Revolución #86, 29 de abril de 2007


Hay que ver

"Heredar el viento"

La semana pasada atendí una función previa de la obra de teatro “Heredar el viento”, protagonizada por Christopher Plummer y Brian Dennehy. La obra se lleva a cabo hace tiempo en un pequeño pueblo, descrito por uno de los personajes como “el corazón de los estados religiosos del Sur de Estados Unidos”. La obra está basada en el famoso juicio Scopes que condenó a un maestro de ciencia de secundaria por haber enseñado la evolución en una escuela de Tennessee. En esa época la ley estatal mandaba enseñar el creacionismo, no la evolución.

La obra fue toda una diversión, con mucho humor al mismo tiempo que tocaba los temas candentes de estos días. Hay discusiones fuertes entre los seguidores literales de la Biblia y los defensores de la ciencia y la verdad. Los seguidores de la Biblia sostienen “la verdad revelada”, que dios creó el mundo en siete días y que quienes rechazan el creacionismo deben ser abatidos y condenados por toda la etermidad. Del otro lado están los que luchan por la verdad, creen que es un derecho el pensar críticamente y defienden la teoría científica de la evolución.

Veamos el siguiente intercambio de palabras entre el fiscal, Brady, y Drummond, el abogado defensor del profesor de ciencias.

Brady: …¿Es posible que algo sea sagrado para un agnóstico?

Drummond: Sí, la mente del ser humano. En el poder que tiene la mente de un niño para dominar las tablas de multiplicar hay más santidad que en todos sus interminables “Amenes”, “Santo, santo” y “Hosannas”. Una idea es un monumento más grande que una catedral. El avance del conocimiento humano es mayor milagro que convertir piedras en pan o el agua en vino. ¿Tenemos que parar el progreso, todo porque el señor Brady nos asusta con una fábula?… Darwin nos llevó a la cima donde pudimos ver de dónde vinimos. Pero para poder llegar a comprender esto tenemos que abandonar la fe en la complaciente poesía del Génesis.

La obra abrió las puertas al público hace dos noches y al siguiente día el New York Times publicó una crítica negativa muy fuerte. El periódico reconoció que el tema de la enseñanza de la evolución está siendo más discutido que nunca y que es un debate importante, pero criticó varios aspectos de la obra, como la escenografía, el montaje y la actuación, excepto el papel de Christopher Plummer. El New York Times sabe el impacto que pueden tener sus críticas en el éxito de una obra y en este caso el efecto es disuadir al público de verla y de apoyar el proyecto. Esto, objetivamente, favorece a los que se dedican a suprimir el hecho establecido de la teoría de la evolución, el pensamiento crítico y la búsqueda de la verdad, y a reemplazarlas con la ignorancia supeditada a la Biblia. Por otro lado, otros críticos no estuvieron de acuerdo y dieron críticas constructivas a la obra.

Es importante que esta obra haya llegado a Broadway en estos tiempos. Es una obra emotiva y que invita a la reflexión, cuando las batallas que se libran en la obra también se libran en la sociedad… cuando hay una arremetida contra la ciencia y la verdad… y cuando ese ataque se centra en la enseñanza de la evolución en las escuelas, con la intención de cambiar las leyes para obligar a los maestros a que enseñen el creacionismo junto con la evolución. La obra da una idea de lo que está en juego en la lucha para defender la teoría de la evolución, el método científico y el pensamiento crítico. También muestra la importancia de oponerse y luchar por la verdad. La producción de esta obra lleva este mensaje a la sociedad. Mucha gente, todos los que puedan, deberían verla.

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