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“ANTIAUTORITARISMO” ANTICIENTÍFICO

Al servicio del imperialismo estadounidense y en promoción del chovinismo pro estadounidense

En un artículo anterior examiné la manera en que el concepto engañoso del “autoritarismo”, así como la teoría estrechamente relacionada del “totalitarismo”, es una “teoría” anticientífica que sirve a los intereses imperialistas estadounidenses y promueve el chovinismo pro estadounidense (la creencia repugnante en la superioridad de los estadounidenses y el “estilo de vida estadounidense”)*. Como analiza dicho artículo anterior, se ha utilizado esta “teoría” del “autoritarismo” al servicio del imperialismo estadounidense en su contienda con su rival imperialista China, y al servicio de la rivalidad estadounidense con el imperialismo ruso como se ha concentrado ahora en la guerra en Ucrania. A continuación voy a abordar más el verdadero significado y propósito de la “teoría” del “autoritarismo”.

Primero, el hecho es que el concepto del “autoritarismo”, en sí,

no tiene ningún contenido ideológico, político o social particular, y de hecho sirve para encubrir u ocultar el verdadero contenido social, político e ideológico…. hablar de “autoritarismo”, sin hacer referencia a la verdadera ideología y al verdadero contenido político y social de los “autoritarios”, abre espacio para afirmar que los “extremistas” de “derecha” y de “izquierda” son esencialmente lo mismo*.

La “teoría” del “autoritarismo” divorcia el ejercicio del poder político de la naturaleza fundamental de la sociedad en cuestión, y en particular de la base de esa sociedad en su sistema económico (el modo de producción) y las relaciones sociales correspondientes (por ejemplo, las relaciones entre razas, sexos y géneros). Con este enfoque equivocado que ignora (o encubre) la naturaleza fundamental de la sociedad, es imposible llegar a tener un conocimiento material de la manera en que funciona esa sociedad en realidad, cómo se gobierna y quién la gobierna, por qué las cosas son como son, y lo que se podría hacer para cambiar esto en un sentido positivo.

El “autoritarismo” y la dictadura burguesa (capitalista)

Lo que quieren decir los “teóricos” del “autoritarismo” con este término es que hay un pequeño grupo (o a veces dan a entender que hay una sola persona, por ejemplo Putin en Rusia) que dicta a los demás en la sociedad. Pero, en la medida que se pudiera entender que el concepto del “autoritarismo” tuviera un sentido real, se refiere en esencia a lo siguiente: que un grupo limitado de representantes de la clase dominante ejerce el poder estatal mientras excluye a otros representantes de esta clase dominante de participar efectivamente en el ejercicio de ese poder estatal.

La palabra “estado” en este contexto (en la formulación “poder estatal”) no se refiere a las unidades geográficas y políticas del tipo que existe en Estados Unidos (tales como los estados de California, Nueva York, Texas y Florida). Se refiere a las instituciones clave del gobierno que representan el poder concentrado de la clase dominante, y en particular su monopolio de la fuerza armada y violencia “legítimas”. La fuerza armada y violencia “legítimas” significan la fuerza armada y violencia las que ejercen las instituciones oficiales, como la policía y las fuerzas armadas — instituciones las cuales, bajo la Constitución y las leyes, cuentan con el derecho de utilizar la fuerza armada y cometer actos de violencia a favor de los intereses del sistema existente y tal como los autorizan y ordenan los representantes políticos de este sistema, como el presidente (u otros funcionarios, a diferentes niveles del gobierno, con la capacidad de autorizar por ley el uso de la violencia). En Estados Unidos, donde el sistema existente y dominante es el capitalismo-imperialismo, los representantes políticos y las instituciones gobernantes —especialmente las instituciones del poder estatal— son instrumentos de este sistema del capitalismo-imperialismo; y, en el escenario internacional, representan y buscan imponer los intereses de la clase dominante capitalista-imperialista de Estados Unidos.

