Escalar las alturas y Volar sin red de seguridad

Séptima parte: Conocer y cambiar el mundo: Una cuestión de métodos y concepción del mundo

Bob Avakian

Obrero Revolucionario #1202, 8 de junio, 2003, posted at rwor.org

Partiendo de la base que hemos venido sentando en el marco general de esta charla*, pasemos a examinar el papel y las responsabilidades de la dirección, nuestros métodos y concepción del mundo en general y, específicamente, los métodos de dirección. En "Empeñarse en la revolución, promover la producción", en la parte sobre métodos de dirección, abordamos varias contradicciones entre, ellas la contradicción entre la práctica y la teoría y el manejo correcto de la relación dialéctica entre ambas.** Y eso está relacionado con lo que subraya el apéndice sobre ciencia y arte del Borrador del Programa del Partido: "Nuestra ideología proletaria nos muestra la importancia de la labor científica, intelectual o artística que beneficie directamente la lucha en marcha del proletariado, y también la importancia de la investigación científica, la exploración intelectual y la experimentación artística que no se ligue de forma directa --ni mucho menos de forma pragmática o `instrumentalista'-- a la política y objetivos inmediatos del partido proletario". (Véase el apéndice "Arte, ciencia, educación y deporte: El reto de crear una nueva superestructura en la sociedad socialista").

El Borrador del Programa sintetiza un aspecto muy importante que ayuda a las masas y el partido a tener una orientación correcta respecto a esas esferas y a participar cabalmente en ellas, y también es necesario para el progreso de la humanidad y su capacidad de comprender y transformar la realidad. En fin, es importante conocer el mundo "en sí", aunque en última instancia no es posible hacerlo aparte de la práctica social porque no se puede captar la realidad divorciada de la práctica. No es posible captarla sin manejar correctamente la relación dialéctica entre práctica y teoría, en la cual, en general, la práctica es fundamental: es el punto de partida y, en última instancia, determina la veracidad de las teorías. Tampoco es posible conocer el mundo aparte de las relaciones sociales, porque cómo desarrollar la teoría y cómo, en última instancia, determinar la verdad, está interconectado con "para quién y para qué" se desarrolla la teoría y el conocimiento en general. Pero, así y todo, es importante conocer el mundo "en sí", es decir, al margen de la utilidad inmediata o la aplicación práctica del conocimiento.

En cierto sentido podríamos decir que es parecido a la diversión, el entretenimiento y cosas por el estilo. Esas cosas también son importantes. La diversión es importante para la humanidad; es algo que caracteriza a los seres humanos, aunque mucha gente cree que los comunistas no lo reconocemos, y en la historia de nuestro movimiento ha habido ciertas tendencias a no captarlo correctamente, en parte porque tenemos tareas muy serias. Lo que hacemos no es un juego, pero hay lugar para los juegos. Son un elemento de lo que proponemos y del mundo que luchamos por crear. Lo que pasa es que muchos piensan que los comunistas no reconocemos la importancia de la diversión porque tenemos muchas tareas de gran peso... ¡y no es que las inventemos para presumir! Son cuestiones histórico-mundiales que pesan sobre las masas, como comentamos al principio de esta charla.*** Sin embargo, no podemos perder de vista la importancia de la diversión.

La línea de masas

Todo eso es parte de lo que somos y también es parte de dirigir. Es parte de aplicar correctamente la línea de masas: tomar las ideas de las masas y aplicar el marxismo- leninismo-maoísmo (MLM) para concentrar lo correcto de sus ideas y sintetizarlas, elaborar líneas y medidas, y unirse con las masas y perseverar para aplicarlas... y aprender a través de todo el proceso, un proceso constante que se desenvuelve en ciclos o espirales de aprendizaje y dirección en estrecha relación con el proceso dialéctico de práctica- teoría-práctica.

Abarca muchas cosas. Por ejemplo, es importante conocer a las masas, conocerlas bien, lo que es principalmente cuestión de hacer trabajo político con ellas, pero también es bueno pasarla y cotorrear para que nos conozcamos, y opinen y nos platiquen con confianza de muchas cosas, precisamente porque nos estamos conociendo mejor. Todo eso es parte de lo que somos políticamente y parte del mundo que luchamos por crear.

Tenemos que nutrir los retoños y elementos del futuro, aunque no podamos crear ese futuro en un sentido cualitativo antes de hacer la revolución. No debemos hacernos ilusiones ni decirles a los demás que podemos crear el futuro poco a poco en el marco del viejo sistema. Ciertamente, hay muchas semillas del futuro y muchas cosas muy buenas en el proceso de construir el movimiento y forjar resistencia contra los mil y un atropellos e injusticias del sistema, y debemos valorarlas y nutrirlas. Pero no por eso nos vamos a engatusar con la idea de que se puede ir construyendo cuantitativamente una nueva sociedad y un nuevo mundo sin primero tumbar y barrer el sistema que domina el mundo actualmente. Eso está relacionado con lo que abordamos al principio de la charla: sin tumbar y transformar, en última instancia, no es posible nutrir y desarrollar esas cosas positivas y esas semillas del futuro.

Además de aplicar la línea de masas con las masas, la aplicamos en el partido y para eso hay que tomar en cuenta todos los aspectos que venimos abordando, como por ejemplo, que es importante que los líderes conozcan bien a los camaradas. En la revolución china, que se centró en el campo, Mao dijo que a veces los camaradas no se visitaban durante toda la vida ni platicaban fuera de las reuniones políticas, aunque unos oían el canto de los gallos de los otros. Aunque no vivimos en las mismas condiciones que los campesinos chinos, se me hace que pasa lo mismo y debemos aplicar los mismos principios. Todo mundo anda muy ocupado, y por eso muchas veces no nos visitamos ni nos reunimos ni platicamos fuera de las reuniones políticas. Pero eso es una parte muy importante de conocer a las masas, y también a los cuadros del partido que uno dirige.

Abordamos estas cuestiones en "Empeñarse en la revolución, promover la producción", y por eso no voy a profundizar más; solo quería destacar la dialéctica de práctica-teoría-práctica y la línea de masas, con las masas y en el partido, y la importancia de manejar correctamente esas relaciones dialécticas.

Problemas de apriorismo y pragmatismo

Hay dos tipos de errores respecto a la relación entre la práctica y la teoría. Uno es el dogmatismo o, para usar un término filosófico, el apriorismo , es decir, imponer nuestro propio concepto de la realidad. ( A priori quiere decir tener de antemano cierto concepto de la realidad). Eso es algo muy común en el mundo y ha sido muy común en la historia de nuestro movimiento porque los comunistas no existimos en un vacío, "herméticamente sellados" del resto del mundo (ni podríamos lograr nuestras metas si fuera así). Por eso, las circunstancias y concepciones que influencian a la sociedad también nos influencian a nosotros, solo que gracias a nuestra metodología y concepción del mundo lo reconocemos y bregamos por tener un enfoque correcto que permita conocer y transformar la realidad. Pero eso no quiere decir que no nos afecte el subjetivismo (ni el apriorismo ): no somos inmunes a la tendencia de desear que algo sea de cierto modo e imponer nuestras metas y deseos subjetivos a la realidad en lugar de afrontarla tal y cómo es y transformarla de acuerdo a su propio movimiento y desarrollo.

