Issue and Date


Revolución #120, 17 de febrero de 2008

Número actual  |   Números Anteriores  |   Bob Avakian  |   PCR  |   Temas  |   Comunícate

Se intensifican la polémica y el debate

Boston Globe ataca declaración que exhorta a entrarle a la obra de Bob Avakian

En el número del 22 de noviembre de 2007, el New York Review of Books publicó un anuncio de toda una página del Comité ¡Éntrale! para Proteger y Proyectar la Voz de Bob Avakian. El anuncio destacó una declaración titulada “Los tiempos peligrosos requieren voces valientes. Bob Avakian es una de tales voces”, que exhorta a entrarle a las obras de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, y que le dice al gobierno que los firmantes se oponen a todos los esfuerzos por callar o suprimir su voz. Más de 250 intelectuales, artistas, activistas de los movimientos sociales y otros de diversos puntos de vista han firmado la declaración.

Como era de esperarse, la publicación de la declaración fue polémica. Estamos en el 2007 y el 2008, y se ha declarado oficialmente que las ideas radicales y la noción del cambio revolucionario son cosas del pasado; pero de todos modos unas personas prominentes y pensadores críticos han declarado que la obra de Bob Avakian, un teórico y dirigente comunista, hace pensar y es pertinente y oportuno, aunque no todos son partidarios de sus ideas.

La declaración despertó interés y polémica en unos círculos intelectuales y más allá, pero suscitó consternación y angustia entre otros. Esto ese ve claramente en un informe sumamente tergiversado sobre el Comité ¡Éntrale! escrito por Mark Oppenheimer y publicado en el Boston Globe (ver “Free Bob Avakian!”, 27 de enero de 2008), y en otros comentarios, artículos e informes de internet que siguieron ese informe.

Lo que el informe de Oppenheimer y otros de su calaña tienen en común es que se niegan a considerar lo que dice Bob Avakian e insultan a los que firmaron la declaración. Estos periodistas hacen caso omiso intencionadamente de la historia y lecciones del macartismo y de los asesinatos de Malcolm X y Fred Hampton, tanto como las consecuencias actuales e implicaciones futuras de las medidas como la Ley Patriota y la Ley de Comisiones Militares, y los peligros que estos representan para un dirigente revolucionario como Avakian.

Sorprendentemente, en un artículo publicado en la sección de “Ideas” del Boston Globe, Oppenheimer tiene muy poco que decir acerca de las ideas de Bob Avakian. A pesar de que ha tenido acceso a su obra, Oppenheimer no dijo ni mu sobre su investigación crítica y balance de la “primera oleada” de revoluciones socialistas en la Unión Soviética y China—sus grandes logros tanto como sus deficiencias; ni mu sobre su visión de un socialismo en el que el disentimiento, el amplio debate sobre el carácter y la dirección de la sociedad y la protesta, hasta en oposición al estado socialista, son parte de la estructura de la sociedad; ni mu sobre cómo Avakian ve los retos de ejercer la dirección revolucionaria; ni mu sobre su análisis de la sociedad estadounidense o las posibilidades de la revolución. Oppenheimer no dijo nada sobre todo esto porque no concuerda con su noción preconcebida de que Bob Avakian y su obra no tienen ninguna importancia actual, que son una vuelta a otra época.

Oppenheimer califica burlonamente a muchos de los firmantes de la declaración del Comité ¡Éntrale! como “izquierdistas que firman peticiones” que, según él, dan su nombre aunque no lo conocen y no se preocupan de él. Pero en una carta a la Redacción del Globe, unos miembros del Comité ¡Éntrale! denunciaron algunas de las tergiversaciones de Oppenheimer. De hecho, Oppenheimer hizo entrevistas prolongadas a unos firmantes del anuncio, que hablaron de lo que consideran persuasivo en la obra de Avakian y de sus diferencias con su punto de vista. Además, muchos de los firmantes han escrito comentarios sobre por qué la firmaron, que se pueden encontrar en el portal del Comité ¡Éntrale!. Nada de esto está en el artículo porque no cuadra con su versión de los hechos.

Oppenheimer quiere saber dónde está Avakian. Pero esto no viene al caso: ¿qué importancia tiene el código postal donde uno vive en determinar la validez de sus ideas? Y la insistencia de Oppenheimer en que debe tener acceso a un dirigente revolucionario prominente (¿por qué no puedo tomar café con Avakian?) es tan ridículo como es repugnante. ¿Piensa que Toni Morrison, Brad Pitt, Stephen Hawking o cualquier otra persona de éxito o fama pública tenga una obligación especial a reunirse con él o cualquier periodista que quiera entrevistarlo?

Con sus dudas sarcásticas acerca de por qué tantas figuras prominentes firmarían una declaración auspiciada por un comité para proyectar y proteger la voz de Bob Avakian, y su rechazo de los auténticos peligros que corre un dirigente como Bob Avakian en el mundo actual, Oppenheimer tergiversa el principal propósito de publicar la declaración del Comité ¡Éntrale!, que es alentar a descubrir y entrarle a la obra de Bob Avakian.