El poder estatal que se ejerce de forma “autoritaria” es una forma particular de la dictadura de la clase dominante. Es crucial entender esto a fin de captar lo que en realidad es la esencia de la diferencia entre la forma “democrática” de la dictadura burguesa que ha existido generalmente en Estados Unidos, y, por otro lado, la dictadura burguesa fascista la que el Partido Republicano ahora trata activamente de crear, en la que en sí sea la fuerza decisiva en esta dictadura burguesa fascista y sus rivales en la clase dominante (en el Partido Demócrata) estén excluidos de una participación efectiva en esta dictadura. Como también analiza el artículo anterior sobre el “autoritarismo” al cual me he referido aquí, este fascismo tiene “un contenido muy definido: el odio y la supresión violenta de los negros y otras personas de color, los inmigrantes, las mujeres y las personas LGBT, el saqueo irrestricto del medio ambiente, el grotesco chovinismo pro estadounidense, el burdo anti-intelectualismo y la locura anticientífica”.

Para que quede muy claro, la opresión de los negros y otras personas de color, de los inmigrantes, las mujeres y las personas LGBT, y el saqueo del medio ambiente, así como las guerras de agresión y los crímenes contra la humanidad: Todo esto es una parte integral y requisito de este sistema del capitalismo-imperialismo. Todos sus representantes son chovinistas pro estadounidenses. Todos pasarán por alto, o tergiversarán burdamente, la ciencia y las verdades científicamente fundadas al perseguir e imponer los intereses de la clase dominante capitalista-imperialista de Estados Unidos. La diferencia es que los funcionarios “democráticos-burgueses” de este sistema (con su representación en el Partido Demócrata) reconocen la necesidad de ciertas concesiones limitadas a la lucha contra estas diferentes formas de opresión, cierto lenguaje de “inclusión” y cierta adherencia al pensamiento racional —hasta cierto punto— mientras la fanática pasión y objetivo de los fascistas son imponer forzosamente una situación en que no haya semejante “inclusión” fingida y se imponga toda esta opresión y locura de manera indisimulada e irrestricta.

Para entender todo esto más a fondo, es muy importante el siguiente pasaje de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte:

A pesar de las diferencias en las estructuras políticas, instituciones y principios-guía, incluso diferencias enormes y cualitativas, todos los estados cuentan con un definido contenido social y carácter de clase: son un reflejo de las relaciones sociales prevalecientes y en última instancia las relaciones económicas (relaciones de producción) que juegan un papel decisivo y fundamentalmente determinante por lo que se refiere a la manera en que funciona y está organizada una sociedad específica. El estado sirve para proteger y expandir esas relaciones y para imponer los intereses del grupo social —la clase dominante— que ocupa la posición dominante en la sociedad, como resultado de su papel en la economía y en particular su posesión y control de los principales medios de producción (entre ellos la tierra, las materias primas y otros recursos, la tecnología y las estructuras físicas como fábricas, etcétera). En la sociedad capitalista, es la clase capitalista la que ocupa esa posición dominante: controla las estructuras y procesos gubernamentales —en primer lugar los organismos del estado como instrumento del dominio y represión de una clase (las fuerzas armadas, la policía, las cortes y prisiones, el poder ejecutivo y las burocracias)— para ejercer su dominio sobre la sociedad y su represión de aquellas fuerzas cuyos intereses están en oposición de manera importante a ese dominio y/u oponen resistencia a dicho dominio. En pocas palabras, todo estado es un instrumento de dictadura —del monopolio del poder político, concentrado como el monopolio de la fuerza armada y la violencia “legítimas”— que ejerce una clase u otra de acuerdo a sus propios intereses. Cualquier democracia practicada en esa situación es una democracia según los términos de la clase dominante y el ejercicio de su dictadura y en lo fundamental sirve a los intereses de dicha clase y dictadura**.

Con respecto al ejercicio del poder estatal —la dictadura— de parte de la clase dominante burguesa (capitalista), la crítica al “autoritarismo” por parte de los “demócratas burgueses” en realidad equivale al siguiente argumento:

La dictadura burguesa se ejerce de mejor manera contando con estructuras y procesos políticos que abren espacio para la participación de representantes de la clase capitalista en sentido amplio en el ejercicio de esta dictadura (en Estados Unidos, la participación de representantes de la clase dominante en el Partido Demócrata así como en el Partido Republicano), en lugar de limitar el ejercicio efectivo de esta dictadura a un grupo más pequeño al interior de la clase dominante. Y el argumento:

Esta dictadura burguesa también se ejerce de mejor manera manteniendo la “democracia burguesa” —la democracia según los términos del dominio de la clase capitalista y limitada a los confines de ese dominio— donde se permite a las personas votar, siempre y cuando las opciones por las cuales pueden votar se limiten estrictamente a las que representan los intereses de la clase dominante capitalista, y donde se permite que la población cuente con ciertos otros derechos, siempre y cuando el ejercicio de esos derechos no amenace a los intereses de la clase dominante.

