Revolución #58, 27 de agosto 2006


 

Susan Sheppard: Una celebración de su vida

 
Susan Shepard

Susan Sheppard

Recibimos esta carta de unos camaradas que fueron al servicio conmemorativo:

La vida de gente como Susan cuenta mucho para el mundo. Para celebrar la vida de esta persona tan valiosa, se reunieron 100 amigos, familiares y camaradas en un salón decorado de su gimnasio. Era evidente que las personas que tocó vieron en ella algo diferente... y con razón.

Susan era comunista, atea e internacionalista. Dedicó su vida adulta a la creación de un mundo mejor para la humanidad y encarnaba ese mundo. Era apasionada, rebosaba de curiosidad y siempre estaba rompiendo barreras. Tenía un interés profundo por las personas, cómo pensaban y qué sueños tenían. Su sentido de humor era contagioso y tenía una convicción muy práctica y realista de que un mundo mejor es posible. Debatía e invitaba a compartir su convicción de por qué el mundo es como es, y que es posible cambiarlo. Incluso cuando estaba enferma, vio su lucha con el cáncer como una lucha por la humanidad; es duro, especialmente hoy, que el mundo la pierda.

Del diario de Susan:

Como a muchos otros, me entusiasma la idea de que la vida es un proceso de cambio constante y de que mañana existe la posibilidad de que entendamos mejor cosas que no entendemos: eso encierra mucha esperanza. Como a muchos otros, me inspira la lucha de tantos en tantas partes del mundo, vivan en Paquistán o Nueva Orleáns: respondiendo a los sacudones y cambios del planeta, manteniendo la cabeza en alto bajo una ocupación o lidiando con un cáncer, como yo.

La celebración pintó un cuadro de su vida. Su hermano dijo que no tenían mucho tras la muerte de su padre, pero que en la cena siempre tenían “una dieta continua de conversaciones políticas. Conversaciones en que todos hablábamos a la vez, como en una vieja película de Woody Allen”. Una amiga de su juventud envió un mensaje que describió el despertar político de Susan en la prepa, a finales de los años 60. Una película corta de la marcha de Washington, D.C. de 1963, con imágenes de Bob Dylan y Joan Báez, muy jóvenes, cantando “When the Ship Comes In”, captó los sonidos que influenciaron a una generación entera de revolucionarios y gente radical.

Su esposo y una amiga de muchos años relataron que a Susan no la frenaron los golpes violentos (y una grave fractura del cráneo) que recibió de la policía en la histórica manifestación de 1979 durante la visita de Deng Xiaoping a Estados Unidos, contra el desmantelamiento del socialismo en China por el golpe de estado después de la muerte de Mao Tsetung en 1976.

Varias personas describieron su boda a fines de los años 70, una ceremonia postergada varias horas porque la mayoría de los invitados estaban en una protesta contra la dictadura del sha de Irán, convocada por estudiantes iraníes justo antes de regresar a su país a participar en la revolución (o sea, antes de que los fundamentalistas religiosos la dominaran). Un familiar contó, ante las risas del público, que el conjunto musical del hotel Holiday Inn “tocó melodías populares en un estilo hawaiano, por ejemplo una versión enérgica de ‘Hava Nagila’ que prendió a los viejitos parientes judíos. Y luego, después de la protesta, un dúo revolucionario tocó ‘The Krugerrand’ y ‘Death to the Shah’”.

Hubo varios comentarios aquí y allá sobre el amor de Susan por la comida y el ejercicio. Su cuñada dijo: “Nos gustaba comer y nos gustaba hacer ejercicio, y lo primero ayudaba a lo segundo”. Una ayudante médica que la cuidaba bromeó que, al planear una dieta contra el cáncer, la primera pregunta de Susan fue: “¿Puedo seguir tomando café?”. Otra cuñada dijo: “No sé si saben que el café era lo más importante de su vida [risas]... que no medía el tiempo con relojes, sino con tazas de café”.

A todos sus conocidos les impresionaba su colección de pendientes única y juguetona, y en la celebración se explicó que comenzó con un intercambio de regalos con una amiga hace muchos años. Una bella exposición de docenas de pendientes hizo sonreír a todos. Su esposo invitó a todos los presentes a llevarse un par de pendientes como recuerdo.

En un momento muy conmovedor, se leyó uno de sus pasajes favoritos de la autobiografía de Bob Avakian, From Ike to Mao and Beyond: el capítulo titulado “Perseverancia e inspiración”. Después, se leyó el pésame que envió Bob Avakian y el inicio de una lista de “Perseverancia e inspiración”, con el nombre de Susan a la cabeza.

Como en la vida de Susan, el arte y la cultura desempeñaron un papel importante en la  celebración. Una camarada hizo una interpretación a cappella de la canción “Imagine” de John Lennon y leyó un poema que escribió: “Los picos que escalaron extrañan/ sus risas audaces y elevadas, ¡pero miren!/ ¡La saludan nuevas lámparas!”. Tocaron una canción y bailes de la película india La leyenda de Bhagat Singh, en que dos grupos de revolucionarios se encuentran en la universidad durante la ocupación inglesa. La cuñada de Susan creó una hermosa imagen de un árbol. A todos les dio una hoja para escribir una nota o palabra y luego las colgó en el árbol. Simboliza la comunidad de los presentes y el significado de la vida de Susan.

Susan tenía un buen grupo de amigas en el gimnasio, muchas de las cuales la conocieron después de que se enfermó de cáncer. Hablaron de los fuertes lazos de amistad que tenían con ella y del profundo efecto que ella tenía en su vida. Una dijo: “Tenía creencias tan fuertes que eran contagiosas. Era valiente, agalluda, divertida y afectuosa”. Leyó un poema conmovedor escrito para la celebración sobre su amistad, el espíritu de Susan y sus aventuras y discusiones políticas. Una administradora del gimnasio que también era amiga de Susan habló de una conversación: “Le dijo que lamentaba el dolor que experimentaba y me miró a los ojos y me preguntó por qué. No sabía cómo responder así que ella continuó: ‘Soy una sola pieza de algo mucho mayor. Pasan tantas otras cosas en el mundo peores de lo que me está pasando a mí’”. Otras amigas hablaron de que corría “como una gacela”, tenía el pelo alborotado y estaba resuelta a derrotar el cáncer.

Raymond Lotta habló del método científico de Susan. Dio el ejemplo de una investigación demográfica que llevaron a cabo juntos para contribuir al Borrador del Nuevo Programa del Partido Comunista Revolucionario. Captó lo esencial de Susan y lo que inspira a los demás: “…si veía un muro, tenía que escalarlo, fuera un muro de lo desconocido, de las relaciones de propiedad que impiden que seamos verdaderamente humanos o de las divisiones entre los seres humanos… quería escalar los muros y tumbarlos… Tenía un amor profundo al pueblo, igual a su deseo de dedicarse totalmente a la creación de un mundo donde pueda florecer verdadera y cooperativamente”.

*****

Oda a la flor del ciruelo

Viento y lluvia despiden a la primavera que parte,
la nieve que revuela, saluda u retorno.
Sobre el peñasco, donde inmensos carámbanos imperan,
se abre todavía una flor llena de gracia.

Llena de gracia, mas no pretende para sí la primavera,
se contenta con anunciar su presencia.
Cuando las flores de la montaña se abren plenamente,
se la encontrará en medio de todas ellas riendo.

Mao Tsetung, diciembre de 1961

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond