Revolución #91, 10 de junio 2007

voz del partido comunista revolucionario, eu

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Antecedentes de una confrontación:

Estados Unidos e Irán: Una historia de dominación imperialista, intriga y guerra

Segunda parte: Estados Unidos se apodera de Irán: El golpe de estado de la CIA de 1953

Larry Everest

Durante más de 100 años, Estados Unidos y las demás potencias imperialistas han dominado Irán con intrigas clandestinas, intimidación económica e intervenciones e invasiones militares. Es esencial examinar esta historia para entender los verdaderos motivos de las actuales amenazas yanquis de guerra y ataques nucleares contra Irán. La primera parte de esta serie exploró la rivalidad de las potencias europeas para explotar los recursos petroleros y al pueblo de Irán antes y después de la I Guerra Mundial. La segunda parte explica que después de la II Guerra Mundial Estados Unidos, con una nueva posición mundial dominante, tumbó al gobierno laico nacionalista de Mohammed Mossadegh e instaló en el poder a un administrador leal: el brutal sha Mohammed Reza Pahlavi.

 

Como principal potencia global después de la II Guerra Mundial, Estados Unidos le arrebató las colonias a sus rivales por todo el mundo e instituyó relaciones opresivas en grandes partes de Asia, África y Latinoamérica. Irán era un premio gordo. En 1953, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) organizó un golpe de estado que devolvió al poder al sha Mohammed Reza Pahlavi. Fue un punto de viraje de la historia de Irán y de todo el Medio Oriente. Colocó en el trono a un tirano brutal: un títere que aplastó la oposición y obedeció los deseos de Washington. Esta fue una proclamación de que Estados Unidos era la nueva potencia regional, en vez de Inglaterra. Sembró las semillas de la revolución iraní de 1979, que llevó al poder a los clérigos fundamentalistas islámicos e inició el nuevo capítulo tenso y peligroso de las relaciones entre Estados Unidos e Irán que continúa hoy.

El petróleo, el Medio Oriente y el ascenso del imperialismo estadounidense

La importancia económica y militar del petróleo aumentó enormemente después de la I Guerra Mundial. Surgieron nuevas industrias dependientes del petróleo: automóviles, caucho, petroquímicos y plástico. Las economías y fuerzas militares de Estados Unidos, Europa y Japón funcionaban cada vez más con petróleo. Un memorando de 1944 del Departamento de Estado lo llamó "una fuente estupenda de poder estratégico y uno de los mayores premios materiales de la historia mundial".

Durante la II Guerra Mundial, la clase dominante estadounidense se enfocó cada vez más en el Oriente Medio por su posición estratégica en la intersección de África, Asia y Europa, y porque tiene la mayoría de las reservas petroleras mundiales. Los estrategas estadounidenses se dieron cuenta de que sería crucial controlar esa región para ganar la guerra y salir como principal potencia imperialista.

Dominar el Oriente Medio requería tres cosas: reemplazar a Inglaterra y Francia; contener o reprimir a los movimientos nacionalistas y antiimperialistas de la posguerra; e impedir que la Unión Soviética, en ese entonces un país socialista, adquiriera influencia.

Todos estos factores se concentraron en Irán después de la guerra.

En 1946, estalló en Irán la primera confrontación de la posguerra entre Estados Unidos y la URSS. En ese entonces Inglaterra ocupaba el sur del país y la URSS ocupaba el norte (donde estableció repúblicas soviéticas, o mini estados, en Azerbaiyán y Curdistán). La alianza entre Estados Unidos y la URSS durante la guerra se estaba deshilvanando, reemplazada por hostilidad y, pronto, la guerra fría. El presidente Harry Truman escribió: "Si Rusia controla el petróleo de Irán, directa o indirectamente, el equilibrio de materias primas del mundo y la economía del mundo occidental sufrirán graves perjuicios". (Amin Saikal, "The Rise and Fall of the Shah", p. 33) [Los lectores encontrarán una discusión importante de la naturaleza de la II Guerra Mundial y del papel de Estados Unidos en "Forjar otro camino", Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, en particular la sexta parte, en revcom.us]

Para Truman Irán tenía una posición de tanta importancia estratégica que amenazó soltar una "superbomba" (una bomba nuclear) si las fuerzas soviéticas no se retiraban. (No era una amenaza vacía: en 1945 Estados Unidos soltó dos bombas atómicas en Japón). Poco después las fuerzas soviéticas se retiraron de Irán.

Irán: Indignación popular y nacionalización del petróleo

El pueblo iraní sufrió enormemente como consecuencia de lo que un historiador llama "el desorden social, la confusión política y las dificultades económicas" durante la II Guerra Mundial. (Saikal, p. 26) Cuando la guerra terminó, la inestabilidad política continuó, junto con una creciente ola de indignación contra los imperialistas ingleses.

El punto focal de esa indignación era la enorme brecha entre las riquezas que Inglaterra ganaba por el control exclusivo de los recursos petroleros iraníes, y lo poco que le pagaba a Irán y la pobreza agobiante de la mayoría. Por ejemplo, en 1947 la compañía Anglo-Iranian Oil sacó ganancias (descontados los impuestos) de 40 millones de libras esterlinas (o sea, 112 millones de dólares), pero solo le pagó a Irán 7 millones de libras en impuestos. (Stephen Kinzer, All the Shah's Men, p. 67)

Las condiciones de trabajo en los campos petroleros eran tan malas que los trabajadores se declararon en huelga en Abadán (donde se llevaba a cabo la mayor parte de la producción) en 1946. Pandillas de criminales organizados por Inglaterra atacaron a los trabajadores en huelga y estallaron motines. El 1º de Mayo, el Día Internacional del Trabajador, docenas de miles de personas marcharon en Teherán y Abadán bajo la dirección del Partido Tudeh de Irán (un partido comunista prosoviético y no revolucionario). (Kinzer, pp. 52, 65)

A finales de los años 40, cobró fuerza un amplio movimiento que pedía el control de las riquezas petroleras. Devino en el Frente Nacional, una diversa alianza bajo la dirección de Mohammed Mossadegh, un político nacionalista burgués. En abril de 1951, Mossadegh contaba con tanto apoyo que logró que el parlamento (majlis) nacionalizara Anglo-Iranian Oil, y el sha se vio obligado a aceptarlo. Una semana después, Mossadegh fue nombrado primer ministro. La nacionalización de la industria petrolera fue un desafío sin precedente en el Oriente Medio, donde los monopolios imperialistas extranjeros controlaban la producción petrolera.

Inglaterra y Estados Unidos contraatacan

La nacionalización iraní afectó sobre todo los intereses del imperialismo inglés: Anglo-Iranian Oil era la mayor empresa del imperio en el extranjero y una fuente crucial de petróleo. A Inglaterra le preocupaba que la nacionalización tuviera repercusiones por toda la región y le diera un golpe contundente al imperio, que ya estaba tambaleando.

Inglaterra contraatacó: organizó un boicot internacional del petróleo iraní, apeló a los tribunales internacionales y se movilizó clandestinamente para tumbar a Mossadegh. Inicialmente Estados Unidos se distanció, pero en 1953 se unió a Inglaterra para planear el golpe. La confrontación con la Unión Soviética se estaba intensificando y a Estados Unidos le preocupaba que Irán cayera bajo el control soviético. Pensaba que solo un cambio de gobierno lo podría impedir.

La CIA puso a Kermit Roosevelt (nieto del presidente Teddy Roosevelt) a cargo de la operación en Irán y el 4 de abril de 1953 le dio un millón de dólares para "causar la caída de Mossadegh" y "colocar en el poder a un gobierno que llegue a un acuerdo petrolero equitativo, permita que Irán sea sólido y solvente económicamente, y procese vigorosamente al Partido Comunista, que es fuerte y peligroso". (Historia de la CIA abierta al público. http://www.nytimes.com/library/world/mideast/041600iran-cia-index.html)

Mossadegh y la nacionalización de la industria petrolera contaban con gran apoyo popular: en 1951 el majlis la aprobó unánimemente y en 1953 Mossadegh ganó un plebiscito nacional con una mayoría aplastante. Por otro lado, el pueblo iraní odiaba a Inglaterra. (Kinzer, pp. 82, 165) La CIA trazó vínculos con los monarquistas, el alto mando militar y las clases adineradas en una alianza contra Mossadegh, para dividir y debilitar su Frente Nacional.

El Frente Nacional era una coalición de diversas fuerzas políticas, como el Partido Tudeh, nacionalistas y ultranacionalistas y fundamentalistas islámicos. Estados Unidos e Inglaterra se enfocaron en conseguir el apoyo de los fundamentalistas islámicos agrupados en torno al ayatola Seyyed Abolqassem Kashani (mentor del ayatola Jomeini, que tomó el poder en la revolución de 1979). Esos clérigos fueron hostiles al padre del sha porque socavó las instituciones y tradiciones islámicas. Con su gran influencia en las masas de pobres urbanos, inicialmente se unieron a la alianza de Mossadegh. Pero temían mucho más la creciente influencia del Partido Tudeh, que Mossadegh toleraba por sus propias razones. Esa preocupación, junto con los grandes sobornos que les daban Estados Unidos e Inglaterra, los llevó a volverse en contra de Mossadegh y apoyar el golpe de estado que organizaba la CIA.

El boicot del petróleo iraní dirigido por Inglaterra perjudicaba a las capas adineradas. Por medio de agentes iraníes, la CIA organizó incidentes y repartió propaganda que sembró confusión, paralizó a la población y la volvió contra Mossadegh.

19 de agosto de 1953: Día de infamia en Irán

El 15 de agosto de 1953, tras meses de movilizaciones, el sha mandó arrestar a Mossadegh y nombró al general Zahedi, un militar pro Estados Unidos, como primer ministro. Los agentes de la CIA en Teherán le dieron mucha publicidad a la orden de arresto; además, sobornaron a oficiales de las fuerzas armadas y pagaron $50,000 a pandillas para causar disturbios por la ciudad gritando lemas contra Mossadegh. Luego despacharon a unidades de la policía a restablecer el orden público.

El 19 de agosto, las pandillas a sueldo de la CIA se apoderaron de las plazas gritando "¡Viva el sha! ¡Muera Mossadegh!". El ejército atacó la residencia de Mossadegh y una unidad de tanques la tomó a pesar de una fuerte resistencia. Mossadegh escapó pero se dio cuenta de que todo estaba perdido y se entregó. El general Zahedi se subió a un tanque, fue a Radio Teherán y anunció la victoria del golpe. El sha le dijo a Roosevelt: "Por el trono estoy en deuda con dios, con mi pueblo, con mi ejército… y con usted". (Kermit Roosevelt, Countercoup: The Struggle for the Control of Iran, pp. 199-202)

Las duras repercusiones del golpe de estado

Después del golpe de estado, se conservó el nuevo nombre de la compañía petrolera nacionalizada (Compañía Nacional Petrolera Iraní), pero el control de la producción y la venta del petróleo iraní pasaron a un consorcio de corporaciones transnacionales. Cinco corporaciones estadounidenses recibieron el 40%, Anglo-Iranian Oil (hoy British Petroleum) solo recibió el 40%, y las compañías francesas y holandesas recibieron el 20%. El nacionalismo que latía en Irán y en toda la región presionó a esas compañías a aumentar las ganancias de Irán al 50%, pero a Irán no se le permitió revisar las cuentas. Un historiador dice que el acuerdo fue "uno de los contratos más atractivos de la industria petrolera en el Medio Oriente, desde el punto de vista de las condiciones de pago". (Kinzer, p. 196; Larry Everest, Oil, Power & Empire, p. 44; Rashid Khalid, Resurrecting Empire, p. 91)

Estados Unidos logró instalar al sha en el poder firmemente, por primera vez, y dispersar, desmoralizar o aplastar a la oposición. El sha gobernó los 25 años siguientes como leal instrumento del imperialismo yanqui en Irán y la región, y se mantuvo en el poder con brutalidad y terror.

El golpe de estado de 1953 tuvo un profundo impacto en la política y la conciencia iraní. Fue un día de infamia para millones de personas que repercutió décadas y sembró las semillas de la revolución que estalló en 1979.

Próxima parte: El gobierno del sha: Lo que significó la dominación yanqui para los iraníes

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Este no es un artículo sobre Cindy Sheehan

Sunsara Taylor

Este no es un artículo sobre una mujer que crió cuatro hijos, vio a uno ir a la guerra y un día se desplomó en medio de gritos al enterarse de que estaba muerto.

No es un artículo sobre cómo esa mujer trató de permanecer despierta tres días seguidos para no tener que despertarse, recordar la noticia y volver a gritar.

Este artículo no intentará explicar la cruel indecencia de un presidente canalla que mandó a su hijo a matar y morir por mentiras, y que tiene las agallas de llamarla “mamá” y considerarse día tras día, hasta hoy, el rey autoproclamado y desmedido del mundo.

