Revolución #159, 22 de marzo de 2009


De unos lectores de Revolución:

Llevando Revolución al valle de Río Grande

Recientemente un pequeño grupo de brigadistas de REVOLUCIÓN hizo un viaje de fin de semana a la frontera, en el extremo sur de Texas, E.U. y México, para introducir la nueva Audaz Iniciativa del periódico e involucrar a personas en los comienzos de un movimiento revolucionario. Para todos nosotros esto fue “terreno nuevo”. Mucho trabajo nos espera, desde el principio en que estaríamos haciendo un sinfín de investigación y aprendizaje.

¿Cuál es la realidad social y política en una zona considerada por la clase dominante como un estratégico punto débil que miles de tropas han estado aquí por más de una década? ¿Cómo es que la gente ve lo que se perfila en el mundo? ¿Y qué acerca de la necesidad y la posibilidad de una revolución — una revolución comunista?

Mucho se nos reveló en el curso de 36 horas — acerca de la fragilidad de la relación entre una potencia imperialista y un país del tercer mundo. Por un lado, la escasez de expectativas, sobre lo que Obama con su promesa de “cambio” aporta a sus vidas, por otro lado, el enorme peso de la religión y las creencias de que dios es la única solución a los problemas del mundo; la base muy proletario y empobrecido de la población junto a centros comerciales de nueva construcción en ejecución, a lo largo de la carretera 83; la conciencia y una profunda preocupación de los muchos que conocimos en esta aislada y militarizada zona sobre los acontecimientos actuales como los de Gaza e Irak; y, sobre todo, la necesidad de que una corriente comunista revolucionaria entre y comience a afianzarse en estas regiones del sureste.

En algún lugar al sur de Kingsville, en el largo tramo de la carretera que conduce en el Valle del Río Grande, uno entra en una zona de ocupación militar. En primer lugar, al llegar, en las primeras horas de la mañana, esto no fue evidente para nosotros. Sin embargo, después de un breve desayuno de orientación por parte de algunos con historia y familia ahí, se comenzó a pintar un cuadro de vida a la sombra de la intensificación de la “guerra contra el terror”, que es realmente una guerra contra la población.

Este es un lugar donde los residentes de largo tiempo con orgullo se llaman a sí mismos mexicanos, pero conseguir un trabajo significa estar lamentablemente en un constante enfrentamiento contra los nuevos inmigrantes. Por la presión de la pobreza, los jóvenes ingresan en el ejército o incluso a la patrulla fronteriza. Por otra parte, para algunos, sin papeles “en regla”, un momento de indiscreción o una desesperada situación familiar puede llevar a perderlo todo, no importa si han estado aquí 3 horas o 30 años.

Nada de esto es nuevo. Pero la guerra contra el terror definitivamente ha traído algunos cambios en este ámbito:

Como un alto muro de cinco metros que serpentea de un lado a otro a lo largo de la orilla norte del Río Bravo, atravesando incluso los patios de las propiedades de la gente, incautando tierras de ranchos y toda una sección de la Universidad de Texas en el campus de Brownsville. Las personas que han sido autorizadas a mantener sus hogares dentro del corredor del muro fronterizo tienen que mostrar identificación, y no pocas veces tienen problemas para ir y venir cuando hacen un viaje a la tienda.

Hay un gran aumento de actividad en la oficina de ICE en el campus UTB y en el centro de detención de Seguridad de la Patria de al lado, donde por la noche se puede ver cientos de inmigrantes que son bajados de los autobuses Wackenhut e introducidos en los oscuros edificios de migración en preparación para la deportación.

Es un hecho, de que ahora hay cinco agencias federales que patrullan un área de seis cuadras en torno a la terminal de autobuses de Brownsville, donde los trabajadores migrantes de Matamoros, Reynosa y más al sur entran a los EE.UU. para ir a trabajar en los campos agrícolas o en alguna obra de construcción.

Otro factor sobresalió, si bien tal vez no tan nuevo: aquí la gente no utiliza el teléfono para hablar de la revolución y el comunismo.

La economía

Los EE.UU. nunca han puesto mucho dinero en el desarrollo de la infraestructura de sus pocas grandes ciudades en la frontera, ni siquiera a raíz del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). En marcado contraste con las tienditas que luchan por subsistir con sus productos a lo largo por la calle principal de Brownsville así como las bodegas dispersas por el camino hacia Reynosa, está el aparato de vigilancia de punta tipo RoboCop en el “Puente Internacional” al sur de McAllen. Incluso han incorporado la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) y los servicios de parques en este aparato, lo que ha creado una zona a lo largo del río “ambientalmente protegida” que somete a la gente a la detención por el simple hecho de estar cerca de la orilla.

No queda claro cuánto estos mecanismos de control y represión ya de por sí van en contra de los planes del capital para el crecimiento económico proyectado en los distintos acuerdos del “Libre Comercio”. Al igual que señalan los recientes artículos de Raymond Lotta en REVOLUCIÓN, la anarquía de la producción superglobalizada facilitada por los acuerdos del TLCAN y por la ley de la maximización de ganancias es un elemento importante de la actual crisis económica mundial. Se está manifestando esta crisis en términos muy concretos a lo largo del bordo fronterizo entre los EE.UU. y México. Tenemos que hacer más investigación, pero en el poco tiempo que estuvimos ahí, había indicios. Los vendedores en las “Pulgas”, es decir, mercados de pulgas (tianguis) que visitamos, hablaban de cómo la gente no tiene dinero, no ha tenido dinero durante meses y que en México es mucho peor. La gente joven se preocupa de que no haya trabajo.

* * * * *

Así que, fue en esta atmósfera que nosotros llevamos REVOLUCIÓN, con la Audaz Iniciativa del periódico, en cuanto pudimos ganarle al administrador de la Pulga, pusimos la exhibición de nuestra colorida propaganda, de 5 pies de altura aun cuando las camionetas de la migra patrullaban la zona. En estas “Pulgas” conocimos a gente de ambos lados de la frontera a que le atrae la revolución. Como era de esperar, tuvimos toda una gama de respuestas. A más de unos pocos les llamó la atención la frase “la voz del Partido Comunista Revolucionario” y nos pasaron de largo. En cambio en otros casos, se escuchaba el murmullo de uno al otro de: “estas personas están hablando de comunismo”.

Un joven activista de mente revolucionaria dijo que su primer contacto con REVOLUCIÓN había sido a través de Internet, estuvo con nosotros un rato y conoció cómo es distribuir el periódico. Está harto de planes y la acción reformista que no van a ninguna parte, ve a Obama como otro político de la clase dominante y le atrae la posición del PCR sobre la necesidad de un cambio revolucionario.

Nos reunimos con un tejano que quería hablar con nosotros acerca de la lucha contra el muro fronterizo. Para él, este es el nuevo muro de Berlín y compara lo que está sucediendo aquí a lo que hizo Hitler. Por estos días, cada vez que toma un día de viaje a Matamoros, al intentar regresar las autoridades estadounidenses le llevan a un lado para verificar sus documentos. Él lo entiende como racismo, pero sabe que encierra algo más todavía. Ha visto cómo la patrulla fronteriza lleva a los “pájaros de nieve”, es decir, las parejas grandes, los blancos del norte que pasan los meses de invierno aquí, a sus oficinas para interrogarlos porque no pueden mostrar un pasaporte. Él ve que abrir espacios en los medios de comunicación es un elemento fundamental en esta lucha y quiere enlazar REVOLUCIÓN con algunos de sus contactos en la prensa mexicana. También adquirió un ejemplar de la nueva Constitución del PCR. Él está tratando de comprender las diferencias entre los diversos grupos políticos de oposición con que ha entrado en contacto.

