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Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje en español de la nueva obra de Bob Avakian, EL COMUNISMO NUEVO (en inglés). Además de los pasajes que ya se han posteado en www.revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en www.revcom.us y en el periódico Revolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que ya está a la venta en forma de libro de Insight Press. Además, se puede descargar el pdf del avance en inglés de este libro, unos pasajes y el índice en español aquí, y el texto completo de la Primera parte en español aquí.
Este pasaje es de la sección titulada “Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia”.
Para adentrarnos en esto, déjenme empezar con unas preguntas básicas y esenciales: 1. ¿El mundo es en realidad un horror para las masas de la humanidad? 2. ¿Es la revolución, y el objetivo final de un mundo comunista, el mecanismo necesario para cambiar radicalmente todo eso, para eliminar la opresión y la explotación, y eliminar el saqueo del medio ambiente? 3. ¿Es posible que tal revolución efectivamente triunfe, es posible que efectivamente haga nacer una sociedad y un mundo radicalmente diferentes y liberadores? Esas son tres grandes preguntas. Bien, me imagino que todos puedan recitar “las respuestas correctas” a esas preguntas: sí, sí y sí. Y el contenido de esas respuestas ―los argumentos convincentes de por qué en efecto ésas son las respuestas— todo esto se expresa con dinamismo en los discursos y escritos míos y, de manera continua, por medio de la página web revcom.us y el periódico Revolución. Pero aquí necesitamos enfocarnos en la siguiente pregunta: ¿Cómo, y con qué método, obtener esas respuestas ― por medio de la religiosidad o meras repeticiones de dogma, o por medio de algunos otros medios? ¿Y qué enfoque es necesario adoptar a fin de conocer las cosas en general? Lo anterior está muy relacionado con la epistemología ― con la teoría del conocimiento, con la manera en que la gente adquiere conocimiento y la manera en que sabe si algo es verdad, si algo tiene que ver con la realidad o no. En otras palabras, las preguntas tales como: ¿Qué es la verdad? ¿Existe la realidad objetiva? Créalo o no, esa es una pregunta que se debate con pasión en la sociedad: ¿Existe una realidad objetiva y es posible que nosotros lleguemos a conocerla, y qué es la manera de llegar a conocer la verdad acerca de la realidad? Nunca vamos a llegar a donde necesitamos estar sin un enfoque y método científicos correctos para conocer el mundo tal como está en realidad, y además tal como está en movimiento y cambio. Además, nunca vamos a llegar a donde necesitamos estar sin desafiar no sólo qué piensa la gente, sino en lo aún más fundamental, su manera de pensar ― y su manera de “abordar al mundo”.
La ciencia del comunismo ―el comunismo como una ciencia— es otra cosa que se oye mucho. Pero esta cuestión, el comunismo como una ciencia ―el que de hecho el comunismo es una ciencia, el que cumple y aplica las normas y los métodos de la ciencia y el que es posible, y necesario, aplicarlo a la sociedad y a la transformación de la sociedad— todo lo anterior es tema de fuerte contienda no sólo en la sociedad estadounidense, y en el mundo, en su conjunto y en general, sino también específicamente entre muchas personas quienes dicen que buscan algún cambio “progresista” o radical y incluso entre muchas personas quienes proclaman que son “comunistas”, “maoístas”, etc. Todo lo anterior recibe un tratamiento de maneras muy importantes en la Entrevista a Ardea Skybreak, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian, así como en el artículo, la polémica, en Demarcations #4, “Ajith — Un retrato del residuo del pasado”11. Además, definitivamente amerita volver a estudiar esas obras repetidamente. Bien, para repetir, yo esperaría que, al menos a estas alturas, los presentes respondieran con un “sí” a la pregunta de si el comunismo es una ciencia que hay que aplicar para cambiar la realidad y en particular a la realidad de la sociedad humana ― aunque sí es necesario preguntar, y es necesario que nosotros nos preguntemos, el que previamente nosotros de hecho hayamos considerado que eso fuera cierto y el que hayamos actuado en consecuencia. Pero, en lugar de proseguir directamente con esa pregunta, en este momento, cabe que nos adentremos en algunos elementos básicos del comunismo como una ciencia.
