Revolución #168, 21 de junio de 2009


Nepal: Renuncia Prachanda, se forma un nuevo gobierno

El 23 de mayo, se eligió un nuevo primer ministro en Nepal. Con el apoyo de 21 de los 24 partidos políticos, Madhav Kumar Nepal del Partido Comunista de Nepal-Unido Marxista Leninista (UML) se posesionó como primer ministro y formó un nuevo gobierno para reemplazar al gobierno del primer ministro Prachanda (Pushpa Kamal Dahal), presidente del Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta) (PCNU [M])1 que renunció el 4 de mayo como primer ministro. Este cambio de gobierno ocurre en medio de una crisis constitucional en Nepal alrededor de la destitución de Katawal, el jefe del estado mayor del ejército de Nepal, por Prachanda y el rechazo de Katawal a su despido.

El primer ministro Prachanda destituyó al general Katawal por deliberada y constante insubordinación provocadora al gobierno civil, en desafió a la constitución interina y al Acuerdo de Paz Global (APG) que en 2006 trajo a su fin los 10 años de guerra popular. Pero el presidente Ram Baran Yadav, aliado cercano al Partido del Congreso de Nepal, invalidó la decisión de Prachanda y respaldó la posición de Katawal. Otros partidos políticos, en particular el UML, que sirvieron como socios de coalición en el gobierno encabezado por Prachanda, cambiaron de posición y se pusieron del lado del general Katawal. El Partido del Congreso de Nepal, el partido pro-India que no participa en el gobierno, ha sido acusado por Prachanda de ser la fuerza principal que impulsó la desautorización de la destitución de Katawal. Ante estos acontecimientos Prachanda renunció como primer ministro. (Ver en Revolución #164 más información sobre la crisis actual.)

Si bien el incidente particular que precipitó esta crisis fue que el presidente de Nepal, Yadav y otros partidos se negaron a respaldar al primer ministro Prachanda en la destitución del general Katawal en una clara violación a las normas de la actual constitución, de esta situación en general subyacen las cuestiones de quién tiene el derecho legítimo de gobernar en Nepal: las fuerzas dirigidas por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) [PCN (M)] que lanzaron una poderosa guerra popular revolucionaria la cual abrió un camino para una nueva clase de sistema respaldado por un diferente poder estatal, o las fuerzas del viejo estado y las fuerzas de clases que el estado representa. Esta es la cuestión decisiva del momento.

A pesar del hecho que el PCN (M) ganó la mayor cantidad de puestos en la Asamblea Constituyente y fue ampliamente reconocido como vencedor en las elecciones en abril de 2008, las fuerzas reaccionarias pro-imperialistas dentro y fuera de Nepal no han considerado a los maoístas como una fuerza legítima para encabezar el gobierno. Esos mismos partidos políticos que sirvieron en el gobierno bajo la monarquía y durante el transcurso de la guerra popular fueron los defensores del estado reaccionario y colaboraron con la monarquía para reprimir por muchos años la lucha revolucionaria dirigida por el PCN (M) y el Ejército Popular de Liberación (EPL). Finalmente cuando la lucha llegó a una situación en la que las viejas fuerzas dominantes que gobernaban la sociedad nepalesa no podían mantener más su gobierno a la vieja usanza y muchos de los sectores sociales más amplios se unieron a la lucha por terminar el dominio de la monarquía, algunos de esos partidos políticos se unieron al levantamiento popular con la finalidad de ser incluidos en una república post-monárquica. Los partidos como el UML han tratado de auto-proclamarse como las fuerzas legítimas para el progreso y el cambio mientras intentan mostrar al PCN (M) y a los combatientes del EPL como fuerzas que tienen que ser frenadas y controladas.

Desde que las elecciones resultaron en un nuevo gobierno encabezado por Prachanda como primer ministro, ha habido tensiones y contienda sobre quién controlará al ejército nepalés y qué hacer con los dos ejércitos: el Ejército Real de Nepal (llamado ahora el Ejército de Nepal) y el EPL. Estos ejércitos estuvieron trabados en combates durante todo el período de la guerra popular: el ERN tenía triste fama por su sangrienta represión del pueblo, mientras que el EPL era visto como una fuerza para liberar a millones de las masas nepalesas. ¿Cuál ejército debería tener la legitimidad para estar al centro de un nuevo estado en Nepal? Claramente desde una perspectiva revolucionaria, este es el EPL y las fuerzas que ha dirigido y no el Ejército de Nepal. Pero según el Acuerdo de Paz Global, los dos ejércitos iban a ser integrados en un solo Ejército de Nepal, responsable ante la autoridad del gobierno civil. Lo que esto significa en realidad es que las fuerzas del EPL fueron confinadas en acantonamientos mientras que el ERN cambió su nombre a EN, pero no cambió su carácter fundamental, ni a quien este responde.

