De “Lo que la humanidad necesita: Revolución, y la nueva síntesis del comunismo, Una entrevista a Bob Avakian”:

Principios y piedras angulares esenciales para forjar el movimiento para la revolución

Brooks: Vale, cambiemos de tema. Quisiera preguntarte cómo entiendes la relación entre los dos párrafos que salen en cada número del periódico Revolución, “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”, y además sobre las dos piedras angulares, las que son: desarrollar una cultura de aprecio, promoción y popularización en torno a la dirección, el conjunto de la obra y el método y enfoque de Bob Avakian; y esgrimir el periódico Revolución como herramienta esencial en la construcción del movimiento para la revolución. Además, si podrías comentar cómo están vinculadas esas dos cosas.

BA: Los dos párrafos que encierran “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”15 hablan de la necesidad de identificar lo que ya hemos comentado varias veces en esta entrevista —las concentraciones importantes de las contradicciones sociales— y de movilizar a las personas en torno a eso, forjar una resistencia y a la vez hacerlo de modo que contribuya a construir el movimiento para la revolución. De nuevo, se trata de algo parecido a la formulación “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Se trata de la necesidad de forjar una resistencia y elevar la conciencia de las personas — y, por lo que se refiere al enfoque de nuestro partido en este sentido, de hacerlo todo como parte de construir un movimiento para la revolución.

Bien, por lo que se refiere a la relación —o cuando menos los aspectos importantes de la relación— entre eso y las dos piedras angulares que mencionaste, se puede ver de la siguiente manera: en primer lugar, ¿qué quiere decir identificarlas como piedras angulares? Esgrimir y distribuir en masa nuestro periódico y utilizarlo como una herramienta esencial para unificar a las personas y su entendimiento de lo que pasa en la sociedad y en el mundo en su conjunto, y lo que hay que hacer para transformar la sociedad y además, capacitarlas para actuar colectivamente sobre la base de ese entendimiento común como, a grandes rasgos, una fuerza unificada. Por tanto, cuando decimos, en pocas palabras, que el periódico es una de las dos piedras angulares, eso implica que es importante, crucial esgrimirlo de manera constante, como un lecho de roca o base de todo lo que hacemos: poner este sistema al descubierto; plantear con audacia nuestro análisis, convicciones y objetivos comunistas; capacitar a las personas para que entiendan de forma científica los sucesos importantes en el mundo y las grandes concentraciones de las contradicciones sociales y por lo tanto para que estén convencidas y obligadas en lo moral y en lo político a oponer resistencia a los muchos ultrajes del sistema y de ir comprendiendo la necesidad de construir todo eso hacia la revolución; y (para retomar nuestra discusión anterior sobre “el núcleo sólido, con mucha elasticidad”) forjar un creciente núcleo sólido el que viene profundizando su comprensión y por lo tanto su dedicación a la lucha por esta transformación radical de la sociedad y del mundo por medio de la revolución con el objetivo final del comunismo. En un sentido constante y fundamental, el periódico es una base fundamental para todo el trabajo que nuestro partido hace, inclusive lo que mencionan esos dos párrafos “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”.

Al mismo tiempo, la otra piedra angular consta de la promoción y la popularización de la dirección, el conjunto de la obra, el método y el enfoque, la nueva síntesis del comunismo, que he desarrollado. Por lo tanto, eso es algo fundamental que hay que hacer, de manera continua, en todo el trabajo para construir el movimiento para la revolución y toda la lucha que se lleve a cabo, la que trabajamos para desarrollar como parte de ese movimiento para la revolución. Esta promoción y popularización es una de las dos piedras angulares, digamos —de la mano con el periódico como la otra piedra angular— que afianza y sienta las bases para las diversas formas de trabajo que hacemos para construir el movimiento para la revolución.

Además, la promoción y la popularización de mi dirección, el conjunto de mi obra y el método y enfoque — que ahora se expresa de manera concentrada en la campaña “BA en Todas Partes” y la gran campaña multifacética de recaudación de fondos para hacerla real. Cabe recalcar que se trata de hacer de la revolución comunista un tema de mucho realce en la sociedad — se trata de difundir la nueva síntesis del comunismo en todos los rincones de la sociedad. Como hemos comentado, se trata de una de las metas esenciales de esta campaña — para llevar a nuevas alturas el discurso y forcejeo sobre las grandes cuestiones de la sociedad y del mundo y “adónde va la humanidad”, por decirlo así: ¿adónde puede ir la humanidad, adónde tiene que ir la humanidad, qué es posible por lo que se refiere a la transformación del mundo y cómo deberíamos proceder para hacerlo? O sea, esta campaña “BA en Todas Partes” es un mecanismo concentrado para hacer avanzar las tres metas —“hacer que BA sea conocido en toda la sociedad” es un mecanismo concentrado para promover las tres metas de esta Campaña en general— siendo las otras dos metas: hacer de esta revolución, la revolución comunista, con la nueva síntesis del comunismo, un tema de gran debate en la sociedad, proyectarla en todos los rincones de la sociedad y hacer que llegue a ser un punto de referencia y, sí, un punto de debate y lucha, en amplios sectores sociales; y atraer y formar ola tras ola de iniciadores de la nueva etapa del comunismo, fortalecer y desarrollar, y ampliar y profundizar dicho núcleo sólido de personas, a fin de atraer e incorporar a nuevas personas para que sean parte de dicho núcleo sólido que tiene como propósito la revolución comunista y la emancipación de la humanidad por dicha revolución comunista.

