Revolución #179, 11 de octubre de 2009


La práctica de “parar y registrar” de la policía de Nueva York: Racismo e injusticia en escala masiva

He aquí una descripción de lo que sucede en un país importante del mundo de hoy: Durante unos pocos meses la policía de la ciudad más grande de este país para a cientos de miles de personas que no están violando ninguna ley y las somete a preguntas y registros humillantes. La mayoría de las personas que para son de las minorías oprimidas. La policía pone el nombre y la dirección de cada persona que para de esta manera en su base de datos.

Se puede imaginar cómo aullarían las voces oficiales en Estados Unidos si esto ocurriera en uno de los países que Estados Unidos denuncia diciendo que están gobernados por “dictadores que privan a la gente de sus derechos básicos”.

Pero el hecho es que lo que se describe aquí no está sucediendo en algún otro país — está aquí mismo en Estados Unidos, en la ciudad de Nueva York. Se llama esta atroz práctica policial “parar y registrar”.

Un número récord de personas paradas y registradas

Hostigados por la policía en Harlem

Los hechos y las estadísticas de los incidentes en que la policía para y registra que salen en el comunicado de prensa de la NYCLU reflejan la realidad cotidiana de centenares de miles de personas negras y latinas en la Ciudad de Nueva York y millones más alrededor del país.

Hace poco, Rodney, un hombre negro que vive en Harlem, le dijo al periódico Revolución que ha sido parado y registrado por la policía “sin sospechas razonables” o solamente por ser “en el barrio equivocado”. Cuando Revolución le preguntó a Rodney cómo se sentía cuando los policías lo trataran así, dijo que la policía lo hostiga tan constantemente que se ha acostumbrado al hostigamiento. “Ya estoy acostumbrado. No tengo ninguna opinión en particular”, dijo. “Todo el mundo en Harlem, especialmente las minorías, ya está acostumbrado”.

Lea esa frase de nuevo. “Todo el mundo en Harlem, especialmente las minorías, ya está acostumbrado”. ¡¿Qué clase de sociedad es ésta en que muchísimas personas —especialmente los jóvenes de las nacionalidades oprimidas— tienen la idea de que es un hecho cotidiano que la policía las hostigue y brutalice?!

Un comunicado de prensa del 14 de agosto de 2009 de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU) se titula “Número récord de neoyorquinos inocentes parados, interrogados por el Departamento de Policía de Nueva York durante la primera mitad del año”. Partiendo de las estadísticas del Departamento de Policía (NYPD), la NYCLU informa que no más en los primeros seis meses de 2009, los policías de la ciudad de Nueva York pararon a más de 273.000 personas que —según la policía misma— no violaban ninguna ley. Eso representa el número más alto de personas inocentes paradas e interrogadas en seis meses por el NYPD desde que el departamento comenzó a registrar los datos de parar y registrar.

De enero a junio de este año el NYPD en su conjunto (incluidas las varias comisarías de la policía así como los departamentos de viviendas, tránsito, narcóticos, etc.) paró y registró a 311.646 personas, la abrumadora mayoría negras y latinas. De ese total, más de 9 de cada 10 —o sea 273.556 personas— no fueron arrestadas ni fueron citadas. En otras palabras, según el propio NYPD, en no más los primeros seis meses de este año pararon y registraron a cerca de 275.000 personas y ni siquiera afirman que éstas habían cometido un delito. Cabe reconocer que la verdadera cantidad de neoyorquinos inocentes sometidos a esta práctica es sin duda aún mayor, ya que esta cifra no cuenta a las personas que la policía acusa injustamente de un crimen.

Estas estadísticas constituyen evidencia innegable de la práctica del perfil o etiquetamiento racial que aplica el NYPD. De un total de 311.646 personas paradas entre enero y junio de 2009, 163.118 (52.3%) fueron negros y 81.210 (32.1%) latinos, mientras que solamente 29.782 (9%) fueron blancos. Compare esto con los datos acerca de las nacionalidades en la población general de la ciudad de Nueva York: el 24% son negros, el 28% latinos y el 35% blancos (los demás son amerindios, asiático-americanos y otros).

Al analizar más esos datos, no arrestaron ni entregaron citaciones a 148.731 (91.2%) de los 163.118 neoyorquinos negros parados y registrados. Asimismo, no arrestaron ni entregaron citaciones a 68.689 (84.6%) de los 81.210 latinos parados.

Los datos de la primera mitad de 2009 se suman a las cifras del año pasado cuando el NYPD aplicó esta práctica un total récord de 531.159 veces — de nuevo, la abrumadora mayoría de las víctimas de esta práctica fueron negras y latinas.

Estos datos de 2008 y de la primera mitad de 2009 reflejan un enorme aumento incluso en comparación con los niveles intolerables de hace 10 años, cuando una brigada policial antidrogas mató a sangre fría a Amadou Diallo, disparándole 41 veces cuando éste sacó la cartera del bolsillo. Ese incidente puso al desnudo el hecho de que el NYPD realizó 80.000 registros al azar a personas negras y latinas en un año. En 2002 cuando se informó que el NYPD había aplicado esta práctica 98.000 veces, se le consideró un escándalo. Ahora, siete años después, aplica esa práctica en cinco veces más incidentes.

