Revolución #135, 13 de julio de 2008


Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

La Universidad Zanjan

Estudiante desafía a régimen de República Islámica - Miles protestan

30 de junio de 2008.  Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (traducción de Revolución). Los sucesos en la Universidad Zanjan de Irán hace dos semanas asombraron al país entero.  No porque el pueblo ignoraba la corrupción y los abusos detrás de los códigos islámicos impuestos por el régimen, sino porque este incidente concentró la esencia de la República Islámica. Los sucesos siguientes también asombraron y fueron más allá de lo que pudiera creer el pueblo de Irán, que conoce bien la lógica del régimen islámico.

Una estudiante estaba bastante valiente como para resistir todas las amenazas del dizque comité disciplinario y las autoridades universitarias. Rehusó acceder a sus demandas y al contrario ayudó a recoger evidencia para demostrar la corrupción y actividad abusiva del vice-rector Hassan Madadi. Se circuló una grabación en audio en que él le exige a ella tener relaciones sexuales. Decenas de miles de gentes vieron el video de celular puesto en YouTube en que estudiantes lo agarran, lo entregan a las autoridades y exigen que se le acusara. (http://uk.youtube.com/watch?v=01NPJ5McQW4) La gente se informó por SMS y por teléfono. No porque se sorprendieron, pues muchos entienden la magnitud de la corrupción de este régimen, sino porque se disfrutaron del hecho de que esta vez se agarró a este criminal con las manos en la masa, y él y el gobierno no podían salirse con las suyas.

La noticia indignó a los estudiantes y 3.000 asistieron a protestas. Una inundación de solidaridad y apoyo llegó de otros estudiantes universitarios. Las autoridades de la universidad, en una posición débil, intentaron poner fin a esas manifestaciones por medio de dar promesas falsas que accediesen a las demandas de los estudiantes. Por último, miembros de la Asociación Islámica de estudiantes, que está vinculada con los “reformadores” como el ex-presidente Muhammad Jatami, estaban resueltos a sacar provecho de estos sucesos en su lucha intestina entre las facciones del estado. Por eso, transigieron para que el movimiento estudiantil no se saliera de sus manos y para hacer avanzar el programa de su facción en el gobierno.

Pero lo que asombró al pueblo aún más ocurrió después de las manifestaciones. Ali Zahedí, ministro de Ciencias y Educación Superior, alegó que el video no demostró nada, y el fiscal de Zanjan declaró que denunciar un “pecado” es peor que el propio pecado. Casi nadie perdió lo que significaba esto. Dentro de poco, ¡arrestaron a la misma estudiante que se atrevió a denunciar al funcionario abusivo y la acusaron de tener una aventura ilegal!

La ley islámica requiere dos testigos masculinos para testificar en cuanto a tales abusos, un requerimiento tan poco práctico que jamás se pueden demostrar tales abusos. La lógica islámica está clara: las mujeres son culpables y la fuente del pecado, así que no importa el pecado, es la mujer quien tiene que ser culpable. El hecho de que el pecado ocurrió y que ella es mujer, pues eso basta para arrestarla. De esta manera, se invierten las posiciones de criminal y víctima.

Este incidente muestra que el régimen islámico está resuelto a seguir con sus políticas en contra de la mujer, aun confrontado con un escándalo con evidencia muy sólida e innegable. También muestra que la opresión más brutal de la mujer es un baluarte principal de la República Islámica de Irán. Por eso decimos que este incidente, en forma concentrada, pone de manifiesto la esencia del régimen islámico.

A las estudiantes femeninas, que constituyen la mayoría en las universidades iraníes, regularmente las hostigan y amenazan los comités disciplinarios y la oficina del Harasat (Guardián) de las universidades. El Harasat es una unidad en cada universidad que actúa como aparato de inteligencia y seguridad, ya que supuestamente las fuerzas de seguridad regulares están vedadas del campus. Con frecuencia monitorean el comportamiento y las actividades de los estudiantes y aun los maestros en el campus y en las aulas. Han creado un ambiente represivo y fascista en las universidades y los odian mucho los estudiantes.

La ironía es que mientras las autoridades del Ministerio de Ciencias y Educación Superior y de las universidades nunca se cansan de usar toda su creatividad para dictar muchas reglas raras y detalladas para controlar la ropa, el maquillaje y las relaciones entre estudiantes masculinos y femeninos, y llamar a estudiantes a comparecer ante los comités disciplinarios y aun expulsarlos por violar los códigos islámicos de cubrirse el cuerpo o de comportamiento no islámico, a la vez una amplia gama de funcionarios y autoridades universitarios, y especialmente funcionarios del Harasat, utilizan su poder para abusar sexualmente de las estudiantes femeninas. Estos dos aspectos pueden parecer contradictorios, pero el origen de ambos comportamientos es el mismo: el deseo de controlar y oprimir a la mujer. El gobierno se esfuerza por proteger a esos criminales, no solamente para defender a sus propios esbirros, sino, y esto es lo más importante, porque la opresión de la mujer es un baluarte principal del sistema entero. Por ejemplo, mira cómo los grupos islámicos armados en Afganistán presionan a las mujeres. Secuestran a adolescentes femeninas y las violan por el “pecado” de ir a la escuela o de no seguir el código islámico de cubrirse el cuerpo.

En Irán muchos de estos funcionarios están recientemente nombrados y fueron miembros del Pasdaran y Basij (el ejército particular del régimen islámico, los Guardianes de la Revolución y la milicia). Después de la guerra Irán-Irak, se les otorgaron títulos universitarios, no porque asistían a clases sino como recompensa por su servicio en la guerra y a la “revolución” islámica, o porque eran miembros de una de las camarillas que formaron la República Islámica de Irán. Hicieron una purga de todos los maestros progresistas durante la dizque revolución cultural a comienzos de los 1980. En los últimos años, hicieron otra purga de una nueva tanda de académicos que no se consideran bastante islámicos. Como resultado, las universidades están en las manos de funcionarios y maestros más fundamentalistas y comprometidos al Islam quienes han estado abusando de su poder sobre las estudiantes de varias maneras, inclusive exigiendo tener relaciones sexuales a ellas.

Esta islamización de las universidades ha presionado aún más a los estudiantes y particularmente ha aumentado la opresión de las estudiantes. Por su parte, las mujeres han estado participando más en varias clases de comportamiento rebelde y desafiante y a menudo acción política contra el estado y funcionarios nombrados por el estado. Se han vuelto un componente importante de todos los movimientos estudiantiles, a pesar de las condiciones desfavorables y restricciones y limitaciones a su participación.

Lo que enojó al pueblo más que nada en cuanto al incidente en la Universidad Zanjan es que tales incidentes no son pocos comunes. Como dice el volante adjunto de la organización 8 de Marzo, casos similares se han revelado en otras universidades, como la Universidad Sahand en Tabriz y la Universidad Razi en Kermanshah, y en otros lugares. Lo que tuvo de diferente este caso era que los estudiantes recogieron la prueba innegable y la denunciaron ante la gente antes de que el régimen pudiera impedir que las noticias se extendieran.

Pero a la vez han habido numerosos casos que no se han denunciado. El temor al estigma social y de más importancia el temor de ser acusada de ser pecador y de tener relaciones sexuales ilegales han impedido que las víctimas hablaran de ello a sus amigos más cercanos o parientes. Shadi Sadr, una abogada iraní y activista en cuanto a tales casos, escribió en un artículo: “Frecuentemente he encontrado archivos de casos que describen a mujeres que han sido víctimas de amenazas, abuso sexual y aun violación. Después de presentar una queja en cuanto a la violación, otra vez están violadas por el proceso legal largo y difícil que les trae más sufrimiento. No solamente encuentran que no pueden probar el abuso sexual o violación, pero a la larga ellas mismas son acusadas y castigadas por la ley porque se dice que han confesado haber tenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, una suerte que desafortunadamente puede aguardar a la estudiante de Zanjan” (boletín electrónico en persa de la Universidad Técnica Amir Kabir, 20 de junio).

Lo desafortunado es que los abusos, amenazas y hostigamiento infligidos por las fuerzas de seguridad y los funcionarios, especialmente en las universidades, han impulsado a muchos estudiantes a suicidarse. Según un informe de la sección en persa de Deutsche welle (Voz de Alemania, 23 de junio), la oficina principal del Harasat del Ministro de Ciencias y Educación superior dijo que de 28 suicidios de estudiantes universitarios desde que el año nuevo iraní empezó el 21 de marzo, 21 eran mujeres. La misma fuente informa: “El 16 de abril de este año un estudiante de doctorado en química en la Universidad Shahid Behestí se suicidó de cianuro; cuatro días después un estudiante de Hamadan se suicidó; y el siguiente mes una estudiante de medicina de Isfahan se suicidó dos días después de estar detenida y acusada de violar los códigos islámicos de cubrirse el cuerpo. Anteriormente, otra estudiante de la Universidad Damghan en el noreste del país se ahorcó en su dormitorio. El 11 de junio de este año una estudiante de Malayer, una ciudad a 320 km al oeste de Teherán, se suicidó. El comité disciplinario de la universidad la había suspendido por un semestre por haber tenido relaciones sexuales ilegales”. Según la misma fuente, otra estudiante de Sistán y Beluchistán, una provincia del este, también se suicidó tomando pastillas.

La ira del pueblo ante las noticias de la Universidad Zanjan todavía estaba hirviendo cuando una foto empezó a circular que muestra el cuerpo destrozado de una estudiante de la Universidad Lahijan en el noreste de Irán quien se tiró del cuarto piso de la Facultad de Ingeniería donde se ubica la oficina del Harasat. Les partió el alma a millones de personas mirar la foto en varios sitios del internet, como
autnews.eu/archives/1387,04,00010088. Fue aún más doloroso cuando una segunda estudiante de la Universidad de Sistán y Beluchistán también se suicidó. Y sabemos que ni fueron las primeras ni las últimas.

Pero afortunadamente eso no es lo que hizo la estudiante hostigada y amenazada de la Universidad Zanjan. Su actuación valiente puso al descubierto a los funcionarios criminales anti-mujer y al sistema que los apuntala, y dio origen a un movimiento estudiantil extraordinario.

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.

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