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Convocatoria y reto

1º de Mayo: ¡Los inmigrantes y sus aliados se toman las calles!

Arriesgan la vida para cruzar la frontera.
La Migra los persigue y los tratan como criminales.
Viven apiñados en barrios ruinosos.
Trabajan en campos agotadores y maquiladoras asfixiantes.
Los pocos derechos que tienen están bajo ataque.
Quieren quitarles hasta la humanidad.

El 1º de Mayo de 2006 en Estados Unidos: ¡una fuerza innegable de más de un millón de inmigrantes y aliados dijeron basta ya!

Llenaron las calles de ciudades grandes y pequeñas y de pueblos, abandonando fábricas, escuelas, restaurantes y tiendas. Más de medio millón en Los Ángeles… 400,000 en Chicago… Docenas de miles en Nueva York, San Francisco, Seattle, Milwaukee… miles más de costa a costa, en pueblos y zonas rurales de Iowa, Nebraska, Kansas, Wisconsin, Minnesota y Texas. La gran mayoría eran latinos, pero también se manifestaron muchos otros grupos de inmigrantes: de África, el Caribe, Asia, el Medio Oriente, Europa oriental e Irlanda.

Fue un enorme despliegue de resistencia a los planes del gobierno de redoblar la opresión y explotación de los indocumentados.

Corriendo gran riesgo personal, centenares de miles de inmigrantes, la gran mayoría proletarios, salieron y alzaron la cabeza en desafío. Tal despliegue de resistencia se debe apoyar y celebrar; tal espíritu heroico se debe defender y extender.

En los últimos meses, esta ola de protesta ha cobrado fuerza y está cambiando el paisaje político de este país. Atrae a millones de personas a la lucha contra el gobierno y el sistema; y plantea interrogantes acerca de la naturaleza de este sistema, de cómo luchar y de lo que se necesitará para acabar con la explotación y la opresión.

Las acciones de una minoría han abierto nuevas posibilidades para muchos más. Para los que están furiosos por la dirección en que el gobierno de Bush ha encaminado el país y el planeta, son un ejemplo importante.

El Congreso está considerando varios proyectos de ley contra los inmigrantes. Politiqueros fascistas, como el congresista Tom Tancredo, quieren negarle ciudadanía incluso a los niños nacidos en el país si sus padres no tienen papeles. Paramilitares como los Minutemen patrullan la frontera armados, cazando inmigrantes, a quienes consideran una amenaza a “la estructura de América”. En tal situación, este nuevo movimiento no se deja paralizar por el miedo ni se esconde. Entra a la lucha y dice: “¡Bush escucha! ¡Estamos en la lucha!” y “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.

Es muy emocionante y significativo que centenares de miles de proletarios se echen a la calle en Estados Unidos. Y qué maravilla que lo hicieran el 1º de Mayo, el día revolucionario del proletariado internacional. El tema de muchas manifestaciones fue “Un día sin inmigrantes” y fue evidente: montones de fábricas, restaurantes, empresas de construcción, jardinería, transporte y otras industrias y servicios se paralizaron por la ausencia de los trabajadores.

Es muy importante que las protestas se extendieron a pueblos pequeños y zonas rurales, donde se han experimentado grandes cambios demográficos en las últimas décadas. En muchos de esos lugares, que rara vez o nunca han visto protestas políticas, las empacadoras de carne y otras industrias reclutan trabajadores de México y Centroamérica. La población latina de muchos condados rurales ha crecido de cero en 1970 a 10-45% en el 2000. En Dodge City, Kansas, 1,500 proletarios inmigrantes marcharon por la calle principal y todas las cinco empacadoras de carne del estado (con más de 12,000 empleados) cerraron. En Emporia, Kansas, de una población de 25,000 personas (20% latinos), más de 1,500 personas se manifestaron en la feria del condado, cerca de la planta de pollos de Tyson, donde trabajan muchos inmigrantes. Hubo una protesta en Storm Lake, Iowa, donde el 20% de los 10,000 habitantes son latinos, y Tyson Foods tuvo que cerrar la mayor empacadora de carne del mundo. Lo mismo ocurrió en docenas más de pueblos.

La clase dominante de este país teme y ataca a los millones de inmigrantes que cruzan la frontera. Pero el proletariado revolucionario y sus aliados da la bienvenida a estas hermanas y hermanos, quienes suman una fuerza de importancia estratégica a la lucha revolucionaria.

En las manifestaciones se vieron muchas banderas estadounidenses; esto muestra las falsas ilusiones que mucha gente alberga sobre Estados Unidos y lo que representa para el pueblo de aquí y de todo el mundo. Pero miles izaron la bandera roja, y muchos de ellos la ven conscientemente como símbolo de la revolución proletaria. Unos llevaban la bandera roja y la bandera estadounidense, lo que muestra que el movimiento todavía no se ha salido del marco de la política burguesa aceptable, así como el potencial que encierra la situación… y la necesidad de una dirección revolucionaria.

El movimiento por los derechos de los inmigrantes y las protestas del 1º de Mayo inspiraron a millones más. En Chicago unos trabajadores sociales que ayudan a víctimas de violación le dieron la bienvenida a la marcha con letreros de “Gracias” y “Thank you”. Feligreses blancos repartían agua bajo un letrero de: “Los inmigrantes de ayer apoyan a los inmigrantes de hoy; su viaje es nuestro viaje”. Un contingente multinacional de estudiantes de medicina coreó: “Trataremos a nuestros pacientes, con o sin papeles”. Otros fueron con un mensaje parecido: “Todos somos inmigrantes” y “Ningún ser humano es ilegal”. Esas semillas de unidad son muy importantes y, debidamente cultivadas, pueden llegar a ser algo potente, necesario y hermoso para la lucha contra el sistema y a favor de un mundo mejor.

El 1º de Mayo de 2006, fue muy emocionante e importante que más de un millón de proletarios inmigrantes se tomaran las calles aquí en Estados Unidos, proclamando su humanidad y que están resueltos a luchar por sus derechos. La actitud de “los trabajadores somos los que hacemos funcionar la sociedad” resume una verdad fundamental, pero todavía no es —y tiene que ser— consciente de clase; tiene que reconocer el hecho de que como clase, el proletariado es la única clase que puede y tiene que dirigir la lucha para emancipar a toda la humanidad. Tenemos que unirnos a la ola de resistencia de los inmigrantes y celebrarla. Lo que se requiere es fomentar la dirección consciente del proletariado, impedir que el movimiento se canalice hacia la política burguesa ineficaz y hacer que contribuya de la manera más poderosa posible a la lucha revolucionaria para liberar al planeta de todas las formas de opresión y explotación.

La base, las metas y los métodos de la revolución comunista, Primera parte

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario

Nota de la Redacción: A continuación publicamos partes de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, a un grupo de militantes y partidarios el año pasado (2005). A esta edición se le agregaron subtítulos y notas al pie de página. Hace poco publicamos otros pasajes de la misma charla con el título “Puntos sobre el socialismo y el comunismo: Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad” (Ver Revolución #37, 39, 40, 41, 42 y 43 (5, 19 y 26 de marzo y 2, 9 y 16 de abril de 2006).

La nueva síntesis: Lidiar con las contradicciones del mundo real, no utopismo

Quisiera seguir adelante, tomando todo lo que hemos dicho un poco como telón de fondo, y abordar más directa y profundamente esta pregunta: ¿qué es la nueva síntesis?

Lo primero que hay que decir es que lidia con las contradicciones del mundo real; no es una quimera idealista de cómo nos gustaría que fuera la sociedad. Cuando hablamos de un mundo en que queramos vivir, no se trata de una noción utópica de inventar una sociedad en el aire y después hacer que encaje en el mundo. Es lidiar con las contradicciones del mundo real, hacer un balance del fin de una etapa (la primera etapa de las revoluciones socialistas)1, aprender lo que se pueda aprender de esa etapa, sacar las lecciones correspondientes y lidiar con aspectos, aspectos importantes, de las contradicciones del mundo real que son nuevos. Es una síntesis que implica tomar lo que fue positivo de la experiencia previa, examinarlo y descartar lo que fue negativo, reconfigurar parte de lo positivo y presentarlo en un nuevo marco. O sea, repito, es lidiar con las contradicciones del mundo real, pero de una forma nueva.

A este respecto, vale la pena citar un punto de orientación básica de una ponencia escrita por un camarada de la dirección de nuestro partido:

“Si tratamos de abrazar, englobar y explorar con más y más amplitud y flexibilidad a personas, ideas y perspectivas que no son comunistas (lo que debemos hacerlo), pero no lo hacemos partiendo de la base de un núcleo sólido y de la base estratégica de NUESTRO proyecto y objetivos, no podremos cosechar todo lo que se podría cosechar de esas exploraciones e iniciativas Y, lo peor, es que ¡LO PERDEREMOS TODO!”.

Esto tiene una aplicación específica con respecto a la orientación y enfoque de nuestro partido; pero también tiene una aplicación general en el mundo que tenemos que transformar. Esto es un aspecto importante del principio de núcleo sólido con mucha elasticidad2, que en sí es una especie de compendio, o expresión concentrada, de lo que abarca la nueva síntesis. No solo ahora, sino también a lo largo de la lucha para conquistar el poder y establecer el socialismo, y después seguir avanzando hacia el comunismo (mejor dicho, antes y después de la toma del poder), el principio general del núcleo sólido con mucha elasticidad y el punto específico de la cita del camarada tendrán una aplicación importante, es más, fundamental: la contradicción entre, por un lado, abrazar, englobar y explorar con más y más amplitud y flexibilidad a personas, ideas y perspectivas que no son comunistas y sacar lo más que se pueda de eso (no en un sentido estrecho, utilitario, sino en el sentido más amplio) y, por otro lado, no perderlo todo, no soltar el núcleo sólido, sin el cual nada de eso tendrá importancia con relación a nuestros objetivos fundamentales.

Convivir con las capas medias y transformarlas en la transición al socialismo

Esto se relaciona con la fuerte contradicción, que a veces es muy aguda, entre aplicar el frente único bajo la dirección del proletariado (la dirección del proletariado, no de la pequeña burguesía o de otra clase) a lo largo de toda la transición al comunismo, por una parte, y por otra parte seguir adelante durante esa transición y avanzar al comunismo. El “núcleo sólido con mucha elasticidad” se relaciona con esta fuerte y a veces aguda contradicción, que a su vez se relaciona con algo que dijo Lenin: que el primer paso de tumbar y expropiar a la burguesía (expropiar sus propiedades) es, en cierto sentido histórico, el paso más sencillo y que el proceso más difícil es, como dijera Lenin, convivir con las capas medias y transformarlas en la transición al comunismo. Este es un punto muy profundo y ambos aspectos son importantes; esto es una unidad de contrarios: convivir con las capas medias y transformarlas. Si uno solo se propone convivir con ellas, acabará entregando el poder, no a la pequeña burguesía, sino a la burguesía; esta dictará cada vez más la situación. Por otra parte, si uno solo se propone transformar a la pequeña burguesía (hablando en términos generales de las capas medias), acabará tratándolas como si fueran la burguesía y corriéndolas al campo de la burguesía, lo que socavará seriamente la dictadura del proletariado, y de esa forma también se perderá el poder.

Por eso, como recalcó Lenin, existe la necesidad de convivir con esas capas medias y transformarlas; transformar sus condiciones materiales así como su concepción del mundo, y la relación dialéctica entre las dos cosas. Esto empata con un comentario anterior sobre las tres fuerzas básicas de clase (la burguesía, la pequeña burguesía y el proletariado): que la transición al comunismo busca eliminar la base y la existencia de todos esos tres grupos, o clases, pero que el proletariado es el único al que no le importa. A la pequeña burguesía definitivamente sí le importa; tratará continuamente de reconstituir su existencia como pequeña burguesía y, espontáneamente, tratará de ser la burguesía. Pero hay que trazar una clara distinción entre la pequeña burguesía (las capas medias) y la burguesía, y no ejercer la dictadura del proletariado sobre la pequeña burguesía, lo que la llevaría a los brazos del enemigo y, por ende, iría contra nuestros objetivos más fundamentales. (Volveré a tocar esto más adelante, cuando hable del “paracaídas”). Por otra parte, no se puede dejar que esas capas medias sigan la espontaneidad de su propia concepción del mundo y de sus propios intereses en determinado momento, o lo perderemos todo de ese modo.

