Revolución #155, 8 de febrero de 2009


Programa en Harlem:

“Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo”: ¿Necesitamos a Dios o Fuera con todos los dioses?”

Domingo 25 de enero de 2009. Noventa personas abarrotaron la librería y café Hue-Man en Harlem, Nueva York, para escuchar un intercambio de pareceres entre Sunsara Taylor y al padre Lawrence Lucas sobre "Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo: ¿Necesitamos dios o Fuera con todos los dioses?" Sunsara Taylor es una comunista revolucionaria, una atea militante y una articulista para el periódico Revolución. Ella ha estado haciendo un recorrido por el país promoviendo ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, uno de los libros más recientes de Bob Avakian. El padre Lucas actualmente sirve como sacerdote en la capilla católica en el Hospital General del Norte en Harlem y hace su ministerio con prisioneros en la Isla Rikers; ha sido un luchador contra la brutalidad policial y el racismo por mucho tiempo. El debate de esa tarde fue moderado por Sibanye, el director de la filial de Centro de Investigación de Harlem. Los oradores debatieron la existencia de dios, las palabras de la Biblia y Jesucristo, y si importaba que la gente crea en cosas que no existen o si no.

El público eran mayoritariamente negros y del área de Harlem. La gente fue convocada por la lista de correos electrónicos de la librería Hue-Man, la Iglesia de Riverside, la filial del Centro de Investigación de Harlem y una organización de estudiantes ateos del City College de Nueva York. Hubo gente que escuchó sobre este evento en la radio WBAI, la revista Time Out, Amsterdam News, Libros Revolución y un periódico de Harlem. Hubo ateos y católicos, presbiterianos, cristianos que cuestionan la fe y ateos emergentes junto con algunos que creían en un poder superior pero que rechazan la religión organizada.

¡Una de las cosas más significativas de este programa fue que se llevó a cabo! Del público muchos nunca habían escuchado algo así antes.

Sunsara Taylor inició el intercambio de pareceres argumentando que creer en dios es dañino porque le impide que la gente llegue a conocer el mundo como es en realidad y cómo puede ser cambiado y porque el contenido de las religiones más grandes, por ejemplo la Biblia cristiana, es extremadamente reaccionario. Terminó su presentación inicial argumentando que es necesario y bueno desafiar a la gente para que abandone su creencia en dios porque las masas de gente, especialmente la gente oprimida, necesitan revolución y emancipación, y no consuelo.

Taylor también fue directo al meollo de la diferencia entre la ciencia y la fe, explicando que la ciencia empieza con lo que se puede demostrar que es cierto, examinando la realidad y alentando a que la gente la interrogue, la ponga a prueba, contribuya a ella y la mejore. En cambio, la fe empieza con fantasías inventadas, como que el mundo fue creado en seis días, y le hace creer a la gente en estas cosas sin ninguna evidencia.

El padre Lucas contestó a esto reafirmando la Biblia, pero no como un texto literal y directo. Describió la Biblia como una colección de libros de diferentes autores, escritos en lenguajes diferentes en un tiempo y contexto totalmente diferente al de hoy en día. Comparó su manera de reafirmar la Biblia con la manera en que muchos otros reafirman la Constitución del país, explicando que se han usado ambos documentos para causar daño pero que encarnan un ideal que aún no ha sido alcanzado. Insistió que los seres humanos y el mundo a nuestro alrededor son muy complejos como para que simplemente hayan evolucionado e insistió en la noción de que debe haber un "diseñador".

El padre Lucas argumentó que la Biblia no insistía que los homosexuales debieran ser asesinados. Cuando se le preguntó por los ataques sobre los homosexuales y las mujeres que han sido motivadas por lo que la Biblia dice, el padre Lucas dedujo de su experiencia en las prisiones para argumentar que esos no son los asuntos que más afectan a la gente negra y a otros que él sirve. A cambio, dijo que son la pobreza extrema, la criminalización y la carencia de cuidado médico los que afligen a esta gente. Argumentó que el cristianismo significa oponerse a toda forma de asesinato, dejando en claro sus desacuerdos con los católicos que usan la Biblia para defender la pena de muerte y chocando fuertemente con Sunsara Taylor sobre la naturaleza del aborto, pues él se le opone y ella defiende firmemente el derecho de la mujer al aborto.

Ambos panelistas desafiaron a la audiencia en diferentes formas, a no dejar que se engatusen a participar de los crímenes de los Estados Unidos solo porque Obama está a cargo del gobierno. Los panelistas condenaron el papel de los Estados Unidos en la masacre de Gaza y también condenaron las injustas guerras de Afganistán e Irak. Le recordaron al público, lo cual les hizo ganarse un aplauso de parte de la audiencia, el carácter generalizado de la opresión del pueblo negro y que la gente no debería tragarse ese cuento que Obama está propagando entre la comunidad negra de que ahora "ya no hay más excusas." Ambos panelistas también enfatizaron la importancia de unirse alrededor de estas cuestiones mientras que también insistían que sus diferencias sean discutidas cuidadosa y honestamente, porque hay mucho en juego en la manera en que la gente piensa y a dónde este modo de pensar conduce.

También trataron los siguientes asuntos: ¿El socialismo es bueno para el pueblo negro? ¿Lo que le pasa a la gente es el plan de dios o del diablo? ¿Por qué la iglesia negra no hace más para la lucha contra la opresión que la gente vive? Si los comunistas quieren deshacerse de la religión, ¿cómo se encargarían de las necesidades de la gente que ahora está bajo el cuidado de la iglesia? ¿Cómo podemos estar seguros de que en realidad no existe ningún dios? ¿No es cruel quitarle la creencia en dios a la gente que está enferma y a punto de morir?

Hubo una genuina unidad entre los exponentes sobre varios asuntos: asumir una posición firme contra la masacre de Gaza, contra el asesinato policial y contra todo el sufrimiento que este sistema le descarga a la gente, y acerca de la necesidad de la revolución. A lo largo de la sesión de preguntas y respuestas, la gente escuchó el debate con gran entusiasmo y ganas. Algunos vinieron con preguntas muy serias y todos escucharon perspectivas que no habían oído antes. Para muchos, el evento los dejó con muchas preguntas nuevas y el deseo de ver más eventos como este en el futuro.

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