Para dar un ejemplo muy extremo de ese tipo de subjetivismo y apriorismo : a mediados de los 60 cuando me metí al movimiento, conocí a unos militantes del PLP (Partido Laboral Progresista) en Berkeley. Uno dijo en un artículo del New York Times : "Tenemos 10,000 militantes en Harlem". Un día unos cuates y yo estábamos platicando con él y le dijimos: "¡No inventes! ¡Que 10,000 militantes!; ustedes no tienen 10,000 militantes ni en Harlem ni en la luna. ¡No jodas, chingado!". Y contestó: "Bueno, la neta no los tenemos ahorita, pero si decimos que sí , nos vamos a lucir y pronto los tendremos". Obviamente esa no es para nada una metodología científica ni mucho menos una auténtica metodología comunista. Es un ejemplo de cierto tipo de apriorismo muy parecido al dogmatismo y también al pragmatismo.

Les voy a dar otro ejemplo de dogmatismo, de divorciar la teoría y la práctica. En los primeros días de la Unión Revolucionaria (RU),**** militó con nosotros por un tiempo un cuate llamado Miguel, un tipo que leía constantemente libros de teoría, lo cual es bueno, muy bueno. Pero un día lo vi y lo saludé: "¡Hola, Miguel! ¡Qué húbole! ¿En qué vas?". Y contestó: "Tomo 40". Resulta que iba leyendo toda la obra de Lenin, empezando con el primer tomo y ya iba en el tomo 40. Es bueno, no lo niego. La teoría es importante, muy importante, pero el compañero no captaba la relación entre la teoría y la práctica, y tenía la teoría casi totalmente divorciada de la práctica. ¿Qué caso tenía? Poco tiempo después se retiró de la RU, y no sé qué onda con él ahora, pero seguro no es del MLM. Así que es muy problemático divorciar la teoría y la práctica.

Sin embargo, en un país como Estados Unidos el pragmatismo es una tendencia mucho más fuerte y un problema mucho mayor. El pragmatismo no acepta que existe la verdad objetiva y define la verdad de acuerdo a lo que le convenga a este o aquel individuo o grupo en un momento dado. Tiene distintos matices en el movimiento comunista, pero en general no está de acuerdo con lo que Lenin subrayó: para tener un movimiento revolucionario se necesita la teoría revolucionaria. Y curiosamente mucha gente que tiene todo tipo de teorías afirma que es antiteórica, porque está muy de moda, especialmente (pero no solo) en Estados Unidos.

Muchos dicen: "No nos interesa una teoría muy acabada porque sería muy `totalizante'". Ese concepto lo tienen varias tendencias políticas, como por ejemplo, los zapatistas, que no quieren una teoría integrada ni quieren conquistar el poder. Y esas dos cosas van de la mano... y de una manera curiosa son un reflejo patas arriba de la realidad, pues si no se tiene una teoría revolucionara cabal y no se lucha por captar cuestiones de teoría, jamás se llegará a conquistar el poder. Así que los zapatistas no tienen por qué preocuparse, puesto que dicen abiertamente que no les interesa el poder. Pero a nosotros sí nos importa. Necesitamos la dinámica correcta, o la dialéctica correcta, de práctica- teoría-práctica, sobre todo en Estados Unidos, que está plagado de tendencias antiteóricas, antiintelectuales e ignorancia oronda que fomenta la burguesía con su filosofía pragmática. Y claro que se filtra al movimiento de oposición, porque todo mundo vive en medio de eso y lo respira constantemente, por decirlo así.

Volar sin red de seguridad: Bregar con la teoría

Es necesario luchar por valorar correctamente la teoría así como la práctica y manejar correctamente la dialéctica práctica-teoría- práctica. Cualquiera que quiera cambiar el mundo, y sobre todo cualquier comunista, tiene que bregar con la teoría. Y eso tiene que ver con la orientación básica de "volar sin red de seguridad". Incluso los cuadros que no tienen altas posiciones de dirección deben volar sin red de seguridad. Es decir, deben bregar con cuestiones de teoría y línea y aportar lo máximo, como individuos y como parte de la colectividad del partido, a la comprensión global de la línea del partido. No queremos divisiones como las que tenía el antiguo Partido Comunista, incluso antes de caer completamente en el revisionismo, entre los "ideólogos" y "los que cumplen tareas"... una gran separación entre los que elaboraban la línea y los que la llevaban a la práctica. Eso lo rechazamos definitivamente.

