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Revolución #59, 3 de septiembre 2006

Entrevista a Debra Sweet, coordinadora nacional de El Mundo No Puede Esperar—Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush

La visión y el plan del 5 de octubre:
¡Hay que ponerle fin a todo esto!

El 25 de agosto entrevistamos a Debra Sweet, la Coordinadora Nacional de El Mundo No Puede Esperar—Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush.

Revolución: El plan de El Mundo No Puede Esperar para las próximas seis semanas que quedan antes del 5 de octubre consta de dos elementos. El primero es una campaña de publicidad para que millones de personas se enteren del 5 de octubre. El segundo es la celebración de reuniones de planificación el 7 de septiembre por todo el país. Para empezar, ¿cuál es la visión y la importancia de la campaña de publicidad?

Debra Sweet: Tenemos un plan sencillo que consiste en recaudar mucho dinero para comprar avisos por muchos medios y llegar a grandes sectores de la población. Por una simple realidad: si queremos que la gente salga el 5 de octubre, tiene que saber que es posible manifestarse ese día y que en la sociedad hay un impulso para manifestarse. La mayoría de la gente que estará presente el 5 de octubre todavía no sabe del día, y eso que solo quedan seis semanas. Estamos conscientes de eso. Incluso los que protestaron el año pasado el 2 de noviembre, que fueron miles de personas por todo el país, todavía no saben del 5 de octubre. Así que estamos plenamente conscientes de la responsabilidad de, primero, correr la voz, y una de las mejores maneras de hacerlo en esta sociedad es por los medios de comunicación. Claro, hay otras maneras y las estamos aprovechando, como volantes y la internet, que son muy importantes, pero los periódicos y la radio también son muy importantes. Por eso, para que millones de personas se enteren lo más pronto posible, estamos recaudando cientos de miles de dólares y sabemos que vamos a necesitar millones para comprar avisos y anunciar: 5 de octubre —Hay una manera de hacerlo, hay un día, hay que ponerle fin a todo esto.

La meta de esta campana nacional de publicidad es que la gente empiece a ver referencias al 5 de octubre en todas partes, en la prensa y la radio, y que vaya al portal worldcantwait.org, y empiece a mandar correos electrónicos sobre lo que está pasando y a descargar volantes para pegarlos en las escuelas, la comunidad y el trabajo. Que empiece a hablar de los planes para el 5, que se oiga en la radio y en las esquinas. Así se va corriendo la voz hasta que todo mundo lo sepa.

Además, los avisos anunciarán que el jueves 7 de septiembre habrá reuniones de planificación por todo el país, y es muy importante que sean bien concurridas. Tenemos que hablar con todas y cada una de las personas que se comuniquen con nosotros. Tenemos que prestar atención a lo que dicen, saber qué piensan y hacer que vayan a las reuniones.

Los avisos les van a decir que vayan al portal worldcantwait.org a averiguar dónde se llevarán a cabo las reuniones, y si no hay una en su ciudad, entonces que la organicen. Eso es lo que la publicidad va a decir. Si quieren saber lo que va a pasar el 5 de octubre, si quieren aportar ideas y creatividad, tienen que ir a las reuniones organizativas que se llevarán a cabo esa noche al mismo tiempo en todo el país.

La primera hora la dedicaremos a escuchar una declaración de El Mundo No Puede Esperar sobre la meta del 5 de octubre, que es dar marcha atrás a la dirección de esta sociedad. En la segunda hora, y esto va a estar bien organizado y preparado, nos reuniremos en grupos según las tareas que hay que cumplir. Por ejemplo, los que quieren organizar en las universidades, las escuelas o que quieren contribuir al programa, o que quieren recaudar fondos, repartir volantes, comunicar por la internet, etc. En las reuniones hablaremos de lo que pueden hacer, de lo que pueden contribuir con sus propias ideas en sesiones bien organizadas, y al fin de la reunión todos sabrán lo que van a hacer en las cuatro semanas que quedarán. Es posible que los artistas visuales tengan ideas de cómo impactar por ese medio, o que los maestros quieran hacer algo en las escuelas, o los que saben de relaciones públicas y de recaudar fondos tengan ideas para hacer eso, o los religiosas... o sea, podrían resultar muchas cosas. A lo que voy es a que si hacemos publicidad en la escala que pensamos hacerla, y si hablamos con todas y cada una de las personas que se comuniquen con nosotros, y si comprenden en un sentido fundamental lo que nos proponemos y tienen la visión básica, lo que podría parecer imposible en la mañana, de repente podría parecer muy posible.

