El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor

Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista

Revolución #038, 12 de marzo de 2006, se encuentra en revcom.us

Cada vez más personas se preocupan por el estado del mundo y la suerte del planeta. ¿Tiene que ser así el mundo? No; hay una alternativa mundial concreta: el socialismo y el comunismo. Pero constantemente nos remachan que el socialismo fracasó y que el capitalismo es lo máximo. Toda una generación no ha oído más que el socialismo es una pesadilla. Esa "revisión de la historia" también ha afectado a muchos intelectuales progresistas. El proyecto Pongamos las cosas en claro se propone convertir este ataque ideológico contra el comunismo en un debate enérgico en las universidades sobre el pasado del comunismo y el futuro del comunismo. El economista político maoísta Raymond Lotta está dando una serie de conferencias por todo el país con ese fin. La conferencia "El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor" confronta las mentiras sobre el socialismo, analiza la experiencia y los logros de la revolución bolchevique de 1917 a 1956 y de la revolución china de 1949 a 1976, y plantea la nueva visión de Bob Avakian sobre el proyecto comunista. Revolución está publicando por entregas la conferencia:

Primera parte: Introducción
Segunda parte: Comunismo y socialismo
Tercera parte: La revolución bolchevique estremece al mundo
Cuarta parte: El experimento soviético: El poder proletario abre paso a la revolución social
Quinta parte: El experimento soviético: Se establece la primera economía socialista
Sexta parte: La II Guerra Mundial y sus secuelas
Séptima parte: El gran avance de Mao:La revolución conquista el poder
Octava parte: El avance de Mao: Romper con el modelo soviético
Novena parte: El Gran Salto Adelante
Décima parte: La Gran Revolución Cultural Proletaria en China

El marxismo tuvo un enorme adelanto teórico con el análisis de Mao de que en la sociedad socialista siguen existiendo clases antagónicas, y que también sigue la lucha de clases entre el proletariado que gobierna la sociedad y la burguesía, ahora la gobernada.

Es algo complicado. Ya no se trata de capitalistas tradicionales con sus escrituras de propiedad y sus acciones en la bolsa de valores, aunque en los primeros años del socialismo se verán vestigios de la antigua burguesía y sus agentes reaccionarios organizarán en contra del nuevo sistema. Pero conforme la revolución se fortalece y la economía socialista se consolida, el peligro principalmente es una nueva burguesía que existe dentro de las relaciones y estructuras políticas, económicas e ideológicas de la sociedad socialista.

Causa confusión política. Sería más fácil si esa nueva burguesía saliera en la tele y anunciara: "Queremos destruir la revolución y explotarlos de nuevo, ¿oyeron?". Pero es al contrario: se organiza y lucha por sus intereses y programas dentro del marco institucional del sistema y con un lenguaje pseudo-marxista y pseudo-socialista.

Es cuestión de la naturaleza de la sociedad socialista.

Las desigualdades de la sociedad socialista

El socialismo es un enorme salto adelante; ha hecho posible cosas increíbles, como les he platicado. Pero es una sociedad de transición: trae las cicatrices económicas, sociales e ideológicas de la vieja sociedad. ¿Qué quiere decir eso?

Aún existen diferencias entre el desarrollo de la industria y la agricultura, entre la ciudad y el campo, y entre regiones. Algo muy importante es que sigue la división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, o sea, entre los que principalmente se dedican a actividades intelectuales, administrativas y creativas, y los que trabajan con las manos.

Todavía hay diferencias salariales; el dinero, los precios y los contratos siguen jugando un papel importante en la economía.

Hay que restringir estas y otras desigualdades, así como la persistencia del intercambio de mercancías, y en última instancia habrá que eliminarlas para llegar al comunismo. También es necesario luchar ideológicamente contra la influencia de esas desigualdades en el pensamiento y los valores de la gente, y a la larga, eliminarla. Pero eso requerirá un proceso prolongado y complejo de lucha y transformación revolucionaria.

Mao analizó que estas diferencias sociales y las relaciones de mercancía forman el terreno del cual nacen nuevas fuerzas privilegiadas y una nueva burguesía en la sociedad socialista. Es más, demostró que el núcleo de la nueva burguesía se encuentra en los niveles más altos del mismo partido comunista. ¿Por qué?

El partido de vanguardia como el centro de las contradicciones

El partido comunista es la institución política más importante y la principal fuerza directora de la economía. Las masas necesitan dirección revolucionaria para transformar revolucionariamente la sociedad socialista. Es imprescindible el liderazgo de vanguardia y un estado proletario para dirigir la sociedad y coordinar la economía para el bien de las masas y para impulsar la revolución mundial. Se necesita un estado proletario fuerte para defenderse del constante peligro de un ataque imperialista.

Pero ahí está el detalle. Hay fuerzas en importantes puestos de liderazgo en el partido y el estado que promueven una línea burguesa, es decir, un punto de vista y medidas que expanden las desigualdades que mencioné y que restringen la iniciativa popular. Esos líderes de peso que promueven una línea burguesa están en una posición estratégica para implementar su programa: instituir medidas y reestructurar las relaciones económicas y sociales en la dirección del capitalismo. Esos "seguidores del camino capitalista", como Mao los bautizó, también tienen una posición ventajosa para movilizar a sectores sociales en torno a un programa neocapitalista.

Algunos preguntarán: "Bueno, ¿por qué no eliminar el partido y el estado de vanguardia, y así se evita el problema?". Pero eso no lo resuelve. Solo dejará a las masas sin liderazgo y más vulnerables ante todas las contradicciones de que ya platiqué. Y la burguesía volverá al poder.

Por eso, un partido de vanguardia tiene que dirigir el proceso revolucionario e impulsarlo hacia adelante. Pero, el mismo partido de vanguardia llega a ser el centro de las contradicciones de la sociedad socialista y, asimismo, la lucha dentro del partido entre el camino socialista y el camino capitalista llega a ser el centro de la lucha de clases.

Ese fue un gran descubrimiento de Mao.

Mao también buscó nuevos medios para lidiar con el problema: la movilización popular de abajo hacia arriba para derrocar políticamente los centros de poder burgués dentro del partido comunista y revolucionar el partido y las instituciones sociales; y la lucha ideológica para transformar el pensamiento y el conocimiento. De esta manera, la revolución socialista excava el terreno que regenera el capitalismo.

Con este fundamento político y teórico, echemos un vistazo a la Revolución Cultural.

PRÓXIMA SEMANA: La Revolución Cultural como una irrupción sísmica de liberación

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