Todo mundo debe asumir la responsabilidad de bregar con la teoría y elaborar la línea, no importa cuáles sean sus tareas o papel o posición en el partido en un momento dado. Todo mundo debe entrarle a la teoría y a la dialéctica de práctica- teoría-práctica, principalmente como parte de la colectividad, pero también como individuo. Hay que tomar iniciativa y reflexionar, y plantear las dudas. No debemos suponer que otros camaradas van a prestar atención al problema. Quizá lo harán, pero igual y no tengan tiempo o no se les ocurra. A lo mejor, hay cuestiones relacionadas con el trabajo de masas o un problema teórico que uno está analizando o quizá las masas han planteado algo que otros camaradas no han abordado. Entonces, hay que informarle a la dirección, a la vez que uno sigue bregando con todo eso; tiene que ser parte de la vida colectiva del partido y eso es muy importante, independientemente del papel de uno o su posición en el partido en un momento dado. Es importante para la vida y la vitalidad del partido, y para su colectividad. Es muy importante que los conductos del partido sirvan tanto para comunicar los conocimientos como las directivas. Pasan un chingo de cosas bien interesantes, y en los movimientos de oposición hay todo tipo de tendencias, las masas tienen todo tipo de opiniones.

A veces los informes acerca de las opiniones atrasadas de las masas me desternillan de la risa. ¡Vaya que muchas veces son muy creativas y hasta entretenidas! Pero las masas también son muy penetrantes. Y vale la pena conocer ambas cosas, o sea, tanto sus ideas y sentimientos avanzados como las opiniones atrasadas que las afectan. Todo eso tiene que ser parte de la dinámica viva de desarrollar la línea y las medidas del partido y llevarlas a la práctica. En ese sentido, todos tenemos que volar sin red de seguridad. Desarrollar la línea no es algo que les toca a los demás. Claro, el partido tiene su estructura y conductos para transmitir los conocimientos y una cadena de conocimiento. No digo que todo mundo deba formular la teoría y la línea por su propia cuenta y llevarla a la práctica, pero todo mundo tiene el deber de bregar con la teoría y desarrollar la línea a través de los conductos del partido. Ese también es un aspecto importante de aplicar la línea de masas en el partido y con las masas.
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NOTAS:

* Las primeras seis partes de la charla-- "Sin la revolución no habrá ningún cambio fundamental. Salvo el poder, en última instancia, todo es ilusión "; "Queremos el poder... ¡Y así debe ser!"; "La vanguardia: una profunda necesidad... y una profunda contradicción"; "El poder de estado: Aprender de la experiencia histórica"; "Revolución: El punto de vista burgués y el punto de vista comunista"; y "Expandir y transformar al grupo que detenta el poder"-- salieron en el OR Nos. 1195 y 1197-2001 del 20 de abril al 1° de junio de 2003.

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** Véase "Sobre los métodos de dirección" de la serie "¡Empeñarse en la revolución, promover la producción! Cuestiones de concepción y método, Algunos puntos sobre la nueva situación", en el OR No. 1188 del 23 de febrero de 2003.

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*** Véase "Sin la revolución no habrá ningún cambio fundamental. Salvo el poder, en última instancia, todo es ilusión " en el OR No. 1195 del 20 de abril de 2003 y en la Internet en rwor.org.

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**** La Unión Revolucionaria (RU) fue una organización comunista fundada por Bob Avakian y otros compañeros en San Francisco a finales de los 60 que llegó a ser una organización nacional a principios de los 70. Desde el principio, la RU asumió la tarea de forjar un nuevo partido comunista revolucionario en Estados Unidos y fue la fuerza principal que impulsó la formación del Partido Comunista Revolucionario de Estados Unidos (PCR, EU) en 1975.

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