"The Chinatown Files": La cacería macartista de los años 50

Obrero Revolucionario #1209, 10 de agosto, 2003, posted at rwor.org

"En chino, Estados Unidos significa país bello. Se habla aquí de democracia y libertad, pero desde que entré al país, mi experiencia ha sido todo lo contrario.

"Durante ese tiempo nos paraban en la calle. Nos hostigaban y hacían preguntas, nos empujaban. Era algo cotidiano en Chinatown".

Maurice Chuck, en la película The Chinatown Files

Para la clase dominante, los años 50 fue una época maravillosa. Al final de la II Guerra Mundial, Estados Unidos quedó como la mayor potencia imperialista, y proclamó el triunfo del "American Way of Life", con su patriotismo y estricta conformidad social... mientras los negros sufrían bajo la segregación y las mujeres morían a causa de abortos ilegales.

En lo político, era un tiempo de intensa represión anticomunista y macartista (el nombre viene del senador Joe McCarthy, el paladín de esa época). En el mundo de la posguerra dominaba la pugna entre Estados Unidos y la Unión Soviética (en ese tiempo un país socialista). En 1949, la revolución china dirigida por Mao Tsetung tumbó al gobierno del Kuomintang (KMT), respaldado por Estados Unidos, y liberó la cuarta parte de la humanidad. En Estados Unidos, decenas de miles de personas tuvieron que comparecer ante comités del Senado para responder a la pregunta: "¿Es o ha sido miembro del partido comunista"? Firmar una petición progresista podía costarle el trabajo. Mucha gente acabó en la cárcel o perdió todo lo que tenía porque se negó a "dar nombres".

Se conocen los ataques contra eminentes intelectuales y gente de la industria cinematográfica durante ese tiempo, pero se sabe muy poco sobre los ataques contra los chinos. En las comunidades chinas buscaron, encarcelaron y deportaron a miles de personas.

Esta historia oculta es el tema de The Chinatown Files , un excelente documental de la productora y directora Amy Chen. Traza la historia de siete personas bajo ataque del macartismo. (De esa película sacamos las citas para este artículo, con unas cuantas excepciones.)

El barrio chino en los años 50

"Nací en Chinatown, en un hospital chino ubicado en la calle Jackson [de San Francisco]. Vivíamos cinco personas en un departamento de dos piezas. Si no me equivoco, había cinco baños, cinco inodoros para 22 familias. Pensándolo ahora, me doy cuenta de que realmente éramos muy pobres, pero viviendo ahí en la misma situación que la demás gente, pues simplemente no me daba cuenta".

Connie Hwang, en The Chinatown Files

"Antes de 1882, Estados Unidos aceptaba a todos los inmigrantes. Solo se excluía a las prostitutas, los leprosos y los imbéciles. En 1882, pusieron en esa lista a los chinos.... El hecho de que hoy tenemos un Chinatown es indicio del racismo institucionalizado que empezó en el siglo XIX".

Ling Chi Wang, profesor de UC, Berkeley

En los años 50, los chinos sufrían una intensa explotación y discriminación los chinos de Estados Unidos. La "Ley de Exclusión de Chinos" prohibió la inmigración de chinos de 1882 a 1944 y negó la ciudadanía a los que ya estaban aquí. No permitió que los obreros chinos trajeran a sus esposas a vivir aquí. En 1940, el 80% de los chinos en Estados Unidos eran hombres. Cuando la Ley de Exclusión se anuló en 1944, el nuevo sistema de cuotas raciales solo permitió la entrada de 105 inmigrantes chinos cada año. Esos límites siguieron hasta los años 60. Los eliminaron porque eran una vergüenza y, además, porque el gobierno quería atraer a científicos asiáticos para competir con los soviéticos.

A los chinos se les obligó a vivir en barrios marginados, los "Chinatown" (barrio chino). En la película The Chinatown Files , Connie Hwang recuerda: "Teníamos problemas porque, bueno, los niños nos perseguían porque éramos chinos. Nos decían groserías. Era evidente que ciertas tiendas no nos querían como clientes porque no nos atendían".

Los inmigrantes chinos venían huyendo de la extrema miseria que predominaba en China antes de la revolución. Maurice Chuck, quien vino a Estados Unidos a los 15 años, recuerda: "Durante mi niñez en China, docenas de bebés morían cada día... A diario, moría gente de hambre. Un terrateniente enterró viva a mi amiguita de 8 años porque ella le robó un camote por el hambre que tenía".

En Estados Unidos, encontraron pobreza. Se les prohibió trabajar en muchas profesiones y los relegaron a trabajos bajos. Henry Chin dijo: "Llegué a Boston en 1940 y me detuvieron por tres meses. Trabajaba en una lavandería y me acostaba en el burro de planchar. Ganaba cuatro dólares por semana".

La II Guerra Mundial y la revolución china

Después de la II Guerra Mundial, muchos chinos que vivían en Estados Unidos pensaron, con optimismo, que su vida iba a mejorar, pues China fue aliado de Estados Unidos durante la guerra y muchos chinos entraron al ejército estadounidense. Sin embargo, el curso de los acontecimientos en China llevó a que el gobierno estadounidense los tachara de "enemigos".

Al final de la II Guerra Mundial, estalló en China una guerra civil entre el gobierno corrupto y proimperialista del KMT, dirigido por Chiang Kai-Shek, y el movimiento de campesinos pobres y obreros dirigido por Mao y el Partido Comunista. En 1949, la revolución triunfó y Chiang Kai-Shek tuvo que huir a la isla de Taiwán.

En Estados Unidos, muchos chinos apoyaron el nuevo gobierno socialista de Mao. El profesor Ling Chi Wang comenta: "Claro que había una división en la comunidad china. Los hombres de negocio generalmente seguían los mandatos del gobierno de Chiang Kai-Shek. Los trabajadores de Chinatown se identificaron con el movimiento comunista chino, no porque fueran comunistas, sino porque para ellos los comunistas representaban una idea nueva, un movimiento nuevo para China que iba a ser muy moderno, democrático e igualitario".

Henry Chin dijo: "Nos alegró muchísimo ver una China nueva. Como dijo Mao Tsetung: `El pueblo chino al fin se puso de pie'".

En Chinatown, muchos chinos, sobre todo los jóvenes, se unieron a organizaciones progresistas que apoyaban el gobierno revolucionario de China, como Min Ching (Liga Democrática de la Juventud Chino-Americana). Eleanor Wong Telemaque dice en la película: "Cantábamos. Aprendimos a cantar `Chi lai' (la Internacional ), aprendimos el himno nacional [de China]... Nos estábamos uniendo con el pueblo. Hay que entender que la Nueva China era del pueblo, de los campesinos. Así que para mí fue... pues, pensé que era maravillosa".

Maurice Chuck recuerda la primera celebración del 1° de octubre de 1949 (el triunfo de la revolución) en la sede de la Asociación Cultural Chino-Americana en la calle Stockton: "El ambiente de Chinatown era de pura emoción".

El KMT contrató a hampones que atacaron con saña y disolvieron la celebración. En la mañana, en cada farol apareció una lista negra de simpatizantes de la República Popular que el KMT quería asesinar.

En 1950, estalló la guerra entre el Ejército Popular Coreano y la República de Corea, un gobierno títere de Estados Unidos bajo el déspota Syngman Rhee. A pesar de que China acababa de ganar su independencia y necesitaba reconstruir la economía, mandó unos 300,000 voluntarios para pelear al lado del Ejército Popular Coreano.

Ellen Schrecker, autora del libro Many Are the Crimes sobre la época macartista, dice: "Trataron a China como hoy están tratando a Irak, como un país renegado. A los chino-americanos que simpatizaban con el gobierno de China también los consideraban de la misma manera, como contaminados".

Eleanor Wong recuerda cómo se fomentó esa idea: "Había muchos rumores de que estaban preparando campos de concentración para los chinos. Mi hermano dijo que quería ponerse el apellido Wongamita. `Voy a ser japonés', dijo. Tal vez era ingenua, pero yo pensé que eso no nos iba a tocar".

La cacería que hizo el FBI

"A ciertas personas, cuando salían del club y caminaban por la calle, el FBI las agarraba y las metía en el carro, y las interrogaba."

Kathy Lowe

El FBI seguía y acosaba a los miembros de Min Ching, la Asociación Democrática de la Juventud Chino-Americana.

Connie Hwang relata que en un interrogatorio del FBI, le echaron en la cara cosas que había dicho en privado: "Aparentemente, alguien le citó mis palabras al FBI; cuando los agentes me las repitieron, quedé asombrada de que tales cosas estaban en el expediente".

El Dr. Rolland Lowe, otro miembro de Min Ching, dijo que el FBI le instó a delatar a otros miembros: "Tenían fotos de varias personas y me preguntaron si los conocía, y qué punto de vista tenían sobre el gobierno de China".

