A continuación presentamos un pasaje de la obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.
Este pasaje es de la sección titulada "III. El enfoque estratégico de una revolución real".
En esta conexión, tenemos que reconocer el importante potencial de los jóvenes. Es verdad que, en este momento, la posición de muchos jóvenes no es muy buena — o es difícil decir qué es su posición, dado que ¡siempre tienen las narices metidas en su teléfono inteligente! No obstante, no se trata de que nunca piensen en algo más importante que sus app. En todo caso, siguen teniendo las cualidades de la juventud. En un minuto, retomaré el punto sobre George Carlin al que me referí antes. Sin duda alguna hay que llevar una lucha con los jóvenes, y existe el potencial de que surja algo positivo de esto, dado que los jóvenes están en una encrucijada de la vida en la que, objetivamente, sí se presenta la cuestión de qué hacer con su vida, y muchos tienen que bregar con esa cuestión. Pero en este momento, como lo mencioné anteriormente, incluso las partes más positivas de este forcejeo las han canalizado y encauzado principalmente para que los jóvenes se abran paso en el mundo tal como es, o para que se den por vencidos al intentarlo. Hay que llevar una gran lucha con estos jóvenes —a fin de inspirarlos, pero también ayudarles a romper con el bache y rutina en los que los han arrojado y en los que los mantienen— pues, aquí entra en discusión el punto sobre George Carlin: ¿él no va a decir que es preciso que los jóvenes se vuelvan en contra de sus padres, tal como lo hicieron en los años 1960? Pues sí, él lo va a hacer. Pero cuando los jóvenes se volvieron contra sus padres en los años 1960, no simplemente los echaron a la basura, como si fueran irremediablemente atrasados y reaccionarios. Lo hicieron de modo que rompieran con la manera en que sus padres los condicionaban para que aceptaran las cosas como eran, lo que implicó llevar una fortísima lucha con sus padres sobre las grandes cuestiones en el mundo, y en una medida importante tratar de ganar a los padres y las generaciones mayores — lo que a un grado importante sí lograron hacer. Por supuesto, tenemos que reconocer que hoy las cosas no son exactamente iguales —las cosas no se presentan de la misma manera, y espontáneamente no son ni tan favorables como lo era la concatenación de las cosas, la coyuntura, que llegó a ser el movimiento de los años 1960—, por otro lado, sigo pensando que es importante la cuestión del papel de la juventud, dado que los jóvenes no están amarrados a las cosas tales como están — y tenemos que pensar creativamente y trabajar creativamente para encontrar las maneras de atraer y activar los elementos positivos y desarrollarlos más.
Hablando de los padres hoy, en particular de los padres de las capas medias, hay otra cosa que no existía en ese entonces —al menos no al nivel en que existe hoy— lo que es el fenómeno llamado “padres helicóptero”, los que se la pasan metidos en todos los asuntos de sus hijos, incluso cuando van a la universidad. Se escucha que muchos profesores se quejan en vista de que, si un profesor tiene el descaro de ponerle al hijo(a) un “bueno” en vez de un “excelente”, los padres se comunican con él y se quejan de la nota que les dio. Esas tonterías tienen que terminar: ¿cuál joven con autoestima quiere a unos “padres helicóptero” sobrevolando sus cosas?
Esto va a requerir mucha lucha — no va a suceder en vista de que los jóvenes lisa y llanamente son jóvenes. Por otro lado, las cosas más grandes que pasan en el mundo en cualquier momento dado moldean a los jóvenes, y en ciertos periodos, algunos jóvenes pueden ser muy malos. Por lo que, no se trata de una especie de idea idealizada sobre la juventud, pero considero que se presenta la contradicción de objetivamente estar en una encrucijada en esa etapa de la vida, lo que, desde una perspectiva estratégica, es algo en lo que tenemos que pensar y en torno a lo que tenemos que trabajar.
Además, en la categoría más amplia de juventud, están los estudiantes en particular, entre ellos los estudiantes de las universidades de élite. Por una razón, históricamente, cuando quiera que surja un movimiento radical de cualquier tipo en la sociedad, o un movimiento revolucionario, los estudiantes han formado una parte significativa y han desempeñado un papel importante. Por otro lado, tengo la impresión de que no nos hemos dedicado, de la manera en que se necesita, a determinar y aplicar un enfoque sistemático de activar un movimiento estudiantil radical y en éste una corriente revolucionaria y comunista real. No nos hemos dedicado en la manera en que se necesita, a lidiar con las correspondientes contradicciones. Los jóvenes tienen ciertas cualidades, los estudiantes tienen ciertas cualidades —quieren descubrir las cosas por su cuenta, no quieren que les digan qué pensar, etc.— manifiestan todas esas cosas, las que de ninguna manera son totalmente negativas, a pesar de todas esas tonterías relativistas por todos lados. Desde una perspectiva estratégica, es cierto y necesario que no tengamos una actitud de que el aspecto principal del pensamiento crítico es negativo, aunque lo pongan en nuestra contra — o sea, aunque suscite difíciles preguntas sobre lo que nos hemos propuesto hacer. Pero también es importante no seguir a la cola de esto. Tenemos que saber cómo trabajar en torno a esas cosas. Como un movimiento, como un partido, tenemos que desarrollar un enfoque más sistemático de esto. En una semana o en un mes, no es posible pasar de no tener ningún movimiento estudiantil radical a tener un movimiento estudiantil radical de masas — aunque cabe recalcar que hay situaciones en las que, con un trabajo sistemático, es necesario lograr y se puede lograr muchísimo en un tiempo corto y comprimido. De hecho, este es uno de esos momentos, y tenemos que poner manos a la obra. Tenemos que desarrollar concretamente, y de hecho implementar, una manera de trabajar en torno a esta situación, dado que, repetiré, nunca habrá una revolución sin un componente importante de un movimiento estudiantil radical, en el que el polo de la revolución y el comunismo sean una fuerza importante y creciente: una fuerza de atracción y también una fuerza que contiende en ese movimiento estudiantil, así como de manera amplia en la sociedad, la que lucha por ganar a las personas a la revolución comunista. Hablaré sobre eso un poco más cuando lleguemos a la cuestión de la dirección, pero por otro lado la gente que trabaja en la esfera de las ideas y que propaga ideas de diversas maneras tiene una influencia desproporcionada —una influencia que es mayor que su fuerza numérica— en referencia a qué tanto pueden afectar a la sociedad. Lo anterior es algo que se puede practicar en nombre de uno u otro programa — en esencia, de una clase u otra y de un sistema u otro. Y tenemos que ponernos a trabajar para desarrollar una fuerza que ejerza activamente esa capacidad y esa influencia para la revolución que necesitamos.
Índice
Introducción y orientación
Víctimas necias del engaño ajeno y propio
Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia
El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque “consumista” de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la genteSegunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipaciónLas “4 Todas”
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del “concepto del paracaídas” — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte —
Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad
Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real
Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamentalCuarta parte. La dirección que necesitamos
El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"