En el proceso de excavar la tierra donde nace el capitalismo y de superar la esfera de la producción e intercambio de mercancías (la ley del valor, la gran diferencia entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, y toda la producción, relaciones sociales y el resto de las “4 todas”3 características del capitalismo), surgirán conflictos con los intereses de las capas medias. Manejar eso, durante la larga transición del socialismo al comunismo (que solo puede darse a nivel mundial), va a ser sumamente delicado y va a requerir una aplicación constante de la dialéctica materialista a fin de ganarse a la gran mayoría de esas capas, o por lo menos neutralizarlas en el sentido político, y de impedir que los contrarrevolucionarios las movilicen, manipulando las quejas que puedan tener, o manipulando y aprovechando el hecho de que será necesario objetiva y legítimamente hacer cosas que podrán alejar a sectores de la pequeña burguesía en un momento dado. Hay una fuerte contradicción (que a veces es muy aguda) entre la necesidad que le imponemos, correctamente, a la pequeña burguesía, sin ejercer dictadura sobre ella, por un lado, y, por otro lado, la espontaneidad e influencia compensatoria de las relaciones sociales de producción que existen y que todavía no se han transformado completamente; y, junto con eso, está el mundo, que en un momento dado puede caracterizarse por relaciones sociales y de producción reaccionarias, con la correspondiente superestructura. No es posible manejar eso de tal modo que se pueda conservar el gobierno del proletariado y, además, seguir el avance al comunismo, a menos que se maneje correctamente el principio y la orientación estratégica de núcleo sólido con mucha elasticidad.

En ese sentido, podemos decir que se aplica, bajo las condiciones de la dictadura del proletariado, una importante formulación de “Cuestiones estratégicas”4, que no voy a presentar detalladamente aquí, sobre trazar líneas divisorias de modo que, en cualquier momento, unamos a la mayor cantidad posible de personas en torno a posiciones que, en la mayor medida posible, corresponden a los intereses objetivos de la revolución proletaria… a la vez que ganamos subjetivamente a la mayor cantidad posible a tomar esa posición, es decir, a ser partidarios de la meta de la revolución proletaria, sin menoscabar la necesaria unidad en un momento dado. Como pueden ver, esto es otro “blanco móvil”; es algo dinámico y contradictorio, a veces agudamente. En la sociedad socialista, especialmente con respecto a las capas medias, pero también en líneas generales e inclusive con el proletariado, ese principio explicado en “Cuestiones estratégicas” tiene aplicación. Pero si abandonamos el núcleo sólido, nada de esto sería posible. Hablando de los cuatro objetivos5 que mencioné antes con respecto al núcleo sólido en la sociedad socialista (como la importancia de tener la máxima elasticidad posible en todo momento), si abandonamos el primer punto, aferrarse al poder, los demás puntos no tienen sentido. Es claro, entonces, que todo esto implica una gran tensión o, dicho de otro modo, una contradicción muy aguda.

Como he dicho, esto tiene una dimensión epistemológica, así como una dimensión política. El aspecto epistemológico es cómo los comunistas, y las amplias masas populares, llegan a una síntesis más profunda y completa de la realidad en cualquier fase, en cualquier proceso, y a su vez tienen una base más fuerte para transformar el mundo, sin abandonar lo que tienen, sin entregar el núcleo de todo. Eso es lo que me hace repetir la metáfora de que nos van a descuartizar6. Si piensan en esto, si realmente piensan en la imagen de estar en el núcleo de todo esto, estimulando efervescencia intelectual y política en la sociedad, a la vez que tratamos de gestar ciertas transformaciones materiales e ideológicas hacia la dirección del comunismo que van contra las inclinaciones espontáneas, inclusive de los proletarios, y van contra los intereses creados de las capas medias y, por supuesto, van fundamentalmente contra la burguesía, los imperialistas y otras fuerzas reaccionarias; si tratamos de hacer todo eso y (siguiendo con la imagen), uno tiene las riendas en cada mano y la gente corre en todas las direcciones; si realmente piensan en todo esto, podrán ver por qué sigo planteando la metáfora de que nos van a descuartizar si no lo manejamos correctamente. Pero estoy igualmente convencido de que, si no procedemos de esta forma, no se va a dar, en el país socialista, el proceso necesario para llegar al comunismo (sin hablar por ahora de la dimensión internacional, cosa que haré en un momento).

Bueno, este principio del núcleo sólido con mucha elasticidad (y elasticidad partiendo del núcleo sólido, debo recalcar) está íntimamente relacionado con otro principio que abordamos en la charla sobre la dictadura del proletariado7: concretamente, la gran importancia de distinguir entre los momentos y las circunstancias en que es necesario poner atención sumamente minuciosa a algo e insistir en que “se haga así” y, por otra parte, los momentos y las circunstancias en que eso no es necesario y, más aún, es contraproducente. En la historia de nuestro partido, por ejemplo, ha habido varias ocasiones y circunstancias en que ha sido necesario poner atención minuciosa e insistir en que las cosas se hagan exactamente así, y no asá, y junto con eso, insistir en una formación muy sincronizada, por decirlo así. Pero ha habido otras circunstancias en que no era así y en que insistir en eso hubiera sido incorrecto y contraproducente. Por ejemplo, hace poco tuvimos un debate sobre el Programa del partido, dentro y fuera, y hemos tenido otros procesos en que se ha dado debate y lucha sobre cuestiones de línea. Esto no es, no debe ser, algo infrecuente o solo de una vez; es algo que debe darse repetidamente, en los momentos y las circunstancias apropiadas, en la vida política e ideológica del partido.

Como señalé en la charla sobre la dictadura del proletariado, esta relación entre “abrir espacios” y “cerrar filas”, entre elasticidad y núcleo sólido, también es un proceso dialéctico, una unidad de contrarios. Lo que es núcleo sólido en un aspecto también tiene elasticidad en su interior. No hay un núcleo sólido que no tenga elasticidad. En un momento (así como en un sentido general), siempre hay cosas a las que se les presta atención minuciosa, pero a otros aspectos de la misma cosa no se les pone la misma atención sistemática.

En esa charla sobre la dictadura del proletariado, di el ejemplo de escribir un artículo. No es que no nos importe lo que digamos, pero algunas cosas tienen que quedar perfectamente bien porque afectan el carácter general de lo que se dice, mientras que otras cosas se pueden decir lo mejor que se pueda sin ponerle la misma cantidad de atención; si no, jamás se terminará el artículo. Este principio se aplica a todo lo que hagamos, por ejemplo a una reunión y a todo lo demás: núcleo sólido con elasticidad y atención minuciosa a ciertas cosas centrales que definen lo que hacemos, y menos atención y más elasticidad con respecto a otras cosas.

Con respecto al aspecto del núcleo sólido en sí, no se puede decir: “bueno, hay que tener un núcleo sólido perfecto, absoluto, antes de que haya elasticidad e iniciativa”. Por otra parte, hay un serio problema si la elasticidad no se basa, en un sentido fundamental, en el núcleo sólido; si, en realidad, la elasticidad y la iniciativa equivalen a sustituir con otro núcleo sólido el que se necesita objetivamente. Pero, repito, no podemos ser metafísicos y “absolutistas” sobre esto; no se puede decir: “solo cuando tengamos un núcleo sólido ‘absoluto’, y todo mundo tenga el mismo nivel de conocimiento y de acuerdo sobre ese núcleo sólido, podremos tener elasticidad”. Primero, jamás se alcanzará ese nivel de certeza absoluta y de unidad absoluta, nunca se va a emparejar todo; segundo, el núcleo sólido se secará y se transformará en su contrario, en dogma. Se apagará y se transformará en su contrario, y de hecho dejará de ser un núcleo sólido. Tiene que haber espacio y vida, inclusive dentro de un núcleo sólido; dentro de cualquier núcleo sólido hay ciertas cosas que son el núcleo sólido, alrededor del cual hay otras cosas menos sólidas que tienen más elasticidad. (Esta es otra manifestación de un punto muy importante de Mao, que he recalcado varias veces: lo que es universal en un contexto es particular en otro, y viceversa). Pero si no hay suficiente aglutinante, por decirlo así, en el núcleo para que (usando esta metáfora) los electrones no salgan volando en todas las direcciones, entonces hay un serio problema.

Repitiendo, aquí es crucial esa línea divisoria fundamental entre materialismo e idealismo, y entre dialéctica y metafísica. No se puede tener una concepción metafísica del núcleo sólido, de que tiene que ser absolutamente sólido; asimismo, no se puede tener una concepción idealista de todo el proceso, que corresponde a que todo mundo salga volando en todas las direcciones porque no hay una base material de lo que es y debe ser el núcleo sólido en un conjunto de circunstancias, ni de cuáles son las cosas que hay que hacer de cierta forma muy precisa, todos “marchando en formación sincronizada”, digamos, y cuáles son las cosas con las que no se debe hacer eso y sería muy perjudicial tratar de hacerlo.

Para ser francos, los comunistas (hablando de nuestro partido, como también del movimiento comunista internacional) tienen que hacer una mayor ruptura con el utopismo y el idealismo y, francamente, con la socialdemocracia e inclusive con la democracia burguesa, y, por irónico que parezca, con el anticomunismo dentro del movimiento comunista, que se manifiesta con una concepción demócrata-burguesa de cosas tan cruciales como la naturaleza y el papel del estado y una crítica demócrata-burguesa de la experiencia histórica del estado proletario. Tenemos que dar saltos y hacer una ruptura para salirnos de esos confines, y a la vez tenemos que hacer una ruptura con lo que en apariencia es lo contrario de esto (como un reflejo en un espejo): la tendencia al dogmatismo y esencialmente una concepción religiosa de los principios y de la experiencia del comunismo y del movimiento comunista, lo que equivale básicamente a “todo núcleo sólido” sin elasticidad y, en consecuencia, a un “núcleo sólido” que a fin de cuentas no es tan sólido, que en realidad es quebradizo, porque se basa en apriorismo e instrumentalismo (busca imponerle concepciones dogmáticas a la realidad y “doblarla” y retorcerla para que corresponda a ciertas nociones preconcebidas y ciertas metas, en vez de abordar la realidad y transformar la necesidad que hay que confrontar, conforme a sus contradicciones fundamentales, y aplicar en cambio una versión de lo que Lenin criticó como el enfoque de “la verdad como principio organizador”, lo que equivale a una noción subjetiva e idealista de la verdad, no a un reconocimiento de la verdad como algo objetivo que se caracteriza porque es un reflejo correcto de la realidad objetiva. Es cierto que tenemos que rechazar la orientación de “todo núcleo sólido”, pero no podemos tener una concepción idealista y utópica de la elasticidad: tratarla como algo desligado de las relaciones materiales subyacentes de la sociedad, y del mundo, en los cuales está arraigado todo esto, una realidad material que tratamos de transformar, pero que no podemos simplemente trascender con la mente.

La aplicación correcta de este principio —el núcleo sólido con mucha elasticidad— es elasticidad que parta de la base del núcleo sólido necesario en cualquier momento. Digo “del núcleo sólido necesario” porque aquí entra en juego la dialéctica de nuevo: no se trata de un núcleo sólido absoluto, porque eso sería metafísico (imaginar y buscar un estado perfecto de núcleo sólido, que nunca se encontrará), sino del núcleo sólido necesario: lo suficiente para que sea un centro aglutinante fuerte y una base a partir de la cual se pueda avanzar y desencadenar la elasticidad y la iniciativa, sin perderlo todo. Por supuesto que no hay una “fórmula mágica”; no hay ninguna clase de fórmula. No se puede tomar una regla de cálculo y decir: en esta etapa del socialismo, necesitamos 28% de núcleo sólido y se puede tener 72% de elasticidad; pero en esta otra etapa, con una intervención e invasión imperialista, solo se puede tener 4% de elasticidad y 96% de núcleo sólido. No es así. [risas] Son cosas vivas, en movimiento, que tenemos que examinar científicamente y determinar concretamente, partiendo de entender el movimiento y el desarrollo de las contradicciones motrices.

1. El concepto “el fin de una etapa” hace referencia a la experiencia que empezó con la revolución soviética en Rusia en 1917 (después de la Comuna de París, que duró muy poco tiempo), continuó con el triunfo de la revolución china, que conquistó el poder nacional en 1949, y terminó con la restauración del capitalismo en China tras la muerte de Mao Tsetung en 1976 (el capitalismo se restauró en la Unión Soviética a mediados de los años 50). Ver “El fin de una etapa y el comienzo de una nueva etapa”, de Bob Avakian, en la revista Revolución, otoño de 1990.

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2. Bob Avakian habla del concepto de “núcleo sólido con mucha elasticidad” en la charla “Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo” y en el libro Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Chicago: Insight Press, 2005); la nota de las páginas 68-69 de Observations señala: “Avakian habla de este concepto en la charla ‘Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo’, donde dice: ‘Se necesita un núcleo sólido que capta firmemente y está comprometido con los objetivos estratégicos, las metas y el proceso de la lucha por el comunismo. Si perdemos eso, terminaremos devolviendo todo a los capitalistas de una manera u otra, con todos los horrores que eso implica. Pero, por otro lado, si no abrimos espacio para una gran diversidad y para que la gente explore muchos caminos, va a causar un tremendo resentimiento y, además, no vamos a tener el proceso dinámico y multifacético que permite que surja al mayor grado posible la verdad y nos dé la capacidad de transformar la realidad’”. (“Un mundo en que queramos vivir”, Obrero Revolucionario #1257, 31 de octubre de 2004)

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3. Las luchas de clases en Francia, 1848-1850, Marx comentó que la dictadura del proletariado representa la transición necesaria hacia la abolición de todas las diferencias de clase, de todas las relaciones de producción en que estas descansan, de todas las relaciones sociales que acompañan esas relaciones de producción, y la revolucionarización de todas las ideas que surgen de esas relaciones sociales.

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4. “Cuestiones estratégicas” es una charla de Bob Avakian de mediados de la década pasada. El Obrero Revolucionario (ahora Revolución) publicó partes de la charla en los números 881 y 884-893 (noviembre de 1996 a febrero de 1997) y los números 1176-1178 (24 de noviembre al 8 de diciembre de 2002). Están en la internet en revcom.us.

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5. En otra parte de esta charla, Bob Avakian dice que estos cuatro objetivos son: 1) aferrarse al poder; 2) garantizar que el núcleo sólido se extienda al máximo grado posible, que no sea estático sino que se extienda continuamente al máximo grado posible; 3) esforzarse sistemáticamente por llegar al punto en que ese núcleo sólido no sea necesario y no haya distinción entre el núcleo sólido y el resto de la sociedad; y 4) desatar la mayor elasticidad posible en cada momento partiendo de la base de ese núcleo sólido. Ver: “Análisis materialista del estado y su relación con la base económica subyacente”, un pasaje de “Puntos sobre el socialismo y el comunismo: Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad”, Revolución #42, 9 de abril de 2006.

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6. Bob Avakian habla de esta metáfora de que “nos van a descuartizar” en “Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología: Sobre conocer, y cambiar, el mundo” (Obrero Revolucionario #1262, 19 de diciembre de 2004) y en el libro Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Chicago: Insight Press, 2005).

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7. “Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo” salió en el Obrero Revolucionario (ahora Revolución) entre agosto de 2004 y enero de 2005 y está en la internet en revcom.us.

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Sobre las nuevas obras de Bob Avakian…

UNA EXTRAORDINARIA VISIÓN Y SÍNTESIS —Y UN RETO A TODO RADICAL, REVOLUCIONARIO Y COMUNISTA

Esta semana inauguramos una nueva serie de Bob Avakian: La base, las metas y los métodos de la revolución comunista. Al hacerlo, tomémonos un momento para ver qué es lo que esto significa. El desarrollo del marxismo está experimentando algo histórico. La serie de obras de Bob Avakian que hemos publicado desde principios de año, tomadas de una charla que dio en 2005, abordan problemas cruciales, a un nivel jamás antes visto, y precisamente cuando las fuerzas revolucionarias encaran enormes retos.1

Incuestionablemente, las obras tienen un carácter polémico y apuntan fuego intelectual contra tendencias que quieren sofocar el movimiento comunista. Pero siguiendo la tradición de las grandes polémicas del movimiento comunista, como Anti-Dühring de Engels o el clásico ¿Qué hacer? de Lenin, Bob Avakian defiende los fundamentos del marxismo y, además, abre nuevos caminos. Aborda problemas fundamentales de filosofía y cosmovisión, de la visión del comunismo y (especialmente) de la necesidad de la revolución proletaria y del poder estatal proletario, y de una concepción mucho más desarrollada y en muchos respectos cualitativamente diferente de lo que ese poder tiene que ser, si de hecho va a guiar a la humanidad hacia una sociedad sin clases. En una palabra, las obras derivadas de la plática del 2005 amplían obras anteriores2 y desarrollan la ciencia de la revolución de una manera cualitativa, a una síntesis superior. Tienen un alcance asombroso y una novedad que estimula y abre horizontes. En conjunto, hacen recordar el título de la serie que acaba de terminar, que tiene que ver principalmente con la ruptura inaugurada por Marx, pero también se aplica a las nuevas contribuciones del presidente Avakian: “una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad”.

Este material es ciencia y mucho de esto es nuevo. Hay que trajinar con él, hay que esforzarse y pensarlo profundamente y desde diferentes ángulos. Comprenderlo requiere esfuerzo. De hecho, el duro esfuerzo que se requiere para conocer y transformar la realidad es uno de los principales temas de Puntos sobre el socialismo y el comunismo. La primera lectura es apenas el principio. Pero quien de veras ansía un cambio fundamental y está dispuesto a tomar una actitud científica, estudiará la plática una y otra vez, y verá que es esencial para por lo menos identificar correctamente, y encarar y superar, los retos del momento. A la inversa, quien no trajina con esto, no podrá ponerse a la altura de las exigencias y responsabilidades del momento. No hay nada remotamente parecido.

En la lucha de clases tenemos muchas tareas urgentes, y así debe ser. Existe la posibilidad de arrancarle a estos tiempos de tumulto y turbulencia un potencial revolucionario; y existe la posibilidad de desechar una oportunidad muy rara. Pero toda la lucha y el trabajo serán en vano si no están guiados por la teoría más avanzada de nuestros tiempos. No hay nada más apremiante ¡ni más estimulante! que estudiar las nuevas obras de Bob Avakian. Ningún revolucionario que así se llame puede perdérselas; los radicales de veras deben exigirlo. Estúdienlas, piensen en lo que dicen, hablen de ellas con camaradas, amigos y conocidos, vivan con ellas y aplíquenlas al mundo, mándennos sus comentarios iniciales y sus respuestas bien pensadas… y aplíquenlas para transformar la realidad, para la emancipación de la humanidad.

1. Partes de la plática de 2005 salieron en la serie Puntos sobre el socialismo y el comunismo: Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad (Ver Revolución #37, 39, 40, 41, 42 y 43). Otras partes se publicaron con los siguientes títulos: “Más sobre la guerra civil que se perfila”, #29; “Polarización... repolarización... y revolución”, #30; “Los fascistas cristianos y las fuerzas armadas”, #31; “Reforma o revolución: Cuestiones de orientación, cuestiones de moral”, #32. Y con este número empieza esta nueva serie: La base, las metas y los métodos de la revolución comunista.

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2. Por ejemplo, Bob Avakian, Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Chicago: Insight Press, 2005)

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From Ike to Mao and Beyond

Bob Avakian

MY JOURNEY FROM MAINSTREAM AMERICA TO REVOLUTIONARY COMMUNIST
Autobiografía de BOB AVAKIAN

En nuestro portal se encuentran ahora grabaciones de la autobiografía de Bob Avakian, From Ike to Mao… and Beyond, leídas por él (en inglés). Simultáneamente, vamos a publicar una serie de pasajes del libro en este periódico. Las grabaciones están en revcom.us y en BobAvakian.net. En el número 44 publicamos pasajes de los Capítulos 1 y 2: “Mis padres” y “Una nación bajo dios—Niñez en los años 50”. En el número 45 publicamos pasajes de los Capítulos 3 y 4: “El mundo se va abriendo” y “La preparatoria”. Esta semana publicamos pasajes del Capítulo 5. El audio de los Capítulos 1 a 4 está en nuestro portal. El del Capítulo 5 estará el lunes 8 de mayo.

From Ike to Mao and Beyond

Capítulo 1: “Mis padres”

Capítulo 2: “Una nación bajo dios—Niñez en los años 50”

Capítulo 3: “El mundo se va abriendo”

Capítulo 4: “La preparatoria”

Capítulo 5: “Un hilito de vida”

Descarga el audio (en inglés) en:

revcom.us

bobavakian.net

Bob Avakian lee de su autobiografía

Pide el libro en librerías o en la internet en insight-press.com

Capítulo 5: Un hilito de vida

Me matriculé en Cal una semana antes del comienzo de clases y ahí mismo empezamos las prácticas del equipo de fútbol americano. Yo estaba muy entusiasmado, pero nos dieron manuales para estudiar jugadas y vi que iba a ser como un trabajo. En la prepa teníamos que aprender jugadas y que practicar, pero no era tan serio. Predominaba la camaradería y, debido a la experiencia social (en una prepa como la mía), era divertido. En la universidad luego luego vi que la atmósfera era diferente. De todos modos, como me encantaba el fútbol y como ese era uno de mis sueños, quería jugar en el equipo.

Ay, esto no tiene buena cara… Al hospital

Esa semana me empecé a sentir mal: vomité mucho y subí de peso un montón aunque comía lo de costumbre. Yo pensé que era una gripe o algo por el estilo, pero vomité toda la semana. Una cosa es vomitar una o dos veces un día, o un par de días, pero fue toda la semana. Cada vez que hacía el menor esfuerzo, al rato me sentía muy mal; si me daba hambre y comía, ahí mismo me sentía mal. Ese semestre todavía vivía en casa de mis padres, así que al final les dije que iba a ir a la clínica estudiantil a ver qué tenía, si era gripe o qué. Mi papá me llevó y recuerdo lo que me dijo en broma cuando me bajé del carro: Bueno, que no te hospitalicen.

Entré a la clínica, describí mis síntomas y me hicieron un análisis de orina y de sangre. Al poco rato el médico regresó y me dijo: Te tenemos que internar porque tienes tejido renal en la orina; tienes albúmina, proteína, en la orina y eso indica que la función renal anda mal. Dicho eso, me instalaron en un cuarto y cuando mencioné que había ganado peso inexplicablemente, el médico dijo que no me dieran nada de comer pero que podía tomar la cantidad de agua que quisiera para ver qué pasaba. En unas pocas horas subí 5 libras porque los riñones prácticamente no funcionaban y retenía toda el agua que tomaba.

Mis padres llamaron a un amigo médico y le pidieron que fuera a verme. Cuando le contaron el resultado de los análisis, comentó: Ay, esto no tiene buena cara. Después les explicó que posiblemente tenía un problema grave de los riñones. Yo estaba en una habitación con otros tres pacientes y cuando ese médico entró todos tenían visitas que hablaban y se reían. Él les gritó a todos: Cállense, silencio, ¿no se dan cuenta de que este paciente está muy enfermo? Así fue como me enteré de mi estado de salud. Sabía por los análisis que tenía un problema y el aumento de peso era inquietante, pero el médico me soltó la noticia como una bomba: “este paciente está muy enfermo”. De inmediato me pasaron a una habitación privada.