Este no es un artículo sobre una mujer que puso ante el mundo su dolor y sus sentimientos más íntimos, que sacrificó un matrimonio de 29 años y tiempo con los hijos que le quedan a un país indiferente a la pérdida diaria de vidas, y que logró despertar a muchos y hacerlos echarse a la calle y gritar a voz en cuello.

No es un artículo sobre una mujer que acampó en el calor y polvo de Texas y aceptó tantas invitaciones y llamadas telefónicas de soldados y trasnochó tanto hablando con padres dolidos, que su propia vida estaba en riesgo, porque no podía vivir con sí misma si no daba todo lo que tenía para impedir que una sola madre más viviera la pérdida que ella conoció.

Tampoco es un artículo sobre una pérdida y dolor que no se limitan a su hijo, sino que cada día abarcan a cientos de miles de iraquíes muertos y a los pobres de nuestro planeta, a los miles de niños que a diario mueren de hambre, mientras que Estados Unidos gasta indecentemente miles de millones de dólares en la construcción y el desplazamiento de armas de muerte.

Tampoco es sobre los millones de personas que aprendieron el nombre de esta mujer, cuyo corazón se partió con el suyo, pero que se alegraron al ver que ella les arrebató la superioridad moral y las primeras planas a los mayores mentirosos del mundo y los asesinos más despiadados, porque ella tenía la razón y era intrépida.

Este artículo ni siquiera es sobre una cultura que demoniza y ataca a una persona así, que convierte cada una de sus palabras o gestos en ataques de miopes autores de blogs, en reproches de los arquitectos de la guerra y en propaganda fascista de las principales voces de la prensa grande.

Tampoco es sobre una sociedad que ensalza a las madres como “el pilar del hogar”, una contramedida para exculpar a los que lanzaron la guerra, para después traicionarlas y llamarlas “putas” si hacen algo más que llorar en silencio.

Tampoco es solo sobre una mujer que no se dejó acorralar con las estrategias imperiales “realistas”, como un calendario para la retirada por etapas. Ni es solo sobre el hecho de que no disculpa el financiamiento de la guerra y repite que la matanza y la tortura de seres humanos paren ya.

Y no, este artículo tampoco es principalmente sobre los muchos interrogantes con que ella misma chocó, que le ha planteado al movimiento y sobre los cuales mucha gente no quiere hablar. Como por qué los demócratas no obedecen la voluntad popular, o qué clase de sistema solo permite dos lados de la posición pro guerra, o qué hacer con los estadounidenses que van por el camino de ser buenos alemanes. Esos interrogantes son críticos y angustian, y tienen respuestas. Se necesita un movimiento que anime el debate sobre esos interrogantes, que encare la realidad honesta e incansablemente, que busque la verdad y se la diga a la gente.

No, darse por vencido nunca es la respuesta correcta. Pero seamos francos, este artículo no es sobre lo que Cindy Sheehan debería hacer. No cuando hay otros 300 millones de personas en este país que cada día tienen que tomar decisiones importantes y que lo hacen a diario aunque no se den cuenta.

Este no es un artículo sobre Sheehan.

Es un artículo sobre el lector.

Los que leen en la pantalla de la computadora. Los que se manchan las manos con la tinta de los periódicos. Los que respiran, cuyo pecho se infla mientras se desinfla el pecho de otros seres humanos que nacieron encima de enormes reservas de petróleo; mientras les roban el aliento y allanan su tierra; mientras sus niñas aprenden a temer sus senos en ciernes y sus caderas que se amplían bajo la mirada lasciva de las fuerzas de ocupación; mientras los padres de familia sufren pensando en el peligro que son para sus propios hijos porque son de una religión diferente que la madre; mientras que la psique, la política y el punto de vista de qué clase de mundo es posible de todo un país y toda una región queda para siempre signada por la aparente indiferencia de demasiados estadounidenses ante la destrucción prolongada… mientras que millones de personas que también sienten angustia contemplan el devastador e inaceptable consuelo de darse por vencidas y no mirar la zona de guerra…

Este es un artículo sobre el lector porque, francamente, no hay ni suficiente espacio ni tiempo ni tinta ni árboles para hacer la cantidad de papel que sería necesario para explicar que es una señal de fracaso que una mujer como Cindy Sheehan haya chocado contra todos esos obstáculos. No el fracaso de la posibilidad de cambio, ni el fracaso de los que se han entregado del todo para parar todo esto, sino el fracaso de una sociedad que no aprecia ni tiene espacio para una mujer como ella. Y el fracaso de seguir un rumbo que no se opone de una manera fundamental a los límites mortíferos de las opciones que el sistema nos ofrece.

Repito, este es un artículo sobre el lector; sobre si te esconderás o te resignarás ante la falla de otro, o si en vez te lanzarás a llenar su puesto.

Este es un artículo sobre lo que piensas y haces cuando te despiertas. Sobre las vidas que valoras y a las que das prioridad. Y sobre si basta con expresar descontento o si tienes la responsabilidad de superar los límites, arriesgar amistades o relaciones familiares, si es necesario, para carear verdades inquietantes acerca de este sistema político, y si te decidirás a inspirar y sentar un ejemplo de vivir por algo y afectar algo mucho más grande que uno mismo.

Es un artículo sobre si sabes lo suficiente y has visto morir a suficientes hijos e hijas de otras personas por el imperio, y estás dispuesto a decir sin vacilación que todo esto tiene que parar. Sobre si te vas a lanzar plenamente y rechazar los callejones sin salida que han llevado a la desorientación a tantos… sobre si vas a ver más a fondo, considerar soluciones radicales, aunque las hayas descartado antes.

Sí, a veces podría parecer que hemos lanzado nuestros cuerpos blandos y nuestros sueños asediados contra rocas frías, y que las fuerzas que se nos oponen están hechas de mármol impenetrable. Pero el mármol tiene fisuras y grietas debajo de la superficie que se pueden ubicar; al mármol lo pueden partir millones de personas comprometidas. Por tanto, me sacude de nuevo la verdad y la enormidad de las alternativas con que concluye la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar: “La historia está repleta de luchas justas que triunfaron contra enemigos superiores. Pero también está llena de ejemplos de gente que se mantuvo al margen, esperando pasivamente que pasara la tormenta, y quedó ahogada por horrores que no se imaginó”.

La guerra es una infamia.

¿Qué vas a hacer?

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


La alarmante lógica de la masacre de Haditha

La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es democracia, sino capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.

Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.

Bob Avakian presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU

En mayo, se realizaron audiencias para decidir si acusar a dos marines por la muerte de 24 civiles iraquíes en Haditha, una ciudad del oeste de Irak. Para millones de personas por todo el mundo, el nombre Haditha hace recordar la sangrienta masacre del 19 de noviembre de 2005, cuando los marines de la compañía Kilo arrasaron la ciudad tras la muerte de un marine por una bomba que estalló al pasar su vehículo. Mandaron bajarse a varios jóvenes iraquíes de un taxi y los ejecutaron en el acto. Fueron de casa en casa y mataron a familias enteras con granadas y armas automáticas. En total masacraron a 24 hombres, mujeres, niños pequeños y un anciano en silla de ruedas.

Los marines fotografiaron los cadáveres y los llevaron en bolsas de basura a la morgue. En su testimonio en mayo, un marine que llevó los cadáveres dijo que recibió órdenes de advertirles a los iraquíes: "Nos ordenaron decirles que los marines sienten el incidente, pero que esto es lo que pasa cuando permiten que los terroristas ataquen a los marines desde sus casas". Al día siguiente, un vocero anunció que una bomba mató a 15 civiles y que ocho combatientes murieron en un ataque contra las tropas estadounidenses e iraquíes. Dijo que las acusaciones de una masacre eran "mentiras enemigas". Al comandante del escuadrón, el sargento Frank Wuterich, lo ascendieron.

Los marines no iniciaron una investigación porque consideran que la muerte de civiles es "daño colateral". El general Stephen T. Johnson, comandante de los marines en el oeste de Irak, le dijo a los investigadores militares: "No es nada extraordinario". El mando militar solo empezó a investigar el incidente tres meses después, cuando salió a flote un video iraquí que muestra los muros manchados de sangre y acribillados de balas de las casas y los cadáveres en la morgue, y cuando un corresponsal de la revista Time empezó a hacerles preguntas a los oficiales.

El 21 de diciembre de 2006, más de un año después de la masacre, acusaron a ocho marines: cuatro oficiales por no investigar o informar sobre el incidente, y al sargento Wuterich y tres soldados por homicidio "no premeditado". En abril, al sargento De la Cruz, uno de los acusados, le ofrecieron inmunidad a cambio de testimonio y retiraron las acusaciones contra él. En mayo, como dijimos al comienzo, realizaron audiencias para decidir si acusar al teniente coronel Jeffrey Chessani y el capitán Randy Stone.

Cuando el gobierno de Bush y el mando militar no pudieron tapar más la masacre, anunciaron que no refleja la conducta del "99.9%" de las tropas. Por su parte, organizaciones derechistas de ex combatientes y de fascistas cristianos corrieron a apoyar a "los 8 de Haditha". Quieren convertir un crimen de guerra en un símbolo de "injusticia" contra soldados "heroicos". En la internet, redes de blogs y websites, con lemas de "Que el Señor bendiga a nuestras tropas y los Estados Unidos de América", piden dinero y apoyo para Wuterich y los demás. El website derechista freerepublic dijo que recibió $220,000 para la defensa del "Military Combat Defense Fund". El Centro de Derecho Thomas More, un grupo cristiano fundamentalista cuyo lema es "la espada y el escudo para la gente de fe", defiende a Chessani y ha recibido centenares de contribuciones. Con el pretexto de defender "la libertad religiosa de los cristianos", el Centro promueve rezar en las escuelas y se ha opuesto a los derechos de los gays y el derecho al aborto. Uno de sus fundadores es Tom Monaghan, ex CEO de la compañía Dominos Pizza, que ha contribuido mucho dinero a los grupos opuestos al aborto.

Estos fundamentalistas cristianos dicen que los soldados que participaron en la masacre son víctimas del alto mando militar. En realidad, buscan movilizar apoyo a la guerra y a las fuerzas armadas con el pretexto de "apoyar a las tropas". También buscan aumentar la influencia de los fascistas cristianos en las fuerzas armadas y el alto mando, que ya es bastante. Por ejemplo, en el 2003 el general Jerry Boykin recorrió el país en uniforme militar y declaró: “El enemigo es Satanás. Satanás quiere destruir esta nación. Quiere destruir nuestra nación y nuestro ejército cristiano. Estoy aquí para reclutar. Les pido que formen parte de este ejército”. También dijo que Bush “está en la Casa Blanca porque Dios lo puso ahí para los tiempos en que nos encontramos”. Poco después lo ascendieron a subsecretario adjunto de defensa.

Los defensores cristianos fascistas de los marines no niegan la muerte de civiles en Haditha ni que la mayoría fueron mujeres y niños. Tampoco niegan que los mataron soldados estadounidenses. Pero están tratando de presentar una masacre cometida a propósito como una operación militar con víctimas "accidentales". Dicen que los soldados "heroicos" cumplían su "deber" y obedecían las "reglas de combate", y que las muertes fueron "daños colaterales".

Pensemos en lo que dicen estos funcionarios del gobierno, oficiales militares y fascistas cristianos:

¿Qué significa decir que el "99.9%" de los soldados hacen un buen "trabajo"… cuando el alto mando militar admite que matar a civiles iraquíes "no es nada extraordinario"?

¿Qué clase de "trabajo" deja a dos docenas de inocentes muertos en un charco de sangre?

¿Qué clase de ideología y punto de vista político justifica tales acciones como parte de una "causa noble"?

La realidad es que el "trabajo" de las tropas estadounidenses en Irak es imponer una ocupación injusta y opresiva de un país y sus habitantes, como parte de la campaña del imperialismo yanqui por crear un imperio indiscutible e indisputable. Tras cuatro años de ataques aéreos, arrestos en masa, bombardeos de ciudades y pueblos "hostiles", y el uso de armas como uranio agotado y fósforo blanco (que quema la piel), los iraquíes sienten gran odio por las fuerzas de ocupación. Para mantener la dominación de una población hostil, los soldados yanquis los tratan como enemigos potenciales "desechables" e infrahumanos.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


La defensa de un crimen de guerra: En palabras de un criminal de guerra

En marzo, el programa "60 Minutes" de la cadena CBS entrevistó al marine que dirigió la masacre de Haditha, el sargento Frank Wuterich. Lo que dijo en defensa de sus acciones es escalofriante y dice mucho sobre la naturaleza de las fuerzas armadas yanquis.