Sobre qué términos tendría lugar esa integración ha sido materia de mucha contienda entre las diferentes fuerzas de clase en Nepal representadas por los diferentes partidos políticos que conforman el gobierno. Y la “comunidad internacional” representada por India, Estados Unidos, Inglaterra, como otras potencias grandes, se ha metido agresivamente. Estas han dado a conocer de varias maneras sus puntos de vista, por ejemplo, han puesto presión directa sobre el PCN (M) para que se porte como es debido, armando un escándalo porque el PCN (M) quiere controlar el estado y diciendo que el EPL es una fuerza ilegítima a la que se tiene que meter en cintura. Unas delegaciones de diferentes países se entrevistaron con Prachanda en medio de la crisis sobre la destitución de Katawal, y si bien se desconoce el contenido exacto de esas discusiones, se denota de las declaraciones hechas por Prachanda cuando renunció como primer ministro que había presión particularmente de la India y otros países que en esencia daban las órdenes en tal situación con la finalidad de obligar a Prachanda a que echara para atrás la destitución de Katawal. Pregúntese, ¿cuál rol legítimo podría tener esas fuerzas al dictaminar una solución a esta situación?

Para recalcar sus objetivos, exactamente en medio de esta reciente crisis el Departamento de Estado de Estados Unidos decidió que el PCNU (M) permanecerá en la lista oficial de organizaciones terroristas (la Lista de Exclusión de Terroristas), una acción con la clara intención de respaldar a aquellas fuerzas que están trabajando para aplastar al EPL y la revolución, y justificar cualquiera de las acciones que el EN pudiera tomar contra las fuerzas de la revolución.

El hecho de que el Partido del Congreso de Nepal, el UML y otros partidos que ahora apoyan al gobierno que dirige el UML, tomaron partido con el general monárquico pro-imperialista Katawal y su negativa de obedecer al gobierno revela que esas fuerzas no tienen intenciones de permitir que se dé algún cambio fundamental a través de las actuales estructuras de estado que gobiernan en Nepal. Ahora han formado un gobierno que representa una barrera en contra de todas las cosas por las que han luchado las masas nepalesas, y ni siquiera han acatado su propia constitución y reglas. Su resistencia a la implementación del Acuerdo de Paz Global para integrar al EPL dentro del EN denota muy claramente sus intenciones: si no pueden tolerar tener a combatientes del EPL integrados en el EN, pues ¿cuál es su programa para el EPL? Este programa podría ser la propia desintegración del EPL y la represión de las masas por las que el EPL ha luchado. El resultado totalmente inaceptable de esta situación sería dejar al pueblo sin una fuerza que defienda los logros de la revolución y sin la capacidad de llevar adelante la revolución.

Desde que Prachanda renunció como primer ministro, el PCNU (M) se ha negado a unirse a un gobierno encabezado por el UML y otros partidos que han maquinado la crisis. El PCNU (M) ha permanecido en la Asamblea Constituyente pero ha insistido que el primer punto de la agenda debería ser revertir la decisión del presidente Yadav de permitir que el general Katawal permanezca en su puesto. Al mismo tiempo ha habido movilizaciones populares en apoyo del PCNU (M) en las calles de Katmandú. No es claro exactamente cuánto esta situación durará y si las demandas tendrán que ver con la realización de las metas de la nueva democracia. Todos los sucesos en esta crisis reciente solamente han revelado el antagonismo fundamental entre los intereses del pueblo, lo que incluye la necesidad de llevar adelante la lucha por un estado completamente diferente y un nuevo sistema social, por un lado, y por el otro, las fuerzas del viejo orden, que están decididas a mantener las cosas sin ningún cambio fundamental.

La situación permanece muy inestable, llena de peligros para la revolución pero a la vez también sienta una base para dirigir a las masas para que se zafen del atolladero en el que han estado atrapadas. Las fuerzas del viejo orden están preocupadas de que el pueblo no acepte como legítimo al gobierno por no contar con la participación del PCEU (M). Según artículos de las publicaciones de la burguesía como el Economist y estudios del Grupo de Crisis Internacional (un grupo de expertos pro-imperialista en Bruselas), existen preocupaciones de que son muy patentes las manipulaciones de la actual crisis por parte de un puñado de fuerzas fuera de Nepal, en particular en India. Todas estas fuerzas temen el descontento de las masas para con el recién instalado gobierno y temen que del pueblo surja el impulso para continuar las transformaciones revolucionarias por las que el pueblo ha luchado y sacrificado. Pero debería quedar claro que, a pesar de las maniobras que pudieran fraguar los imperialistas y las fuerzas del viejo orden, éstos obedecerán sus intereses de clase y los llevarán a cabo… y continuarán haciéndolo.

Hace falta una dirección para aprovechar este momento y esforzarse para resolver esta crisis sobre una base revolucionaria, y no una que esté atada al actual marco constitucional burgués que solamente refuerza al viejo orden. Como dijimos en nuestro artículo,Sobre lo que pasa en Nepal y lo que está en juego para el movimiento comunista (Revolución #160):

“Eso quiere decir, ante todo, reafirmar los principios y objetivos básicos del comunismo, lo que en Nepal quiere decir desarrollar —por medios revolucionarios y sin pretender apoyarse en ilusiones gradualistas y proyectos reformistas ni promoverlos— la lucha por completar la revolución de nueva democracia como el primer paso hacia el socialismo y el objetivo final del comunismo”.

 

1. El partido adoptó su actual nombre a inicios de 2009 cuando el PCN (M) se unió con el Centro de Unidad (Mashal) del cual originalmente se había escindido. Mashal se opone al concepto del maoísmo y la guerra popular. [regresa]

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