Para comenzar con una pregunta básica: ¿Qué es ciencia? Esa pregunta también se discute en la Entrevista a Ardea Skybreak de una manera muy franca, sustantiva y convincente, al recalcar que la ciencia es un proceso basado en la evidencia (en esa Entrevista, ella dice muchas veces: tú no simplemente puedes hablarme de esto y hablarme de aquello, muéstrame la evidencia, yo quiero ver la evidencia). La ciencia es un proceso basado en la evidencia el cual busca conocer la realidad ―no solo los fenómenos superficiales y lo que es aparente en lo inmediato, sino los patrones más amplios y las relaciones más profundas de las cosas en el mundo concreto de la realidad material — las cosas tales como están en realidad y tal como cambian.
En lugar de profundizar más aquí en esa pregunta, dado que no tenemos un tiempo infinito, remitiré a los presentes a esa parte de la Entrevista a Ardea Skybreak —y a la Entrevista en su totalidad― la cual es, para repetir, definitivamente algo que hay que retomar y estudiar de manera detenida y repetida. Pero exploremos esta cuestión: Los comunistas a menudo decimos que el materialismo dialéctico es un método y enfoque plenamente científicos ―de hecho, el método y enfoque más plena y consecuentemente científicos — pero, ¿por qué es lo anterior cierto?
Materialismo versus idealismo
Aquí tenemos el materialismo versus el idealismo. Primero que todo está la cuestión: ¿Qué es el materialismo? El materialismo tiene una relación integral con el método y enfoque científico y surge de los mismos. El materialismo significa tratar, e intentar conocer, el mundo tal como, de hecho, existe objetivamente. Significa entender que existe una realidad material y que toda la realidad, y toda la existencia, se componen de la realidad material y ninguna otra cosa. Engels, quien junto con Marx, era un fundador del movimiento comunista, recalcó el punto, un punto muy importante, de que en términos básicos, hay dos escuelas de filosofía fundamentales y esencialmente opuestas: una es el idealismo y la otra es el materialismo.
Ahora, tenemos que entender esos términos en un sentido científico, y no en el sentido en que la gente suele usarlos en el lenguaje cotidiano. Muchas veces la gente usa el idealismo de una manera positiva: fulano de tal es muy idealista, tiene elevados ideales, lo que significa que tiene muchos principios y que no tiene una mentalidad cerrada, egoísta o lo que sea. Pero en el sentido filosófico, el idealismo, la escuela del idealismo, significa que se piensa que la realidad es una extensión de las ideas —por eso se llama el idealismo, se piensa que la realidad es una extensión de las ideas— las ideas en la mente de los individuos. Por ejemplo: “Tal vez esto no exista para usted, pero sí existe para mí”. Escuchamos constantemente cosas así, este relativismo: “Bien, tal vez eso sea su verdad, pero mi verdad dice algo diferente. Quizá Dios no exista para usted, pero Dios definitivamente existe para mí”. ¡No! Si es que dios existiera, pues dios existiría para todos. Fíjese que esa es la cuestión que tenemos que reconocer. O bien hay un dios o no hay un dios. Dios no es algo que solo puede existir en la mente de una persona ― a menos que sea un dios personal que un individuo inventa, y por lo tanto es fácil tratar el asunto. Pero la escuela de pensamiento idealista en la filosofía sostiene que la realidad que nosotros percibimos es una extensión de las ideas ― o las ideas de diferentes individuos o las ideas de una sola gran mente, lo cual es otra manera de decir ¿qué? Dios. Por lo que naturalmente no es posible comprobar esas ideas frente a la realidad, porque su base existe en la mente de un supuesto dios o de seres humanos individuales. Y eso está completamente al margen de la realidad ―la idea de que hay múltiples realidades que se sujetan al modo de pensar, a los sentimientos, a las ideas o a lo que sea de cada individuo, o de algún supuesto Dios—, esto es totalmente ajeno a la realidad concreta. (Ah, ahí va de nuevo ese concepto escalofriante, la realidad objetiva, la realidad concreta. ¡Ahora nos encontramos al borde del precipicio del totalitarismo!).