Un soldado iraquí que trabaja con las fuerzas de ocupación y otros testigos dijeron que inmediatamente después de que una bomba mató a un marine en la calle, los soldados yanquis mandaron bajarse a cinco hombres de un taxi y los ejecutaron en el acto. Wuterich dijo que cuando vio el carro a 100 metros del sitio de la explosión, dio por sentado que los cinco iraquíes "de edad militar" eran insurgentes, o sea, una amenaza potencial y blanco legítimo. "Los iraquíes saben qué hay que hacer", dijo. "Bajarse con las manos en alto y cooperar completamente". Los hombres echaron a correr, continuó, "así que les disparé". Por la espalda. Wuterich admite que los hombres no tenían armas y no lo amenazaban. Nada más corrieron.

Wuterich dijo que oyó dos o tres "disparos esporádicos" desde otra dirección y pidió refuerzos. Recibió permiso para acercarse a una casa. ¿Oyó disparos de la casa? "De esa casa específicamente, no". ¿Vio disparos de la casa? "No vi fogonazos de la casa". Simplemente dio por sentado que había insurgentes adentro y dirigió a un grupo de marines a atacarla. Varios testigos dijeron que entraron a la fuerza, gritaron, tiraron granadas y dispararon a quemarropa. Emaan Waleed, una niña de 9 años, es uno de los pocos sobrevivientes. Ella explicó a los corresponsales: "Oí explosiones cerca de la puerta. Los estadounidenses entraron al cuarto donde mi padre rezaba y lo balearon. Luego fueron a mi abuela y la mataron también. Oí una explosión. Tiraron una granada debajo de la cama de mi abuelo". A Emaan la hirió la metralla; su hermano de 9 años recibió un balazo en el hombro.

Wuterich dijo que no mató a civiles a propósito y que los soldados "vaciaron los cuartos como lo debían hacer". Cuando el entrevistador de "60 Minutes" dijo que le preocupaba que Wuterich y los demás soldados no sabían a quiénes atacaban, este le contestó: "Bueno, eso es lo que hacemos. Nos entrenan a hacerlo así". A pesar de que sabían que murieron mujeres y niños, atacaron otras casas. Dijo: "Mi responsabilidad como comandante del escuadrón es que no muera ningún otro miembro, así que continuamos el ataque".

Wuterich negó que lo que pasó en Haditha fue una masacre. Dijo que una masacre es "un grupo grande de personas ejecutadas sin razón" y que "eso de ninguna manera es lo que pasó aquí". Sigamos esa lógica. Para proteger a su escuadrón, las familias iraquíes de casas "sospechosas" eran blancos legítimos. No es una masacre, sino el entrenamiento militar.

En 1968 unos soldados yanquis cometieron una masacre en la aldea de My Lai en Vietnam. Mataron a más de 500 aldeanos, la mayoría mujeres, niños y ancianos. Violaron a muchas mujeres. Tiraron los cadáveres en zanjas. Taparon el crimen hasta que la creciente indignación obligó al gobierno a acusar a varias personas. La masacre de My Lai le hizo ver a muchos los crímenes estadounidenses en Vietnam y los impulsó a la acción política. A fin de cuentas, solo condenaron a una persona, el teniente William Calley. El tipo nunca pidió disculpas; dijo: "Cumplí las órdenes que me dieron y no creo que hice nada indebido". Cuarenta años después, buscan justificar la masacre de Haditha con ese mismo punto de vista reaccionario.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Muertes civiles en Afganistán:

El salvaje terror de la ocupación yanqui

El 28 de mayo de 2006, provincia de Helmand, sur de Afganistán: Un convoy de soldados estadounidenses, de la OTAN y de policías afganos es blanco de unas bombas y una emboscada. El informe oficial de las fuerzas de ocupación EU/OTAN dice que eso prendió una batalla que duró 10 horas y que los ataques aéreos mataron a “aproximadamente dos docenas de combatientes enemigos” pero que “no se mencionaron bajas civiles”.

Pero los habitantes dicen que eso es una mentira, que en realidad muchos civiles resultaron muertos y heridos.

Abdul Qudus, del distrito Gereshk de Helmand, le dijo a la agencia noticiosa Associated Press: “Bombardearon las casas de gente inocente. Destruyeron tres viviendas. Mataron a siete personas, mujeres y niños, e hirieron a entre 10 y 15 más. Hay cinco desaparecidos”. Otro vecino informó que las bombas estallaron a 15 km de donde se llevó a cabo la emboscada.

Se informa que desde principios de marzo cientos de civiles afganos han muerto a manos de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en por lo menos seis incidentes distintos. Es posible que la cantidad sea mayor, pues no se informa sobre todas las muertes.

La matanza de tantos civiles dice mucho sobre la naturaleza de la ocupación de Afganistán.

Masacre rumbo a Jalalabad: El 4 de marzo, un cochebomba estalló en medio de un convoy de las Fuerzas Especiales de la infantería de la marina en la carretera de Torkham a Jalalabad, en la provincia de Nangahar. El chofer del carro murió instantáneamente y por lo menos un marine resultó herido.

Para desquitarse, los marines desataron una oleada de destrucción que dejó muertos a por lo menos 12 civiles y a muchos más heridos a lo largo de 15 km de la carretera. Un informe preparado por la Comisión Independiente pro Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) documentó el incidente: “Según informan varios testigos oculares y la policía de Nangahar, en por lo menos seis distintas ocasiones, el convoy estadounidense atacó a varios taxis, minibuses, un camión de transporte y otros vehículos, así como a peatones y transeúntes… Atacó varios vehículos estacionados y todos los informes indican que los blancos eran exclusivamente civiles y que no hicieron nada para provocar el ataque”.

Siete periodistas se quejaron de que los marines y las fuerzas afganas (que trabajan con Estados Unidos) confiscaron las cámaras y grabadoras y borraron las imágenes. Los marines amenazaron a los periodistas. Un camarógrafo informó que le dijeron: “Elimina la foto o te eliminamos a ti”. (entrevista de AIHRC, 6 de marzo de 2007). Otro periodista dijo que le dijeron, a través de un intérprete: “Si algo sobre el incidente sale en la prensa, el reportero pagará las consecuencias”. (entrevista de AIHRC, 5 de marzo de 2007.

Bombardeo aéreo de Jabar: El mismo día del ataque a Jalalabad, la OTAN lanzó un ataque aéreo y de artillería contra unas residencias del pueblito de Jabar, en el distrito Nijrab de la provincia de Kapisa.

Según los vecinos que entrevistó AIHRC, el blanco fue un señor acusado de tener lazos con los talibanes. El bombardeo mató a nueve familiares del sospechoso. Entre los muertos estaban el abuelo de 90 años, la abuela de 75 años, tres mujeres (dos embarazadas) y cuatro niños menores de cinco años.

Durante un segundo ataque el mismo día, unas bombas destruyeron un edificio adjunto y mataron a cinco personas más. El informe de AIHRC dice que no está claro si el sospechoso de veras era insurgente y ni siquiera que estaba presente. AIHRC concluyó: “Lo que está claro es que aun si son acusaciones verídicas, él era de poca importancia y su eliminación no puede justificar la matanza colateral de nueve civiles inocentes. El ataque se llevó a cabo con un exceso de fuerza y constituye un incumplimiento del derecho humanitario internacional”.

Ira en Herat: El 27 y el 29 de abril, las fuerzas estadounidenses bombardearon unos pueblos en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán. Dijeron que respondían a ataques insurgentes y que buscaban al comandante de una tribu y armas. Pero los vecinos que hablaron con el New York Times negaron que los talibanes estaban en la zona y dijeron que ellos atacaron a los soldados estadounidenses porque estos allanaron hogares, arrestaron y torturaron a líderes de la comunidad y mataron a uno a balazos.

Las fuerzas estadounidenses empezaron a allanar hogares a fines de abril. Los vecinos le dijeron al Times que registraron el hogar del jefe de la tribu y detuvieron a dos empleados. Uno de los detenidos, un guardia que se llama Bahadullah, dijo que lo esposaron, que le cubrieron el rostro con una capucha y se lo llevaron a la base yanqui de Shindand, donde lo colgaron de los pies, y que cuando lo soltaron lo patearon y golpearon.

La noche del 27 de abril, se llevaron a cabo los primeros bombardeos aéreos, y el 29 volvieron a bombardear el pueblo.

Husi, de 35 años, estaba con sus 10 hijos cuando empezó el tiroteo. De repente, un avión bombardeó su vivienda de cinco cuartos. Ella dice que las mujeres y los niños empezaron a correr hacia el otro lado del río para refugiarse. En medio del pánico, Husi perdió de vista a tres de sus hijos, Amina, de 8 años, Tote, de 5, y Fazli, de 3, que siguen desaparecidos. Dos tíos y dos primos murieron en la casa. Ella dijo: “No tenemos nada, hemos perdido todo”.

En esas dos noches de bombardeos aéreos murieron 57 personas, entre ellos 17 niños menores de 10 años, 10 mujeres y 14 ancianos. Ocho siguen desaparecidos. Las bombas destruyeron 100 hogares y 1,600 personas se quedaron sin techo.

Masacre en Sarwan Qala: El 8 de mayo, Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra el pueblo de Sarwan Qala. Los funcionarios afganos y estadounidenses calculan que 21 personas murieron. Sin embargo, los habitantes que ayudaron a enterrar a los muertos dicen que el bombardeo destruyó tres hogares y dejó a 56 civiles muertos.

Estados Unidos dice que atacó a unos insurgentes talibanes. Los vecinos dicen que eso es una mentira y que al día siguiente, para denunciar la matanza, llevaron 21 cadáveres, la mayoría mujeres y niños, al centro del distrito Sangin para que los vieran los funcionarios del gobierno.

Hajji Mahmud, un tendero que vive cerca de Sarwan Qala, dijo que fue uno de los que trasladaron los cadáveres y que la mayoría eran de mujeres y niños. En una entrevista telefónica con el New York Times, dijo: “Los hogares quedaron completamente destruidos. Uno pertenecía a Faizullah. La familia de siete está muerta, la familia entera. Todavía están sacando los cadáveres de entre los escombros”.

La OTAN abre fuego contra civiles en Kandahar: El 15 de mayo, soldados de la OTAN que pasaban por Kandahar, en el sur de Afganistán, abrieron fuego contra civiles, informaron vecinos y policías.

Dicen que los soldados mataron a tres personas en el centro y a dos más cerca de un hospital, a 2 km de distancia.

A Qudrat Shah, un estudiante de 15 años, lo balearon en el muslo. “Iba caminando a la casa con mi hermano cuando los soldados de la I.S.A.F. me dispararon”, le dijo al New York Times desde el hospital, refiriéndose a la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional de la OTAN. “Pasaba un convoy de la I.S.A.F. cuando iba caminando con mi hermano. No estábamos en la carretera sino lejos”. Agregó que vio a un niño de 10 años herido en el brazo y a otros dos personas baleadas.

*****

Como no tienen apoyo popular, las fuerzas de EU/OTAN se imponen con el terror y los bombardeos aéreos. Entre el 3 y el 9 de marzo, lanzaron por lo menos 330 ataques aéreos, o sea un promedio de 47 por día. (“The Secret Wars in Iraq and Afganistan”, Z Magazine, 1º de junio de 2007)

La guerra y ocupación de Afganistán no tienen nada que ver con la “liberación" de la población. Las fuerzas de ocupación expulsaron a los talibanes, que son fundamentalistas islámicos y a quienes la población odiaba, pero en su lugar apuntalan a terratenientes feudales y otros reaccionarios y criminales. El gobierno títere pro Estados Unidos no ha hecho nada por cambiar las horripilantes condiciones de vida en todo el país. Kandahar, la segunda ciudad, solo tiene electricidad seis horas cada dos días. En el país, el 39% de los niños menores de cinco años padecen de desnutrición; el 61% de la población solo tiene agua contaminada; el 16% de los recién nacidos no cumplen un año; el promedio de vida es 43 años. ( Times of London, 11 de noviembre de 2006)

Las atrocidades que han cometido las fuerzas de EU/OTAN (que por lo general permanecen fuera del conocimiento público) no son incidentes aislados y los autores no son unos soldados fuera de control. Son las acciones de una salvaje fuerza de ocupación que utiliza el terror para defender y extender los intereses del imperialismo yanqui.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007

 

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU

Parte 8

Nota de la Redacción: A continuación publicamos pasajes de una versión editada de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, a un grupo de simpatizantes en el otoño del año pasado. Esta es la octava de una serie de pasajes que publicaremos. Agregamos los subtítulos y notas de pie de página.