El poder estatal socialista — radicalmente diferente y emancipador

La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte pone en claro que, en oposición fundamental a la dictadura de la clase capitalista, el poder estatal socialista, la dictadura del proletariado,

en su carácter esencial y sus principios, estructuras, instituciones y procesos políticos básicos, debe expresar y servir a los intereses fundamentales del proletariado, una clase cuya explotación es el motor de la acumulación de riqueza capitalista y del funcionamiento de la sociedad capitalista y cuya emancipación de su condición explotada sólo se puede dar por medio de la revolución comunista, con su meta de abolir toda relación de explotación y opresión y de emancipar a toda la humanidad**.

Al mismo tiempo, por medio del trabajo que he hecho durante décadas en hacer un balance de la experiencia anterior del movimiento comunista y la sociedad socialista en la Unión Soviética y China (antes de la restauración del capitalismo en la Unión Soviética en mediados de la década de los 1950 y en China tras la muerte de Mao Zedong en 1976), y al sacar lecciones de una amplia gama de experiencia humana, se ha desarrollado un nuevo comunismo, que es una continuación de la teoría comunista tal como se había desarrollado anteriormente, pero también representa un salto cualitativo más allá de ella y en algunos sentidos importantes una ruptura con ella. En su aplicación a la sociedad socialista, esto abarca un énfasis en la importancia del disentimiento, la efervescencia intelectual y artística, y la protección de los derechos del pueblo, en particular en contra del abuso por parte del gobierno, en el marco del ejercicio de la dictadura del proletariado y como una parte importante de ello. Esto es una aplicación del principio y método del “núcleo sólido, con mucha elasticidad” — lo que significa, tal como se establece en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, que,

por un lado, debe darse una fuerza en la sociedad que se expande continuamente, que cuenta con el partido comunista revolucionario como su elemento dirigente, que esté firmemente convencida de la necesidad de avanzar al comunismo y que se comprometa de corazón a llevar a cabo esa lucha, ante todas las dificultades y obstáculos que se den; y sobre la base de ese “núcleo sólido” y a la vez al reforzarlo continuamente, debe haber previsiones y espacio para una amplia diversidad de pensamiento y de actividad del pueblo en toda la sociedad, “que exploren en muchas direcciones diferentes”, que breguen y experimenten con muchas ideas y programas y campos de actividad diferentes — y, cabe recalcar, el partido de vanguardia y el “núcleo sólido” en un sentido general debe “abarcar” todo eso y se debe facilitar que todo eso contribuya por muchas vías divergentes al avance por un ancho camino hacia la meta del comunismo**.

Este principio y método del “núcleo sólido, con mucha elasticidad” se aplica en toda la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, con relación a todas las instituciones gobernantes y esferas importantes de la sociedad, entre ellas la educación, la ciencia, la cultura y los medios de comunicación. La siguiente declaración mía, sobre la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, es profundamente cierta y crucialmente importante:

Es un hecho que no existe en ningún otro lugar, en ningún documento de fundación o guía real o propuesto de ningún gobierno, nada que se parezca no sólo a las protecciones sino a las disposiciones para el disentimiento y la efervescencia intelectual y cultural que están encarnadas en esta Constitución, mientras que ésta tiene, en su núcleo sólido, una cimentación en la transformación socialista de la economía, con el objetivo de abolir toda explotación, y la correspondiente transformación de las relaciones sociales e instituciones políticas, para arrancar de raíz toda la opresión, y la promoción, por medio del sistema educativo y en la sociedad en su conjunto, de una orientación que “habrá de capacitar a las personas en buscar la verdad dondequiera que ésta conduzca, con un espíritu de pensamiento crítico y curiosidad científica y de esta manera aprender continuamente acerca del mundo y estar mejor capacitadas para contribuir a cambiarlo en conformidad con los intereses fundamentales de la humanidad”***.

Por supuesto, con respecto al ejercicio del poder político por parte de los representantes de este sistema radicalmente diferente del socialismo —es decir, el ejercicio del poder estatal socialista, la dictadura del proletariado—, los “teóricos” burgueses de todo pelaje se oponen a ese poder estatal revolucionario en cualquier forma, por la razón básica de que este poder estatal socialista les da poder a las masas de personas y las apoya de forma institucionalizada para arrancar de raíz las relaciones de explotación y opresión sobre las cuales descansa el sistema capitalista.

Este poder estatal socialista tiene por objeto la emancipación de la humanidad en su conjunto, en todas partes del mundo, de todas las relaciones de explotación y opresión, con la realización del comunismo por todo el mundo — con lo cual se habrá eliminado y abolido toda necesidad y toda base de que alguna parte de la humanidad explote, oprima y ejerza una dictadura sobre cualquier otra parte, y una comunidad mundial de seres humanos en libre asociación reemplazará las profundas divisiones, con sus consecuencias horrorosas, que ahora caracterizan el mundo, bajo la dominación del sistema del capitalismo-imperialismo.

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Un último punto: Los imperialistas estadounidenses son hipócritas de calibre mundial, y defensores de pesos pesados del “autoritarismo” cuando obedezca a sus intereses

En el artículo original que pone al descubierto la naturaleza anticientífica de la “teoría” del “autoritarismo” y su uso al servicio del imperialismo estadounidense, señalé que “Estados Unidos está hoy, e históricamente ha estado, aliado con muchos gobiernos ‘autoritarios’ en todo el mundo (y, de hecho, ha instaurado a la fuerza semejantes gobiernos en muchos países)”*.

Lo siguiente es una lista de algunos de los países con los cuales, tan sólo desde de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos efectivamente ha estado aliado —y en los cuales en muchos casos ha instaurado, por medio de invasiones, golpes de estado sangrientos, etc.— gobiernos que son “autoritarios” (a los cuales se tendrían que considerar “autoritarios”, según la “lógica” de los “teóricos” del “autoritarismo”):

  • Chile
  • Brasil
  • Haití
  • Cuba (antes de la revolución de 1959)
  • El Salvador
  • Nicaragua
  • Guatemala
  • Honduras
  • Panamá
  • La República Dominicana
  • Grecia
  • Polonia
  • Indonesia
  • Las Filipinas
  • Corea del Sur
  • Vietnam del Sur
  • China (antes de la victoria de la revolución en 1949)
  • Irán
  • Irak
  • Turquía
  • Israel

Cabe repetir, esta es solamente una lista parcial de los gobiernos “autoritarios” a los que los imperialistas estadounidenses han respaldado —y en muchos casos han instaurado por medio de invasiones, golpes de estado sangrientos, etc.— tan sólo desde la Segunda Guerra Mundial.

Hipócritas de calibre mundial, opresores devastadores del mundo.

 

NOTAS

* El artículo de Bob Avakian, “El descarado chovinismo pro estadounidense: ‘Antiautoritarismo’ como ‘tapadera’ para apoyar al imperialismo estadounidense, con una NOTA ADICIONAL de Bob Avakian, primavera 2023”, está disponible en www.revcom.us. En el artículo “Bob Avakian sobre el juicio político de destitución, crímenes contra la humanidad, liberales y mentiras, y verdades profundas y provocadoras” (que también está disponible en www.revcom.us), Bob Avakian aborda la “teoría” del “totalitarismo” y la manera en que esta teoría, también, promueve el modo de pensar anticientífico, en particular al servicio del imperialismo estadounidense.

** Las citas de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte son del Preámbulo de esta Constitución. Esta Constitución, de la autoría de Bob Avakian, también está disponible en www.revcom.us.

*** Esta declaración de Bob Avakian, sobre la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, salió originalmente en DECLARACIÓN DE AÑO NUEVO DE BOB AVAKIAN, Un año nuevo, La necesidad urgente de un mundo radicalmente nuevo — Para la emancipación de toda la humanidad, enero de 2021, que también está disponible en www.revcom.us.