Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar

La controversia de los cartones antiislámicos: Nada que ver con la "libertad de expresión"

Revolución #035, 19 de febrero de 2006, posted at revcom.us

El siguiente texto es parte de un artículo del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar:

6 de febrero de 2006. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. En septiembre del año pasado el director de Jyllands-Posten,un periódico danés de derecha, encargó a caricaturistas que dibujaran al profeta Mahoma y publicó 12 de esas ilustraciones. Según explicó en entrevistas, lo hizo con la intención expresa de ofender a los musulmanes practicantes, muchos de los cuales creen que no se deben representar gráficamente los rostros de quienes ellos consideran profetas. Algunas de estas caricaturas insultan deliberadamente al islam como religión y a quienes creen en él. Las caricaturas representan a los seguidores del islam como una banda de sanguinarios pone bombas bárbaros y locos. En conjunto humillan y degradan a gran parte de la población mundial.

En el mes de enero, una revista noruega cristiana avivó la controversia al reimprimir las caricaturas. Desde entonces, periódicos de Francia y Alemania, entre otros países, han hecho lo mismo. Todo en nombre de la "libertad de prensa".

Pero esta controversia no tiene nada que ver con la "libertad de prensa".

Probablemente no es coincidencia que el ojo del huracán esté en Dinamarca, país con uno de los gobiernos europeos más antiinmigrantes (a pesar de que Dinamarca tiene el menor porcentaje de inmigrantes de Europa Occidental) y con ejércitos en Irak y Afganistán.

Se argumenta que las publicaciones de estas caricaturas deberían verse con "tolerancia". Pero todo este asunto es una demostración de la intolerancia oficialmente respaldada contra "los otros" --los que no son como "nosotros"--, contra gente empujada a dejar sus tierras debido a las condiciones impuestas por países imperialistas como Francia, Alemania, Dinamarca y Estados Unidos en la delantera, y cuya labor ha contribuido en gran medida a que estos países se enriquezcan.

Nos dicen que la publicación de estas caricaturas debe respaldarse en nombre de los ideales de la Ilustración. Sin embargo, el ascenso de la razón y la ciencia durante ese período estuvieron acompañados de la depredación y esclavización de gran parte de la población mundial en nombre de esos valores. ¿No es esta hipocresía lo que aún está sucediendo hoy en el mundo, cuando Occidente, con los Estados Unidos de George W. Bush a la cabeza, está librando su propia guerra santa cada vez con más intensidad?

Todos los discursos beatos acerca de los valores seculares europeos actuales son igualmente hipócritas. La constitución danesa hace del luteranismo la religión oficial y establece que el gobierno debe proteger, apoyar financieramente y administrar la Iglesia Evangélica Luterana. De hecho, el cristianismo es la religión oficial en Francia y Alemania, aunque no lo sea en términos legales, y ni hablar de Estados Unidos, donde muchos de los principales seguidores de George W. Bush (y el mismo presidente) creen que él fue elegido por dios para ser presidente.

Es verdad, también, que la respuesta contra esas caricaturas ha sido manipulada con fines reaccionarios. El gobierno de Egipto, sucursal totalmente estadounidense, tomó deliberadamente la delantera en contra de estas caricaturas en un esfuerzo por moverle el tapete a la oposición islámica. Los ataques a las embajadas en el Líbano y Siria están muy entrelazados con la lucha por el poder de varias fuerzas reaccionarias en esos países.

Es probable que la oposición del gobierno de Siria (que Estados Unidos busca sacar) haya estado más metida en los ataques que el gobierno laico. Parece particularmente ridículo que se haya puesto a la cabeza de la reacción a las caricaturas Muqtada Sadr, quien parece muy feliz de convocar el ataque a las tropas danesas en lugar de atacar las tropas de Estados Unidos, con quien ha tratado de evitar conflictos e incluso querría llegar a un acuerdo.

Como puede verse en Irak y Afganistán, donde los gobiernos islámicos fundamentalistas han llegado al poder a punta de armas estadounidenses (y de una manera menos obvia pero no menos real en todos los países del Medio Oriente), Estados Unidos y otras naciones imperialistas han jugado un doble juego con la religión. Izan el estandarte de una guerra santa cristiana para su propio pueblo cuando les conviene, y con no menos conveniencia apoyan el surgimiento del fundamentalismo musulmán religioso en los países que dominan como medio para limitar la resistencia del pueblo a canales religiosos estrechos y para imponer gobiernos represivos.

Los maoístas nos oponemos a estas caricaturas no por razones religiosas, sino porque son una manifestación de la dominación de gran parte de la población mundial por los gobernantes de unas cuantas potencias imperialistas y de la opresión en que se basan sus sistemas. Al denunciar y oponernos a estas incitaciones nazis al odio religioso desde una perspectiva revolucionaria, podemos fortalecer la unidad de los pueblos del mundo contra tales gobernantes y llegar a un conocimiento libre de los grilletes de cualquier religión.

Envíanos tus comentarios.

a