Nos mintieron… y se engañaron a sí mismos

Algo que es importante captar, y que creo que es un lema, o formulación, que se debe popularizar es: si examinamos lo que hicieron en Irak, los pretextos que dieron y lo que ha pasado allá, se puede resumir en gran parte así: Nos mintieron y se engañaron a sí mismos. Este es un aspecto importante de lo que pasó. Se dejaron embaucar por su propia propaganda. Su manera de ver el mundo… pensaban que es así. Pensaron que podían hacer lo que un funcionario del gobierno de Bush le dijo al corresponsal Ron Suskind: seguir creando su propia realidad como si ningún otro factor y ninguna otra persona tuviera nada que ver con el desarrollo de la realidad.1

Al oír a un vocero imperialista hace poco, no pude menos que soltar: "No entienden cómo funciona su propio sistema". Esto es importante. No entienden la naturaleza de la sociedad estadounidense ni cuáles son sus cimientos. Realmente creen lo de los "mercados libres". O lo creen en gran medida, porque también hay mucho instrumentalismo. Pero lo creen en gran parte, y no entienden lo que el sistema causa y suscita en el mundo. Lo entienden parcialmente; no sería correcto o sería una simplificación excesiva decir que no lo entienden en absoluto. Pero en el sentido esencial y fundamental, no entienden cómo funciona, cuáles son las dinámicas subyacentes ni lo que causa. Por eso creen que pueden meterse y hacer lo que han hecho en Irak, y que todo mundo les dará la bienvenida… con flores y demás. En gran medida creían esto. Bueno, a veces no saben qué creen ellos y qué es lo que quieren que nosotros creamos. Las dos cosas están muy entrelazadas y a veces son idénticas en su manera de ver la situación. Pero en gran medida creen su propia propaganda: de veras se engañaron a sí mismos y no entienden cómo funciona su propio sistema.

Tampoco entienden el desequilibrio del mundo: la gran disparidad y polarización del mundo, donde está concentrada una tremenda riqueza y poder en las manos de un puñado de personas, y un puñado de países, mientras que en la mayor parte del mundo, y en el mundo en su totalidad, la gran mayoría de la población lucha, muchas veces sin lograrlo, para subsistir y vive sometida a una explotación y opresión mortíferas. Sí, los imperialistas entienden que hay desequilibrio, y lo toman en cuenta en sus designios, pero no tienen ni la intención ni la capacidad de eliminar ese desequilibrio. Además, no entienden por qué existe, cuáles son las causas ni por qué surge continuamente, a veces en formas más extremas.


Notas

1. "Faith, Certainty and the Presidency of George W. Bush", Ron Suskind, New York Times Sunday Magazine, 17 de octubre de 2004. Tiene la siguiente cita de un alto asesor de Bush: "Ahora este es un imperio y por medio de nuestras acciones creamos nuestra propia realidad. Mientras la están estudiando tan cuidadosamente, por medio de nuestras acciones volveremos a crear más realidades, que pueden estudiar también, y así se ordenarán. Somos los actores de la historia… y ustedes, todos ustedes, no pueden más que estudiar nuestras acciones". [Regresa]

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Presentaciones especiales del DVD Revolución en Nueva York y Los Ángeles

Nueva York

una velada especial en el: Schomburg Center for Research in Black Culture

 

Los Ángeles

Una velada especial en el Teatro Magic Johnson


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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Empieza en julio: ¡Campaña de seis meses para ampliar la circulación de Revolución y recaudar $500,000!

¡La verdad… en preparación para la revolución!

En un momento en que buena parte de la humanidad vive en un infierno, en que el horror de la ocupación yanqui de Irak amenaza con escalar a una guerra contra Irán, en que el futuro del planeta está en riesgo, el periódico Revolución tiene que circular mucho más y con más empuje; tiene que desenmascarar lo que está sucediendo; tiene que mostrar el porqué y la solución revolucionaria que beneficiará a la gran mayoría de la humanidad.

Revolución presenta la verdad y una perspectiva revolucionaria ante una audiencia singularmente diversa: presos, estudiantes, profesores, jóvenes de los multifamiliares, artistas, trabajadores migrantes, militantes de la lucha contra la guerra, científicos, y más.

Así y todo, existe el potencial de que mucha, mucha más gente lea este periódico cada semana.

Revolución ha lanzado una campaña de seis meses para ampliar la circulación y recaudar $500,000.

Los $500,000 serán el primer paso para desarrollar ese potencial y ponernos a la altura del desafío.

Actualmente, un núcleo comprometido de personas y de patrocinadores económicos permite que Revolución logre cosas importantes. Pero ese núcleo tiene que crecer y ser la base que permita que Revolución se haga conocer por todo el país. Una generosa contribución a la campaña de seis meses de ampliación de la circulación y de recaudación de $500,000 lo hará posible. Hay mucho en juego. Para que verdaderamente se entienda lo que está pasando hoy y para que algo bueno surja de las tormentas actuales, el periódico Revolución tiene que estar en el corazón de ese proceso.

¡Lee, distribuye y contribuye generosamente a Revolución!

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


La verdadera historia del “gran don de la fe cristiana a las gentes de este continente”

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América Latina

“Quiero que mis primeras palabras sean de acción de gracias y de alabanza a Dios por el gran don de la fe cristiana a las gentes de este continente”.

-- Papa Benedicto XVI, ante los arzobispos latinoamericanos en e Aparecida, Brasil, 13 de mayo de 2007.


La mina de plata de Potosí, Bolivia, de un grabado del siglo 17.`

1) El "descubrimiento" de lo que se llamaría las Américas aceleró el desarrollo del capitalismo en Europa. A los indígenas que sobrevivieron los ejércitos y las enfermedades de los europeos los enterraron vivos en las minas donde sacaron el oro y la plata que alimentaron los albores del capitalismo en Europa. Después explotaron a los esclavos africanos en las plantaciones y minas del "nuevo mundo". Carlos Marx escribió en El capital : "Bajo el sistema colonial, prosperaban como planta de estufa el comercio y la navegación. Las 'Sociedades Monopolias' (Lutero) eran poderosas palancas de concentración de capitales. Las colonias brindaban a las nuevas manufacturas, que brotaban por todas partes, mercado para sus productos y una acumulación de capital intensificada gracias al régimen de monopolio. El botín conquistado fuera de Europa mediante el saqueo descarado, la esclavización y la matanza refluían a la metrópoli para convertirse aquí en capital".


Campaña española de genocidio contra la población de Hispaniola (hoy Haití y la República Dominicana), ilustrada por Fray Bartolomé de las Casas.

Esclavos del nuevo mundo producen azúcar para exportación a Europa, de Historia Antipodum, un libro del siglo 17.

2) El cristianismo llegó al "nuevo mundo" como arma de conquista. Apuntalados por las armas de fuego y las espadas, los misioneros cristianos establecieron sistemas que pusieron a la organización de las comunidades indígenas existentes al servicio de la explotación del capital europeo.


Esclavos indígenas en Yucatán cargan provisiones para el ejército de Hernán Cortés.

Aztecas mueren de viruela (dibujo azteca transcrito por el Fray Sahagún, 'El Códice Florentino").

3) Muchos recibieron el “gran don de la fe cristiana” con el fusil y la espada. Otros adoptaron el cristianismo, se entregaron a las misiones para que los bautizaran y aceptaron el gobierno de los colonizadores y de la iglesia. El por qué se sometieron al cristianismo es en sí una condena del papel de la religión. Los europeos eran inmunes a las enfermedades que trajeron, enfermedades que se difundieron rápidamente entre la población indígena que no había entrado en contacto con ellas. Como explica el antropólogo Daniel Reff en su libro, Disease, Depopulation, and Cultural Change in Northwestern New Spain, 1518-1764 (Enfermedad, despoblación y cambio cultural en el noroeste de la Nueva España): “Los jesuitas llegaron bien preparados con un sistema de creencias para explicar por qué los indígenas se enfermaban. En esencia decían que era castigo por creer en dioses falsos y por hacer caso a los hechiceros, los principales rivales de los jesuitas. La explicación tenía peso en vista de que las epidemias prácticamente no afectaban a los jesuitas, mientras que los hechiceros sufrían como los demás indígenas". Ante el temor del “dios” que trajo esas enfermedades y muerte, los indígenas huyeron a las misiones cristianas a bautizarse en busca de protección del dios católico, supuestamente más poderoso. Así, por medio de la espada, el fusil y las enfermedades de los conquistadores, y el mito del cristianismo, sometieron a los pueblos indígenas. Tal fue el “gran don de la fe cristiana a las gentes de este continente”, que las esclavizó física y mentalmente.

4) "La fe en Dios ha animado la vida y la cultura de estos pueblos durante más de cinco siglos. Del encuentro de esa fe con las etnias originarias ha nacido la rica cultura cristiana de este continente expresada en el arte, la música, la literatura y, sobre todo, en las tradiciones religiosas y en la idiosincrasia de sus gentes, unidas por una misma historia y un mismo credo, y formando una gran sintonía en la diversidad de culturas y de lenguas". (El papa, en Brasil, 2007)

La "gran sintonía" aportada por la "cultura cristiana" (como ingrediente de la esclavitud del capitalismo) se manifiesta hoy en las favelas, en los campesinos sin tierra y en la desigualdad y opresión que marca hoy a América Latina.


5) Carlos Marx escribió con mordaz ironía: "El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, el exterminio, la esclavización y el sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: tales son los hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista". Carlos Marx, El capital, Vol. 1, Cap. 31

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Revolución #91, 10 de junio de 2007

La lucha de los chicanos y la revolución proletaria en Estados Unidos

Cuarta parte: La II Guerra Mundial y los braceros

Estamos publicando una serie de pasajes de "La lucha de los chicanos y la revolución proletaria en Estados Unidos". Este informe, de un grupo de estudio del Partido Comunista Revolucionario, EU, salió en junio del 2001. La investigación fue parte del proceso de elaborar el borrador del nuevo programa del PCR. (El Borrador del Programa y el informe completo están en línea en: http://revcom.us/s/programme_s.htm).

Publicamos la primera parte de esta serie en el número 87, la segunda parte en el 89, y la tercera en el 90. Esta parte es de "La historia y la situación actual de los chicanos".

La II Guerra Mundial

Casi 500,000 chicanos entraron al ejército durante la II Guerra Mundial. Para muchos, la experiencia rompió el aislamiento rural en que vivían, pues conocieron nuevas ideas, gente diversa y chicanos de otras regiones. Asimismo, debido a la guerra, más chicanos y mexicanos se integraron al proletariado industrial y agrícola.

Aunque muchos chicanos pelearon y murieron por los intereses del imperio yanqui, los miraban y los trataban como ciudadanos de segunda clase. Sufrieron mucha discriminación: sus hijos tenían escuelas segregadas; no los atendían en muchos restaurantes ni les permitían usar las albercas públicas o entrar al cine. En Texas, los “rinches” se dedicaban a hostigar a chicanos y mexicanos.

En 1943, turbas de marineros, animados y ayudados por la policía, atacaron a jóvenes chicanos en Los Ángeles. La prensa reaccionaria lo llamó “los disturbios Zoot Suit” (porque los jóvenes —los pachucos— vestían el “Zoot Suit”) y lanzó una ola de propaganda contra la “criminalidad del chicano”. La generación de los pachucos dio nuevos matices a la cultura chicana, especialmente en las zonas urbanas, pues no toleraban los ataques racistas y desafiaban la cultura anglosajona.

Los braceros

La guerra provocó una escasez de trabajadores del campo porque muchos de los negros, chicanos y blancos pobres que antes hacían esos trabajos entraron al ejército. Como se necesitaba una fuente de mano de obra barata, en 1942 los gobiernos de Estados Unidos y México iniciaron el Programa Bracero, que trajo una cantidad fija de trabajadores mexicanos para la cosecha con la condición de que estos regresarían a México al fin de la temporada. (No todos los braceros trabajaron en el campo; algunos fueron rieleros y otros trabajaron en las fábricas de la costa del este). Según el acuerdo entre los dos gobiernos, los braceros no tenían que prestar servicio militar en Estados Unidos, no desplazarían a trabajadores estadounidenses y tampoco los discriminarían. En realidad, tuvieron que aceptar salarios miserables y pésimas condiciones de trabajo, sin derecho a organizarse o defenderse. De 1942 a 1947, unos 220,000 braceros entraron a Estados Unidos para trabajar en el campo; el programa estuvo en vigor hasta comienzos de los años 60. (Hace poco, salió a la luz que les robaron millones de dólares a cientos de miles de braceros: les descontaron dinero del sueldo para una “cuenta de ahorros”, pero muchos no sabían nada de eso y no les devolvieron el dinero cuando los mandaron de regreso a México).

En los años 50, la Migra realizó la “Operation Wetback/Operación Mojado”. Con redadas de madrugada y cacerías por las calles, desató el terror contra inmigrantes y chicanos por igual. Convirtió las escuelas en centros de detención y terminó deportando a millones de indocumentados, residentes y ciudadanos.