El plan se basa en los avisos por todo el país y en que todos los que tienen acceso a la internet o pueden llamar a un número 800 podrán enterarse de las reuniones y de dónde deben estar esa noche. Podrán enterarse de lo que necesitan hacer y conocer a personas que tienen los mismos sentimientos. En el portal worlcantwait.org ya se han anunciado algunas reuniones, como la de un nuevo organizador en Portland, Maine, que vio el desplegado en el New York Times y anunció que el 7 de septiembre hará una reunión en la alcaldía y que vayan porque está organizando un comité para el 5 de octubre.

Revolución: ¿Podrías contarnos algunas experiencias de esta campaña? ¿Qué les han dicho sobre el desplegado que salió en el NYT o en las llamadas telefónicas a las personas que pidieron que se comunicaran con ellas?

Debra Sweet: Hace tres semanas publicamos un anuncio en el NYT y miles de personas se comunicaron con nosotros; un tercio nos enviaron su teléfono y más enviaron dinero para sacar más anuncios. Eso nos dice que en estos momentos hay miles de personas que quieren saber más sobre el 5 de octubre, así que hemos conversado con esas personas y el resultado ha sido muy estimulante.

Hemos visto que la gente con la que hemos hablado está muy ansiosa y feliz de que los llamemos, de hablar con un ser humano que quiere saber lo que piensan, y que confirma y fundamenta su convicción de que hay que sacar corriendo a este gobierno y que esta organización tiene un plan para hacerlo. Hemos hablado con gente muy bien informada, muy aferrada a sus opiniones, gente que tiene un profundo odio de Bush. Hay gente que está muy enojada con lo que ha hecho el gobierno de Bush, sabe muy bien lo que ha hecho y quiere que esto pare.

Así que nos estamos comunicando con todas y cada una de las personas que nos han mandando el teléfono, el correo electrónico o la dirección del domicilio. Hemos hablado con muchos jubilados que nos han mandado dinero de su pensión. Una de las cosas que le digo a la gente adinerada que quiere dar $150 es que hay pensionados que nos han mandado esa cantidad. Una damnificada del huracán Katrina nos mandó $100 de lo que le dio FEMA. Un preso nos mandó $30. Así que los adinerados tienen que dar más.

Todavía no sabemos de todas las personas que mandaron dinero al haber visto el anuncio en el NYT, pero sabemos que hay presidentes de corporaciones, un general de brigada retirado, redactores y escritores de periódicos, profesores de ciencia política y otros académicos, y muchos religiosos. Toda clase de gente de todos los estados, y muchos dicen lo mismo: el país se está convirtiendo en un país fascista y tenemos que pararlo. Eso es positivo, que reconozcan lo que está pasando. Pero repito, esto tiene que multiplicarse por 10. Por eso hemos decidido hacer una campaña de publicidad.

Llamamos a un escritor jubilado que ya había contribuido dinero. Nos dijo que ya mandó el cheque y que le gustó el plan, pero que no sabía qué más podía hacer. Le agradecimos la contribución, pero luego pensándolo mejor lo volvimos a llamar y le dijimos que él debe conocer a mucha gente y que por qué no hablaba con sus amigos. Mandó cartas a 75 personas y les dijo que había contribuido $50 para El Mundo No Puede Esperar y quería que hicieran lo mismo. Yo quiero que todos aprendamos de eso. Todos podemos hacer lo mismo. Tienen que pedirles a los amigos, a los compañeros de trabajo, a los compañeros y compañeras de la escuela, a los colegas y a los vecinos, a los estudiantes y a los profesores. Todos deben hacer lo mismo. Firmen la convocatoria, manden dinero y recauden fondos para El Mundo No Puede Esperar. La recaudación de fondos y la participación en las actividades debe ser contagiosa. Lo decimos de frente: tiene que ser una epidemia. Nada es más importante que esto de aquí al Día del Trabajo (Labor Day). Si están con amigos, platíquenles del movimiento para sacar corriendo al gobierno de Bush, que se movilicen para estar en las calles el 5 de octubre y que ayuden a organizarlo. Pueden bajar del portal el volante y la convocatoria para ponerla en todas partes, hagan correr la voz, contribuyan dinero para que podamos comunicarnos con más gente.

Revolución: ¿Cómo ven el 5 de octubre? Unos piensan que no será diferente de otras protestas o, como decías antes, preguntan cómo un solo día así va a cambiar las cosas, ¿no será mejor trabajar con parsimonia e ir educando a la gente poco a poco? ¿Por qué dicen que ese día es crucial para construir un movimiento que tenga posibilidades de sacar corriendo al gobierno de Bush? ¿Y qué es lo que piensan que se va a ver ese día, qué es lo que tiene que suceder ese día y de qué proporciones tienen que ser las protestas?

Debra Sweet: Quiero hablar sobre eso desde un par de ángulos. Lo que lo distingue de otras protestas es la demanda de Hay que ponerle fin a todo esto. No es cuestión de luchar contra cada infamia por separado. Este movimiento declara: Hay que parar todo esto. Hay que frenarlo. Tenemos que sacar corriendo a este odiado gobierno porque el mundo no puede esperar. Eso en sí es muy diferente de todo lo que existe. Es audaz, es arrojado. Dice que tenemos que echar a andar un movimiento en esta sociedad que desafía la manera convencional de ver las cosas de que la situación no puede cambiar rápido y que la gente no lo puede hacer. Esto es nuevo.

Lo que podría surgir el 5 de octubre, siempre y cuando concretemos una fuerza masiva, que haya un impulso social y se dé el efecto de multiplicarse y haya una concurrencia masiva ese día, es que habrá nacido una nueva fuerza política que debido a nuestra base sólida (“sacar corriendo al gobierno”) y a la cantidad de gente, nadie la pueda ignorar. Es una poderosa declaración política al no ir al trabajo, salirse del trabajo, no ir a la escuela o salirse de la escuela, rechazar la rutina cotidiana e ir al centro, al edificio federal para demandar con una sola voz: Hay que parar todo esto. Eso es lo que lo distingue de los otros días. Y la dinámica que eso podría generar en la sociedad es que la gente que piensa que no se puede hacer nada, verá que somos suficientes para despertarla y hacerle ver que sí se puede hacer algo.

El éxito del 5 de octubre, y yo creo que existe la base para que sea un éxito en vista de la enorme represa de gente que detesta al gobierno de Bush y el camino por el que nos lleva, es que serán decenas de miles de personas en las principales ciudades, haciéndose ver y expresando profundos sentimientos que ninguna otra voz expresa. Nadie más va a representar eso, nadie va a expresar esto en las calles de una manera intensa, seria, feliz, con imaginación, pero tiene que ser masiva. La clave es la cantidad de gente resuelta a lanzarse a la calle. Queremos que se exprese el mismo espíritu que se vio el 2 de noviembre del año pasado, queremos ese mismo espíritu pero multiplicado por 10. Ese sería un punto de partida que, junto con nuestra posición, podría ser algo sumamente poderoso.

