Revolución #175, 6 de septiembre de 2009


Dongping Han:

La Revolución Cultural desconocida

Vida y cambio en una aldea china

La Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) de China de 1966-1976 envolvió a un cuarto de la población mundial y llevó a la humanidad a alturas sin precedentes en la lucha por la liberación. Pero hoy, lo que la mayoría principalmente escucha sobre la Revolución Cultural son mentiras y calumnias. Dongping Han creció durante la GRCP y es el autor del libro, The Unknown Cultural Revolution—Life and Change in a Chinese Village. (La Revolución Cultural desconocida: Vida y cambio en una aldea china). Su historia es una contribución muy bienvenida a la lucha para dar a conocer la verdadera historia de la GRCP. En diciembre de 2008 Dongping participó en un importante simposio en la Ciudad de Nueva York, “Redescubriendo la Revolución Cultural de China — Arte y política, experiencia presencial, legados de liberación”, patrocinado por Libros Revolución, el proyecto “Pongamos las cosas en claro” y el Institute for Public Knowledge-New York University. El 12 de diciembre de 2008, la noche de la apertura del simposio, Dongping Han habló a Libros Revolución. Revolución publicará por partes la trascripción de esta charla como también la sesión de preguntas y respuestas. Dongping Han la editó para su publicación. Bai Di, quien también creció en China durante la GRCP, fue otra panelista en este simposio y una entrevista con ella se encuentra en revcom.us.

La siguiente es la trascripción editada de la charla de Dongping Han:

Mi libro trata la reforma educativa durante la Revolución Cultural, en que vivía yo. Crecí en una granja colectiva china. Empecé a trabajar en la granja cuando tenía 9 años de edad. En esos días, la escuela china cerraba dos días cada semana, dos tardes y el domingo, para que los niños pudieran trabajar en la granja. Así que yo trabajaba más o menos dos días cada semana mientras que todavía iba a la escuela. Y la granja colectiva pagaba los estudiantes con puntos de trabajo1. Los adultos recibían diez puntos cada día.1 Yo recibía 5,7 puntos cada día por trabajar en la granja. Así yo podía mantenerme cuando tenía solo 9 años de edad. Todos podían trabajar en la granja, y si querías trabajar siempre encontrarías un trabajo. Y mi trabajo fue fácil. Por ejemplo, los adultos llevaron el agua desde el río al campo, y yo regaba los cultivos con un cazo.

En mi libro discuto la reforma educativa de la Revolución Cultural y su impacto en el campo. Cuando yo era joven, la mayoría de las personas en la aldea eran analfabetas. Mis padres eran analfabetos. Antes de que llegaran al poder los comunistas chinos, la mayor parte de los campesinos chinos eran muy pobres como para estudiar en la escuela. Mi padre empezó a trabajar en una fábrica de tiempo completo cuando tenía solo 12 años de edad. Mi madre empezó a trabajar de tiempo completo en una fábrica de bordados en mi pueblo natal cuando tenía solo 6 años de edad. Por eso no tenían ninguna educación. Yo tenía cinco hermanos. Cuando yo estaba creciendo, muchos niños en el pueblo mayores que yo no podían estudiar en la escuela. La mayoría de mis primos, mi hermana mayor, no podían ir a la escuela.

El Partido Comunista de China heredó un sistema de educación que estaba predispuesto en contra de la gente del campo. La mayor parte de los recursos de educación estaba concentrada en las zonas urbanas. Era muy difícil para los niños del campo ir a la escuela. Cuando yo empecé el primer año de la escuela, tuve que aprobar un examen de admisión. Si los niños querían ir a la escuela, tuvieron que aprender a escribir y contar hasta 100 para ser aceptados.

Pero la mayoría de los padres no tenía los conocimientos para enseñar a sus niños y por ende todos estos fueron rechazados. Este examen de admisión era necesario porque no había mucho cupo en la escuela pública de la aldea en esos días. Pero tres años después, durante la Revolución Cultural, le otorgaron poderes a cada aldea en mi municipio natal para abrir una propia escuela primaria. Había 1.050 aldeas en mi condado en esos días. Cada aldea abrió una escuela primaria durante los años de la Revolución Cultural. Cada niño en edad escolar podía ir a la escuela gratis. Hoy el gobierno chino y la élite china hablan acerca del desastre educativo durante los años de la Revolución Cultural. Todo eso es una mentira.

La educación mejoró tantísimo en el campo durante los diez años de la Revolución Cultural. Cada aldea en mi condado abrió una escuela secundaria conjunta con tres otras aldeas del condado. Así los niños egresados de la escuela primaria podían ir a esta escuela secundaria sin ningún examen de admisión. Todo el mundo podía ir gratis. Cada comuna en mi condado tenía cuatro colegios. Había solamente un colegio en mi condado antes de la Revolución Cultural. Y había solamente dos clases. Desde 1950 hasta 1966, durante 17 años, ese colegio solo produjo 1.500 bachilleres. De estos, 800 fueron a la universidad y nunca regresaron a la aldea. Los 700 restantes trabajaban en el gobierno o se alistaron en el ejército. No había casi ningún bachiller en el campo.

Cuando yo me inscribí en el colegio de la comuna en 1972, había alrededor de mil estudiantes en mi año en mi escuela. Cuando me recibí de bachiller, había más de cien bachilleres en mi aldea. Estos bachilleres en mi aldea jugaban un papel muy importante en el desarrollo del campo en China. Lograron hacer muchas cosas más que los adultos jamás lograron hacer.

Antes de la Revolución Cultural, solo cultivábamos la tierra. Durante los años de la Revolución Cultural, los bachilleres ayudaron a diversificar la economía de nuestra aldea. Tuvimos un equipo forestal compuesto de bachilleres. Sembraron muchos tipos diferentes de árboles frutales, pimenteros además de otros árboles. También construimos una fábrica. Y 175 personas trabajaron en esa fábrica. En la China de hoy, los jóvenes del campo tienen que abandonar la aldea para buscar trabajo en las ciudades. Pero durante los años de la Revolución Cultural no tuvimos que abandonar nada. No éramos esclavos de nadie. Trabajamos por nuestro propio futuro. Y las 175 personas que trabajaban en la fábrica lograron generar ingresos para el colectivo, lo que mejoró muchísimo la vida de los campesinos.

La fábrica también proporcionó mantenimiento para los aperos agrícolas de la aldea. Tuvimos dos tractores y dos camionetas. Y en retrospectiva, me parece que los años de la Revolución Cultural mejoraron la vida de los campesinos de muchas maneras porque la producción aumentó. Y en mi condado, el grano alcanzó un rendimiento de más del doble en aquellos diez años. Y los ingresos crecieron a más del doble en aquellos diez años. Hoy, el gobierno chino dice que la economía entonces estaba al borde del colapso. Eso es una tontería.

Y cuando el gobierno chino pidió que los campesinos disolvieran el colectivo para que cultivaran la tierra individualmente, los campesinos en mi pueblo natal resistieron muy fuertemente. Para disolver el colectivo, el gobierno tuvo que destituir a todos los líderes del gobierno del condado de mi prefectura. Mi aldea no privatizó toda nuestra propiedad, aunque el gobierno compró toda la tierra de la aldea. Mi aldea había insistido que si tomaran nuestra tierra, tendrían que recompensarnos con la tierra de otra área. Así que no perdimos nuestra tierra. La aldea todavía tiene tanta tierra como tenía antes. La aldea todavía prospera bien. Y los campesinos pueden recibir una pensión de jubilación hoy. Mi madre recibe una jubilación del colectivo cada mes. En otras aldeas donde privatizaron la tierra, los campesinos están pasando muchas dificultades.

Me matriculé en la universidad en 1978. En 1977 había alrededor de 12.000 bachilleres en mi comuna. Todos se habían graduado de los colegios de la comuna durante los años de la Revolución Cultural y tenían derecho a tomar el examen de admisión de la universidad en 1977. De estas personas 2.000 tomaron el examen y de éstas yo fui el único de mi comuna de 50.000 personas que pude ir a la universidad. Me gradué de la universidad y fui a la escuela de estudios de posgrado y luego enseñé en la Universidad de Zhengzhou.

En 1986 me incorporé a un equipo de investigación estadounidense en China para hacer investigaciones en el campo. Habíamos dos profesores estadounidenses y yo. Fuimos a unas aldeas en Junán. En esos días era poco común ver a extranjeros en las zonas rurales. Así que donde quiera entráramos en la aldea, se formaría una gran multitud para seguirnos, casi puros niños y niñas que querían saber cómo parecía un extranjero.

Un día mientras que yo almorzaba, pedí a los niños leer algunos titulares de un periódico. Pero todos me dijeron que no con la cabeza y al inicio pensé que fuese por tímidez. Y algunos niños me dijeron que no iban a la escuela. ¡No iban a la escuela! Me impresionó tantísimo escuchar eso. Yo lo daba por sentado que cada niño estudiara en una escuela. Pero después que desmantelaron la comuna, todo el sistema escolar público y el sistema de asistencia sanitaria que la comuna sustentaba fueron desmantelados al igual que la comuna. Desde entonces, empecé a pensar acerca de la importancia de las reformas educativas durante los años de la Revolución Cultural.