En esa época, la población chicana ya era bastante grande: muchos compartían la experiencia de tener padres inmigrantes, y de nacer o crecer en Estados Unidos. Era una nueva generación; no eran los pachucos de antes, pero crecieron oyendo las experiencias de estos y les tenían respeto. Les daba mucho coraje ser rechazados, marginados y hostigados por la policía. La sociedad no valoraba a la población inmigrante y chicana que construyó el Suroeste: los rieleros, mineros, trabajadores del campo y constructores de carreteras y puentes. No le daba importancia a la historia, cultura y sociedad mexicana. En las escuelas, no enseñaban casi nada sobre la historia de los chicanos y la sociedad no valoraba sus aportes. Era como si nunca hubieran existido ni logrado nada de valor. A comienzos de los años 60, se descubrió que de algunas facultades de UCLA no se había graduado ni siquiera un chicano… ¡en Los Ángeles, con su gran población chicana!

De todo eso nació la nueva conciencia de los chicanos como nacionalidad oprimida dentro de la sociedad estadounidense, y se crearon nuevas organizaciones y una cultura de resistencia. Próximo pasaje: La lucha de los trabajadores del campo y los años 60

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


En línea en revcom.us:

“¡Organicemos acciones contra el G-8 e impulsemos la lucha popular!”

Recibimos el siguiente volante del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar (28 de mayo de 2007). Se lanzó para las protestas contra el G-8 cerca de Rostock, Alemania, durante la primera semana de junio. Entre los signatarios figuran: el Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta), el Partido Comunista Maoísta (Turquía-Norte de Kurdistán), los Comunistas Revolucionarios (Alemania), el Partido Comunista de Afganistán (Maoísta) y unos partidarios de TKP/ML (Centro Maoísta del Partido). El G-8 son los ocho países imperialistas más poderosos: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Inglaterra y Estados Unidos. Desde que surgió un potente movimiento contra la globalización durante la cumbre del G-8 en Seattle en 1999, ha habido protestas contra cada cumbre a pesar de mucha represión. Este año una amplia gama de organizaciones de todo Europa han trazado planes para una variedad de acciones políticas para denunciar y oponerse a la cumbre.

“¡Organicemos acciones contra el G-8 e impulsemos la lucha popular!”

Paremos la guerra por imperio – ¡Desarrollemos la lucha popular por la auténtica emancipación social! ¡Contra los imperialistas y la reacción que luchen o que colaboren!

¡A diario suenan más fuertes los tambores de la próxima guerra en el Medio Oriente! La máquina de guerra estadounidense prepara un ataque brutal contra Irán. Los diplomáticos estadounidenses se afanan en negociaciones confidenciales con los regímenes regionales reaccionarios y las fuerzas reaccionarias fundamentalistas islámicas a fin de sentar las bases políticas para una nueva fase de guerra en el Medio Oriente.

Bajo el pretexto del horrendo ataque antipopular del 11 de septiembre, la clase dominante estadounidense, unida en torno a su duro núcleo cristiano fascista, declaró abiertamente su meta de establecer un nuevo orden mundial. Bajo el pretexto de una “guerra contra el terrorismo”, ha comenzado una guerra ilimitada con la meta de establecer un imperio global sin rival.

La actual cruzada estadounidense en el Medio Oriente tiene un objetivo mucho más amplio, de Turquía a Indonesia, que obedece a su reestructuración global estratégica para forjar un nuevo imperio sin rival. En una palabra, apunta a una “dominio total” en el Medio Oriente.

Nadie debe pensar que pasará esta tormenta y que el péndulo volverá a la “normalidad”. Tenemos una noche larga por delante. Por eso, preparémonos y sobre todo que tengamos claridad acerca del camino de nuestra lucha contra esta guerra totalmente asesina.

En este camino de construcción de un imperio sangriento, Estados Unidos tiene la necesidad de quitar títeres, colaboradores y estructuras políticas inestables que no convienen a los nuevos requisitos políticos y económicos de su imperio. Por eso, Estados Unidos y la República Islámica de Irán están cara a cara. Pero que no se confunda acerca de la naturaleza de este régimen. Sus actuales contradicciones con Estados Unidos no pueden justificar en absoluto el encubrimiento de su carácter y crímenes reaccionarios. No se puede permitir que se lave la sangre de las manos con la sangre que Estados Unidos ha estado derramando y que derramará.

Nadie ha de olvidar la historia de la revolución iraní. Cuando en 1979 las masas de Irán se sublevaron en revolución, Estados Unidos y otras potencias imperialistas occidentales se creían muy listos apoyando a los mullahs contra el pueblo de Irán. Así empezaron su colaboración mutua. Ahogaron la revolución en sangre y mataron a un millón de personas en la guerra entre Irán e Irak que duró ocho años. El gobierno de los mullahs en Irán siempre ha estado más que dispuesto a suministrar petróleo y lubricación política para las ruedas y engranajes de la explotación imperialista en la región. Sus escaramuzas verbales con Estados Unidos y su ideología fundamentalista islámica han constituido dos velos tenues para encubrir y mistificar la verdadera naturaleza de las relaciones sociales de explotación y opresión en Irán. La República Islámica de Irán es un régimen teocrático que ha convertido a las mujeres en esclavos y en propiedad de los padres e hijos restaurando las leyes religiosas islámicas de 1,400 años de antigüedad. En 1988 este sanguinario régimen ahorcó a miles de presos políticos en dos semanas a fin de “resolver” el problema de los presos políticos. Hoy los grandes proyectos industriales de las compañías europeas de gas y petróleo en Irán y otras corporaciones multinacionales reciben la protección de los llamados Guardias Revolucionarios del Hezbolá iraní con órdenes de disparar a los obreros semi-esclavos si se rebelan. Hoy, todos los sectores de la población de Irán se están reponiendo de una gran derrota para volver a hacer la revolución de nuevo. Hay que apoyar y fortalecer su lucha revolucionaria contra la República Islámica de Irán.

Hay que usar en su contra la crisis y la confrontación que se preparan entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán: el amo y su colaborador de confianza. Hay que convertir sus pleitos en un gran boquete por el cual la iniciativa independiente histórica de las masas puede y debe brotar en el escenario histórico, rompiendo y dando marcha atrás a la reaccionaria dinámica infernal en la región. La lógica de buscar protección bajo las alas de un bando reaccionario cuandoquiera que dos de ellos entren en conflicto en pro de sus intereses antipopulares es una trampa política mortal para las masas oprimidas y hay que ponerle fin. Se puede y se debe aprovechar las dificultades de los reaccionarios para levantar ese peso de la espalda del pueblo, y no dejar que sean un pretexto u oportunidad para la victoria de unos contra otros y para volver a encadenar a las masas. Se han impuesto sobre las masas del Medio Oriente un enorme sufrimiento y destrucción. Y mucho más está en ciernes. No tienen fin los mayores crímenes del apartheid estatal de Israel contra las masas. ¡Los ocupantes estadounidenses y europeos gobiernan a Afganistán con la batuta de sus ejércitos de alta tecnología y la ley islámica sharia! Después de cuatro años de guerra destructiva y la ocupación de Irak que han dejado más de medio millón de iraquíes muertos y cuatro millones de personas en el destierro, no hay fin a la vista de esta carnicería y caos. Imponen la agenda y nosotros, el pueblo, acabamos siendo las víctimas. ¡Esto tiene que parar! Ellos construyen imperios; nosotros cavamos tumbas para nuestros seres queridos. ¡Esto tiene que parar!

Tampoco podemos ignorar o perdonar la complicidad general de los imperialistas europeos, los nuevos zares capitalistas rusos y los imperialistas japoneses, en la criminal guerra que Estados Unidos encabeza en el Medio Oriente. Estas potencias se molestan más a diario por la cruzada estadounidense por la dominación del mundo porque aspiran a su propia dominación sobre las plantaciones modernas de esclavitud asalariada en el mundo. Maniobran a la sombra de Estados Unidos y buscan la mayor porción posible de la explotación capitalista globalizada de los pueblos del mundo, pero al mismo tiempo siguen sus propios sueños imperiales en el Medio Oriente.

Hoy, las fuerzas fundamentalistas islámicas ocupan el terreno político como oponentes de la cruzada global estadounidense. Pero su objetivo es acomodarse con el sistema mundial controlado por Estados Unidos e imponer centenarias relaciones sociales opresivas sobre los pueblos del Medio Oriente. Un ejemplo contundente es la esclavitud para las mujeres. Estados Unidos usa la naturaleza reaccionaria de sus oponentes para presentar sus propias relaciones sociales e ideología igualmente reaccionarias como algo progresista, como si su cruzada global llevara libertad y desarrollo a los pueblos del Medio Oriente. Estos dos polos reaccionarios e imperialistas se refuerzan entre sí a costa de las aspiraciones revolucionarias de los pueblos y luchas por la emancipación. La polarización política e ideológica que hoy se desarrolla es peligrosa porque las fuerzas que no representan nada bueno para los pueblos imponen las condiciones de la confrontación ideológica y política, para amarrar a los pueblos a uno u otro polo. Los imperialistas estadounidenses aprovechan esta dinámica para dar la apariencia de que su cruzada por un imperio conste de violencia justificable contra “fanáticos religiosos y bárbaros quienes odian la democracia y libertad”, mientras que la propia sociedad estadounidense se mueve hacia un fascismo teocrático basado en la Biblia. Del otro lado, en los frentes ideológico y reaccionario las fuerzas islámicas buscan presentar sus sueños e intereses históricamente reaccionarios como “una guerra santa, o jihad, virtuosa” contra “los infieles ocupantes”. No podemos dejar que continúe en el mundo esta dinámica de confusión reaccionaria que se refuerza mutuamente acerca de las verdaderas relaciones de clase y sociales de opresión y explotación.

Se necesita con urgencia un poderoso movimiento de los pueblos del mundo para oponer resistencia y revertir la monopolización y la polarización del ambiente político por los reaccionarios gobiernos y fuerzas. Desde hace muchísimo tiempo la iniciativa en el escenario político de la región mesooriental ha estado en las manos de los reaccionarios.

Hoy en amplios sectores de la población hay oposición, congoja y rechazo acerca de la sangrienta cruzada estadounidense y sus oponentes reaccionarios.

Una visión verdadera y clara que representa los auténticos intereses y aspiraciones revolucionarios de los pueblos tiene que dirigir y transformar este creciente sentimiento en una fuerte fuerza política e ideológica en el terreno político. Tal movimiento político que vocea fuertemente los intereses y aspiraciones fundamentales y auténticos de los pueblos alentará y señalará cómo zafarse del cerco de los imperialistas y reaccionarios y sus planes.

Claramente, se ciernen nubarrones en el horizonte y los tiempos por venir serán peligrosos.

Las fuerzas revolucionarias más avanzadas tienen que trabajar con urgencia para unirse con todas las fuerzas progresistas para lanzar acciones independientes históricas. Para hacerlo, se requiere una visión revolucionaria previsora de transformar radicalmente la sociedad y a la vez unirse de corazón con todos aquellos quienes se oponen a los crímenes de los imperialistas y la reacción. Tal movimiento creará una situación más favorable y creará mejores condiciones para una lucha revolucionaria que apunte a rehacer el mundo para los pueblos por los pueblos: ¡luchar colectivamente por una sociedad radicalmente diferente en este planeta!

Tenemos que abrir los ojos y palpar la gravedad de la situación. Los atropellos intolerables de ayer hoy se presentan como una realidad aceptable. Ahora hablan acerca de usar bombas nucleares contra los iraníes. ¿Cómo se puede tolerar eso? Si dejamos que ocurra, ¿se detendrá ahí? Es común hoy que se hable sobre la posibilidad del fin de la civilización como resultado de una catástrofe ecológica. Pero ¡no se permite contemplar la eliminación de este orden capitalista-imperialista por medio de revoluciones populares!

Ya es hora de acabar con estos “Hausverbots” y “Denkverbots” (ideas y acciones proscritas). Sí, hay que rehacer el mundo, pero ni los Bush, Blair, Merkel, Sarkozy, Putin ni ningún pelele reaccionario del Medio Oriente podrá hacerlo. Los pueblos del mundo tienen que rehacerlo colectivamente para los pueblos del mundo.

¡Paremos la ocupación imperialista y la guerra de agresión en el Medio Oriente!

¡Impulsar las ideas, la unidad y la lucha revolucionarias!

¡Contra el imperialismo y la reacción!

¡Pueblos del Medio Oriente, uníos en lucha internacionalista contra los imperialistas y todos los gobiernos reaccionarios de la región!