Unos dicen que nada puede cambiar en un día, que esto tiene años y que vamos a tardar años en enderezarlo. No estoy de acuerdo para nada de que se va a dar de una manera lineal, paso a paso, con organización parsimoniosa, primero aquí, luego allá y así vamos a ir creciendo. En primer lugar, no hay tiempo para eso. El gobierno de Bush se está preparando para atacar a Irán y todos los demócratas de peso van detrás. Piensa en lo que un ataque así significaría para el mundo, lo desastroso que sería en muchas dimensiones.

Repito, por eso es que queremos hacer llegar el mensaje inmediatamente a millones de personas de que sí se puede hacer algo para expresar los profundos sentimientos que ya existen. Porque una masiva concurrencia en este momento, una gran cantidad de gente en las calles responsabilizándose, reconociendo lo que está en juego, diciendo no, no vamos a permitir que la sociedad siga este rumbo, lo vamos a parar, vamos a sacar corriendo al gobierno, eso va a crear una dinámica diferente y muchos más van a ver que tal vez sí es posible sacar corriendo al gobierno.

No tenemos que aceptar que no se puede hacer nada más que depositar nuestras esperanzas en el Partido Demócrata, que no está ofreciendo ninguna oposición efectiva y que de hecho, en un sentido fundamental, está de acuerdo con la dirección de la sociedad. No estamos construyendo un movimiento que a lo largo de los años quiere hacer algo bueno o que quiere protestar contra ciertas medidas que nos parecen muy malas. Lo que estamos haciendo es algo muy diferente. Lo que pensamos, lo que sabemos y llevamos en el corazón es que este gobierno es ilegítimo, injusto e inmoral y tiene que irse; hay que sacarlo corriendo. Estamos pensando en “sacarlo corriendo” y no en que vamos a protestar contra una u otra cosa mala que ha hecho, porque así no pararíamos nada. Esto se basa en el reconocimiento de que existe una enorme represa de gente con la que nos podemos conectar si lo hacemos rápido y con suficiente resolución y fundamentos.

No tememos decirle a la gente que lo que está haciendo va por mal camino, que si respaldan o apoyan a los demócratas y que si les dan dinero y gastan todas sus energías apoyándolos, eso es malo. Lo que les decimos es que deben depositar toda su energía y todo el dinero que puedan y todas sus ideas para crear lo que hace falta: la expresión del sentir del pueblo en las calles de una manera visible, que se multiplique y lleve a debatir en las páginas editoriales de los periódicos, en las cafeterías del trabajo y salas de descanso, en los sótanos de iglesias e incluso desde el púlpito, lo siguiente: ¿Es correcto que apoyemos la dirección del gobierno de Bush? ¿O hay que sacarlo corriendo? ¿Debemos PARAR lo que este gobierno está haciendo en nuestro nombre? ¿No es nuestro deber moral hacerlo? Ese es el clima que el 5 de octubre tiene el potencial de crear. Mira, si presidentes de corporaciones y generales de brigada retirados han mandado contribuciones considerables, y si los estudiantes de las prepas se preparan para salirse de clases y hay presos que mandan $30, y eso que recién empezamos a correr la voz, eso indica que existe una base amplia para que este movimiento se ancle en la sociedad. Muchos, muchos piensan que tenemos que parar esto. Quieren saber cómo hacerlo. Tenemos la manera de hacerlo y el día para hacerlo, y tenemos la responsabilidad de movilizar a la mayor cantidad de gente posible para ese día.

Revolución: Hablando de los demócratas, parece que lo que dices es que hay que discutir con mucha gente sobre eso.