Engels también señaló que una de las maneras por la cual sabemos que la realidad material efectivamente existe, es que podemos interactuar con ella ― no sólo podemos conocerla, sino cambiarla. Y cuando la cambiamos, cambia de la misma manera para todos. Diferentes personas pueden responder de diferentes formas a la manera de cambiar la realidad, o tienen diferentes ideas o sentimientos al respecto, pero la realidad cambia objetivamente. Así que ésa es la escuela filosófica del materialismo tal como Engels señaló. La escuela del materialismo, a diferencia de la del idealismo, dice que el mundo material existe objetivamente independientemente de cualquier individuo, o cualquier supuesto dios, y de sus ideas y modos de pensar. Además, de hecho, los individuos y su manera de pensar constituyen un proceso de la realidad material en sí ―el cerebro de una persona, su sistema nervioso, etc.— de todo eso es de lo que se compone el pensar. Bien, es cierto, no conocemos todo acerca de la manera en que esto funciona, aunque constantemente se va conociendo más, y al mismo tiempo hay lucha sobre la manera de interpretar lo que el proceso de conocer genera en muchos casos. Pero sabemos que el cerebro y el sistema nervioso del ser humano son una realidad material concreta que experimenta procesos materiales concretos, y que de eso se constituyen las ideas y el pensar. Y a su vez esas ideas en últimas, y en un sentido fundamental, son un reflejo de la realidad objetiva, un reflejo en la mente de la persona pensante. Esas ideas pueden ser un reflejo correcto o incorrecto, exacto o inexacto de la realidad, pero en últimas son algún reflejo de la realidad. Por lo que esa es una línea divisoria fundamental entre el materialismo y el idealismo.
Bien, es cierto que, por ejemplo en el arte, en la cultura, a menudo se presentarán cosas de una manera diferente a la realidad material concreta, lo que es bueno. No quisiéramos ver un arte que únicamente, siempre y simplemente, refleja la realidad exactamente como es. Sí queremos que se presente de diferentes maneras, con muchas maneras que no corresponden a la realidad tal como es en concreto, lo cual puede inspirar, retar y estimular el pensamiento, entre otras cosas acerca de la realidad concreta. Así que ése es un papel del arte. Sin embargo, ese arte, esa cultura, en última instancia aún es un reflejo de la realidad material. Es la materia prima — la realidad concreta en la sociedad es la materia prima de la que se construye el arte, aunque deliberadamente la distorsiona y tergiversa con el fin de presentar las cosas de una manera diferente. Por lo que he aquí de nuevo esa línea divisoria fundamental entre un entendimiento materialista y un mal entendimiento idealista de cómo son las cosas en realidad.
Lo que nosotros queremos decir por materialismo, en tanto una de las dos escuelas opuestas en la filosofía, para repetir, es distinto a la manera que a menudo se usa en la vida diaria —por ejemplo, la manera en que los predicadores a menudo usan este término o la manera en que a menudo se utiliza en el lenguaje popular— para dar a entender algo como el consumismo: “Esa persona es muy materialista”, lo que quiere decir que tal persona quiere salir y adquirir un montón de bienes de consumo, constantemente está absorta en compras, va comprando más videojuegos, zapatos o lo que sea. O, en algunos casos la gente religiosa y otras personas hablan del materialismo en referencia a aquellos que tienen una mentalidad muy cerrada y son amantes del dinero y bienes materiales: son filisteos —no piensan acerca de grandes cosas, son muy “materialistas” en el sentido de solamente tratar con el alcance más limitado de las cosas, y no se interesan en las grandes cuestiones filosóficas o cuestiones de “espiritualidad”, etc. Pero, en un sentido científico, por lo que se refiere a las dos escuelas básicas de filosofía, el materialismo implica que una persona reconoce que la realidad material existe objetivamente, que todo lo que existe en concreto está hecho de la realidad material, de muchas formas diferentes, y que esto incluye la mente de las personas y sus ideas.