Contestar las tergiversaciones, propagar y debatir las ideas de Bob Avakian

Se ha respondido al artículo del Globe, que es tanto malicioso como vacuo, con la actitud de entrarle en la polémica y convertir algo malo en algo bueno, o sea, refutarlo audazmente y dar una idea verídica y sustantiva de lo que representa Bob Avakian. Además de la carta del Comité ¡Éntrale! que ya mencionamos, el Globe publicó una carta del economista político maoísta Raymond Lotta, que también es firmante de la declaración. (Ambas cartas están en el portal engagewithbobavakian.org).

En los días que siguieron la publicación del artículo, Libros Revolución y otras personas pegaron ejemplares del New York Review of Books en la Universidad Harvard y otros lugares de Cambridge y hablaron con los transeúntes. Fueron a las universidades Harvard, MIT y Tufts con un volante que contesta las tergiversaciones del artículo del Globe y hablaron con estudiantes y profesores acerca de las ideas de Bob Avakian sobre el socialismo y el comunismo, y la necesidad de la revolución en el mundo actual. En oficinas, residencias estudiantiles y restaurantes se llevaron a cabo discusiones sobre si la revolución es posible o deseable en esta sociedad, cómo una sociedad socialista funcionaría en el mundo globalizado, el fenómeno de Obama y cómo esta generación de estudiantes ve su papel en el cambio social.

Libros Revolución auspició una charla y discusión dirigidas por Raymond Lotta sobre el tema: “¿Ha muerto el comunismo… o está vivo y en desarrollo?—La visión de Bob Avakian de un nuevo mundo libertador”. Un público diverso participó en una discusión animada sobre cómo una revolución podría ocurrir en Estados Unidos, cómo se puede despertar a la población y qué dice Avakian sobre la clase de movimiento revolucionario que se necesita. Aunque la intención de Oppenheimer pudiera haber sido denigrar el significado de la voz de Bob Avakian, a consecuencia de la respuesta a este ataque más gente conoce a él y tiene interés en checar su obra.

La mentira acerca de un “culto religioso”

Uno de los temas del artículo de Oppenheimer, y de otro artículo en HuffingtonPost.com, es la afirmación falsa de que el Partido Comunista Revolucionario está creando un “culto de la personalidad” parecido a un culto religioso. Esto no le hace justicia a los firmantes de la declaración que, desde sus propias perspectivas, reconocen la necesidad de que las ideas de Avakian sean parte de la efervescencia y conversación que se requieren en este tiempo oscuro y que también reconocen el serio peligro que corre Avakian en el clima político cada vez más represivo.

En cuanto a lo que Avakian piensa acerca de la dirección: dice que la revolución y el socialismo requieren dirigentes de gran dedicación y visión del futuro, pero que al mismo tiempo tienen que esforzarse por echar abajo la distinción entre dirigentes y dirigidos, y conferirle poderes a los anteriormente oprimidos para que agarren y, junto con la gran mayoría de la sociedad, asuman cada vez más responsabilidad por la dirección de la sociedad. Se opone totalmente a las nociones de la infalibilidad de los líderes y la adhesión ciega y que no cuestiona nada. Al contrario, una característica distintiva de la obra de Bob Avakian es que entiende que un papel clave de la dirección es desencadenar y conferirle poderes a las masas populares, desde ahora en adelante, para abordar y resolver cada vez más los problemas de hacer la revolución y seguir transformando la sociedad en una dirección revolucionaria. Aunque ha aprendido de Lenin y Mao, Avakian ha ido más allá en cuanto a varias cuestiones—y uno de esos temas fundamentales es esforzarse por excavar tanto las raíces de las contradicciones sociales que hacen necesaria la división entre dirigentes y dirigidos, tanto como los medios y métodos para arrancar libertad de ese desarrollo desigual y desarrollar una relación dinámica entre dirigentes y dirigidos, y avanzar con el tiempo más allá de esas divisiones sociales.

Nuevas oportunidades, cuestiones importantes

Es una señal del alcance e impacto potenciales de la obra de Bob Avakian —contra un trasfondo de cuestionamiento, preocupación y ansiedad de sectores de los intelectuales acerca de la situación en este país y el mundo— que hay esfuerzos, entre ellos en un importante periódico como The Boston Globe, para denigrar y desacreditar a Avakian y el proyecto ¡Éntrale!.

El anuncio del New York Review of Books, el interés y polémica que suscitó, y los ataques que ocasionó crean oportunidades para ir a muchas partes y ampliar una conversación importante: acerca de la obra de Bob Avakian y las circunstancias cada vez más represivas en que se encuentran muchos pensadores progresistas tanto como los peligros particulares que corre Avakian—que no solo es teórico sino también dirigente de un partido revolucionario que asume la responsabilidad de hacer la revolución en esta sociedad.

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond