Contra las calumnias

Revolución #028, 26 de deciembre de 2005, posted at revcom.us

El pasado lunes, David Horowitz y Bill O’Reilly, en el programa de TV de este último, lanzaron una serie de calumnias y acusaciones descalabradas y sin fundamento contra el Partido Comunista Revolucionario.

Otros han comentado que es irónico que O’Reilly (quien exhortó a los medios a no aceptar desplegados pagados de la Convocatoria a manifestaciones en enero para que Bush se largue) y Horowitz (quien ha librado una campaña de intimidación sistemática y bien financiada para hacer despedir a los profesores universitarios radicales o liberales por sus posiciones políticas) nos lancen acusaciones de sofocar la libertad de expresión. Basta decir que las acusaciones de Horowitz tienen tanta credibilidad como la defensa de O’Reilly de la "legalidad" de la invasión de Irak.

Pero sus invenciones y tergiversaciones de las acciones y creencias del PCR no son irónicas. Todo lo contrario: son un intento bajo y calculado de romper la unidad de la iniciativa El Mundo No Puede Esperar, así como de preparar el terreno para reprimir y proscribir al partido. Ese es otro ejemplo (como otros también han comentado) de lo correcto que es recalcar el rumbo fascista de este país, y lo urgente que es unirnos y cambiarlo sacando corriendo al gobierno de Bush.

Seamos claros: el PCR cree que en este momento, en Estados Unidos y por todo el mundo, urge forjar una gran resistencia y oposición política a lo que está haciendo el sistema del imperialismo estadounidense: a los muchos crímenes que está cometiendo y al terror sin paralelo que está desatando. Esto tiene muchas dimensiones, y para nosotros lo principal ahora mismo es unirnos con otros para atraer a millones de personas a la campaña para sacar corriendo al gobierno de Bush, que es el principal representante del imperialismo estadounidense hoy y que está aumentando cualitativamente esos crímenes. Específicamente, endosamos e impulsamos la Convocatoria a celebrar grandes manifestaciones políticas la noche del Informe presidencial de Bush para que se largue… o sea, la Convocatoria que tanto encoleriza a O’Reilly, Horowitz, Buckley y otros. Para hacerlo, nos hemos aunado con muchas fuerzas, de una variedad de ideologías y puntos de vista, unidos por la Convocatoria y su demanda central.

En cuanto a la acusación de que el Partido Comunista Revolucionario "se opone a la guerra contra el terror", no hay tal "guerra contra el terror". Lo que hay es una guerra imperialista, como lo demuestran las mentiras con que justificaron la ilegal, inmoral y totalmente injusta invasión de Irak. Y a esto se deben oponer --y se oponen-- muchos millones de personas.

La revolución que representamos, una revolución comunista auténticamente emancipadora, es una lucha de millones y millones de personas resueltas a hacer un cambio radical en la sociedad y el mundo. La meta de la revolución comunista es tumbar los grotescos y horrorosos sistemas y relaciones que causan tanto sufrimiento incalculable e innecesario a miles de millones de personas por todo el planeta. La naturaleza y la meta de esa revolución es la lucha consciente y resuelta de millones (y a fin de cuentas miles de millones) para crear un mundo sin explotación, opresión ni desigualdades sociales. Es algo serio y hay que abordarlo con seriedad: con ciencia, compromiso y madurez.

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