Por ende, como comentamos anteriormente, ésas son las tres metas de la Campaña en general. Pero, al mismo tiempo, aparte de ser un mecanismo para alcanzar dichas metas, es una forma para atraer e incorporar a muchas personas sobre la marcha. Es una manera en que muchísimas personas —y a la larga, miles y miles de personas— llegarán a participar a diversos niveles, desde distintas perspectivas y posiciones. Una manera de forjar unidad y, sí, comunidad entre estas personas, con sus muchas divergencias así como su unidad común, conscientes de que tiene una importancia vital proyectar esto ampliamente en la sociedad, para llegar a todos los rincones de la sociedad con esto y para llevar a nuevas alturas el discurso y debate sobre estas grandes cuestiones — y de hacerlo todo a la vez que continúen el debate y forcejeo muy vivo y dinámico en torno a las mismas: ¿cuál es el problema, cuál es la solución y el camino hacia adelante?

Bien, retomando el enunciado, los dos párrafos que encierran “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”, uno de los puntos esenciales que recalcan esos Principios o uno de los aspectos esenciales de esos Principios, es el de aumentar la fuerza consciente del comunismo revolucionario. Además, es obvio que las dos piedras angulares están fuertemente relacionadas con el desarrollo de dicha fuerza consciente del comunismo revolucionario — de aumentarla de manera cualitativa y cuantitativa, digamos. O sea, atraer e incorporar a muchas personas nuevas, convencer a cada vez más personas para que lleguen a ser comunistas, para que sobre esa base ingresen al partido y para que desde esa perspectiva trabajen conscientemente para construir el movimiento para la revolución, a la vez que también profundizan sobre la marcha su comprensión y sus bases en el punto de vista y metodología científicos del comunismo que tienen que guiar la construcción de este movimiento para la revolución. Por lo tanto, eso es una parte esencial de lo que encarnan esos Principios.

Además, eso está relacionado de nuevo con la declaración “Sobre la estrategia para la revolución” que comentamos anteriormente. Dicha declaración habla del hecho de que necesitamos a miles de personas ahora que estén convencidas del comunismo y que estén trabajando activamente para la revolución comunista.

En el proceso de llegarles e influenciar a millones de personas, es posible y es necesario atraer e incorporar, orientar, entrenar y organizar a miles de personas de una manera comunista revolucionaria y capacitarlas para luchar activamente por las metas de esta revolución. Además, cuando surja el momento en que exista una crisis mucho más profunda y amplia en la sociedad que alcance proporciones objetivamente revolucionarias —cuando de hecho a la clase dominante le cueste mucho mayores dificultades para gobernar de la manera en que lo han estado haciendo, y millones y millones, y decenas de millones, de las masas populares ya no quieran vivir como antes y en un sentido activo vayan rechazando vivir como antes— pues, a su vez, dicho núcleo de miles de personas podrá influenciar a millones y decenas de millones de personas que vienen negándose a vivir como antes y que vienen aspirando activamente al cambio radical, y que podrá atraerlas hacia el movimiento revolucionario a muchos niveles y podrá dirigirlas.

Todo eso está relacionado con la parte de “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución” que llama a forjar la fuerza consciente del comunismo revolucionario.

Es obvio que las dos piedras angulares —esgrimir el periódico y proyectar en amplios sectores sociales mi dirección y la nueva síntesis del comunismo que he desarrollado— tienen mucho que ver con el proceso en que las masas populares lleguen a ver la ilegitimidad de este sistema, pues las personas no llegan a ver la ilegitimidad del sistema en un vacío. Siempre y cuando las personas consideren que no existe ninguna alternativa, permanecerán debajo del peso de la noción de la necesidad permanente de que la situación sea así — aun cuando odien esas condiciones, aun cuando se sientan profundamente oprimidas y enfurecidas por dichas condiciones y lo que éstas causan.

Así que existe una relación dialéctica, digamos, una relación de estire y afloje, entre las personas que lleguen a reconocer que existe una alternativa radical que es viable, que es real, que se podría alcanzar —no de manera fácil, y únicamente con mucha lucha y sacrificio, pero sí una alternativa concreta, una alternativa radical, que es viable— cuanto más las personas vean eso, a la vez que lleguen a reconocer la naturaleza anticuada, explotadora, opresora y profundamente podrida del actual sistema y que es necesario barrerlo hacia el museo de la historia y quitárselo de encima de las masas populares del mundo, esos dos elementos se reforzarán mutua y positivamente.

Cuanto más las personas no comprendan la naturaleza del actual sistema, menos creerán que podría haber y debería haber una alternativa radical al mismo. Por otra parte, cuanto más reconozcan la naturaleza concreta del sistema —y además, cuanto más comprendan que no existe ninguna necesidad de este sistema y estas condiciones y vean la posibilidad y la viabilidad, la realidad dinámica y real de que podría haber una sociedad y mundo radicalmente diferente en caso de que se libre una lucha revolucionaria para alcanzarlo— más van a acercársele. Si estas dos cosas se cuajen positivamente, todo eso servirá mucho para socavar la creencia de las personas en la necesidad permanente de que la situación sea así y las capacitará para ver que no tienen que vivir así y bajo este sistema, para ver que este sistema es ilegítimo de punta a punta y además para ver la alternativa radical que es posible y por la que deberían luchar enérgicamente.

En suma, todo eso también es una parte de la interrelación entre las dos piedras angulares y dichos “Principios para forjar un movimiento para la revolución”.

 

15. Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución
Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes de este sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas.

Es necesario que el objetivo y orientación sea el de llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, pueda transformar el terreno político, de modo que en un sentido agudo y activo en toda la sociedad se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar; de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el “polo” y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario; y de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución. [regresa]

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