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Revolución #91, 10 de junio de 2007

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor

Raymond Lotta

Parte 16: La derrota del socialismo en China y las lecciones para el futuro

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor
Raymond Lotta

• Parte 1: Introducción
• Parte 2: El comunismo y el socialismo
•  Parte 3: La revolución bolchevique estremece al mundo
• Parte 4: El experimento soviético: El poder proletario abre paso a la revolución social
• Parte 5: El experimento soviético: Se establece la primera economía socialista
• Parte 6: La II Guerra Mundial y sus secuelas
•  Parte 7: El gran avance de Mao: La revolución conquista el poder
• Parte 8: El avance de Mao: Romper con el modelo soviético
•  Parte 9: El Gran Salto Adelante
• Parte 10: La Gran Revolución Cultural Proletaria en China - No una purga fanática, sino el camino socialista contra el camino capitalista
•  Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista
• Parte 12: La Revolución Cultural en China, Una irrupción sísmica
• Parte 13: La Revolución Cultural, Lucha compleja y liberadora
• Parte 14: La Revolución Cultural, logros en educación y cultura
• Parte 15: La Revolución Cultural: Salud y economía
• Parte 16: La derrota del socialismo en China y las lecciones para el futuro
• Conclusión: La nueva visión del socialismo de Bob Avakian

Cada vez más personas se preocupan por el estado del mundo y la suerte del planeta. ¿Tiene que ser así el mundo? No; hay una alternativa mundial concreta: el socialismo y el comunismo. Pero constantemente nos remachan que el socialismo fracasó y que el capitalismo es lo máximo. Toda una generación no ha oído más que el socialismo es una pesadilla. Esa “revisión de la historia” también ha afectado a muchos intelectuales progresistas. El proyecto Pongamos las Cosas en Claro se propone convertir este ataque ideológico contra el comunismo en un debate enérgico en las universidades sobre el pasado del comunismo y el futuro del comunismo. En el 2005 y el 2006, el economista político maoísta Raymond Lotta dio una serie de conferencias por todo el país con ese fin. La conferencia “El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor” confronta las mentiras sobre el socialismo, analiza la experiencia y los logros de la revolución bolchevique de 1917 a 1956 y de la revolución china de 1949 a 1976, y plantea la nueva visión de Bob Avakian sobre el proyecto comunista. Revolución está publicando la conferencia por entregas. Salió por primera vez en Revolución a finales del 2005 y a comienzos del 2006. El website del proyecto Pongamos las Cosas en Claro es thisiscommunism.org. Esta es la parte 16.

Parte 16: La derrota del socialismo en China y las lecciones para el futuro

China ya no es socialista

China ya no es la sociedad que describí. Ya no es socialista. En 1976, Deng Xiaoping encabezó un golpe de estado que derrocó al gobierno proletario. Ganaron los seguidores del camino capitalista contra los cuales Mao había dirigido la lucha popular.

Las medidas de esta nueva clase capitalista han traído una polarización social y económica extrema. Han convertido a China en una plataforma de mano de obra barata para las corporaciones transnacionales. Sí, uno que otro chino se ha vuelto muy rico y se está formando una nueva clase media. Pero, ¿qué significa todo eso para las grandes masas del pueblo? Veamos:

Mao decía: “Servir al pueblo” y Deng Xiaoping contestó: “Enriquecerse es glorioso”.

El capitalismo se ha restaurado en China.

Avanzar a partir de la primera ola de revoluciones socialistas

La derrota de la revolución china en 1976 representa el fin de una etapa. Puso fin a la primera ola de revoluciones proletarias. La revolución bolchevique de 1917 fue la primera gran conquista del poder por el proletariado para construir una nueva sociedad. A la experiencia soviética la rebasó la revolución china, especialmente la Revolución Cultural.

Mao estaba buscando un medio y un método para prevenir que una nueva clase capitalista volviera al poder; abrió un nuevo camino para bregar con ese problema. Forjó un camino de transformación revolucionaria que es más liberadora y más coherente con los fines y los medios de la revolución comunista que el que trazó la Unión Soviética cuando era socialista (de 1917 a 1956). Sin embargo, el proletariado sufrió una derrota en China.

No existen países socialistas en el mundo de hoy. Pero aún nos encontramos en el punto de desarrollo social en el cual a la humanidad le urge dejar atrás el capitalismo.

El capitalismo no es el fin de la historia. De hecho, es el impedimento principal para llevar a la práctica el potencial de un mundo distinto.

Por eso tenemos que aprender de esta primera ola de revoluciones socialistas, y avanzar a partir de lo más positivo de las experiencias soviéticas y, especialmente, maoístas. Igualmente, tenemos que criticar todo lo que obstaculiza el avance hacia el comunismo.

Necesitamos una nueva síntesis y una nueva interpretación marxista-leninista-maoístas. Y eso es precisamente lo que está formulando Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario. Les recomiendo mucho que estudien sus obras, como "El fin de una etapa y el comienzo de una nueva etapa"; "Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo"; "Vencer las dos cuestas" y el nuevo libro Observations on Art and Culture, Science and Philosophy.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor

Raymond Lotta

Conclusión: La nueva visión del socialismo de Bob Avakian

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor
Raymond Lotta

• Parte 1: Introducción
• Parte 2: El comunismo y el socialismo
•  Parte 3: La revolución bolchevique estremece al mundo
• Parte 4: El experimento soviético: El poder proletario abre paso a la revolución social
• Parte 5: El experimento soviético: Se establece la primera economía socialista
• Parte 6: La II Guerra Mundial y sus secuelas
•  Parte 7: El gran avance de Mao: La revolución conquista el poder
• Parte 8: El avance de Mao: Romper con el modelo soviético
•  Parte 9: El Gran Salto Adelante
• Parte 10: La Gran Revolución Cultural Proletaria en China - No una purga fanática, sino el camino socialista contra el camino capitalista
•  Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista
• Parte 12: La Revolución Cultural en China, Una irrupción sísmica
• Parte 13: La Revolución Cultural, Lucha compleja y liberadora
• Parte 14: La Revolución Cultural, logros en educación y cultura
• Parte 15: La Revolución Cultural: Salud y economía
• Parte 16: La derrota del socialismo en China y las lecciones para el futuro
• Conclusión: La nueva visión del socialismo de Bob Avakian

Cada vez más personas se preocupan por el estado del mundo y la suerte del planeta. ¿Tiene que ser así el mundo? No; hay una alternativa mundial concreta: el socialismo y el comunismo. Pero constantemente nos remachan que el socialismo fracasó y que el capitalismo es lo máximo. Toda una generación no ha oído más que el socialismo es una pesadilla. Esa “revisión de la historia” también ha afectado a muchos intelectuales progresistas. El proyecto Pongamos las Cosas en Claro se propone convertir este ataque ideológico contra el comunismo en un debate enérgico en las universidades sobre el pasado del comunismo y el futuro del comunismo. En el 2005 y el 2006, el economista político maoísta Raymond Lotta dio una serie de conferencias por todo el país con ese fin. La conferencia “El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor” confronta las mentiras sobre el socialismo, analiza la experiencia y los logros de la revolución bolchevique de 1917 a 1956 y de la revolución china de 1949 a 1976, y plantea la nueva visión de Bob Avakian sobre el proyecto comunista. Revolución está publicando la conferencia por entregas. Salió por primera vez en Revolución a finales del 2005 y a comienzos del 2006. El website del proyecto Pongamos las Cosas en Claro es thisiscommunism.org. Esta es la conclusión.

Conclusión: La nueva visión del socialismo de Bob Avakian

Bob Avakian ha elaborado un nuevo modelo radical de la sociedad socialista.

La dictadura del proletariado es la forma de poder estatal y de dominación de clase que permite al proletariado y sus aliados tomar las riendas de la sociedad… transformarla… e impulsarla hacia el comunismo: una comunidad de seres humanos que se asocian libremente. Se necesita un liderazgo firme y orientado al futuro para guiar las arduas y complejas luchas para alcanzar la meta de una sociedad sin clases. Hay que defender el poder y no dejar que los capitalistas lo arrebaten de nuevo.

Pero, como indica Avakian, tiene que ser un nuevo poder que valga la pena defender. El socialismo tiene que ser un espacio efervescente y vibrante en el cual el pueblo quiera vivir… y que abra el camino al comunismo. Avakian ha bregado con distintos aspectos de este reto y, al hacerlo, ha ampliado los horizontes del marxismo. Permítanme plantear unos puntos de sus ideas sobre la efervescencia intelectual y el disentimiento en la sociedad socialista.

La importancia de la efervescencia intelectual

El socialismo desencadena a las masas a manejar la sociedad y transformarla hacia la meta del comunismo. Es una sociedad que quiere y necesita unir y dirigir a amplios sectores sociales a sumarse a la meta de crear un nuevo mundo. Por eso, Avakian ha hecho hincapié en la importancia de las esferas intelectuales, artísticas y científicas, y en el papel que puede jugar el intelectual en la sociedad socialista.

El intelectual y la efervescencia intelectual pueden contribuir al dinamismo y el espíritu crítico que deben caracterizar la sociedad socialista. Un aspecto sumamente positivo de la vida intelectual es la tendencia a observar con nuevos ojos y desde nuevos ángulos, a desafiar el statu quo y el pensamiento rígido; y eso es algo que el socialismo necesita fomentar mucho más. La efervescencia intelectual y científica es imprescindible para la búsqueda de la verdad, para conocer el mundo más profundamente y poder transformarlo más a fondo.

Históricamente, a los de abajo se les ha excluido de la esfera del “trabajo con las ideas”. La sociedad burguesa crea espacios apartados y restringidos donde una minoría puede explorar ideas, mientras la gran mayoría de la humanidad vive explotada y sin oportunidad de participar en la actividad intelectual. La sociedad socialista tiene que transformar esta situación; tiene que ponerle fin a la explotación y permitir a las masas populares trabajar con las ideas, abordar todos los temas y participar de lleno en la sociedad. La Revolución Cultural fue un gran avance en esa dirección.

Por otra parte, Avakian ha indicado que la sociedad socialista tiene que ofrecer oportunidades y espacios a los intelectuales, artistas y científicos. El objetivo no es mantener y reproducir las relaciones de torre del marfil que existen en el capitalismo. Pero tampoco hay que sofocar y limitar a los intelectuales; hay que unirse con ellos y dirigirlos.

Hay que reconocer que esto ha sido un problema en las sociedades socialistas hasta la fecha. Ha existido la tendencia a no dar mucha importancia a la actividad intelectual que no sirva directamente al programa del gobierno socialista en un momento dado o no esté ligada a él; o incluso se le considera un estorbo.

En el proceso de analizar este problema y criticar los puntos débiles, Avakian ha examinado la experiencia de la revolución proletaria en las esferas intelectuales y científicas.

Lecciones del asunto Lysenko

Veamos el famoso asunto Lysenko. Lysenko era un agrónomo soviético de origen proletario que en los años 30 abogó por la teoría de que las características adquiridas se pueden heredar, algo incompatible con la biología y la genética modernas. Sin embargo, era una teoría tentadora porque prometía aumentar rápidamente la producción de granos. Como enfaticé cuando abordé la experiencia soviética, urgía solucionar los problemas económicos.

Stalin apoyó a Lysenko y promovió sus ideas. Muchos de los científicos que criticaban a Lysenko eran de la vieja guardia del mundo académico; unos eran reaccionarios políticos; y sus críticas se suprimieron. El problema es que en lo que concierne a la ciencia tenían razón ellos, y no Lysenko.

Para Avakian, ese asunto concentra un problema del movimiento comunista internacional. Muchas veces se cree que solo los marxistas poseen la verdad, y se consideran sospechosas o se rechazan de antemano las ideas intelectuales o científicas de una persona reaccionaria.

Sin embargo, este no es el enfoque marxista de la verdad. La verdad es la verdad, sin importar quién la diga. Los reaccionarios pueden poseer una verdad parcial. Ser de origen proletario o estar comprometido con el marxismo y el cambio revolucionario no da ninguna garantía de poseer la verdad. Una teoría se tiene que evaluar con criterios científicos.

Es necesario introducir y aplicar el marxismo creativamente en las diferentes esferas de investigación, porque es el reflejo más sistemático y científico de la realidad material con todo su dinamismo y constante cambio. El marxismo permite sintetizar distintas ideas y visiones de la manera más vigorosa y sustancial, y de modo que corresponda a los intereses populares de transformar el mundo. Sin embargo, el marxismo no reemplaza la investigación de los rasgos peculiares de las distintas esferas del conocimiento y la práctica científica. Los marxistas no siempre tienen razón; con frecuencia otros poseen la verdad.

Por eso, es de gran importancia en una sociedad socialista impulsar una dinámica en la cual se lucha por la verdad, en toda su complejidad y su dinamismo, y en la cual el marxismo se promueve y se aplica creativamente. Tenemos que seguir la verdad hasta donde nos lleve. Es clave para lograr el comunismo.