Todo eso sucedió muy rápido. Al día siguiente el director médico de la clínica estudiantil fue a verme y se hizo cargo de mi caso porque reconocía que mi enfermedad era seria, y me lo dijo francamente. Se llamaba Mort Meyer. Estuve un par de meses en el hospital, muy enfermo, porque los riñones se me paralizaron completamente.

Pero es interesante que aunque me decían que estaba grave y, por lógica, eso implicaba que me podía morir, yo nunca pensé en la muerte. Sabía que estaba muy enfermo y la cuestión era cómo mejorar, eso era lo que pensaba. Mis padres entendieron las implicaciones de la enfermedad; al fin y al cabo, en esa época no se hacían transplantes. Me podrían hacer diálisis, que básicamente saca la sangre del cuerpo, la filtra y la regresa al cuerpo, porque los riñones no la estaban filtrando, y casi me hacen eso. Pero uno no podía vivir indefinidamente con diálisis y no era tan avanzada como es ahora. Sé que mis padres entendieron de inmediato la gravedad de la situación. Mi padre era muy afectuoso y no era de los hombres que esconden sus emociones, pero por lo general no lloraba en frente de otras personas. Mi madre y mi hermana me contaron después que se encerró en un closet a sollozar.

Para salvarme la vida, me convirtieron en una especie de tubo de ensayo. Todas las mañanas me sacaban sangre para analizarle la composición química. Como los riñones no me funcionaban, no pude comer nada por un mes. Podía tomar 500 mililitros de agua más una cantidad igual a la que orinara ese día, pero era muy poca porque los riñones son los que producen la orina. Como no orinaba, se me acumulaban toxinas urémicas en la sangre; el médico me miraba los ojos y veía que tenía toxicidad urémica.

Por las mañanas me sacaban sangre y, si tenía bajo el potasio, me daban potasio durante el día; si lo tenía alto, me daban algo como contrapeso. Me sentía como un tubo de ensayo al que le ajustaban la química, especialmente durante la fase aguda, que duró más de un mes. No me dejaban comer nada para no complicar más el cuadro, pues cada vez que uno come cambia el balance químico de todo el cuerpo.

Aunque no comía, vomitaba tres o cuatro veces al día. Vomitar se volvió algo como sonarse la nariz. Era desagradable, pero me acostumbré tanto que si tenía visitas y me daban náuseas, les decía: Disculpen un momento que tengo que vomitar. Lo duro es que me daba mucha hambre. Al otro lado del pasillo estaba un chavo con hepatitis y, como esa enfermedad debilita mucho, le daban 5000 calorías diarias. Me contaba que tenía que tomarse dos o tres leches malteadas al día y a mí me daba envidia. En el hospital, si uno no está muy enfermo, uno de los momentos agradables del día es la llegada de la comida: rompe la monotonía y calma el hambre. Yo oía los ruidos de las bandejas, pero no podía comer nada. Tenía hambre, pero de haber comido me hubiera sentido peor. Todavía recuerdo cuando por fin me dejaron comer algo: un durazno. Recuerdo lo agradecido que me sentí y lo mucho que se lo agradecí al ayudante que me lo llevó con mucha fanfarria.

Fue muy difícil. El tratamiento no era tan malo como la enfermedad, pero a veces me lo parecía. Por ejemplo, me tenían que dar mucho potasio de una forma u otra y una vez me dieron unas cápsulas inmensas llenas de potasio y me tuve que tomar como 15; tomaba unas cuantas y las vomitaba, y me tocaba volver a empezar. O me daban potasio líquido: una vez, pasada la fase aguda, me llevaron un vaso de jugo de naranja y me dijeron que tenía un poco de medicina; el primer trago fue de un sabor espantoso que me hizo temblar de pies a cabeza. Cuando pregunté qué era eso tan horrible me dijeron que era una cucharadita de potasio. Yo dije: La próxima vez que me traigan potasio, por favor tráiganlo separado del jugo de naranja para tomarme el potasio y bajarlo con el jugo. Después he usado eso como una metáfora: la cucharadita de potasio que echa a perder todo un vaso de jugo de naranja.

Sin embargo, fue peor antes cuando no podía tomar el potasio porque vomitaba; entonces resolvieron dármelo por vía rectal, gota a gota, ocho horas seguidas. No duele pero se va sintiendo presión, como ocurre con una inyección intravenosa. Si los enfermeros no checan con frecuencia, el goteo empieza a acelerar y, como los enfermeros andan ocupados, las gotas caen más y más rápido, y la presión aumenta. Una vez llevaba como siete horas y 45 minutos de las ocho horas, y la presión se estaba volviendo inaguantable; yo llamé y llamé a los enfermeros para que pararan el goteo, ¡pero no vinieron y se me salió todo! Y a empezar otra vez. Me tocó pasar por cosas así para curarme, especialmente en la etapa aguda.

Fue algo muy difícil, tanto psicológica como físicamente. Por ejemplo, una vez mis padres comprendieron lo enfermo que estaba, y yo también, porque era sábado y estaban transmitiendo un partido de fútbol de Cal por la radio y, cuando mi padre me preguntó si quería oírlo, yo a duras penas pude decir que no, que me sentía muy cansado. Ellos sabían que, si ni siquiera tenía alientos para oír un partido de fútbol, la situación era grave.

En otra ocasión fue a verme otro médico que no era el doctor Meyer y me preguntó cómo me sentía. Yo le contesté que no me sentía bien y empezamos a hablar. Le dije: Esto es lo que me preocupa. A veces, cuando me paro al baño o por pararme, si puedo, al poco rato me siento débil, pero me puedo sentar; y si estoy sentado y me siento muy débil, me puedo acostar; ¿pero qué hago cuando estoy acostado y me siento muy débil y mal? El médico me miró y me dijo que en esos casos procurara descansar. Después me di cuenta de que estuve a punto de morir, que ese era el fondo de mi pregunta, y el médico por supuesto lo sabía, ¿pero qué podía decirme?

Nunca tuve la actitud de “estoy enfermo, me voy a dejar morir”. Mi actitud era más bien: “estoy enfermo, me voy a mejorar”. Siempre le preguntaba al médico cuándo me iba a mejorar, cuándo me iba a curar. Aunque la enfermedad me tomó desprevenido y me noqueó, como era joven, pensaba: “Voy a superar esto, lo voy a conquistar, me voy a recuperar, voy a volver a hacer lo de antes”. Pero por supuesto es muy difícil cuando uno tiene la actitud de los muchachos ―que se sienten invulnerables, optimistas, entusiastas y muy confiados sobre la vida―, y de repente todo se va a pique y apenas tiene un hilito de vida y se siente completamente vulnerable, como nunca antes; es muy difícil.

La crisis de misiles de Cuba: El mundo pendiente de un hilo

Durante la crisis de misiles de Cuba, en 1962, los sucesos mundiales y sus implicaciones dominaron mis pensamientos mucho más que mi propia enfermedad. Todo mundo se daba cuenta (todo el que prestaba atención y la mayoría no podía evitarlo) de que el mundo se podía acabar en cualquier momento. Todavía recuerdo que sentía muy profundamente, en la médula de los huesos, que el mundo entero se podía acabar. Yo estaba en la universidad de nuevo, por unas horas al día, y seguí esos sucesos con mucha preocupación.

Aquí solo oímos el lado de los imperialistas yanquis, eso es lo que nos machacan todo el tiempo, y un incidente dramático que todavía vuelven a pasar de vez en cuando de esa crisis fue cuando Adlai Stevenson, representante ante las Naciones Unidas, dio un discurso y mostró fotos de misiles soviéticos en Cuba. Después se volteó hacia el embajador soviético y le dijo: ¿Hay o no hay misiles soviéticos en Cuba? Yo puedo esperar su respuesta hasta que las ranas críen pelos. El embajador soviético no contestaba y Stevenson seguía diciendo una y otra vez: ¿Hay o no hay misiles soviéticos en Cuba? Pero no mostraron que hacía un año, a comienzos de la presidencia de Kennedy, Adlai Stevenson negó vehementemente en las Naciones Unidas que Estados Unidos tuviera que ver con la invasión de playa Girón en Cuba, lo cual era una mentira patente. Muestran un incidente como punto saliente de la historia, pero no muestran el otro, cuando Stevenson mintió descaradamente en frente de todo el mundo.

Kennedy impuso un bloqueo naval de Cuba y anunció que si un buque soviético trataba de entrar a Cuba, lo consideraría un acto de guerra y respondería. El pretexto de Kennedy, recuerdo claramente, era que instalar misiles soviéticos en Cuba era una violación de la Carta de las Naciones Unidas. Bueno, aunque ya para esa época yo tenía muchas sospechas del gobierno, aunque me enfurecían las injusticias de la sociedad estadounidense, especialmente la opresión de los negros, todavía quería confiar en el gobierno; quería creer que era posible presionar al gobierno a actuar como es debido; y no quería creer que el presidente mentiría abiertamente cuando el destino del mundo estaba en juego. Mi reacción, viendo que el futuro del mundo pendía de un hilo, fue: quiero saber la verdad.

Fui a la biblioteca de la universidad, saqué la Carta de las Naciones Unidas y la leí de punta a punta esperando encontrar, ingenuamente, algo que dijera: “Es una violación de esta Carta que la Unión Soviética instale misiles en Cuba”. Por supuesto no encontré nada por el estilo. Seguí buscando a ver si instalar misiles en otro país era una violación. Por supuesto la Carta no decía nada por el estilo y, como sabría después, Estados Unidos tenía misiles en muchas partes, por ejemplo en Turquía, más cerca de la frontera soviética que Cuba de la frontera estadounidense, y aunque eran misiles más viejos podían detonar armas nucleares, y la prensa tampoco decía nada sobre eso. Seguí buscando en la Carta cualquier cosa que justificara las palabras de Kennedy; la leí varias veces de principio a fin y no encontré nada.

Kennedy mentía y lo que en realidad decía era: Nosotros podemos hacer lo que nos dé la gana y nadie puede hacer nada que no nos guste. Esa era la lógica que seguía entonces y es la lógica que sigue hoy Bush. Me encantan unos versos de una canción de Bob Dylan sobre un refugio nuclear, cuando un tipo trata de entrar y el dueño del refugio le dice: “vete o te descuartizo”. El verso siguiente es: “Yo le dije, oye, a Jesús también lo echaron, y él me contestó: tú no eres él”. Esa manera de pensar, o de no pensar, que capta Dylan en esa canción, esa incapacidad o negativa a pensar de modo abstracto, a abstraer de una situación a otra, a aplicar un principio consecuentemente (lo que se aplica a ti no se aplica a mí; yo puedo hacer lo que quiera y tú no lo puedes hacer si yo no quiero), esa misma lógica de “tú no eres él” o “tú no eres yo” la estaba aplicando Kennedy. Para mí fue un gran shock: conocía ciertas injusticias de la sociedad estadounidense, pero mentir a ese nivel, mentir ante el mundo cuando el destino del planeta estaba, textualmente, en juego, era mucho más de lo que yo esperaba. Puede parecer raro ir a examinar la Carta de las Naciones Unidas, pero había tanto en juego que yo pensaba: tengo que saber la verdad; no puedo aceptar así no más lo que dice, aunque sea el líder del país, cuando hay tanto en juego.

Claro que eso no me volvió comunista de inmediato; todavía me oponía al comunismo, a lo poco que sabía del comunismo, pero me sacudió y me siguió dando vueltas en la cabeza cuando se desenvolvieron otros sucesos, como Vietnam. La crisis de los misiles de Cuba y la lucha por la igualdad en la vivienda reforzaron la sensación de que en el mundo sucedían cosas importantes y de que yo debía hacer algo al respecto, de que debía hacer algo importante con mi vida cuando me recuperara. Todavía me apasionaban los deportes y similares, pero eso era algo para divertirse ―bueno, se le puede dedicar la vida a eso, y siempre he pensado que si no hubiera acabado siendo comunista, hubiera sido entrenador de baloncesto de preparatoria―, pero pensaba que debía dedicar mi vida a algo más que a los deportes, por más que me apasionaran. Con tantas cosas de importancia en el mundo, quería hacer algo con mi vida que valiera o, para usar la frase de la época, que tuviera relevancia, y no que apenas fuera una pasión personal.

Los camisas pardas de Horowitz y el “equilibrio” en el salón de clase

Alan Goodman

En mi reseña del libro The Professors: The 101 Most Dangerous Academics in America (Los profesores: Los 101 académicos más peligrosos de Estados Unidos) de David Horowitz (Revolución #42, 9 de abril de 2006), enumeré una serie de hechos y verdades que no se podrán mencionar en las universidades si Horowitz se sale con la suya. A los que hablen del genocidio contra los indígenas de las Américas por los colonizadores europeos o de las mentiras de Bush sobre armas de destrucción masiva, los hostigarán, amenazarán y despedirán.

Ahora quiero responder a unas preguntas sobre Horowitz, basándome en cartas que he recibido. En particular, quiero hablar de cierta confusión que existe sobre la demagogia de Horowitz de “no apartarse del tema” y de “respetar el equilibrio” en el salón de clase.

En clave: equilibrio = intimidación

Horowitz dice que solo busca “equilibrio” en las universidades, como si ahora las controlara una dictadura izquierdista y a los estudiantes de física solo les dieran diatribas sobre las mentiras de Bush. ¡Como si eso fuera cierto! El impacto de esa tergiversación de la realidad se ve en un comentario que recibí en respuesta a la reseña:

“Usted critica varios puntos del libro (a veces con razón), pero no admite que hay una importante tendencia izquierdista en las universidades estadounidenses y que hay numerosos casos documentados y sin documentar de profesores liberales que imponen sus creencias a sus estudiantes. A los estudiantes conservadores no se les ha permitido expresar sus opiniones en numerosas ocasiones (o corren el riesgo de recibir malas notas o peor)”.

No, no hay una “tendencia izquierdista” en las universidades ni mucho menos las dominan “bravucones izquierdistas”. Lo que sí pasa es que algunas universidades son más abiertas (relativamente y por el momento, pero no por mucho tiempo si Horowitz se sale con la suya) a explorar las verdades que el sistema ha logrado suprimir en otras esferas de la sociedad. (El papel y la importancia estratégica de esa atmósfera de apertura a examinar distintas ideas se examina en el artículo “Dar la bienvenida a la efervescencia en las universidades ‘élites’” de esta página).

¿Verdaderamente quiere equilibrio? ¿En las escuelas primarias y secundarias, además de la Promesa de lealtad, por qué no le asignan el mismo tiempo a la crítica y protesta de la Promesa, que es una oda a la obediencia ciega, la teocracia y la hipocresía? ¿O por qué no le asignan el mismo tiempo a los dos lados de la historia de la guerra de Vietnam? ¿O a la historia del comunismo?

Lo central es si lo que se enseña es la verdad… y qué clase de atmósfera lleva a la verdad. ¿Un maestro dice algo que no concuerda con lo que el 700 Club o Fox News han programado a los estudiantes a creer? Bueno, que lo investiguen, hagan una pregunta o planteen un desacuerdo y lo discutan en la clase. Los profesores que ataca Horowitz en general fomentan tal atmósfera en sus clases.

Si un profesor de matemáticas dice que Bush mintió, que los estudiantes demuestren que está equivocado/a. Deben tener esa oportunidad. Pero si son perezosos y no investigan para demostrarlo, ¿por qué piensan que merecen un premio? No son mártires, sino haraganes. Los estudiantes deben defender sus creencias y, si resulta que no tienen razón, lo deben aceptar. Si no pueden probar su posición, no delaten al profesor. Significa que a) no tienen razón o b) tienen que investigar más para demostrarlo. La obediencia ciega no lleva a la verdad.

La verdad no se encuentra en cajas aisladas

Los grupos de camisas pardas “inspirados” por Horowitz delatan a los profesores que hablan de temas que no están en el plan de estudios (y por lo que dicen fuera de clase también). El libro de Horowitz está lleno de burlas y ataques contra los profesores que tienden puentes entre disciplinas, exploran el tema de estudio desde ángulos creativos o hablan de temas “externos”. Su método rígido y categórico no concuerda con el mundo como es ni facilita entenderlo. Construir muros rígida y artificialmente en el proceso de aprendizaje pone barreras a la verdad. ¿Cuántos descubrimientos importantes en ciencia, arte, historia… etc., son productos accidentales de “desviarse del tema”? Los avances en música, tecnología, ciencia y arte siempre se compenetran y se refuerzan. Por ejemplo, un descubrimiento importante de topología geométrica (el trazado de mapas del espacio) por Vaughan Frederick Randal Jones, un matemático de Nueva Zelanda, se debió a investigaciones y estudios de matemáticas y física que no se consideraban relacionados. ¡Qué bueno que Jones no tuviera a los camisas pardas de Horowitz en la clase para delatarlo cuando cruzó el límite de una disciplina a otra!

Horowitz ataca los nuevos campos de estudio, como estudios étnicos, estudios de la mujer o estudio de la paz. ¿Saben qué? El mundo cambia, el conocimiento evoluciona, surgen nuevos campos al captar nuevas verdades. Y muchas veces esos nuevos campos se desarrollan por medio de la lucha contra los intereses atrincherados que, por ejemplo (para dar un ejemplo destacado), buscan prohibir la investigación de la historia del pueblo negro en este país.

Además, el mundo es más complicado, diverso e imprevisible que un plan de estudios. En la sociedad se necesita dar espacio (y esto se aplicará en una sociedad socialista revolucionaria cuya meta es llegar al comunismo) a la investigación académica enfocada, intensa y hasta cierto punto “aislada”. Pero no es algo absoluto. Hay momentos cuando los sucesos del mundo “interrumpen” inclusive la investigación académica más enfocada… tanto los sucesos de otros campos de investigación como los estallidos de protesta política y otras formas de oposición a la injusticia.

Horowitz tiene una agenda política, pero también tiene una agenda epistemológica. En un mundo regido por los ataques draconianos de Horowitz contra la investigación académica y el pensamiento crítico, la investigación académica y el pensamiento crítico en sí se prohibirán. O para decirlo de otra manera: ¿qué tiene de bueno enseñar a los estudiantes a ser borregos? Si no se enseña nada de biología en una clase de biología, pues es un problema. Pero si uno está estudiando biología y el profesor hace una pregunta acerca de la guerra de Irak, ¿qué tiene de malo? ¿Por qué se debe compartimentar todo tan rígidamente? Los profesores deben permitir y alentar la crítica de lo que dicen, por supuesto, y eso es precisamente lo que hacen los profesores que ataca Horowitz.

Una atmósfera vibrante y tumultuosa de desafiar a la autoridad no es simplemente algo que tolerará una sociedad socialista auténticamente revolucionaria… es algo que tiene que fomentar si busca hacer realidad su misión de ser una transición a un mundo libre de todas las formas de explotación y opresión. (Ver, por ejemplo, “Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología: Sobre conocer, y cambiar, el mundo”).

La represión fascista no es libertad de expresión

Horowitz dice que si uno calla a gritos a Bush es una violación de la primera enmienda de la Constitución, que es pisotear la libertad de expresión.

En un artículo futuro hablaré de los lazos de Horowitz con el gobierno de Bush y su papel como agente importante del programa de Bush. En un folleto de Horowitz que adoptó la campaña presidencial de Bush en el 2004, recomienda tergiversar conscientemente (y volver patas arriba) ciertos conceptos y creencias.

Eso es lo que Horowitz ha hecho cuando dice que su movimiento está a favor de la “libertad de expresión” y defiende la primera enmienda. La primera enmienda supuestamente es para proteger a la ciudadanía del gobierno, y no al gobierno de la ciudadanía.

Horowitz y los que representa no son víctimas de una dictadura izquierdista en las universidades. Lo que dice de fondo es: “si no está de acuerdo conmigo (y, fundamentalmente, con el programa que represento), está despedido”.

Horowitz es un bravucón y un cobarde. Si cree en los méritos de su posición, ¿por qué pide que despidan a los que están en desacuerdo? ¿Por qué busca imponer su programa por ley? ¿Por qué manda a los camisas pardas a los salones de clase a delatar a los profesores con quienes no está de acuerdo? ¿Y por qué aprovecha las peroratas incendiarias de Pat Robertson para crear una atmósfera de asedio?

En artículos futuros, hablaré de los lazos de este representante del programa de Bush, así como de un tema político central de Horowitz (y las fuerzas que representa): la afirmación fascista de que los negros, en vez de merecer indemnizaciones por la esclavitud, “están endeudados con América”. Entretanto, exhorto a los lectores a seguir enviando cartas sobre el tema.

Varios profesores que Horowitz ha atacado en su libro nos enviaron comentarios sobre la reseña de Alan Goodman de The Professors… y la polémica de si contestarle o no. Los comentarios y la reseña están en revcom.us.

Nuestra bandera es roja; no blanca, azul y roja

El 1º de Mayo, más de un millón de inmigrantes y aliados se tomaron las calles de muchas ciudades y pueblos, de una frontera a la otra y de costa a costa. Refrescaron la sociedad con un alegre viento de lucha. Las marchas fueron un reto y una inspiración para todos. Pero muchos llevaban la bandera del imperialismo yanqui.

Es esencial entender lo que significa esa bandera. Igualmente, es necesario entender que nosotros tenemos una bandera diferente, la bandera roja, que representa la misión histórica de los que no tienen nada que perder: dirigir una revolución y una sociedad revolucionaria que abolirá toda la opresión y explotación.

¿Qué significa la bandera yanqui?

Esa es la bandera que trajo a los negros a este país en cadenas, y los compró y vendió como esclavos. Muchas de las 13 franjas de la bandera representan estados esclavistas. ¿Qué representan las estrellas? Muchas representan estados robados a México por medio de una guerra injusta y sin provocación para extender el imperio y los estados esclavistas.

Esa era la bandera que llevaba la caballería cuando cometió genocidio contra los pueblos indígenas y dejó una senda sangrienta de muerte, fuego y saqueo. Es la bandera con que invadieron y conquistaron a Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y mataron a cientos de miles en 1898. Es la bandera que mató a dos millones de personas en Vietnam, Laos y Camboya con napalm, bombardeos de saturación, escuadrones de la muerte y masacres de aldeas enteras. Es la bandera con que lanzaron dos guerras contra Irak, con que invadieron y ocuparon, y mataron de cientos de miles de personas. Es la bandera con que amenazan desatar una guerra nuclear contra Irán.

La bandera yanqui es la bandera que proclama que tiene el derecho de ir adonde le dé la gana e invadir a cualquier país que le parezca una amenaza. Es la bandera que domina económicamente y roba a vastas zonas del mundo y arruina miles de millones de vidas. Es la bandera que detiene a miles de personas en Guantánamo y en prisiones clandestinas por todo el mundo, dándose el derecho de torturarlos y detenerlos de por vida. Es la bandera que ondea en las prisiones de este país que detienen a dos millones de personas, muchos de ellos negros y latinos, y la mayoría por el delito de tener hambre, ser pobres y encontrarse en una situación desesperada. Es la bandera del imperialismo yanqui y su imperio global. Incluso los derechos y libertades de que hace alarde el sistema, cuando no son una mentira total, se basan en la sangre y los huesos de quienes masacran o matan trabajando aquí y por todo el mundo para producir la prosperidad que se ve en esta jaula de oro.

Nuestra bandera es roja

Fue alentador ver banderas rojas en algunas de las celebraciones del 1º de Mayo. Los que izaron la bandera roja representan un futuro diferente. La bandera roja es la bandera del proletariado, de la clase trabajadora mundial. Es la bandera de la clase que solo puede liberarse si libera a la humanidad.

Pedimos a nuestros lectores que nos escriban sobre la “batalla de la bandera” para ayudar a otros a comprender por qué no deben llevar la bandera yanqui y por qué deben izar la bandera roja. Manden sus comentarios por correo electrónico a revcom.us o escríbannos a RCP Publications, P.O. Box 3486, Merchandise Mart, Chicago IL 60654.