Debra Sweet: Pienso que hay que darse cuenta de lo que los demócratas han hecho y de lo que representan y, de por qué trabajar con ellos es un callejón sin salida tan peligroso. Por ejemplo, la Ley Patriota se aprobó a la carrera en el 2001 sin que algunos congresistas siquiera la leyeran y querían calmarnos con que en cinco años la volverían a ver y que nunca se ratificarían las partes más atroces. ¿Sabes qué pasó? A principios de este año 96 senadores ratificaron la Ley Patriota. Eso indica que algo ha sucedido; hace cinco años muchos no querían defenderla por lo extrema que era. Claro, el gobierno de Bush la quería imponer a la fuerza, pero muchos, especialmente mucha gente que se alarmó porque pisoteaba los derechos civiles, pensaron que no la iban a aprobar. Lo que hicieron fue crear un clima, y en gran medida debido a los acuerdos con los demócratas de peso y a su cooperación a favor de las restricciones, y ahora es ley. Y eso es típico de lo que hace la dirección del Partido Demócrata. Veamos lo que pasó en la Suprema Corte. Ha habido dos nombramientos a la Suprema Corte de ultraderechistas, con puntos de vista comparables a los de Clarence Thomas y Antonin Scalia, los más derechistas de la corte, sobre muchos asuntos, por ejemplo, el derecho al habeas corpus, el derecho a un juicio rápido, el derecho de la mujer a controlar su cuerpo; todo eso lo han estatuido, y en buena medida por el pacto que tienen con los peces gordos del Partido Demócrata y gracias a su cooperación.

Hoy, ambos partidos dicen que hay que atacar a Irán. Y dicen, sin tapujos, que las armas nucleares son una opción. No han dicho cuándo, pero podría ser muy pronto. Por otra parte George Bush dice que no va a retirar las tropas de Irak, que eso tendrá que hacerlo el presidente que le siga. John McCain dice que por malas que sean las opciones de atacar a Irán, lo peor sería no atacarlo. Nos están diciendo lo que van a hacer, y pronto. Lo de Líbano fue un ensayo para atacar a Irán. Seymour Hersh escribió en el New Yorker que fuentes del gobierno y del Departamento de Estado dicen que fue un ensayo para atacar a Irán. No fue un juego; dejaron 1,400 civiles muertos, usaron armas de fragmentación que siguen estallando, destruyeron aeropuertos, puentes y carreteras para impedir la evacuación de las ciudades, y destruyeron la red de electricidad. Todo eso fue un ensayo para atacar a Irán. Ninguna persona que se preocupe del futuro de la humanidad puede tolerar eso. Y el tiempo apremia. Los que piensan que el gobierno no está movilizando seguidores fomentando temor a ataques terroristas y por otros medios, tienen que despertar.

Así que tenemos que forcejear con los que insisten en seguir a los que están de acuerdo con el camino por el que el gobierno de Bush nos lleva, pero que piensan que no es malo porque no son republicanos sino demócratas. Tienen que ver con seriedad el programa que proponen los demócratas, como dije anteriormente.

Al recaudar fondos para El Mundo No Puede Esperar me he encontrado con gente a quien le encanta lo que estamos haciendo y le gusta la idea de que haya protestas masivas el 5 de octubre para parar al gobierno de Bush, así como la idea de impugnarlo. Al mismo tiempo, están trabajando para elegir a un demócrata en noviembre o se están preparando para la campaña presidencial del 2008. Lo que tenemos que decirles es que presten atención a lo que dicen esos candidatos. Les están diciendo que no representan nada de lo que a ellos les interesa. Dicen que están a favor del derecho de la mujer al aborto, pero postulan candidatos que se oponen al aborto para disputar escaños con reaccionarios y cretinos que se oponen al aborto y a los gays, como en Pensilvania, donde para oponerse a Rick Santorum los demócratas han postulado a Casey, un demócrata que se opone al aborto. Quieren que aceptemos que es mejor tener un demócrata que se opone al aborto que un republicano que se opone al aborto. Es una locura. ¿Qué pasa si un demócrata que se opone al aborto gana? Tendremos una situación en la que no exista el derecho al aborto.