Me mudé de China a Singapur en 1988 para estudiar. De ahí, obtuve una beca para estudiar en Estados Unidos. Mi intención era estudiar la política exterior estadounidense, la historia intelectual y diplomática de Estados Unidos. Pero en Estados Unidos leí lo que los estudiosos estadounidenses escribieron sobre la Revolución Cultural de China. Lo que escribieron sobre la Revolución Cultural de China no fue lo mismo que la Revolución Cultural que yo había vivido. La manera en que describieron a China y el socialismo me horrorizó. Y por supuesto también me horrorizó lo que estaba pasando en Estados Unidos.

Cuando llegué a Estados Unidos, no supe cómo sería el país. La élite china me dijo qué maravilloso era Estados Unidos. El primer lugar en que viví en Estados Unidos fue Burlington, Vermont. Es un lugar muy hermoso a la orilla del lago Champlain. Vivía en el norte de la ciudad en un barrio pobre. Los hijos de mi vecino de al lado siempre pasaban hambre. Cada día después de regresar de la escuela, vinieron a mi casa para jugar con mi hijo. Me dijeron que tenían hambre y me pedían un pedazo de pan chino. Me horrorizó ver que había famélicos en Estados Unidos, el país más rico de todo el mundo. Viví allí por dos años.

Luego me mudé a Boston y viví en una zona rica. Un día, mi casero me preguntó qué pensaba yo acerca de Estados Unidos. Y le dije que no me llamaba la atención. Él se alteró y me preguntó por qué. Le dije que cuando yo estaba en China fuimos pobres pero no había gente sin hogar, que todos tenían un trabajo bajo el socialismo y que todos recibían de forma gratuita asistencia sanitaria y educación, y que en el país más rico del mundo, estas cosas no existían. Y mi casero opinó que yo tenía un problema de actitud.

Cuando la revolución china triunfó en 1949, los dirigentes comunistas creyeron que habían pasado muchas penurias en la lucha por la revolución y ahora que la revolución había triunfado, ya era hora de disfrutar la vida. Construyeron escuelas especiales para sus hijos. Aunque teníamos que forjar un sistema socialista en China, la situación de las clases en China estaba muy aguda. Los altos dirigentes tenían derecho a privilegios especiales.

La Revolución Cultural fue una revolución dentro de la revolución para darle poder a las masas y para transformar la sociedad china en un sistema verdaderamente socialista y para asegurar que lo que pasó en la ex Unión Soviética no pasara en China. Durante los años de la Revolución Cultural, todos los dirigentes chinos y la élite china tenían que trabajar con las personas de la clase obrera de manera regular. Se pedía que todos los estudiantes universitarios, los profesores universitarios y los maestros de colegio participaran en el trabajo manual de manera regular. Yo era el gerente de la fábrica de la aldea y no me pagaban más que ningún otro trabajador en la misma fábrica. Se pagaba a los maestros de la aldea lo mismo en puntos de trabajo. Pagaban los médicos descalzos lo mismo en la aldea2. El socialismo debería operar así y si tuviéramos un sistema semejante, no tendríamos el colapso financiero que tenemos ahora.

En las últimas semanas, con el desarrollo de la crisis financiera en este país, muchos de mis estudiantes están preocupados. Les dije que esto podría ser una oportunidad importante para nosotros. Veníamos consumiendo de manera descabellada por tanto tiempo. Ya es hora de tomar una pausa y reflexionar. No tenemos que vivir así. No tenemos que tolerar la falta de vivienda y muchos otros males sociales. Tenemos tanta riqueza en esta sociedad y suficiente productividad como para proporcionar una vida digna para todos. Pero tenemos un problema: una pequeña y rapaz minoría quiere más. Podríamos forjar una sociedad diferente que satisfaga a la gente.

1. Puntos de trabajo: Se refiere a la forma en que repartieron los ingresos entre los campesinos en el campo de la China socialista. En los colectivos en que la gente vivía y trabajaba, se recibió cierto número de puntos de trabajo por la cantidad de trabajo ejecutado. El valor de cada punto de trabajo tenía una relación con la producción y los ingresos del colectivo. Así se aplicó concretamente el principio socialista “de cada quien según su capacidad, a cada quien según su trabajo”. [regresa]

2. Médicos descalzos: Aunque los servicios sanitarios en general se mejoraron en las ciudades, durante la GRCP el centro de estos servicios se transfirió al campo. El movimiento de “médicos descalzos” era parte de esa transformación revolucionaria. Jóvenes campesinos y jóvenes de la ciudad fueron enviados al campo y entrenados en el cuidado básico de la salud y en la medicina orientada a resolver las necesidades de las localidades y a tratar las enfermedades más comunes. Los médicos iban a áreas del campo; en cualquier momento de esos años, un tercio de los médicos de las ciudades estaban en el campo. La expectativa de vida durante los años de Mao se duplicó de 32 años en 1949 a 65 años en 1976. [regresa]

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond