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Revolución #62, 24 de septiembre de 2006
BOB AVAKIAN
Sobre la importancia de El Mundo no Puede Esperar y el Día de resistencia masiva el 5 de octubre
Nota de la Redacción: A continuación publicamos una serie de comentarios que hizo Bob Avakian en una reunión reciente con un grupo de camaradas. Los párrafos que siguen se basan en las notas de esa conversación, con leves cambios editoriales y algunas aclaraciones entre corchetes.
El 5 de octubre es lo que demanda la situación y el curso de los acontecimientos, lo que está a la altura de las circunstancias. Retrocedamos un poco. Rice [la secretaria de Estado] dice que estamos viendo los “dolores de parto de un nuevo Medio Oriente” mientras Israel apalea y pulveriza a Líbano; y ahí está lo que ha dicho Seymour Hersh [los artículos del periodista del New Yorker Seymour Hersh hablan de que el gobierno de Bush tiene planes prácticos, operativos, para atacar a Irán, inclusive con armas nucleares, y que figuras claves del gobierno vieron el ataque de Israel contra Líbano como una especie de ensayo para un ataque a Irán].
Unos dicen que El Mundo no Puede Esperar es muy estridente. ¿Muy estridente? ¿Cómo será el mundo si Estados Unidos ataca a Irán? Recordemos el argumento de McCain [John McCain, senador republicano y posible candidato presidencial en el 2008) de que sería peor no atacar a Irán. Los únicos que se oponen son unos generales; los peces gordos demócratas no se oponen. Bush y su círculo nos recuerdan constantemente que esta es una guerra de duración indefinida. El horrible atropello de hoy es la norma institucionalizada de mañana, con unas pocas críticas a medias y enmiendas insignificantes de ciertos políticos.
¿Se dan cuenta de lo que está haciendo la invasión de Líbano? ¿De las implicaciones de que los laicos de Líbano ahora apoyen con ardor a Hezbolá? ¡¿Y dicen que es “muy estridente”?!
Pensemos adónde va a llegar esto si no se plantea una alternativa a los dos polos históricamente anticuados. [Esto se refiere a la siguiente observación de Bob Avakian: “Lo que vemos en contienda, con la jihad por un lado y McMundo/McCruzada por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente”.] ¿Quién va a ofrecer esa alternativa? Uno puede ayudar a El Mundo no Puede Esperar o frenarlo. El Mundo no Puede Esperar representa a la gente que ve la necesidad de una respuesta acorde con la situación y que está haciendo algo.
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Queremos hablarles a los jóvenes y demás libaneses que vieron a sus parientes enterrados bajo los escombros que dejaron las bombas estadounidenses. Queremos decirles: hay otra alternativa fuera de la que ofrecen los fundamentalistas religiosos. Pero si no creamos algo concreto, no podemos hablarles. Ellos no ven las calcomanías de los coches que expresan buenos sentimientos. Pero sí verían y oirían una movilización de masas contra este gobierno.
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Un par de pasos más y el mundo estará asentado en un curso muy difícil de cambiar. Es muy negativo que Hezbolá sea el centro [de la oposición a la agresión israelí]. Son seguidores de Jomeini [el ayatolá que dirigió el establecimiento del estado teocrático fundamentalista islámico en Irán], y ahora Hezbolá está recibiendo crédito y apoyo en Líbano, uno de los países más “occidentalizados” del Medio Oriente; y no solo en Líbano, en todo el Medio Oriente. Están apareciendo docenas de miles de seguidores de lo que Hezbolá representa. ¿Va a cambiar eso el Partido Demócrata?
Por otro lado, lo que se está haciendo para cambiar esto es El Mundo no Puede Esperar. Hablemos de esta vía en comparación con cualquier otra.
Es importante debatir de un modo muy elevado y al mismo tiempo muy “aterrizado” lo que está sucediendo en el mundo y qué posición están tomando los demócratas al respecto. Unos critican a Bush porque no tiene “estrategia de salida” [en Irak], ¿pero qué posición toman con respecto a toda esta dinámica?
También hay que plantear la pregunta: ¿de dónde han salido los cambios positivos? ¿De los demócratas o de la acción de masas independiente de eso?
A mi modo de ver, para cumplir los objetivos de El Mundo no Puede Esperar este proceso necesita, además de una visión convincente y de planes concretos, además de eso necesita el “lubricante” de la lucha ideológica continua, desde un plano elevado, con principios pero claramente enfocada.
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Hay que hacer algo acorde con la situación. No basta con mordisquear los bordes de todo este horrible proceso; y quien sea una persona pensante y no reconozca lo horrible que es este proceso, adónde va encaminado y las consecuencias, pues lo siento por él o ella porque es pura negación. La guerra de Irak, la Ley Patriota, el espionaje, la tortura… y con el último lío de los aviones una vez más se oyen argumentos a favor de la tortura. [Se refiere al anuncio de los gobiernos inglés y estadounidense de que frenaron un complot de dinamitar aviones en vuelo de Inglaterra a Estados Unidos]. Cada vez que ellos [Tony Blair, jefe de estado de Inglaterra, y Bush y su gabinete] dicen algo de sustancia, y especialmente cuando dicen haber descubierto un complot terrorista o tener evidencia de que otro estado, como Irán, está construyendo armas nucleares, tenemos que recordarles a todos: LOS QUE ESTÁN DICIENDO ESTO SON UNOS MENTIROSOS COMPROBADOS, Y NO DICEN MENTIRILLAS SINO LAS MENTIRAS MÁS GRANDES.
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La referencia a Hitler en la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar ha suscitado objeciones porque en cierto sentido ese es el meollo del asunto. No se quiere creer que algo así pueda llegar a la posición de poder en este país y que por lo tanto sea lo que lo caracteriza. Concentra lo que cuesta tanto trabajo aceptar. ¿Cuál es la realidad? Tenemos que hacer ver eso claramente. ¿Qué está haciendo el círculo de Bush y para dónde va eso? Están discutiendo planes de una guerra con armas nucleares en Irán: ¿adónde están llevando el mundo? ¿Y cuál creen que será la respuesta? Si la situación sigue como va, si esta dinámica no se cambia radicalmente, tarde o temprano los fanáticos islámicos van a echarle mano a eso [a las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva]. ¿Y entonces qué? Esa es la consecuencia de lo que está haciendo este gobierno. ¿Van a cambiar eso los demócratas? ¿Qué lo va a cambiar?
[La resistencia política masiva] que propone la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar todavía no se ha logrado, ¿pero propuso eso no más por hacerlo o porque la situación lo demanda? No la propuso porque sería bueno en abstracto, sino porque la situación lo demanda. Si partimos de ahí, ¿cómo vemos lo que tenemos que hacer?
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Mucha gente se está sumando a El Mundo no Puede Esperar, pero unos grupos “progresistas” hasta la fecha no han querido unirse ni hacer el esfuerzo que se requiere para organizarlo. Hacen la pantalla de criticarlo desde la “izquierda”. Dicen que el problema es mayor que Bush… ¡pero muchos de ellos apoyan a los demócratas! El problema es mayor que Bush, así que hay que apoyar a los demócratas. El problema es mayor que Bush, ¡así que hay que apoyar una parte del problema! Esa es su “lógica”. Pero en realidad, El Mundo no Puede Esperar es una forma concentrada de oponerse políticamente a lo que millones se oponen: no a este o aquel aspecto, sino a toda la dirección. Esta es la forma necesaria de oponerse políticamente y de parar la situación y el curso de los acontecimientos que a todos nos parece horrible (o decimos que nos parece horrible).
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“¡El mundo no puede esperar—Fuera Bush y su gobierno!” y “¡Ponerle fin a todo esto!” no son apenas consignas para expresar descontento y furia; expresan una determinación, un reconocimiento del curso desastroso que está siguiendo este gobierno, y la determinación de que no lo vamos a permitir. Eso es lo que debe motivar a participar.
¿Vale la pena dejar el trabajo y otras cosas por esto? El Mundo no Puede Esperar no pide “una manifestación más”, sino una marejada humana que diga: “NO, no aceptamos que continúe esta trayectoria. Y no vamos a seguir las reglas de la ‘política oficial’ porque eso nos ha llevado a donde estamos y nos mantiene ahí”. Lo que pide es acción política masiva y resistencia masiva: imprimir en toda la sociedad el sello de esta posición, de una oposición a toda la dirección. “Nuestra posición es que este curso es inaceptable. ¿Cuál es su posición?” Me parece que ese tiene que ser el carácter general. “Vamos a parar esto, no apenas a ‘protestar’. Estamos tratando de movilizar una marejada popular para ponerle fin a todo eso y hacer que este gobierno se largue por sus terribles crímenes, y por los peores crímenes que está preparando”. Que esa sea la cuestión política de la sociedad.
El Mundo no Puede Esperar pide algo “extraordinario” porque el peligro es extraordinario. Por eso es correcto enfocarse en este gobierno, porque aunque no es todo el problema ni todo lo que hay que cambiar, es la concentración de lo que está sucediendo y de lo que le está haciendo a la humanidad.
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¿Qué pasó con Dennis Kucinich y Al Sharpton [en las elecciones del 2004]? ¿Por qué los declararon no “viables” como candidatos? ¿Quién decidió y declaró eso? ¿Para qué sirve depositar los esfuerzos en campañas como esas? El proceso se los tragará. Hablemos en serio. Comparemos dos hechos: que unas cuantas personas más como Kucinich y Sharpton lleguen al Congreso, y que un millón de personas salgan a la calle con El Mundo no Puede Esperar. ¿Cuál tendrá más impacto?
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Se necesita la tónica de “sus hijos y sus hijas no están a sus órdenes” [como dice la canción de Bob Dylan de los años 60 “The Times They Are A-Changin’”]. ¡No vamos a obedecer más las órdenes del Partido Demócrata! No lo propongo como consigna, sino como orientación. Cuando uno ve que algo es realmente horrible, tiene que comprometerse a ponerle fin. Se necesita desafío. La prioridad no debe ser cuántos demócratas ganan, sino parar toda esta trayectoria. “¿Qué posición toman con respecto a eso, políticos demócratas? Toda esta trayectoria es desastrosa. Nuestra orientación es ponerle fin a esto”.
No es solo cuestión de decirles a los que ocupan el poder que no nos gusta lo que están haciendo. Es decirles que van por un camino que será un desastre para el mundo y que estamos organizando una movilización política masiva para pararlo. Una fuente de inspiración en esto son los padres y las madres que perdieron hijos en Irak y ahora se oponen a la guerra, a toda esta trayectoria desastrosa y se han unido a El Mundo no Puede Esperar. Ellos han cambiado toda su vida. No se limitan a decir: “Voy a poner una calcomanía en el carro en señal de oposición”. Las calcomanías progresistas, las frases contra la guerra y otros crímenes de este gobierno son positivas; pero hay que cuestionar a los que las ponen: ¿qué van a hacer? Hay que estimularlos a dar otro paso, a profundizar esos sentimientos y hacer algo de mayor escala, a unirse a El Mundo no Puede Esperar y movilizar para el 5 de octubre.
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¿Cuáles serían las consecuencias si un enorme movimiento de oposición política desde abajo saca corriendo a este gobierno? ¿Qué impacto tendría esto en el mundo? Mucha gente adolece de “pobreza de imaginación” acerca de la actividad política. Hay que sacudir esa “pobreza de imaginación” y destacar la alternativa radical (pero radicalmente positiva) que representa El Mundo no Puede Esperar. Imagínense si, como dice la declaración de El Mundo no Puede Esperar, surgiera una oleada de resistencia política masiva de la “represa” de gente profundamente angustiada e indignada por la dirección en que está encaminada la situación [se refiere a la declaración “¡Hay una manera de hacerlo! ¡Hay un día!”]. ¿Qué le diría ESTO a la gente bombardeada de Líbano: el hecho de parar todo este curso y de que el gobierno de Bush fuera incapaz de mantener la lealtad de un sector tan grande de la población y tuviera que empacar e irse?
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Me parece que para que el 5 de octubre alcance el nivel de resistencia política masiva que la situación exige es importante pintar un cuadro de las actividades del día; pero lo fundamental es pintar un cuadro del impacto político que puede tener. Así, cada quien puede participar a su manera y de muchas formas creativas políticas (y culturales). ¿Cómo sería el impacto político (en este país y el mundo) y cuál sería el efecto en la dinámica, en los “contornos políticos” y en las rivalidades políticas de la cúpula del poder? Podría cambiar todo el carácter de la situación.
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¿Y qué pasará después [del 5 de octubre]? Bueno, hay una enorme oleada de resistencia el 5 de octubre y todo mundo se reúne para trazar planes y bregar sobre el próximo paso. No es cosa de un solo día; al contrario, todo mundo se moviliza y debate cuál será el próximo paso para que tenga más impacto, para imponer políticamente los cambios que se exigen: el repudio del actual curso del gobierno y sus responsables. Esa debe ser la esencia al hablar de para qué sirve un día. Pero eso se deriva de pintar un cuadro del impacto político que es necesario… y posible. Una enorme marejada humana ese día y seguir; hacer que sea la cuestión política que se debate por todo el país: que hay que parar este curso y ya; que es un desastre para los que vivimos aquí y para todo el mundo, y que no lo aceptaremos; que el gobierno que lo está haciendo se tiene que largar. Si uno entiende que esto tiene que ser la conversación y el debate político por toda la sociedad, pues se movilizará el 5.