El disentimiento y los derechos populares

En su nueva visión del socialismo, Bob Avakian ha subrayado el papel del disentimiento en la sociedad socialista; no solo hay que permitirlo sino fomentarlo enérgicamente, incluso cuando se trata de oposición al gobierno.

Esto es algo bastante nuevo para los comunistas. ¿Por qué es tan importante el disentimiento? Porque revela los defectos y problemas de la nueva sociedad… porque fomenta el espíritu crítico que debe imbuir a la sociedad e impulsar la búsqueda de la verdad… y porque puede contribuir a las luchas para transformar más a fondo la sociedad. No llegaremos al comunismo sin eso.

Este es un aspecto de la democracia bajo la dictadura del proletariado. No se puede permitir que unos se organicen para derrocar el sistema, pero tampoco se puede crear una situación en la cual no se critica el gobierno por miedo a la represión, como ocurrió en la Unión Soviética de Stalin. Tiene que haber libertad de expresar desacuerdo con las autoridades, y la sociedad socialista debe ofrecer los recursos y los medios para hacerlo.

La sociedad socialista se organiza para alcanzar la meta de abolir todas las clases y diferencias de clase, superar todos los sistemas y relaciones de explotación; superar toda institución y relación social opresiva, como la opresión de la mujer; y permitir al pueblo deshacerse de todas las ideas y los valores opresivos que lo esclavizan.

Esta meta se inscribirá en la Constitución de la sociedad socialista, que asimismo institucionalizará el derecho de la enorme mayoría de la sociedad a expresarse, disentir, hacer huelga, protestar, etc. Pero la vieja clase dominante, sus representantes y agentes políticos no tendrán esos derechos. Igualmente, los que busquen derrocar el sistema socialista perderán sus derechos, o se les restringirán de acuerdo a sus crímenes en la vieja sociedad o en la nueva sociedad socialista.

La sociedad socialista no tomará estas medidas arbitrariamente; las abordará y decidirá por medio de reglamentos y procesos establecidos por la Constitución. No reprimirá las ideas políticas o ideológicas reaccionarias, inclusive las que se oponen al sistema socialista y las medidas del gobierno, a menos que representen directamente intentos de organizarse para derrocar el sistema socialista.

Avakian ha escrito que conviene dejar incluso a reaccionarios publicar libros y expresarse en la sociedad socialista. Eso contribuiría al proceso en el cual las masas populares llegan a conocer el mundo más profundamente y aprenden a distinguir más a fondo lo que concuerda o no concuerda con la realidad, y lo que concuerda o no con sus intereses fundamentales de abolir la explotación, la opresión y las desigualdades sociales. Es una manera importante de que las masas participen en el manejo de la sociedad y en la transformación de esa sociedad y el mundo entero hacia la meta del comunismo.

El reto ante nosotros

Avakian compendia este modelo de la sociedad socialista en lo que llama “núcleo sólido con mucha elasticidad”. Hay que aferrarse al poder y hay que impulsar la sociedad hacia el comunismo, no de regreso al capitalismo: esto es el núcleo sólido. Asimismo, dentro del marco de una sociedad que está superando toda forma de explotación, opresión y desigualdad, se necesita elasticidad: gran debate, efervescencia, experimentación, agitación y exploración en direcciones diversas y creativas.

Bob Avakian ha examinado la experiencia de la revolución socialista con este enfoque crítico y dialéctico, desde la perspectiva de cómo la humanidad puede llegar al comunismo. Su obra es extensa y se la recomiendo. Creo que se sorprenderán, que los estimulará y los inspirará.

En resumen, comencé hablando de la urgencia del momento actual en la historia mundial. ¿Está condenada la humanidad a permanecer bajo el cruel orden actual? ¿O es posible otro mundo, un mundo radicalmente distinto y mejor? Sí lo es. ¿Y qué tiene que ver con eso la experiencia de la revolución socialista durante los últimos 100 años? Todo. Esa primera ola de la revolución representa un principio, un principio histórico. Alcanzó grandes logros. Pero tenemos que lograr más. Tenemos que ir más allá y rebasarla.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Informe de nuestra corresponsal en Coachella

Sunsara Taylor

Zambullirse en música en vivo tres días seguidos es algo singular. Tiene un efecto diferente de ir a un solo concierto o a varios en una semana. El ritmo y el tempo son diferentes en este ambiente; se aprecian de una manera diferente las representaciones en vivo y la comunidad que se forja entre el público y las bandas.

Al comienzo de mayo, unas 60,000 personas asistieron cada uno de los tres días al festival de música de Coachella, donde más de 120 conjuntos tocaron en el desierto, a dos horas de Los Ángeles. Docenas de miles de aficionados acamparon en los lugares designados. El festival fue un ruidoso jaleo de música sin parar.

Fue una amplia gama de conjuntos: pop alternativo, fenómenos como los Red Hot Chili Peppers y Roots, MUCHO rock y música internacional (como Manu Chao, de España/Francia, y Konono No.1, de Kinshasa, Congo/Zaire), música country-folclórica alternativa y hip hop. ¡Pero lo principal fue la reunión del conjunto RAGE AGAINST THE MACHINE!

Vi a varias personas con playeras contra la religión. Un chavo punk tenía una que decía: “Señor, protégeme de tus seguidores”. Había muchas playeras de Rage. La mayoría eran jóvenes blancos, con unos pocos negros y unos asiáticos y chicanos. El último día fueron más chicanos y mexicanos, y varias personas viajaron de ciudad de México para ver la reunión de Rage.

Se sentía un espíritu de rechazo a lo que pasa en el mundo y a la cultura dominante: la guerra, el presidente, la tortura y todo lo demás. Fue algo que se sentía de comienzo a fin.

El aspecto principal fue el espíritu de rebelión, pero con pocas excepciones esto no se extendió a la actitud sofocante sobre la opresión de la mujer. No era una burda objetivación de la mujer… pero para forjar una cultura nueva y liberadora, un elemento central será hacer añicos la noción de que a la mujer la define su sexualidad y desencadenar la furia de la mujer.

Al final de la primera noche, hablé con una amiga sobre lo que falta en la cultura hoy. Hay una clase de música muy popular que es interesante y alegre al nivel musical, pero que es tan auutocentrada que parece que el mundo le vale un carajo y es muy misógina. Así que eso subrayó lo importante que fueron la rebeldía y oposición que expresaron la música y muchos de los músicos, especialmente los más reconocidos, en Coachella.

La música

Muchos sobresalieron y no pude ver a todos. El grupo The Roots hizo una interpretación magnífica de “Masters of War" (Amos de la guerra). Manu Chao dijo algo así: “Me entristece tener que dedicar esta canción hoy, como todas las noches, al mayor terrorista del planeta, el presidente de Estados Unidos, George Bush… ¡No se puede combatir el terrorismo con terrorismo! No se puede combatir el terrorismo con Guantánamo…”. No recuerdo exactamente las palabras, pero la multitud brincó, coreó y bailó hasta que terminó.

Tom Morello, en el papel de Nightwatchman, pidió que Boots de The Coup y Perry Ferrell (antes de Jane’s Addiction y ahora de Satellite Party) lo acompañaran en la plataforma. Perry dijo que le encantaba estar con otros revolucionarios y los tres interpretaron una hermosa versión de “This Land is Your Land” (Esta es tu tierra), con todas las estrofas que muchas veces no se oyen. The Coup cantó con el respaldo de un conjunto muy funk que recibió muchos aplausos y mucha gente los acompañó cantando toda la letra rebelde.

Otro conjunto que para mí sobresalió fue Arcade Fire. Un músico me dijo que dos de sus canciones son sublimes en el rock. Su nuevo éxito "Neon Bible" (Biblia de neón) habla mucho sobre la situación actual, especialmente sobre el matrimonio de la iglesia y el estado, la vigilancia y la represión. Un estribillo dice: “No quiero luchar en tu guerra sagrada”.

¡Rage Against the Machine!

Pensé que estaba lista para esto y lo estaba ESPERANDO, pero no hay nada como la experiencia viva, y carajo, ¡me olvidé lo radical que es esta banda! No les dan un respiro a este sistema, este país o su historia y realidad actual. Pero no es solo que denuncia a este país; además, como nadie más, les dan a sus aficionados una identidad. Después de siete años sin ellos, debe ser que no los recuerdo muy bien (y que la situación ha empeorado radicalmente), pero me pareció que estaban abriendo el mundo. Me hizo más claro lo asfixiante que ha sido la cultura durante los últimos siete años sin ellos, y cuánta gente (toda una generación) ha crecido sin ellos.

Oír a 50,000 chavos “comunes y corrientes” gritar y bailar al son de la letra de “Sleep Now in the Fire”: “…la Niña, la Pinta y la Santa María, la soga y el violador, el capataz, el agente naranja y los curas de Hiroshima…”, me hizo sentir que los que quieren una población dócil tendrán grandes problemas y que hay grandes esperanzas de que la nueva generación se forje como luchadores. Es un conjunto que va al chile, y por eso lo quiero tanto. Además, es magnífico. Morello estaba más vivo que nunca y Zack oscilaba entre una calma intensa y una letra que estallaba como las salvas de una batalla. A veces se callaba (sin siquiera estirar el micrófono), con plena confianza de que el público continuaría la canción sin perderse una palabra.

Un grupo de chavos escaló los altoparlantes (a varios metros de altura) y empezó a bailar ahí mismo. Seguro se sentían en la cima del universo rebelde.

Más o menos a la mitad del set de Rage, unas 10 personas estábamos bailando y brincando en una mesa. Temía que iba a ceder bajo el peso, pero no me podía bajar: el espectáculo y la enorme multitud eran impresionantes. Un joven chicano volteó y me dijo: “Si me muero hoy, me voy satisfecho”. Todo el programa fue así: una experiencia que probablemente nadie pensaba igualar en la vida. En este momento tan peligroso y oscuro para la humanidad, que estos tipos hayan tomado el escenario y anclado un sentimiento que ha crecido debajo de la superficie para tantos, aunque muchos no lo reconocen, era electrizante e histórico.

Mientras escuchaba se me ocurrió lo perfecto que esto captaba este momento de la historia humana: la nueva Roma globalizada y de alta tecnología que da golpes a diestra y siniestra, y amenaza mayor gravedad a la humanidad… pero se pudre desde adentro y la fuerza musical más ruidosa y roquera del planeta le da duro. ¿Cuál ganará? Todavía no se ha determinado, pero el impacto que tendrá la reunificación de Rage definitivamente es favorable para la humanidad.

En cierto momento Zack empezó a corear “levántense”. Siempre en los reventones de Rage llega el momento cuando la multitud empieza a corear “Al carajo, no haré lo que me mandas”, pero esta vez el coro de “levántense” lo superó. Una y otra vez gritaban: “¡levántense!”. Me da escalofríos pensar en eso. Repito, se me olvidó lo radical que es esta banda. Rage le dio al público una identidad, lo empuja a hacer algo, y hace una acusación incondicional y gran música roquera y rap. Pero para mí lo que todavía falta es una visión de otro mundo y de cómo la humanidad puede forjar relaciones diferentes.

Al final, todos los músicos se pararon juntos hombro a hombro. Zack juntó las manos y le agradeció al público. Parecía que estaban sonriendo y por un par de minutos, que es bastante tiempo para un concierto, se quedaron parados hombro a hombro, unidos y absortos en la energía de la multitud y presentándose a ella.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007


Reseña de libro

Blackwater: El ascenso del ejército paramilitar más poderoso del mundo

Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army
Jeremy Scahill
Nation Books (452 páginas)
$26.95

“El argumento secundario de las guerras posteriores al 11 de septiembre de 2001 que casi se pasa por alto es la escala sin precedente de la privatización y la contratación (outsourcing)”, escribió el autor Jeremy Scahill en The Nation. “Desde el momento que comenzó la concentración de tropas estadounidenses para la invasión de Irak, el Pentágono integró a los contratistas privados con las operaciones. Aún cuando el gobierno aparentó públicamente que buscaba soluciones diplomáticas, Halliburton ya hacía preparativos para una operación masiva. Cuando los tanques estadounidenses entraron a Bagdad en marzo de 2003, los acompañó el ejército de contratistas privados más grande de los tiempos modernos. Al terminarse el mandato de Donald Rumsfeld a fines de 2006, se calcula que había más de 100,000 contratistas privados en Irak, lo que representa una proporción de casi uno a uno con los soldados estadounidenses en servicio activo”. (“Bush’s Shadow Army”, The Nation, 2 de abril de 2007)

En su nuevo libro, Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army, Jeremy Scahill detalla el crecimiento explosivo de Blackwater, USA, una compañía paramilitar privada y clandestina con sede en Carolina del Norte: “En menos de una década ha crecido del pantano de Carolina del Norte para convertirse en una especie de guardia pretoriana para la guerra global contra el terror del gobierno de Bush”.