La Internacional

Los gobernantes imperialistas de este país, que han invadido y saqueado los rincones más lejos del mundo, dicen que no quieren que se cante su himno nacional en español. Pero los oprimidos del mundo entero, los que no tienen nada que perder y en cambio tienen un mundo que ganar, y cuya misión es dirigir a la humanidad a eliminar toda la opresión, tienen un himno. Nuestro himno se canta en todos los idiomas del mundo. Es La internacional.

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Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar

Maoístas iraníes atacan la “pose nuclear” del gobierno islámico

1º de mayo de 2006. Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar. El siguiente artículo es una edición condensada de “La Republica Islámica adopta pose nuclear y deja indefenso al pueblo ante grandes peligros”, publicado en el número de abril (#27) de Hagighat, la publicación del Partido Comunista de Irán (Marxista-leninista-maoísta).

Con la fanfarronería de grandes títeres, los dirigentes de la República Islámica de Irán (RII) han anunciado que han entrado al club de las potencias nucleares. Su pose es más superficial y odiada que la del ex-sha, quien para inyectar un falso “orgullo nacional” en sus venas y en las venas del pueblo sacaba a desfilar los aviones caza F16 que le compró a Estados Unidos y los tanques que le compraba a Inglaterra.

En las oraciones del viernes, con gran fanfarria y sin la menor vergüenza, los ayatolas proclamaron que el nuevo status de “potencia nuclear” se debe celebrar como una fiesta nacional y que todo el país debe rebosar de “orgullo nacional”. Sin embargo, la mayoría de la población que ha sufrido 27 años de un gobierno religioso medieval no siente la menor alegría ni orgullo nacional por esto. Por el contrario, los reaccionarios ulemas han pisoteado más el orgullo del pueblo. Sus poses fueron más cómicas que las de los generales de Paquistán. La gente se burla de los ulemas y los analistas de Occidente los ridiculizan.

Dos días después del anuncio, el New York Times escribió que los analistas occidentales creen que Irán no tiene los conocimientos, materiales ni herramientas para alcanzar sus deseos nucleares. “Nada ha cambiado para alterar el juicio actual de cuándo podría generar un arma nuclear Irán, suponiendo que esa sea su meta. El gobierno de Estados Unidos ha calculado que tardará de 5 a 10 años y unos analistas calculan que no será antes del año 2020”. (13 de abril de 2006) El mismo periódico cita a David Albright, director del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, de Washington, quien conoce el programa nuclear de Irán: “Tienen mucho camino por delante”.

Sin embargo, el gobierno de Bush aprovechó la oportunidad para ordenar que las potencias mundiales castiguen a Irán y propuso opciones que van de sanciones económicas a bombardeos.

La República Islámica ha corrido a proclamarse “potencia nuclear” por esta razón: tiene miedo de caer. Para evitarlo, ha adoptado la política de acelerar una confrontación con Estados Unidos, apoyándose en Rusia y China. El periodista occidental Michael Slackman escribió en marzo desde Teherán: “Cuando [el primer ministro] Ahmadinejad asumió el cargo, adoptó la decisión previa del alto mando de buscar una confrontación con Occidente sobre el programa nuclear… Pero un politólogo que habla con frecuencia con miembros del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que la estrategia depende de ganar el apoyo de Rusia… Dijo que unos negociadores creían que la hostilidad hacia Occidente atraería a Moscú a establecer su plaza fuerte del Medio Oriente en Teherán. ‘Creían que la apertura al Oriente era el mejor camino’, dijo. ‘Era una creencia y una visión’”. (NYT, 15 de marzo de 2006)

Los dirigentes de la RII creen que su política nuclear puede cumplir varias metas: silenciar a la población, atenuar las diferencias internas del gobierno y hallar nuevos amigos internacionales.

Con respecto a la población, es un esfuerzo absurdo de atizar el “orgullo nacional” con la esperanza de que la gente deje de pensar en los crímenes y en la rapiña del gobierno. Con respecto al gobierno, la idea es unir a las distintas facciones en un plan para sobrevivir. Y con respecto a Estados Unidos y los imperialistas europeos, el objetivo es provocar a Estados Unidos a acelerar un ataque contra Irán. Estos reaccionarios creen que contarán con los sentimientos religiosos de los musulmanes de Irán y del Medio Oriente. Albergan la esperanza de que cuando el pueblo, bombardeado y conmocionado, tenga que rescatar los cadáveres de sus seres queridos, el gobierno tendrá un nuevo chance de sobrevivir, aunque el precio sean decenas o quizá centenares de miles de muertos.

Con respecto a las potencias que compiten con Estados Unidos, el objetivo es separar a Rusia y China de Estados Unidos y Europa, siguiendo la estrategia de “Oriente contra Occidente”. Hasta ahora han sido los lacayos de los capitalistas imperialistas occidentales. Ahora que Occidente no los quiere, tienen que venderse a otro amo en el mercado mundial y esperan que los compre Rusia y China.

Censura de noticias de peligros para el pueblo

La hostilidad del gobierno hacia el pueblo no conoce límites. Cada individuo del gobierno se preocupa solo por sus propios intereses políticos y económicos de clase, y no por los intereses del pueblo ni por los “intereses nacionales”. Estos reaccionarios le ordenaron a la prensa iraní bloquear la noticia de que el dossier de Irán fue remitido al Consejo de Seguridad de la ONU. Quieren tapar el peligro y que la población no se entere. Más criminal aún es el bloqueo de las noticias de que Estados Unidos planea bombardear a Irán y que contempla usar armas nucleares.

La prensa del gobierno islámico aprovecha la más mínima oportunidad para denunciar los crímenes de Estados Unidos en todos los rincones del mundo, ¡pero cuando se trata de preparativos para atacar a Irán cierra la boca! Arma gran alharaca sobre los simulacros de combate del ejército iraní con unos pocos barcos en el Golfo, pero tapa los informes que circulan por todo el mundo de simulacros de combate de Estados Unidos para practicar bombardeos aéreos de Irán. La cuestión de un ataque nuclear contra Irán es tan seria que ha suscitado intensas diferencias entre los militares estadounidenses y altos oficiales del ejército han amenazado con renunciar. Pero la RII no ha pronunciado palabra sobre el tema.

En una detallada denuncia de los planes y preparativos del gobierno estadounidense para atacar a Irán, el conocido periodista Seymour Hersh cita a un asesor de asuntos militares del Pentágono que dice que la seria consideración que se le está dando a las armas nucleares en esta situación es el resultado de un resurgimiento general de la idea de usar armas nucleares tácticas en las fuerzas armadas y los círculos de estrategas del gobierno estadounidense. (The New Yorker, 17 de abril de 2006) Eso quiere decir que la opción nuclear no se limita a Irán, sino que es algo mucho más general.

La amenaza a las potencias nucleares (Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China) viene de ellas mismas, no de Irán. Irán es una excusa para sus esfuerzos de reconfigurar el sistema imperialista mundial por medio de destrucción y muerte. Las armas nucleares de Estados Unidos no apuntan principalmente contra Irán, sino contra Rusia (a pesar de que la guerra fría terminó) y Francia. En el Informe presidencial de hace dos años, Bush habló una y otra vez del “uso preventivo de armas nucleares”. Hace unos meses, el presidente francés, Jacques Chirac, anunció que Francia está dispuesta a hacer lo mismo, con el pretexto de amenazar a Irán. Los poderosos países capitalistas no vacilarán en cometer crímenes contra la humanidad. Harán cualquier cosa en defensa del capital. Creen que tienen más libertad con Irán, porque su gobierno es sumamente reaccionario y sumamente odiado por el pueblo.

El gobierno de Estados Unidos y sus expertos militares y de espionaje saben perfectamente bien que la República Islámica de Irán no tiene una sola bomba nuclear y que no la tendrá por mucho tiempo. Tal como justificaron el ataque contra Irak con mentiras de que Saddam tenía armas de destrucción de masiva, ahora están haciendo lo mismo con Irán. Pero la diferencia entre Irak e Irán es que los dirigentes de la RII se jactan de que tendrán una bomba nuclear en poco tiempo y de que amenazarán a Israel, Kuwait, Arabia Saudita y Occidente. Eso es puro bluff. Bush, quien se cree enviado de dios, confronta a una bola de lunáticos religiosos homólogos en Irán. Hersh escribió que un alto diplomático de Viena le dijo: “Todos los inspectores están furiosos porque los iraníes los han engañado y unos creen que los dirigentes iraníes son locos de atar, que están totalmente chiflados”. Añadió que “la principal preocupación de ElBaradei [director de la Agencia Internacional de Energía Atómica] es que los líderes iraníes ‘quieren una confrontación, igual que los neocons [neoconservadores] en el otro lado’, en Washington”.

¿Quién puede proteger al pueblo y sus intereses? ¡Solo el pueblo! Tenemos un gobierno que no nos puede proteger de la agresión extranjera y, peor, que quiere usar al pueblo como carne de cañón con sus propios fines reaccionarios. Este gobierno es una gran barrera para el pueblo, que impide que se dé cuenta del peligro de un ataque militar de Estados Unidos y se proteja y proteja a sus hijos. Hay que tumbar este gobierno a la mayor brevedad posible para que el pueblo se pueda unir y prevenir este crimen.

Cuando empecemos a sublevarnos en Irán, se desorganizarán todos los planes militares y económicos que están preparando contra el pueblo de Irán. El pueblo del mundo correrá a ayudarnos y, si los imperialistas cometen crímenes contra Irán, el pueblo de esos países apoyará nuestra revolución. No debemos temer la posibilidad de que muchos del Medio Oriente, ciegos por la emoción, simpaticen con el gobierno islámico. Tenemos que hacerlos conscientes de que al pueblo del Medio Oriente no le convienen ni los falsos islamistas “antiamericanos” ni los falsos imperialistas civilizados. Ante la enormidad de la situación, desear que no existiera, no es sensato ni inteligente. El gobierno islámico es la mayor barrera a la unidad y los preparativos sensatos del pueblo para defenderse. Hay que tumbarlo.

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor

Parte 15: La Revolución Cultural: Salud y economía

Raymond Lotta

Cada vez más personas se preocupan por el estado del mundo y la suerte del planeta. ¿Tiene que ser así el mundo? No; hay una alternativa mundial concreta: el socialismo y el comunismo. Pero constantemente nos remachan que el socialismo fracasó y que el capitalismo es lo máximo. Toda una generación no ha oído más que el socialismo es una pesadilla. Esa "revisión de la historia" también ha afectado a muchos intelectuales progresistas. El proyecto Pongamos las cosas en claro se propone convertir este ataque ideológico contra el comunismo en un debate enérgico en las universidades sobre el pasado del comunismo y el futuro del comunismo. El economista político maoísta Raymond Lotta está dando una serie de conferencias por todo el país con ese fin. La conferencia "El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor" confronta las mentiras sobre el socialismo, analiza la experiencia y los logros de la revolución bolchevique de 1917 a 1956 y de la revolución china de 1949 a 1976, y plantea la nueva visión de Bob Avakian sobre el proyecto comunista. Revolución está publicando por entregas la conferencia:

Primera parte: Introducción
Segunda parte: Comunismo y socialismo
Tercera parte: La revolución bolchevique estremece al mundo
Cuarta parte: El experimento soviético: El poder proletario abre paso a la revolución social
Quinta parte: El experimento soviético: Se establece la primera economía socialista
Sexta parte: La II Guerra Mundial y sus secuelas
Séptima parte: El gran avance de Mao: La revolución conquista el poder
Octava parte: El avance de Mao: Romper con el modelo soviético
Novena parte: El Gran Salto Adelante
Décima parte: La Gran Revolución Cultural Proletaria en China
Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista
Parte 12: La Revolución Cultural en China, Una irrupción sísmica
Parte 13: La Revolución Cultural, Lucha compleja y liberadora
Parte 14: La Revolución Cultural, Logros en educación y cultura

Servicios de salud

Echemos un vistazo a los servicios de salud durante la Revolución Cultural. En pocas palabras, la China maoísta, que no era un país rico, pudo crear lo que Estados Unidos no ha podido: un sistema de asistencia médica para todos. Los servicios de salud eran gratis o a un costo bajo, y se regían por principios de cooperación e igualitarismo.