Una cosa que me llamó la atención al leer sobre las previas movilizaciones de El Mundo no Puede Esperar es que aunque no participó la suficiente cantidad de personas, muchos de los participantes comentaron que el carácter de las actividades fue diferente a las “protestas comunes y corrientes”: discursos electrizantes; multitudes entusiastas y, lo fundamental, que se toman en serio las metas, la enormidad de lo que está pasando y de lo que habrá que hacer para ponerle fin a todo esto. Creo que ese carácter tiene que continuar, aunque, como subraya El Mundo no Puede Esperar, tiene que manifestarse en una escala diez o cien veces mayor.
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No me gusta tener que decirlo, pero debatir con algunos tipos progresistas es como debatir con los creacionistas: no importa todas las pruebas que uno presente de las posiciones del Partido Demócrata, simplemente no quieren ver la realidad tal como es ni lo que implica. A fin de cuentas, lo que dicen es que los demócratas son diferentes, hagan lo que hagan, porque “no son republicanos”. Así que hay que tratar de que ganen porque, aunque digan y hagan cosas terribles, por lo menos “no son republicanos”. Los demócratas postulan candidatos que se oponen al aborto, que aceptan las guerras, la tortura, el espionaje y todo lo demás… pero “no son republicanos”. Esa lógica lleva a aceptar crimen tras crimen; es un ejemplo de este punto crucial de la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar: “Si no nos oponemos y movilizamos para parar esto, nos obligarán a aceptarlo”.
Un ejemplo: los “estrategas” del Partido Demócrata están postulando candidatos que se oponen al aborto en algunos estados con la justificación de que es necesario para ganar y tener una mayoría demócrata en el Congreso. ¿Para hacer qué? Incluso si logran ser la mayoría, lo harían tomando una postura terrible sobre el aborto. De esa manera, los republicanos y unos demócratas se opondrán al aborto cada vez que haya un voto. Pero de todos modos los republicanos le dirán al Partido Demócrata que no se opone lo suficiente al aborto, machacarán eso, así que, siguiendo la misma lógica, los demócratas tendrán que postular más candidatos opuestos al aborto. A lo mínimo, esto no llevará a nada bueno para el derecho al aborto y la libertad reproductiva de la mujer, y ahora el control de la natalidad que también está bajo ataque. Y si los demócratas se deslizan en esa dirección reaccionaria con algo tan fundamental como el aborto, ¿con qué no lo harán?
Examinemos la lógica de los estrategas del Partido Demócrata. Postulan a un candidato contra el aborto en Pensilvania, Bob Casey, en oposición a Rick Santorum. Por su parte, Santorum es un demente reaccionario, pero ¿qué hacen los demócratas? ¿Dicen: “Este tipo es reaccionario y vulnerable, así que vamos a poner un candidato que defiende fuertemente el derecho de la mujer al aborto y que se opone a la guerra”? NO. La pregunta central, la esencia de lo que representan los demócratas, es: ¿por qué no adaptaron esa estrategia, por qué, por el contrario, escogieron a Casey, un tipo que comparte las posiciones políticas esenciales de Santorum?
Siempre se podrá decir que los demócratas “no son republicanos” porque ese es su papel: ¡no ser republicanos! Casey tiene posiciones más reaccionarias que Richard Nixon. ¿Hasta qué punto tiene que llegar esto antes de decir que es demasiado?
Es sumamente importante explicar esto paso a paso, especialmente a las personas progresistas a quienes les cuesta trabajo zafarse de los demócratas y no ofrecerles su energía y sus recursos. Es importante ayudarlos a captar esto por medio de la lucha ideológica, porque desde otro ángulo esto demuestra por qué tenemos que ponerle fin a todo esto y sacarlo, y negarnos a obedecer las órdenes de los “estrategas” del Partido Demócrata, que quieren limitar las opciones políticas a escoger entre alternativas horribles y definir eso (dedicar la energía y los recursos a esto) como la esencia, y el límite, de la actividad política.
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Un papel clave de nuestro partido es movilizar a las masas básicas a El Mundo no Puede Esperar y el Día de resistencia masiva el 5 de octubre. Las masas que se movilizaron contra los ataques a los inmigrantes son un elemento muy importante de esto. Hay que trabajar con las fuerzas avanzadas de ese movimiento y también acercarse a las masas básicas que participaron en las manifestaciones. Aquí también es esencial participar en la lucha ideológica sobre el balance que se debe hacer de esas protestas populares. Hay que ayudarlas a hacer un balance correcto y no dejarlas pensar que a fin de cuentas no lograron nada. De hecho, el factor principal de esas movilizaciones fue muy positivo; pero también se ve lo importante que es vincularlas con la campaña para sacar corriendo al gobierno de Bush y ponerle fin a toda esta dirección; se ve la necesidad de salirse más de los confines mortales del marco político oficial y de la “política de costumbre”, o sea, la política como la define la clase dominante.