Scahill escribe que Blackwater tiene más de 2,300 soldados desplegados en nueve países y una base de datos de 21,000 tropas de las fuerzas especiales y policías retirados a los cuales puede desplegar de un momento a otro. Posee más de 20 aviones y helicópteros blindados. Su cuartel general de casi 3,000 hectáreas es el mayor complejo militar privado del mundo. Cada año entrenan a docenas de miles de agentes de policía de Estados Unidos y otros países. Actualmente está construyendo nuevos complejos en California e Illinois, y un centro de entrenamiento selvático en Filipinas. Blackwater goza de contratos con el gobierno federal que valen más de $500 millones, sin mencionar las operaciones clandestinas de las agencias de inteligencia estadounidenses o contratos con corporaciones privadas o gobiernos extranjeros.

“Blackwater es un ejército privado”, escribe Scahill, “y lo controla un solo individuo: Erik Prince, un multimillonario derechista radical que ha financiado no solo las campañas del presidente Bush sino el programa general de la derecha cristiana”.

El padre de Eric Prince, Edgar, jugó un papel importante en la creación y el financiamiento de muchos movimientos cristianos derechistas, como el Family Research Council de James Dobson. Scahill dice: “Erik Prince ha estado en las primeras filas del esfuerzo derechista de unir a los católicos conservadores, evangélicos y neoconservadores en una guerra santa teocrática-conservadora común, en la cual Blackwater serviría como un ala armada del movimiento. Prince dice: ‘Todo mundo está armado, igualito como cuando el profeta Jeremías reconstruyó el templo en Israel, con una espada en una mano y una palita en la otra'”.

El libro describe el clima político de lo que Scahill nombra el “movimiento teocrático” a mediados de la década pasada, cuando se fundó Blackwater. Muchos derechistas cristianos tildaban de ilegítimo al gobierno del recién elegido presidente Clinton. La revista First Things, que Scahill califica como “el órgano principal del movimiento teocrático”, publicó una edición especial titulada “El fin de la democracia” en la cual predijo una guerra civil o una insurrección cristiana contra el gobierno. Charles Colson, amigo íntimo de Erik Prince y conspirador de Watergate convertido en fascista cristiano, escribió en la edición: “Una confrontación entre la iglesia y el estado es inevitable. No sería lo que los cristianos anhelan, pero deben estar preparados para ella”.

Blackwater y Faluya

Inmediatamente después del 11 de septiembre, Blackwater consiguió un contrato de $5.4 millones para proveer 20 guardias de seguridad para la base de la CIA en Kabul. Lo que realmente cambiaría su suerte fue el contrato de $27 millones para proveer seguridad para Paul Bremer, en ese entonces encargado de la ocupación estadounidense de Irak. A Bremer, el oficial estadounidense de más alto rango en Irak y el vocero de la ocupación, no lo protegerían las fuerzas gubernamentales estadounidenses ni iraquíes sino Blackwater. Scahill dice que los soldados que Blackwater mandó a proteger a Bremer “encarnaron a la perfección la imagen del ‘yanqui creído’. Musculosos como culturistas, usaban gafas negras de una sola pieza; muchos tenían barbita de chivo y vestían uniforme caqui con chaleco de cartuchos o playera de Blackwater con su marca (las garras de un oso en el hilo del retículo), las mangas dobladas… Tenían el pelo corto y usaban un auricular de seguridad y metralletas ligeras. Mandaban agresivamente a los periodistas, sacaban carros iraquíes de la carretera a empujones o echaban balazos al carro que se le atravesara a su convoy”. (p. 71)

Blackwater llamó la atención pública por primera vez el 31 de marzo de 2004, cuando cuatro de sus soldados privados en Irak murieron en una emboscada en Faluya. Los lugareños arrastraron los cuerpos por las calles, los quemaron y colgaron a dos del puente del río Éufrates.

La prensa retrató ese incidente como una embestida irracional de una turba iraquí contra “contratistas” (no paramilitares armados) que cooperaban en la reconstrucción de Irak. El titular del Chicago Tribune proclamó “Turba iraquí mutila a cuatro civiles americanos”. Scahill ilumina la situación en Faluya antes del ataque contra los soldados de Blackwater. Durante la guerra del Golfo de 1991, Faluya fue el lugar de una masacre en gran escala cuando una bomba “de precisión” cayó en una zona de densa población, destruyó un mercado y un multifamiliar y mató a más de 130 civiles. En 2003, al ocupar la ciudad, las tropas estadounidenses abrieron fuego sobre una manifestación no armada, y dejó un saldo de 13 muertos y 75 heridos.

Con el pretexto del ataque, lanzaron un asalto masivo contra toda la ciudad de Faluya como castigo colectivo horroroso. Miles de tropas estadounidenses la invadieron, aventaron bombas de 1000 y 2000 libras y cerraron los hospitales para no atender a los heridos. Más de 800 personas murieron en el ataque y docenas de miles huyeron. Un reportero de Al Jazeera escribió: “Fui al hospital. No veía nada más que un mar de cadáveres de niños y mujeres, la mayoría niños… Eran escenas imposibles de creer o imaginar. Tomaba fotos, me obligaba a tomarlas al mismo tiempo que lloraba”.

Los soldados de Titan y CAGI (dos otros grupos paramilitares) participaron en la tortura de presos en Abu Ghraib. Según la demanda que entabló el Centro pro Derechos Constitucionales, Titan y CAGI conspiraron con oficiales estadounidenses de alto rango para “humillar, torturar y abusar a personas” con el fin de conseguir más contratos para sus “servicios de interrogación”. (p. 157)

No se ha procesado a ningún contratista militar estadounidense por delitos cometidos en Irak. En realidad obran en un tipo de hoyo negro judicial donde son, al parecer, inmunes. Uno de los últimos actos oficiales de Paul Bremer antes de salir de Irak fue firmar la Orden #17, que declara que “los contratistas serán inmunes a los procesos judiciales iraquíes con respecto a las acciones que desempeñan en conformidad con los términos y condiciones de cualquier contrato o subcontrato”.

Es más, hasta muy recientemente, los contratistas estaban inmunes a las acusaciones bajo la ley militar que rige a las tropas estadounidenses. Al mismo tiempo, Blackwater dice que es inmune a las demandas civiles en los tribunales estadounidenses, porque es parte de la “fuerza total” en Irak. En otras palabras, los paramilitares privados en Irak están textualmente encima de las leyes.

A finales del año pasado, el Congreso modificó una propuesta de presupuesto del Departamento de Defensa y declaró que las fuerzas militares ya pueden acusar a los contratistas en tribunales militares. Hasta la fecha no se ha acusado a ninguno. Si acusan a uno de sus paramilitares en un tribunal militar, es probable que Blackwater rechace el derecho de las fuerzas armadas de acusarlo.

Azerbaiyán, Nueva Orleáns y la frontera

El libro de Scahill está repleto de denuncias del papel que está jugando Blackwater alrededor del mundo.

Azerbaiyán: En 2004 el gobierno contrató a Blackwater para entrenar una fuerza azeri de élite al estilo de los SEALS de la Marina estadounidense. “Son comunes la tortura, el abuso policial y el uso excesivo de fuerza por las fuerzas de seguridad en Azerbaiyán", según un informe de Human Rights Watch citado en el libro. Scahill explica que el gobierno de Bush quería construir un oleoducto en ese país para tener acceso a las abundantes reservas de petróleo en el mar Caspio sin tener que pasar por Irán o Rusia. También quería utilizar el país como base de vanguardia para posibles operaciones contra Irán, que colinda con Azerbaiyán.

Honduras : En una base militar que la CIA usaba durante los años 80 para entrenar a la contra nicaragüense y el tristemente famoso escuadrón de la muerte Batallón 316, una compañía privada estadounidense recién entrenó a soldados hondureños para servir como paramilitares en Irak. Scahill informa que dijeron a los entrenados: “Donde vamos a ir, todo mundo será el enemigo y lo tendremos que verlos así, porque quieren matar a nosotros y también a los gringos. Por eso tenemos que tratarlos sin piedad cuando nos toca matar, aunque fuera a un niño”.

Chile : Blackwater tiene a sueldo a fuerzas paramilitares de dictaduras militares brutales. Ha entrenado y desplegado en Irak a casi 1,000 chilenos, muchos de los cuales prestaron servicio a la dictadura militar de Augusto Pinochet. Otros reclutas son de las fuerzas militares de los tiempos del apartheid en Sudáfrica.

Nueva Orleáns : El Departamento de Seguridad de la Patria mandó a 150 tropas de Blackwater en equipo de batalla y con armas automáticas a Nueva Orleáns. Scahill dice: “Lo que se necesitaba desesperadamente [en Nueva Orleáns] fue comida, agua y alojamiento. En cambio lo que mandaron con más prisa fueron armas, muchas armas”. Cita a un soldado de Blackwater: “La única diferencia entre este lugar [Nueva Orleáns] e Irak es que aquí no hay bombas en la calle”.

La frontera : Blackwater ha montado una campaña y ha dado testimonio en audiencias del Congreso para que sus tropas se desplieguen en la frontera de Estados Unidos y México.

El ascenso de Blackwater y el aumento del uso de fuerzas paramilitares plantean muchos interrogantes importantes. En un período de crisis político, ¿se podría utilizar un ejército privado como este como parte de un golpe militar? Mandar tropas mercenarias a muchas partes del mundo, ¿permitiría al imperio estadounidense librar una guerra global imperialista para la hegemonía sin el servicio militar obligatorio? ¿Se sentiría dicho ejército aún menos obligado a respetar las leyes internacionales que prohíben la tortura y atacar a civiles, y protegería al gobierno de acusaciones por crímenes de guerra? Recomendamos al lector que quisiera informarse más que lea este libro importante.

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Revolución #91, 10 de junio de 2007

Protesta durante graduación:

Universitarios de Massachusetts repudian a asesor de Bush

El 25 de mayo cientos de estudiantes de último año de la Universidad de Massachusetts en Amherst y profesores impidieron que la universidad honrara al criminal de guerra Andrew Card, que fue un importante asesor de Bush. Lo abuchearon durante la graduación e impidieron que le entregaran un título honoris causa. Card dirigió el Grupo de Irak de Casa Blanca durante los preparativos para la guerra y fue en gran parte responsable por desarrollar y propagar las mentiras sobre las armas de destrucción masiva que justificaron la invasión y ocupación.

El día de la ceremonia, cuando la atención de la comunidad universitaria se centra en ellos, los estudiantes sacaron mantas enormes que decían: "Criminal de guerra" y “Honre a los estudiantes, Des-Cárd-elo”, cuando Card subió a la plataforma. Los abucheos ahogaron las palabras del rector y obligaron a Card a regresar a su silla sin decir nada. Afuera, un estudiante en la toga de graduación le dijo a New England Cable News: “Invitaron a un hombre que mintió al país para que se lanzara a una guerra ilegal e innecesaria”. (El website Youtube.com tiene video de la protesta; buscar las palabras "UMass" y "Card").

Cuando los estudiantes se enteraron de la invitación a Card, circularon una petición y recolectaron 1,000 firmas. En mayo organizaron una protesta de 300 a 400 estudiantes para no darle el título honorífico. Marcharon al centro administrativo, hicieron un plantón y corearon “Andrew Card, al carajo” al ritmo de tambores y palmadas de entusiasmo.

En una carta abierta al rector publicada el 14 de mayo en el periódico universitario The Massachusetts Daily Collegian, el organizador Jeff Napolitano dijo: “Ni yo, ni la mayoría de los estudiantes, trabajadores y profesores horrorizados por esa invitación creemos que darle un título honoris causa al brazo derecho de George W. Bush no sea una acción política. Card fue uno de los principales asesores de Bush y uno de los principales actores del Grupo de Irak; le vendió la invasión y la guerra de Irak a la ciudadanía y se metió implícitamente en la manipulación de las pruebas. Como la persona que controlaba el acceso al presidente, también tiene culpa de la negligencia criminal de la respuesta al huracán Katrina y de los informes de las agencias de inteligencia antes del 11 de septiembre de 2001.

“No nos importa si se le puede agradecer al Sr. Card por la asignación de fondos a algún proyecto de la Universidad de Massachusetts; no nos importa si mañana fuera a sacar de su propia cuenta bancaria mil millones de dólares para dar a la universidad. Una donación a esta universidad carente de fondos no le lavará de las manos la sangre de cientos de miles (y tal vez millones) de personas…”.

Es importante denunciar a los responsables de los crímenes de guerra y de lesa humanidad dondequiera que vayan, y que los estudiantes de todas partes rechacen las mentiras del gobierno de Bush y de la guerra de Irak.

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