Algunas de las reacciones fuertes de los jóvenes iban en contra de las guerras en curso y en particular la masacre en Palestina. Un estudiante universitario esperaba mientras que sus padres leían el periódico y dieron algunas monedas, a continuación, dejó que sus padres siguieran adelante para poder hablar con nosotros un minuto. Está en el Internet todo el tiempo mirando “este tipo de cosas”. Revisa los portales sobre la teoría de la conspiración, pero no pudo averiguar por qué la gente en el poder quiere guerra y más guerra. Un niño de 10 años de Ciudad Reynosa sacó su propio dinero de la bolsa para el periódico, diciendo que lo que está sucediendo en Gaza es terrible. De hecho, para las personas de todas las edades, en muchos casos las guerras eran una motivación para llevarse el periódico. Odiaban la destrucción y la mayor privación y pobreza cuando ya existe tanto de lo mismo en el mundo.

La religión es un peso muy grande aquí, limitando el pensamiento de la gente acerca de resistencia y revolución. Pero también encontramos que en cuanto más exponemos nuestra visión del mundo, las cosas se pusieron más tensas. Una madre joven respondió a nuestra agitación hablando acerca de “El fin de los tiempos”. Le hicimos saber a ella que no creemos en ningún dios, sino en un universo material que podríamos conocer, y cambiar. Ella comenzó a buscar en su bolso y contribuyó con $ 5.00. Parece que ha estado buscando respuestas en muchos sentidos, y está dispuesta a aprender más de nosotros.

Una vendedora en una de las Pulgas expresó su profunda indignación ante la pobreza que ve a su alrededor, especialmente en México, diciendo que algún tipo de rebelión es inevitable, pero al mismo tiempo insistía en que se podría encontrar la esperanza únicamente en dios. Ella respeta los líderes revolucionarios del pasado, pero dijo que los líderes de hoy son puros vendidos. Sacamos el nuevo Manifiesto del PCR y la ganamos sobre la base del análisis que trae de lo que ha estado frenando el movimiento revolucionario y porque la nueva concepción de una sociedad revolucionaria desafió su opinión de qué es posible.

Por la tarde llegamos de nuevo con nuestro amigo que se había retirado de nosotros anteriormente durante el día y le entramos a sus dudas. Durante una cena tarde, hablamos de todo, desde relaciones sociales y políticas contradictorias a lo largo de la frontera a lo que él pensaba sería una revolución y qué ha logrado el comunismo en el mundo. Un punto interesante que estaba dando vueltas en su cabeza: el vínculo entre las creencias religiosas profundas de las personas aquí, su orgullo nacional como mexicanos y lo que él ve como una tendencia a “respetar la autoridad”.

Se preguntó por qué es más importante defender a Bob Avakian que a cualquier otra persona en el movimiento revolucionario. Había estado leyendo el nuevo Manifiesto de la PCR, y por tanto hablamos de la obra de Bob Avakian de hacer un análisis científica de la experiencia de la lucha de la humanidad en los últimos 150 años para hacer surgir otro tipo de sociedad, de los verdaderos éxitos y los enormes retos que todos enfrentamos en la ejecución de la lucha hacia delante, y la nueva síntesis, la nueva concepción del comunismo, que ha salido de ese trabajo. Necesitamos este tipo de líder hoy en día, al igual que las personas de hace 50 años necesitaron de Mao Tsetung.

Fue una buena plática en que todos aprendimos algo. Después él quiso escuchar una parte del DVD sobre la revolución aquí en los EE.UU. Y estuvo realmente entusiasmado sobre la idea de escribir unas cartas al periódico acerca de algunas de las luchas pasa allí en el valle.

No cabe duda de que volveremos, más preparados la próxima vez, con un plan para responder a un sentimiento de mucha gente aquí de que es necesario un mundo sin fronteras y para conectarlos a esta corriente internacionalista revolucionaria.

 

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