A eso lleva ese camino. Y como le he dicho a mucha, pero mucha gente, no es cuestión de votar o no votar, es cuestión de dónde depositan su tiempo sus recursos y su energía. Yo les digo que trabajen de todo corazón con nosotros para que el 5 de octubre sea un éxito. Los $10,000 que le den a un candidato demócrata solo fomentan la ilusión de que se va a hacer algo bueno, pero no van a servir para nada. Lo que sí vale la pena es darle esos $10,000, y conseguir que otros hagan lo mismo, a lo que es nuevo, al movimiento que repudia la política oficial que nos quieren embutir, y que proclama, abiertamente, que vamos a estar en las calles expresando nuestros sentimientos, oponiendo resistencia a la guerra y a toda la dirección de esta sociedad, y que vamos a frenar todo esto. Y si seguimos ese camino y si volvemos a ver lo que dice la convocatoria sobre el 5 de octubre “Hay una manera, hay un día”: Imaginen si, de esta enorme represa de gente, se desencadena una gran ola. Si esto ocurre, la posibilidad de enderezar la situación y encaminarla en una dirección mucho más favorable adquirirá una nueva dimensión de realidad. Pero la gente tiene que ver eso concretamente en las calles. Tienen que ver a mucha gente en las calles expresando su sentir con verdaderos fundamentos y dejar atrás el camino traillado de que necesitamos a los demócratas.

Es muy malo contribuir dinero, esfuerzo y convicciones para apoyar a los peces gordos del Partido Demócrata que están diciendo lo que van a hacer con respecto a Irán. Están diciendo que no se oponen de una manera fundamental a la dirección del gobierno de Bush y que ni siquiera les interesa hacerle un juicio de destitución en el Congreso que ponga a la vista de todos los crímenes de este gobierno. Los demócratas están diciendo que no quieren eso. Cuando existe la posibilidad de cambiar el rumbo de la sociedad y de responsabilizarse por cambiar la historia, es malo seguir dándoles dinero a esos podridos candidatos del Partido Demócrata. Hoy tenemos la oportunidad de hacer algo bueno y forjar un movimiento desde abajo. Los que están contemplando darles $10,000 a los demócratas, mejor dénselos a El Mundo No Puede Esperar. Dárselos a los demócratas y darle un poquito a El Mundo No Puede Esperar porque quieren que esté ahí pero no le van a dar lo que necesita para que se fortalezca, sabiendo que es la única fuerza que se opone a la dirección fascista del gobierno, eso no es tomar una posición neutral; eso causa daño y es desaprensivo.

Por otro lado, un movimiento de abajo para sacar corriendo al gobierno, que se base en repudiar todo lo que está pasando, tiene muchas posibilidades de forjar una nueva dinámica para cambiar todo. El otro día estaba hablando con el padre Luis Barrios, puertorriqueño, que trabaja duro por El Mundo No Puede Esperar y por la justicia en todas partes del mundo. Hace unos años jugó un papel muy importante para sacar al ejército de Vieques. Bueno, el otro día nos estaba contando que la víspera de que Nixon se fuera en agosto de 1974, dijo que nunca renunciaría. Al fin tuvo que renunciar porque había mucha oposición en el mundo, odiaban su programa. El padre Barrios nos dijo que eso es algo que tenemos que tener presente, que las cosas pueden cambiar rápidamente, y que algo que muchos dicen que es imposible, que ni se puede pensar, se puede materializar a partir de la movilización política y el activismo consciente aunque sea de una pequeña minoría que impacta a otra minoría más grande, y así es capaz de hacer algo monumental que empieza un día. Eso es lo que queremos hacer el 5 de octubre. Queremos que la gente vea, que en un día, es posible empezar a crear un ambiente político que haga posible sacar corriendo al gobierno y crear una situación política que obligue a Bush a largarse.

Eso es lo que todos debemos ponernos a hacer. Tenemos un buen plan para alcanzar a millones de personas por medio de avisos y para que cientos de personas acudan a las reuniones de planificación del 7 de septiembre. Y, a partir de eso, tenemos muchas ideas para avanzar a pasos agigantados en las cuatro semanas que quedarán. Así que espero que muchos de los lectores se conecten y hagan un gran esfuerzo para que el 5 de octubre sea un verdadero éxito.

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