Ahora, para repetir, a veces se dice cosas como: “Bien, quizás el mundo exista objetivamente, pero nosotros no podemos conocerlo en concreto tal como existe objetivamente, solamente podemos conocerlo tal como lo percibimos, o tal como lo construimos en nuestra mente, en nuestras percepciones”. Como ejemplo de lo anterior, Engels señaló al prominente filósofo Emmanuel Kant. Sin entrar en todos esos detalles aquí, lo importante es, tal como Engels aclaró, que incluso la gente que argumenta de esa manera todavía se encuentra en el campo filosófico del idealismo, dado que si se dice que de hecho no es posible conocer nada acerca de la realidad fuera de nuestra manera de percibirla, o tal como la construimos en nuestra mente, pues en efecto nada más sostiene que la única realidad material que existe, o la única realidad material de la que es posible tener certeza, es la realidad material que una persona percibe y la manera en que la percibe, o la “construye”. Todo eso figura en la escuela filosófica del idealismo que dice que la realidad existe en la mente de las personas, o en la mente de un solo gran dios, y de ahí lo demás es una extensión de eso. Por lo que, para repetir, ésta es una línea divisoria fundamental en el enfoque para conocer el mundo y por consiguiente la capacidad de cambiarlo. Tal vez suene a que habláramos de abstracciones teóricas poco claras, pero todos los presentes, estoy seguro, al hablar con la gente, tropiezan con una gran diversidad de formas de este modo de pensar — el modo idealista de pensar. A veces, se encuentra en tesis muy sofisticadas ―o a veces en heces no muy sofisticadas— de parte de algunos de esos académicos. Además, se encuentra en formas muy básicas y cotidianas en la boca y mente de “la gente común”. Para repetir: “Tal vez eso sea cierto para usted, pero no es cierto para mí.” O: “¿Cómo podemos decir en realidad qué es cierto?”. O: “Quizá Dios no exista para usted, pero yo sé que Dios sí existe para mí — sin Dios yo no podría haber hecho esto, yo no podría haber hecho aquello, yo no podría haber dejado la droga, por lo que, de todos modos, Dios existe para mí”. Alguna gente hasta me ha dicho: “Bien, quizá usted no crea en Dios, pero yo sé que Dios lo envió a usted hasta acá para hacer esto”.
Escuchamos cosas así de muchas diferentes maneras, todo el tiempo. Es muy importante que abordemos las cosas correctamente en nuestra manera de tratar con esto y la manera en que llevamos lucha con la gente al respecto. Es decir, que no vayamos a las masas populares y digamos: “Ahora, escuchen, ustedes tienen que entender que hay dos escuelas básicas de filosofía ― Engels señaló…” “¡¿De qué carajos hablan?!” No. Es necesario desmenuzarlo para la gente ― no se trata de diluirlo para la gente, pero sí es necesario desmenuzarlo, es necesario hacerlo accesible para la gente. A la vez, en este respecto es necesario tener una firme fundamentación en lo básico. Si no, uno perderá el norte, no tendrá capacidad de llevar lucha en buen sentido con la gente, debido a que la gente pondrá términos de diversa índole según los cuales quiere discutir y llevar lucha con uno acerca de las cosas, y uno tiene que reconfigurar los términos según lo que de hecho son, o si no, se perderá dando vueltas en círculos. Creo que todos hemos experimentado esto en alguna ocasión.
Por lo que de eso se trata el materialismo en oposición al idealismo. Hay dos escuelas filosóficas básicas: una que está de acuerdo y en correspondencia con la manera en que son las cosas en realidad, y una que está completamente desconectada (patas arriba, si me permiten) por lo que respecta a cómo son las cosas en realidad.
11. Ishak Baran y K.J.A., “Ajith — Un retrato del residuo del pasado” en Demarcations: Una revista de teoría y polémica comunista #4, invierno 2015. Se puede descargar en demarcations-journal.org y en revcom.us. [regresa]
Introducción y orientación
Víctimas necias del engaño ajeno y propio
I. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia
El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Mediante cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
Epistemología y moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque "consumista" de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente
II. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación
Las "4 Todas"
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del "concepto del paracaídas" — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución concreta
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte —
núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad
III. El enfoque estratégico de una revolución concreta
Un enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de la mujer
El frente unido bajo la dirección del proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental
IV. La dirección que necesitamos
El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones inherentes
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las respectivas implicaciones cruciales
El fortalecimiento del partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar hacia atrás desde "Sobre la posibilidad" —
Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"