También atacaron a otros grupos. Eleanor Wong era miembro de la Asociación de Estudiantes Cristianos Chinos (CSCA) y trabajaba con una agencia del Departamento de Estado. La hicieron comparecer ante una comisión de lealtad del Departamento de Estado por pertenecer a CSCA, que según el gobierno era una pantalla de actividades comunistas. Eleanor explica que la asociación era un club social y que iba ahí a buscar novio. Dijo de la audiencia: "Me dio mucho, mucho miedo".

Cuando Min Ching cerró su sede a raíz de la represión, se descubrió un micrófono escondido detrás de un librero.

Una simpatizante del PCR nos mostró el expediente de su padre, que ella consiguió mediante la Ley de Libertad de Información. Su padre era ciudadano de Estados Unidos, pero vivió varios años en China y se casó con una china. Un informe de la CIA señala que en China "adoptó las costumbres y el atuendo de la población, se asociaba con chinos de clase media baja y mucho menos con gente del extranjero".

El expediente documenta muchos años de acoso del FBI a un hombre que no perteneció a ninguna organización política y quien, según un familiar, era "completamente apolítico". El FBI lo agarró varias veces en la calle para interrogarlo. Lo tachó de "simpatizante de los comunistas" porque dijo que todo mundo debía ganar lo suficiente para mantener a su familia, criticaba el tratamiento del nuevo gobierno chino en los medios de comunicación y mandaba dinero a su familia en China. No pudo conseguir un buen trabajo y tuvo que aceptar trabajos como amontonar cadáveres de soldados muertos en la guerra de Corea. Las compañías le decían abiertamente que, por tener familia en China y haber vivido allá, tenían que mandar su solicitud de empleo al FBI y que nunca le iban a dar trabajo.

Prohíben los negocios con el enemigo

En Nueva York, los trabajadores de lavandería fundaron un periódico, The China Daily News.A diferencia de otros periódicos de Chinatown, no estaba bajo el férreo control del KMT y el gobierno de Chiang Kai-Shek. Informaba a la comunidad china sobre los cambios positivos que se realizaban en la China de Mao.

El gobierno estadounidense quería silenciar esos puntos de vista. Una ley de la I Guerra Mundial, la "Ley de negocios con el enemigo", fue la justificación para suspender la libertad de expresión y clausurar la prensa. Esa ley criminalizó el acto de mandar dinero a China. Así que cuando The China Daily News publicó un anuncio de giros del Banco Nanyang de China, arrestaron al director del periódico por aceptar $150 para poner el anuncio, y a tres trabajadores de lavandería por mandar dinero a sus familias.

El juez Thomas Jones, quien defendió a los tres trabajadores, dijo: "Era claro que no solamente querían demonizar a esos tres hombres, o sea, que había un elemento racista porque eran chinos; también querían intimidar a la ciudadanía estadounidense. ¿Por qué atacaron a los trabajadores de lavandería? En parte, para fomentar terror. Seleccionaron a hombres indefensos, que no tenían abogado, que no negaron lo que hicieron ni cometieron delito alguno al hacerlo. El propósito era calumniar a esos hombres... existe un elemento racista. Pero también se quería intimidar a la ciudadanía estadounidense".

El gobierno adujo que existía una extensa conspiración para mandar dinero al gobierno comunista de China, con mordidas y asesinato. La prensa repitió todo, con grandes titulares. En el juicio el gobierno tuvo que reconocer que la supuesta conspiración era invención. Sin embargo, los trabajadores de lavandería recibieron una pena de seis meses de cárcel por el "delito" de mandar dinero a sus familias.

Ese fallo y el acoso oficial contra el periódico The China Daily News causaron muchos daños. Deportaron a varias personas, otras se suicidaron, un hombre desapareció y otro murió en circunstancias dudosas.

Por 20 años el FBI vigiló constantemente a Henry Chin, director del China Daily News de 1955 a 1975. Dijo: "El FBI acosó a nuestro tesorero y al final se ahorcó. Tom Sung fue otro. Era gerente de la lavandería Wet Wash Laundry. Lo hostigaban muchísimo y al final se tiró por el puente de Brooklyn. A raíz de ese caso, dos amigos murieron y tres acabaron en la cárcel".

Investigaron a los donantes al periódico y a todos los 6500 suscriptores.

Tung Pok Chin escribió poesía para The China Daily News.El FBI lo interrogó y lo acosó por el "delito" de escribir poemas. En su autobiografía, escribió: "Dejé de escribir y prendí fuego a más de 300 poemas. Aún así, el FBI me torturaba. Yo no podía contener las lágrimas al ver arder la obra de toda la vida".