La China maoísta daba prioridad a la prevención, la higiene y otras medidas colectivas de salud pública. Durante la Revolución Cultural, el foco de la salud pública se trasladó de la ciudad al campo, pero también mejoraron los servicios de salud en las ciudades. Incluso llevaron servicios básicos a las zonas remotas.

En el campo, cada comuna gozaba de una red de servicios de salud que tenía una clínica grande o un hospital, dispensarios y consultorios médicos en las aldeas. En promedio, los campesinos pagaban en servicios médicos de uno a dos dólares al año. Uno de los avances más emocionantes de la Revolución Cultural fue el movimiento de los “médicos descalzos”: jóvenes campesinos o de las ciudades que recibían cursos médicos rápidos para dar asistencia médica básica en las aldeas y trataban la mayoría de las enfermedades comunes. También iban médicos de la ciudad a las zonas rurales; en cualquier momento dado, un tercio de los médicos urbanos prestaban servicios en el campo.

Asimismo, se mejoraron los servicios de salud en las ciudades. A principios de los años 70, el índice de mortalidad infantil de Shanghai era más bajo que el de Nueva York. Como mencioné al principio de esta charla, la expectativa de vida se duplicó: de 32 años en 1949 a 65 en 1976.

Dicen que Mao fue responsable de muchas muertes. Pero en realidad, la revolución socialista salvó docenas de millones de vidas. Calculemos la cantidad de personas que de no ser por la revolución hubieran muerto por desnutrición, pobreza, falta de asistencia médica básica, falta de preparación para catástrofes naturales e incapacidad institucional para responder a ellas. No hay comparación.

Amartya Sen, premio Nobel, señala que en 1949, China e India eran notablemente parecidas en su desarrollo social y económico. Pero durante las tres décadas siguientes, comenta, “no cabe duda de que, en lo que concierne a enfermedades, mortalidad y longevidad, China le lleva una ventaja grande y decisiva a India”. Como resultado, calcula que cuatro millones de personas menos hubieran muerto en India en 1986 si contara con los servicios de salud y la red de distribución alimenticia que tenía la China de Mao.1

Noam Chomsky hizo un cálculo interesante basado en los datos de Sen. Hay un estudio anticomunista que se llama The Black Book of Communism (El libro negro del comunismo). Habla del “fracaso colosal” del comunismo y lo acusa de haber causado la muerte de 100 millones de personas. Bueno, aun si esa cifra fuera acertada —y no es— aun así, como afirma Chomsky: “En India, el ‘experimento’ capitalista democrático desde 1947 ha causado más muertes que toda la historia del supuesto ‘fracaso colosal del experimento comunista’ desde 1917: hasta 1979, más de 100 millones de muertes, apenas en India, y docenas de millones más en los años siguientes”.2

Transformación económica

En términos económicos, la China maoísta logró cambios impresionantes. Alcanzó un rápido desarrollo de la agricultura, la industria, el transporte y la construcción. La industria creció a un ritmo promedio de 10% al año durante la Revolución Cultural, un índice alto según pautas capitalistas. Se construyó una base industrial moderna que combinaba la industria pesada y la ligera, sin préstamos ni inversiones del extranjero. La agricultura aumentó un 3% al año, en la misma proporción que la población. La brecha entre la ciudad y el campo disminuyó, y el bienestar general de los campesinos mejoró.

Como mencioné, hacia 1970 China podía producir y distribuir los alimentos necesarios para evitar la hambruna y la desnutrición. Eso se logró por medio de un sistema de planificación centralizada que dirigía los recursos industriales a servir a la agricultura; un sistema de agricultura colectiva que promovía la movilización de base; control de inundaciones; inversión constante en la infraestructura rural, y distribución equitativa de alimentos a los campesinos y racionamiento de alimentos básicos para garantizar la canasta básica a todo el mundo. Fue una ruptura radical con el pasado.

Las lecciones son muy profundas para un mundo en el cual cerca de mil millones de personas sufren de desnutrición y hambruna.

La China maoísta buscó un camino único hacia el desarrollo económico. Inició un proceso de industrialización que no desembocó en una urbanización caótica. Hicieron un esfuerzo consciente para restringir el crecimiento y el tamaño de las ciudades, y para concentrar el desarrollo en las ciudades pequeñas y medianas. Descentralizaron la industria para superar las desigualdades regionales y concentraron recursos en las regiones más pobres. Daban prioridad a la producción de tractores y máquinas apropiadas para el campo. Todo eso tiene lecciones importantes para el mundo de hoy.

Una crítica al socialismo es que produce sistemas de planificación con mucha burocracia. Efectivamente ese era un peligro que tuvieron que reconocer y restringir. Pero la China maoísta creó una planificación flexible que combinaba la coordinación centralizada con la iniciativa y el control locales. Las empresas industriales y agrícolas cooperaban. La planificación local daba importancia a la salud, el medio ambiente y la prevención de accidentes. Al ocurrir un desastre natural, el estado proletario reunía los recursos y el pueblo para trabajar juntos y llevar a cabo planes coherentes.

El desarrollo económico maoísta se basaba ante todo en las masas, armadas con la conciencia política de los fines y las contradicciones de la revolución socialista, y de su papel decisivo para rehacer la sociedad.

Este sistema de planificación centralizada guiado por los principios socialistas es completamente opuesto a la economía capitalista. En el capitalismo, las ganancias deciden lo que se va a hacer y cómo se hace. Unidades particulares de capital, cada una con sus propios intereses, compiten a una escala colosal. En este sistema anárquico, no hay ni puede haber ninguna planificación racional para satisfacer las necesidades sociales.

Miren nada más el mundo que el capitalismo produce. Hablo de la distancia cada vez más abismal entre los ricos y los pobres... de las urbes monstruosas del tercer mundo con sus miserables ciudades perdidas... de las vastas zonas nuevas de explotación creadas para cebar a las corporaciones transnacionales... de la despiadada conversión de la naturaleza en mercancía, como patentar semillas y herbicidas naturales, y privatizar el agua en países africanos agotados por la sequía. La China maoísta iba encaminada en la dirección opuesta.

La próxima semana: La derrota del socialismo en China y las lecciones para el futuro

1. Jean Dreze y Amartya Sen, Hunger and Public Action (Oxford: Clarendon Press, 1989), pp. 205, 214.

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2.Noam Chomsky, “Millenial Visions and Selective Vision, Part One”, Z Magazine, 10 de enero de 2000.

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Rumsfeld queda como un mentiroso en TV

El 4 de mayo, cuatro personas interrumpieron el discurso televisado de Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa, en el Southern Center for International Studies de Atlanta. Entre ellas había miembros de El Mundo No Puede Esperar. A la hora de las preguntas, Rumsfeld tuvo que contestar preguntas de Ray McGovern, que trabajó en la CIA 27 años y ahora participa en la Comisión de Crímenes de Bush (bushcommission.org). Los televidentes de este y otros países vieron este diálogo:

Ray McGovern: ¿Por qué mintió para meternos en una guerra que no era necesaria y que ha causado tantas bajas?

Rumsfeld: Bueno, primero que todo, no mentí… parece que no había armas de destrucción masiva.

McGovern: Usted dijo que sabía que había armas.

Rumsfeld: No, yo dije que sospechábamos que había armas y…

McGovern: Usted dijo que sabía que había armas: “Cerca de Tikrit, Bagdad, en el noreste, en el sur, al oeste de ahí”. Esas son sus palabras…

Esas eran exactamente las palabras de Rumsfeld. CNN, MSNBC y otras cadenas escarbaron sus archivos y sacaron a Rumsfeld diciendo esas palabras. Después, el locutor de MSNBC Keith Olbermann comentó: “Cuando alguien niega orondamente haber dicho esto y lo otro, y quedó grabado… ¿cómo no pueden darse serias repercusiones políticas o incluso un desastre?”. En el siguiente portal se pueden ver noticias del encuentro, una entrevista a Ray McGovern e información detallada de la protesta: www.worldcantwait.org.

McGovern también salió en el noticiero de la cadena de televisión pública PBS “NewsHour de Jim Lehrer” el 24 de abril. Denunció los crímenes de la CIA y dijo que los empleados del gobierno deben actuar con decencia cuando saben que se está torturando. Esto se puede oír o leer en www.worldcantwait.org.

Lectura radial de la autobiografía

El martes 25 de abril, en el programa “Beneath the Surface” de Michael Slate en la emisora KPFK 90.7 FM en el sur de California y 98.7 en Santa Bárbara, transmitida al resto del mundo por medio de www.kpfk.org, se leyó durante media hora una parte de la autobiografía de Bob Avakian From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist. Esta fue la primera vez que se ha trasmitido por todo el país y el planeta la lectura, por el propio autor, de su autobiografía.

Para los que se perdieron el programa, lo pueden conseguir en la página web de KPFK en www.kpfk.org. A la extrema izquierda de la página escoge “Programs” y “Beneath the Surface con Michael Slate”; luego busca “Listen to archives of previous shows” y escógelo. Luego, apretando el botón de la derecha, escoge “Save Target As” y descárgalo. Haz copias y compártelas con todos. (La lectura está en inglés).

Dar la bienvenida a la efervescencia en las universidades “élites”

Aires nuevos circulan por las torres de marfil de las universidades de la élite en Estados Unidos. Desde programas y debates sobre los crímenes del gobierno de Bush, a la denuncia de los ataques a la evolución, hasta abordar temas de la experiencia actual del socialismo y la naturaleza del comunismo. Es algo muy positivo.

A finales de marzo comenzó una gira nacional por las universidades de Harvard, MIT, Berkeley y Stanford, inspirada por los testimonios y las conclusiones de la Comisión Internacional Investigadora sobre Crímenes contra la Humanidad del Gobierno de Bush, que se ha conectado de forma importante con los estudiantes de estas universidades. La gira de nombre “Decir lo indecible: ¿es culpable el gobierno de Bush de crímenes de guerra y en contra de la humanidad?” incluye paneles con testigos presenciales, víctimas y expertos, muchos de los cuales jugaron un importante papel en el Tribunal Internacional llevado a cabo en octubre del 2005 y enero del 2006 en Nueva York.

El 26 de abril, 175 personas, en su mayoría estudiantes de leyes, llenaron el Langdell Hall de la biblioteca de la facultad de derecho de Harvard para escuchar la verdad expuesta por los panelistas sobre las torturas de Estados Unidos en Abu Ghraib, Guantánamo y otros lugares. El programa incluyó a C. Clark Kissinger, presidente de la Comisión Internacional Investigadora sobre Crímenes contra la Humanidad del Gobierno de Bush; Craig Murray, antiguo embajador de la Gran Bretaña en Uzbekistán, quien ha expuesto los terribles abusos a los derechos humanos que ha impuesto Estados Unidos en ese país; Janis Karpinski, ex jefe de brigada de la policía militar a cargo de 17 centros de detención en Irak, entre ellos Abu Ghraib; y el estudiante de la escuela de derecho de Harvard Stephan Sonnenberg, quien basó su presentación en el infame memorando del secretario de Justicia, Alberto Gonzales, a Bush, donde justifica la tortura. Después de las presentaciones de los panelistas, hubo una sesión de preguntas y respuestas en vivo con los estudiantes de leyes y otros; preguntaron sobre el papel que desempeñan los contratistas privados en Irak, incluso en la tortura, y las instalaciones secretas de la CIA en Europa y sus detenidos “fantasma” que no tienen records. Al día siguiente los estudiantes de Harvard realizaron una acción para instar a sus compañeros a tomar posición en contra de la tortura, con motivo del segundo aniversario de las revelaciones de tortura de Abu Ghraib.

El 27 de abril, la gira de los Crímenes de Bush visitó el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde el escritor y corresponsal de nuestro periódico Larry Everest se unió a Murray y Karpinski en una sesión concurrida por 225 personas. La gira también realizó presentaciones en la Universidad de California en Berkeley y en Stanford el 3 y 4 de mayo respectivamente. Las siguientes sesiones serán en la Universidad de Chicago y Northwestern el 9 de mayo, UCLA el 18 y la Universidad de Washington el 19.

El viernes 21 de abril, George Bush tenía planeado reunirse con los investigadores de Hoover Institution, un centro reaccionario de gran poder de la Universidad de Stanford. Más de 1000 manifestantes lo obligaron a cambiar de planes y les tocó reunirse en las afueras de la universidad. Fuera de Hoover Institution, los estudiantes gritaban consignas contra Bush y contra la guerra. La manifestación atrajo a un gran número de estudiantes, recibió el apoyo de padres de familia y futuros estudiantes, y tuvo la participación de la banda de Stanford, conocida por sus payasadas en los partidos de fútbol americano.

El Mundo No Puede Esperar organizó una noche de discusión el 2 de mayo en la Universidad de Columbia con Niles Eldredge, curador de la División de Paleontología y de la exhibición de Darwin en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. El Dr. Eldredge habló de la lucha contra la evolución como un microcosmo del estado de la sociedad.

Otro componente vital de todo esto es la gira del proyecto “Pongamos las cosas en claro”, con la plática de Raymond Lotta titulada “El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor”. La gira ya visitó UCLA, UC Berkeley, Columbia y Harvard. En esta última, el público incluía estudiantes de economía, antropología, lenguas romances y otras disciplinas. Había estudiantes de Europa oriental y de intercambio de otras partes del mundo. Un estudiante de la facultad de medicina de Harvard fue el presentador del programa. (Hay un reporte completo en Revolución #41, del 2 de abril del 2006. Para más información sobre la gira, visita www.thisiscommunism.org. Parte 15: La Revolución Cultural: Salud y economía es la entrega actual de la serie, que estamos serializando).

La importancia estratégica de las universidades de la élite

Hablando de forma general, algo importante está sucediendo en las universidades de la élite. Está surgiendo resistencia en contra del programa que está imponiendo el gobierno en distintas dimensiones y también se están abordando temas centrales que están fuera del discurso habitual. Todo esto es de gran importancia potencialmente estratégica.

Escuelas como estas desempeñan un papel muy importante en el sistema; a sus estudiantes los preparan para ser líderes en las distintas esferas de la sociedad (las artes y las ciencias, tanto como política y economía). Para hacerlo, tienen que saber lidiar con ideas que los reten y pensar de forma creativa. Así que hay cierto grado de autonomía y de efervescencia intelectual en estas instituciones, dentro de su mismo papel de sirvientes del sistema.

Esto está dentro de ciertos límites, los cuales hoy son cada vez más marcados. Esto se ha visto con la campaña de David Horowitz y los ataques a Ward Churchill, pero hay otros intentos por limitar a ciertos profesores y ciertas ideas, inclusive de las instituciones de la élite; por ejemplo, en años recientes el esfuerzo de meter en camisa de fuerza a los profesores de Estudios del Medio Oriente en Columbia con estudiantes espías, comisiones, etc.; el ataque del ex presidente de Harvard Lawrence Summers contra Cornel West, lo cual terminó en su renuncia; la “des-invitación” a Harvard de un prominente poeta europeo quien se opone a las políticas israelíes; y muchos otros.

Con más razón le damos la bienvenida y cobijamos todo lo que surge en estas escuelas. Como estas universidades son grandes centros intelectuales, cuando sus estudiantes adoptan “ideas peligrosas” tiene un impacto en el “debate nacional”. En este momento, los términos del debate tienen que abrirse más y cambiar de dirección, así que estos estudiantes y maestros juegan un papel fundamental e incluso indispensable en el proceso. Otra razón, y más profunda, es que para que se lleve a cabo una revolución, se necesita que un sector de intelectuales desvíen su lealtad a la clase dominante. Eso no sucederá espontáneamente; los comunistas tienen que estar en el medio de la efervescencia, escuchar, involucrarse y responder a fondo. Finalmente, sí, QUEREMOS efervescencia, QUEREMOS debate intelectual y pensamiento crítico; queremos el choque de ideas, queremos la búsqueda rigurosa, científica e inflexible de la verdad. Entre más esto suceda, mejor. De otra manera, no podremos esperar comprender la complejidad del mundo y cambiarlo… sin mencionar qué tan aburrido sería sin tal efervescencia intelectual.

Recibimos la siguiente convocatoria de El Mundo No Puede Esperar:

5 de octubre: Día de resistencia ¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!

¡Hay que parar al gobierno de Bush!

El jueves 5 DE OCTUBRE DE 2006: Todo el día y hasta entrada la noche, por todo el país, tenemos que sacudir la parálisis que todavía domina gran parte de la vida política de este país.

Hay que faltar al trabajo y a la escuela, cerrar las universidades y preparatorias, y organizar grandes manifestaciones para dejarle saber al país y al mundo que:

—millones rechazamos este gobierno ilegítimo y criminal, que es un peligro para la humanidad y para la existencia del planeta.

—no nos vamos a acostumbrar a un clima político que cada día es más peligroso y reaccionario.

Nosotros mismos somos lo que hemos estado esperando.

A pesar de que la falta de popularidad de Bush ahora rebasa la de Nixon, de que la mayoría de la población se opone a la injusta guerra de Irak y de que muchísima gente quiere una crítica o acusaciones formales contra Bush, esa voluntad popular no se expresa y de hecho se traiciona. Nos instan a poner nuestras esperanzas en lo que poderosos intereses deciden que “puede ganar elecciones”.

Pregúntate: ¿En qué situación estarán el país y el mundo al día siguiente de las elecciones de 2006? ¿Estaremos debatiendo...?:

¿Qué voltaje deben tener los electrodos aplicados a los genitales de un preso para que no constituya “tortura”?

¿Si se deben usar armas nucleares en la guerra contra Irán o solo fósforo blanco y fuerzas convencionales como en Irak?

¿Prohibir el control de la natalidad en solo unos estados o en todo el país?

¿Quitarles los niños a sus padres gay o solo prohibir que adopten en el futuro?

¿Habremos desperdiciado de nuevo nuestras esperanzas y energías para atarnos más a un juego político que está consolidando esta situación por generaciones?

¿O necesitamos un movimiento poderoso que no tema expresar la voluntad popular, decir la verdad, organizarse para el 5 de octubre, sacudir toda la sociedad ese día y no detenerse hasta sacar del poder al gobierno de Bush?

El 5 de octubre abriremos una brecha en los muros que están fortaleciendo a nuestro alrededor y diremos ¡ya basta! con acciones políticas que rechazan la tortura y las guerras injustas, que rechazan a los teócratas y la inmoralidad del imperio.

El 5 de octubre únete a un día de resistencia honesta y valiente. ¿Qué harás para responsabilizarte del futuro?

Cambiemos el curso de la historia. ¡Este gobierno no nos representa y lo vamos a sacar corriendo!

Ponte en contacto con El Mundo No Puede Esperar en:
info@worldcantwait.org
866-973-4463
305 Madison Avenue, #1166
New York NY 10165

Visite a www.worldcantwait.org

A nuestros lectores y distribuidores:

Lleven Revolución a los inmigrantes de pueblos pequeños y zonas rurales

La ola de lucha de los inmigrantes recorre todas las partes del país, incluso las ciudades pequeñas y las zonas rurales. (Ver el artículo sobre el 1º de Mayo). Exhortamos a nuestros lectores y distribuidores a llevar este número del periódico, junto con el CD de “Por qué viene gente de todo el mundo” (del DVD de la charla de Bob Avakian “Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es”), a los inmigrantes de esas ciudades y pueblos. Las tiendas mexicanas son un buen lugar para empezar.

Hablen con los inmigrantes; entérense de las protestas que han realizado; escuchen lo que dicen acerca de su vida y sus luchas; y envíen informes a Revolución. Si no saben español, únanse con quienes lo hablan, como los universitarios.

El audio “Por qué viene gente de todo el mundo” se puede descargar gratis, en español e inglés, en revcom.us o BobAvakian.net.

“¡Ya es hora de quitarnos las cadenas de la opresión y entrar a la lucha para ser emancipadores de la humanidad!”

La Gira de Comunistas Revolucionarios llega a Washington, D.C.

Clyde Young y Joe Veale
Sábado, 13 de mayo

1:00 p.m. (Las puertas abrirán a las 12:15)
Teatro Warehouse
1021 calle 7 noroeste

Ponte en contacto con la Gira de Comunistas Revolucionarios en Washington:
Teléfono: 202-421-4528
Correo electrónico: RC4_tour_dc@yahoo.com

Lee la convocatoria de la Gira de Comunistas Revolucionarios en línea en revcom.us

Lectura de la autobiografía de Bob Avakian en el sur de Chicago

El Comité de Promoción y Popularización de Bob Avakian de Chicago tiene el orgullo de presentar:
Una tarde de lecturas de la autobiografía de Bob Avakian FROM IKE TO MAO AND BEYOND

Sábado, 20 de mayo, 1 p.m.
Biblioteca WOODSON
Calle Halsted, 9525 sur
Chicago, IL 60628
(toma la línea verde a la calle 95 y el camión de la calle 95 a la Halsted)

Leerán:

* solo con fines de identificación

Si quieres más información sobre este programa y sobre cómo hacerle publicidad, ponte en contacto con el Comité: 312-307-3941 o wordoutba.chicago@yahoo.com.

¡Estreno en español!

Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
Una charla filmada de Bob Avakian
Sábado, 20 de mayo

Recepción a las 3 p.m., la película se presentará a las 4 p.m.

Los Angeles Theatre Center
514 al sur de la calle Spring (entre las calles 5 y 6)
Los Ángeles

Más información: 213-627-6500

Pide el DVD/video a threeQvideo.com o amazon.com. O envía un cheque o giro postal de $38.95 a:
Three Q Productions
2038 W. Chicago Ave. #126D
Chicago, IL 60622
Especifica: DVD (español/inglés), VHS (inglés) o VHS (español)

También a la venta en Libros Revolución, 312 al oeste de la calle 8, Los Angeles, CA 90014; 213-488-1303

Participa en el proyecto de la playera “SE BUSCA”

Recauda fondos para Revolución

Cuando se trata de cruzar fronteras, ¿quiénes son los verdaderos criminales? NO son los que se ven obligados a abandonar su tierra para buscar trabajo porque los imperialistas han arruinado su país; los que arriesgan la vida para terminar trabajando en los oficios que menos pagan, que les parten el lomo, y son cazados como animales. Los criminales son el sistema imperialista y sus representantes, que no respetan fronteras y saquean y dominan a países enteros, y que invaden países violenta e ilegalmente para extender su imperio mundial.

La playera “Se busca por cruce ilegal de fronteras” dice esa verdad de una manera contundente y popular. En las marchas del 1º de Mayo se vendieron miles; en Chicago se vendieron como pan caliente y no quedó ni una.

Un distribuidor de playeras a quien le pareció chévere el diseño contribuyó para hacer 2000 playeras y también compró el DVD de la charla de Bob Avakian Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es. Un informe del 1º dice que todavía no saben cuántas playeras vendieron, “pero que fueron muchas…Dieron en el blanco. Oí decir que la playera y el periódico están irrevocablemente conectados, y eso es muy bueno”.

Queremos poner este proyecto en tus manos. Aquí va:

  1. Escríbenos a rcppubs@hotmail.com para que te mandemos el archivo PDF (para imprimir).
  2. Comunícate con un distribuidor de playeras; si no conoces a uno, búscalo por google en “T-shirts”.
  3. Haz las playeras que puedas y véndelas por $10 cuando vendas Revolución. Mándanos las ganancias para impulsar más la distribución del periódico.

Si tienes preguntas o necesitas ayuda, escríbenos o llámanos a RCP Publications, PO Box 3486, Chicago IL 60654, 773-227-4188. ¡¡Apoya a Revolución!!