En general, la juventud y sectores más amplios de las masas básicas tienen un tremendo potencial. Pueden ser una fuerza poderosa para realizar los objetivos de El Mundo no Puede Esperar. Por supuesto, desde la perspectiva de nuestro partido, desempeñan un papel de importancia estratégica en relación con la revolución que se necesitará para cambiar toda la sociedad fundamentalmente, como parte de cambiar el mundo entero.
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Katrina, uno de los grandes crímenes del gobierno de Bush. El saldo de muertes en Líbano es de más de mil personas, y la cantidad de muertos de Katrina es más o menos igual. No es un crimen contra la humanidad de pequeña escala. Y lo que el gobierno está haciendo ahora, y no está haciendo, lo agrava. Desde el momento en que Bush se paró en Nueva Orleáns frente a una estatua de Andrew Jackson (un sureño esclavista conocido por matar amerindios), hasta ahora, sigue siendo un crimen de grandes proporciones. Una vez más abrió una enorme herida, que supura ante el mundo entero. Es una particularidad (y por supuesto no es la única) del tratamiento que han recibido los negros durante toda la historia de este país. Es sumamente importante que se entienda esto a fondo y que sea un punto de arranque para el 5 de octubre. Desde la perspectiva de nuestro partido, esto es muy importante para las necesidades y metas revolucionarias estratégicas.
Nuestro partido, en su papel independiente, tiene que hablar con las masas acerca de la revolución y de su papel en las actividades de El Mundo no Puede Esperar, y de que esta es una manera concentrada de dar pasos hacia la meta de acabar todo el sistema de opresión. Es muy importante no subestimar el impacto de nuestro partido y su línea revolucionaria entre las masas básicas, y en particular cómo vemos su gran potencial en El Mundo no Puede Esperar y, a su vez, eso con respecto a la necesidad y el objetivo de la revolución. Desde la perspectiva de nuestro partido, hay que colocar esto en el contexto revolucionario general; esto, a su vez, facilitará la movilización de las masas para cosas cruciales como el Día de resistencia masiva el 5 de octubre. Por supuesto, sabemos que El Mundo no Puede Esperar consta de mucha gente con una amplia diversidad de puntos de vista, y ese es uno de sus puntos fuertes. Nuestro partido no es el único que está movilizando a las masas básicas para El Mundo no Puede Esperar y el 5 de octubre; es muy bueno que otros hagan lo mismo, desde su propia perspectiva independiente.
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A mi modo de ver, lo clave con respecto a El Mundo no Puede Esperar es si uno está convencido de que este es el camino que hay que tomar y de que puede cambiar la situación. Es “sacar a este gobierno” vs. la política de costumbre de crear un movimiento gradualmente y sin norte, sin urgencia y sin comprensión de la dinámica real y de todo lo que está en juego. Es muy importante no olvidar que miles de personas ya respondieron a la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar en noviembre del año pasado y la noche del Informe presidencial este año. Pero cuando respondan muchas, muchísimas personas más, se volverá una potente realidad, y la posibilidad de realizar las metas de El Mundo no Puede Esperar (sacar al gobierno de Bush y ponerle fin a esta dirección desastrosa) será un interrogante político central por toda la sociedad y tendrá un impacto positivo por todo el mundo.
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De hoy al 5 de octubre pueden operarse cambios en la situación objetiva que cambien ciertos contornos y características específicas del terreno, y eso será importante en la movilización para el 5 de octubre y en un sentido más amplio. Por supuesto, hay que saber que no habrá un “deus ex machina” [un artefacto mágico o suceso que surge “de la nada” y resuelve todos los problemas y dificultades], pero de todos modos eso no es necesario. Ya existe una base objetiva para El Mundo no Puede Esperar, el 5 de octubre y su orientación general de sacar al gobierno de Bush y ponerle fin a toda la dirección en que está encaminado. Eso es lo que dice la declaración “¡Hay una manera de hacerlo! ¡Hay un día!” cuando habla de la “represa” de millones de personas profundamente angustiadas e indignadas por toda esta dirección. Han caído horrores a cántaros y por eso la represa está llena. Ya existe una base objetiva para una movilización política masiva el 5 de octubre, y para avanzar a partir de esa fecha y, a mi parecer, el reto de hoy para todos los que están de acuerdo con la convocatoria es poner en práctica sus convicciones con decisión y plasmar ese potencial en realidad.
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