La inmigración como arma

Durante los años 50, como hoy, el gobierno usó la inmigración como arma de represión política. Un informe del consulado estadounidense en Hong Kong declaró --falsamente-- que más del 90% de los chinos estaban ilegalmente en Estados Unidos. El gobierno y la prensa propagaban una histeria de que los comunistas habían infiltrado al país.

Iris Chang escribe en su libro The Chinese in America : "Las investigaciones afectaron a todos. Si eras chino, muy probablemente llegarían a la casa a someterte a una larga lista de preguntas sobre todo aspecto de tu vida". El abogado Lloyd Brooks ordenó que 40 organizaciones chinas entregaran en 24 horas todos los documentos y fotos de sus afiliados, y un informe completo sobre sus ingresos. Más tarde, un juez anuló el citatorio, llamándolo "una inquisición masiva". Sin embargo, el daño ya estaba hecho, pues los agentes hicieron redadas en comunidades chinas a través del país. En Nueva York, por ejemplo, los comerciantes de Chinatown perdieron $100,000 por semana.

El gobierno aprovechó la histeria para iniciar una campaña de inscripción de los inmigrantes chinos. Para engatusar, dijo que a los que se presentaran a confesar iban a "perdonarle y olvidar todo". Ese programa se llamó el Programa de Confesión China.

El programa de confesión permitió regularizar la situación de unos, pero el gobierno fue muy duro con la gente progresista o de izquierda.

Maurice Chuck recuerda: "El Servicio de Inmigración acosó a mi padre y le dijo que tenía que confesar que su verdadero apellido no era Chuck, sino Wong; y que si no lo hacía caería en problemas, hasta lo iban a deportar. Por supuesto tuvo miedo, pues no entendió que el `programa de confesión' se dirigía contra mí y no contra él. Usaron la confesión de mi padre como prueba contra mí, su hijo. Perdí y pasé tres meses en la cárcel, con cinco años de libertad vigilada".

A muchos miembros de Min Ching, como Kathy Lowe, les quitaron la ciudadanía. Kathy dice en The Chinatown Files : "Cuando les quitaron los documentos [de ciudadanía], lo perdieron todo. Era trágico... Ni siquiera entendía por qué lo hicieron. Yo pensé que en un par de años la podía pedir de nuevo. Pero no fue así. Cada vez que hacía la solicitud me decían: `Está en trámite'. Nunca me dieron una razón".

Dice con amargura: "Realmente no puedo decirles a mis hijos que estoy orgullosa de estar en este país. No puedo decirles que este país me ha dado mucho y por eso siento orgullo. Después de tantos años, no puedo decir eso".

A muchos inmigrantes chinos los sometieron a investigaciones de inmigración y de deportación. A miles de chinos nacidos en Estados Unidos los pusieron en una categoría que se llama suspensión de deportación. Eso significaba que no eran ciudadanos, en realidad no tenían el derecho de estar en el país y no los iban a deportar; pero si cruzaban la frontera, no podían regresar a Estados Unidos.

Una historia oculta

"Es una verdadera lástima que hoy ataquen a los árabes de la misma manera que atacaron a los japoneses durante la II Guerra Mundial y a los chinos durante la guerra de Corea. No hay razón para pensar que ciertos grupos étnicos amenacen la seguridad nacional".

Amy Chen, directora y productora de The Chinatown Files

Amy Chen tuvo la idea de hacer la película después de leer sobre la prohibición de "hacer negocios con el enemigo" en una nota al pie de página del libro de Peter Kwong Chinatown, New York.En un comentario sobre la película, Chen escribió: "Aparte de esa nota, no encontré nada escrito sobre la vida de los chinos durante la cruzada anticomunista de la época macartista. A la larga, encontramos y entrevistamos a más de 100 personas, que dan una idea de lo que pasó. Las investigaciones oficiales afectaron personalmente a varias de ellas". La mayoría de los entrevistados no querían que los filmaran porque todavía temen la represión.

La película es valiosa porque destapa una historia de represión y resistencia, y ahora, debido a la semejanza con la represión de hoy contra los inmigrantes.

Don Young, de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones Asiático-Americanas (que financió la película), le dijo a la revista Far Eastern Economic Review : "No queremos que la historia se repita o que ataquen a grupos por su raza o por su apariencia... A raíz del 11 de septiembre y del maltrato a lsos árabes, musulmanes y gente del Sur de Asia, tenemos que proteger los derechos de los individuos".

El video The Chinatown Files se puede conseguir en: Third World Newsreel, 545 Eighth Avenue, 10th floor, New York, NY 10018; o en twn@twn.org.


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