa. El Imperio no tiene justicia.

Las cuevas de Tora Bora: Los orígenes

Desde hace meses Washington habla de buscar a Osama bin Laden "en las cuevas". Viene a la mente la imagen de fundamentalistas islámicos en cuclillas alrededor de fogatas en cuevas antiguas de las montañas de Afganistán.

Pero la realidad de la actual lucha en Tora Bora es distinta: estas "cuevas" son enormes complejos modernos de depósitos de armas y centros de mando, con puertas de acero, puestos de observación y caminos para tanques y camiones. No son de ninguna manera las "cuevas" de la antigüedad.

Es una desconexión entre la imagen y la realidad, que explica algo oculto de esta guerra:

Esas "cuevas" se construyeron en los años 80, cuando el gobierno de Ronald Reagan convirtió a Afganistán en un campo de batalla de la CIA contra la Unión Soviética. Osama bin Laden fue a Afganistán por primera vez porque su familia maneja la compañía de construcción de la familia real saudita y se encargó de construir la infraestructura (carreteras, campamentos, depósitos de armas y búnkers) que se necesitaba para esa guerra clandestina.

Durante esa guerra de sustitutos entre la URSS y Estados Unidos, asesinaron sistemáticamente a las fuerzas revolucionarias y progresistas de Afganistán; muchos murieron a manos de los fundamentalistas apoyados por la CIA. Washington proporcionó billones de dólares clandestinamente (por medio de la familia real saudita) a las fuerzas políticas fundamentalistas más intolerantes y reaccionarias de la región, y así forjó los mujahidines.

¿Y cómo llegaron los fondos a los mujahidines? Los llevaba Osama bin Laden, cuando supervisaba la construcción de la infraestructura para la guerra. Además llevó fundamentalistas árabes para luchar contra las fuerzas soviéticas, que más tarde formaron el núcleo de Al-Qaeda.

Las raíces de Al-Qaeda y de los talibanes se encuentran en las maniobras del imperialismo yanqui, y de sus aliados sauditas y paquistaníes. El pueblo de Afganistán ha sufrido enormemente a causa de esas brutales creaciones de Estados Unidos.

Ahora Estados Unidos está imponiendo a la fuerza otro gobierno más. Desde el cielo ha soltado bombas, luego comida y ahora un gobierno títere, compuesto de fuerzas corruptas, reaccionarias y desacreditadas... pero dispuestas a obedecer, eso sí.

Es colonialismo sin disfraz. ¿Qué clase de justicia puede llevar a Afganistán o la región?

Muerte premeditada

"Una bomba de 2000 libras, no importa dónde caiga, es un suceso emocional significativo para todo el que esté en un radio de un kilómetro".

Oficial estadounidense del portaaviones USS Vinson,
2 de noviembre

"Esta es una guerra de exterminio".

Coronel Gary Anderson (jubilado) de los Marines,
Washington Post, 13 de diciembre

"Es la hora de Rumsfeld. El secretario de Defensa está en su apogeo. Todo mundo está doblando la rodilla ante el poderío del Pentágono".

Washington Post, 13 de diciembre

A las 3 de la mañana del 1º de diciembre, un grupo de bombarderos B-52 pasaron por encima de la aldea de Kama Ado y soltaron 25 bombas de mil libras, cada una de tres metros de largo. Kama Ado está a diez horas a pie de Tora Bora, el complejo de cuevas donde se concentra la lucha en este momento.

Khalil Rahman sobrevivió porque salió antes del ataque a orinar. Una bomba destruyó su casa y mató a 12 familiares. Sprina, una viuda de 50 años herida en el ataque, perdió a 38 de sus 40 familiares. Murieron por lo menos la mitad de los 300 aldeanos.

En Khan-e-Mairjuddin, una aldea cercana, murieron de 100 a 200 personas en un ataque unas pocas horas antes. En Zaner Khel murieron docenas de civiles cuando bombardearon la casa de un talibán de bajo nivel. Unos periodistas fueron a Kama Ado poco después y documentaron los enormes cráteres y los escombros. Entre pertenencias y animales muertos encontraron el timón de una bomba estadounidense MK-83.

Cuando le preguntaron a los voceros del Pentágono sobre el ataque, contestaron: "Simplemente no ocurrió". Y eso es lo que salió en los medios.

En Afganistán continúan los entierros (que el Pentágono llama "daños colaterales").

Marc W. Herold, profesor de economía de la Universidad de New Hampshire, estudió los informes periodísticos mundiales y calculó que murieron más de 3700 civiles en las primeras nueve semanas de la guerra en Afganistán. Hay muchos más muertos que no figuran en ningún informe.

Por otra parte, hay evidencia de que las fuerzas estadounidenses e inglesas están llevando a cabo masacres sistemáticas de prisioneros de guerra.

El incidente que más atención ha recibido ocurrió en Mazar-i-sharif durante tres días a finales de noviembre. Unos presos a quienes iba a interrogar la CIA, ante la posibilidad de que los ejecutaran, se rebelaron y se apoderaron de una parte de la cárcel. Los atacaron con bombarderos desde el aire y las fuerzas de la Alianza del Norte (dirigidas por oficiales yanquis) ejecutaron a los que trataron de rendirse. Los corresponsales encontraron montones de cadáveres con las manos atadas a la espalda.

Luego el New York Times informó que, en el norte del país, soldados de la Alianza de Norte metieron a docenas de talibanes presos en seis grandes portacontenedores y los dejaron ahí para que se asfixiaran. Un periodista occidental informó que en una fosa común cerca del aeropuerto de Kandahar encontraron a 280 talibanes, algunos masacrados después de rendirse.

Desde la salida del video de la Casa Blanca, se habla mucho de lo "malvado" que es bin Laden por planear la matanza de miles de personas en Estados Unidos y después celebrarlo. ¿Pero dónde se ha celebrado más descaradamente la muerte calculada de inocentes que en las ruedas de prensa del Pentágono?

El secretario de Guerra, Donald Rumsfeld, dice con júbilo: "Esta es una guerra".

Bueno, esta es una especie particular de guerra. Como los esclavistas romanos que montaban crucifijos a lo largo de los caminos, el gobierno estadounidense está haciendo una declaración al mundo con los cadáveres y el júbilo del Pentágono: no nos desafíen, no nos bloqueen el paso, no sean neutrales.

"Están con nosotros o contra nosotros", dijo Bush.

¿Qué clase de justicia puede traer una guerra así?

¿Adónde van ahora?

"Los americanos están caminando sobre las aguas. En este momento piensan que pueden hacer todo lo que quieran".

Oficial militar europeo que visitó
el centro de mando del general Franks,
The Observer, 2 de diciembre

"América va a atacar las fuerzas de Al-Qaeda que han huido a Somalia y ha pedido a Inglaterra que convenza al gobierno de Kenia de que permita que las fuerzas especiales utilicen las bases militares del país, según fuentes americanas".

Telegraph, periódico inglés,
13 de diciembre

"América va a tumbar a Saddam Hussein proporcionando ayuda a las fuerzas de la oposición iraquí por todo el país, según se enteró The Observer. El presidente George W. Bush ha mandado que la CIA y sus comandantes militares tracen planes detallados para una operación militar que podría empezar en pocos meses".

The Observer, periódico inglés,
2 de diciembre

Desde el comienzo, George Bush ha dicho que esta guerra no tiene límites fijos, que podría durar años o décadas y abarcar todo el planeta. Después de Afganistán, habrá otros blancos. Desde hace tres meses se informa que Afganistán es la "Fase 1" y que ya viene la "Fase 2".

Nunca en la historia ha exigido una potencia mundial tal cheque en blanco --de sus aliados o de los pueblos del mundo-- para atacar dondequiera y a quienquiera a su gusto.

Ahora se están preparando las próximas "fases". Varias fuerzas de la clase dominante exhortan a extender la guerra a otros países y regiones.

Primero: La Casa Blanca aprobó una ofensiva israelí contra las zonas palestinas de Cisjordania y Gaza, y un ataque contra la Autoridad Palestina de Yaser Arafat.

Segundo: El periódico Times de India informó que se han visto helicópteros Black Hawk estadounidenses sobre la capital de Somalia, Mogadiscio. También se informa que en el país hay soldados de las fuerzas especiales escogiendo blancos para una futura campaña de bombardeos. Una delegación inglesa de alto nivel fue a Kenia, un país vecino, a pedir ayuda para un ataque.

El periódico inglés Telegraph informó:

"`Uno de los papeles más importantes de Inglaterra como aliado es utilizar su enorme influencia diplomática y económica en las regiones del mundo que eran parte de su imperio', nos dijo un alto oficial del estado mayor del general Tommy Franks, comandante de la guerra. Explicó que tal influencia es esencial cuando hay que pedir permiso para usar el espacio aéreo de un país o estacionar tropas estadounidenses o de otros países. Pero no sería necesario pedir permiso para usar el espacio aéreo en el caso de Somalia porque tiene una larga costa y Estados Unidos tiene portaaviones. Así que parece probable que lo que se necesita es el permiso de Kenia para estacionar equipos terrestres para atacar a Al-Qaeda".

Se informa que Washington permitirá que miles de soldados ingleses ocupen Afganistán, para mover sus propias fuerzas a la "Fase 2".

Tercero: En los medios europeos han salido informes sobre el plan de atacar a Irak, por ejemplo, preparativos de "las fuerzas de la oposición iraquí" para desempeñar un papel similar al de la Alianza del Norte afgana.

El periódico The Observer describió el plan: "Se prevé una operación conjunta: los bombarderos estadounidenses atacarán blancos militares clave y las fuerzas terrestres ayudarán a los grupos opositores del Norte y el Sur a coordinar levantamientos. En una versión del plan Estados Unidos despachará fuerzas terrestres. Estados Unidos sospecha que Irak participó en los ataques del 11 de septiembre, pero lo que detonará el ataque, dicen nuestras fuentes, es no permitir inspecciones de armas de destrucción en masa, como lo dictan las sanciones de la ONU impuestas tras la guerra del Golfo. La planificación está a cargo del Comando Central Estadounidense en la base aérea McDill en Tampa, Florida, comandado por el general Tommy Franks, el comandante de la guerra en Afganistán".

La lista de blancos posibles es muy amplia: además de Somalia e Irak se ha mencionado una docena de países, como Yemen, Siria y Corea del Norte.

Madeleine Albright, secretaria de Estado de Clinton, dijo que el gobierno busca actuar solo, sin las restricciones impuestas por tratados o alianzas. Al mismo tiempo que amenaza guerra contra varios países, Estados Unidos renunció al tratado sobre misiles balísticos (ABM), sin siquiera consultar con China, la potencia más amenazada por tal acción.

También ha rechazado el tratado sobre guerra biológica, el tratado de Kioto (Japón) sobre calentamiento global y el tratado sobre minas terrestres, y se salió de la conferencia global contra el racismo en Durbán, Sudáfrica.

Washington ha dicho de frente que busca abandonar el modelo de la guerra del Golfo y prefiere forjar "coaliciones" de guerra en que los aliados no tengan control de la conducta de la guerra.

Con todas estas iniciativas, ataques y amenazas, Estados Unidos busca reestructurar las realidades geopolíticas en varias regiones del mundo. Es una superpotencia que sueña con reorganizar el mundo conforme a sus intereses.

Pero aquí hay otra desconexión: el pretexto es "la guerra contra el terrorismo" y los muertos del 11 de septiembre... pero las acciones son geopolíticas y calculadas.

¿Quién se beneficia si Estados Unidos puede agarrar a cualquier persona que quiera, juzgarla y ejecutarla en una base militar? ¿Qué clase de mundo sería si Estados Unidos puede despachar comandos y asesinos a cualquier parte sin oposición aquí y por todo el mundo?

La verdad es que las acciones de Estados Undios en el mundo buscan dominar el mundo. ¿Cómo sería el mundo si se salen con la suya? ¿Quiénes se apropiarían más del planeta? ¿Quiénes apretarían el control de la vida y el trabajo de billones de seres humanos?

Nadie a quien le importe la justicia y el futuro de la humanidad puede apoyar esta cruzada de un Nuevo Orden Mundial imperialista.

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La novela Espartaco empieza con la historia de unos jóvenes romanos que van a pasar una semana con familiares en Capua en el año 70 a.C. Saben de antemano que tendrán que pasar por un camino de castigo, o sea, que a lo largo de varios kilómetros del camino hay crucifijos y cadáveres de los castigados, como advertencia a la población. Los tres deciden que esto no los va a molestar.

"Es mejor ver un crucifijo que estar colgado en él", le dice Caius a sus compañeros.

Helena responde: "Vamos a mirar derecho".

Pero una vez que entran en el camino y están rodeados de miles de víctimas del estado, descubren que no pueden mirar derecho y pasar por alto lo que pasa a su alrededor.

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"McWorld o Jihad, ¿acaso no hay otro camino?"

De: "Se necesita: Un pujante movimiento
contra la guerra", OR No. 1129

Hace poco el presidente del PCR, Bob Avakian, escribió:

"Debemos plantear la visión de un movimiento contra los actos de guerra y represión de 'nuestro propio' gobierno que llegue a todo rincón del planeta, un movimiento tan recio y pujante que no sea posible ocultarlo de las masas del mundo, ni de las masas de los países y regiones que son blancos de la agresión del imperialismo yanqui y que, justamente, son 'semilleros' de odio 'a América'.

"Imaginemos lo que significaría, lo que significará, para esos millones y millones cuando vean a miles y miles --y con el tiempo a millones-- de personas en Estados Unidos luchando contra la agresión (y represión) de su propio gobierno y, hombro a hombro con los pueblos del mundo, oponiéndose a lo que este gobierno representa, y lo que hace e impone al mundo.

"Imaginemos las grandes inquietudes que eso despertará para un montón de gente, el 'diálogo' (aun indirecto) que provocará entre gente del mundo entero y gente de Estados Unidos.

"Imaginemos cómo atizará la lucha y el potencial para una nueva configuración de fuerzas en que la gente común del mundo entero luche por una causa común contra los opresores y gandallas del mundo, sobre todo la clase dominante de Estados Unidos, que --quedará más claro con cada día que pase-- no habla ni actúa de acuerdo a los intereses ni en nombre de una creciente mayoría del pueblo estadounidense...".


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