Además, como señala la NYCLU, se capturan los nombres y las direcciones de todas las personas sometidas a esta práctica en la base de datos del NYPD. Christopher Dunn, el subdirector legal del NYCLU, habló de las implicaciones: “En efecto, el NYPD está armando una enorme base de datos de los neoyorquinos negros y latinos”. “Los neoyorquinos inocentes que son víctimas de estas prácticas injustificadas de la policía no deberían padecer el perjuicio adicional de tener sus datos personales guardados en una base de datos del NYPD, lo que simplemente los hace objetivos de investigaciones futuras”.

La policía justifica el perfil racial

¿Y cómo justifica la policía el hostigamiento y humillación a gran cantidad de negros y latinos? Los informes del NYPD mismo dan respuestas a esta pregunta que son muy reveladoras y que enfurecen. Veamos una comisaría de policía en particular — la 75 de Brooklyn.

La policía de esa comisaría aplicó esta práctica la asombrosa cantidad de 8.073 veces (mucho más que ningún otro distrito policial) de enero a marzo de 2009; en 6.220 de estos incidentes (el 77%) las víctimas fueron negros. En 3.795 de estos 6.220 incidentes, la policía puso “movimientos furtivos” como el motivo para parar y registrar a la víctima. Otros factores enumerados por la Comisaría 75 para parar y registrar a afroamericanos incluyeron: “la hora del día concuerda con el incidente criminal” (3.053); “estar cerca de la escena del crimen” (1.222); “tener puesto atuendo poco apropiado para la estación del año” (656); y “tener puesta ropa que se suele usar para cometer un crimen” (543).

Por lo tanto, lo que están diciendo es que si eres negro o latino en Estados Unidos, especialmente si eres joven, no debes hacer las siguientes cosas o, si no, te van a tratar como un criminal, lo que ocasionará registros arbitrarios sin causa o cosas peores: hacer movimientos de una manera que no le gusta a la policía; vestirse de una manera que no le gusta a la policía; estar en la calle a una hora cuando según la policía suelen ocurrir crímenes; o estar por el rumbo donde según la policía ha ocurrido un crimen.

Esta es la realidad de lo que está pasando en la ciudad más grande de esta “tierra de los libres y hogar de los valientes”. Y los incidentes de parar y registrar racistas del Departamento de Policía de Nueva York son parte del hostigamiento y la brutalidad cotidianos que se enfrentan las personas de color en Chicago, Los Ángeles, Oakland, Houston, Filadelfia y un sinnúmero de otras ciudades y pueblos por todo el país. Y cada joven que preste atención sabe que cuando los matones armados y uniformados los paran y les ordenan “asumir la posición”, un movimiento equivocado de su parte, o nada en particular, puede llevar a una golpiza brutal o a la muerte, y no les pasará nada a los policías que lo hacen.

Esto NO se trata de “procedimientos de entrenamiento malos para los policías” o “la desconfianza entre la comunidad y la policía”. Cuando los policías paran y hostigan a una cantidad tan enorme de negros y latinos, eso no es una “anomalía” o el resultado de “algunas manzanas podridas”, sino una práctica sistemática. Estas son las acciones de un organismo armado del estado, cuyo papel es servir y proteger a un sistema —el sistema del capitalismo-imperialismo— y sembrar un ambiente de terror entre los oprimidos, especialmente los jóvenes. Bajo este sistema, les roban a millones y millones de jóvenes en las zonas urbanas toda oportunidad de tener una vida digna — con la oferta de “elegir” entre una vida de crimen y la prisión, o matar y morir por un ejército imperialista que brutaliza y mata a personas alrededor del mundo. La policía es parte de toda una maquinaria estatal que abarca los cortes, las leyes y lo demás, que impone las relaciones económicas y sociales opresivas en esta sociedad. Intentar “promover relaciones mejores entre la comunidad y la policía” tiene el mismo sentido que “promover relaciones mejores entre la comunidad y el Ku Klux Klan” hubiera tenido en los días de antaño.

Ilegal incluso de acuerdo de sus propias leyes

Lo que lo hace tan ultrajante cuando el Departamento de la Policía de Nueva York para y registra es que lo que hace es descarada y totalmente ilegal, incluso de acuerdo de las propias leyes de este sistema, entre ellas la Constitución. Y el hecho de que la policía casi tiene la cancha libre para hacer esto pone al descubierto el verdadero papel de la maquinaria estatal, incluyendo la policía. Las personas supuestamente están protegidas contra registros arbitrarios de parte de los organismos del orden público o contra ser el blanco de los policías debido su nacionalidad o al color de su piel. Como señaló el Centro para Derechos Constitucionales (CCR) en enero de 2009 en relación con las estadísticas de los incidentes de esta práctica por parte del Departamento de Policía de Nueva York en 2008: “Cuando la policía para y registra sin sospechas razonables, viola la IV Enmienda, y el etiquetamiento racial es una violación de los derechos y las protecciones fundamentales de la XIV Enmienda y de la Ley de Derechos Civiles de 1964”.

Bajo las propias leyes de este sistema, cosas como huirse de la policía o la gran parte de las infracciones de la ley supuestamente no son merecedoras de la pena de muerte — sin hablar de las ejecuciones en el lugar de los hechos sin juicio. Pero echemos un vistazo a lo que pasó cuando un policía de Chicago fuera de servicio balaceó en la espalda el 11 de septiembre a Corey Harris cuando éste y otros jóvenes se habían echado a correr después de un altercado en la calle. Echemos un vistazo a las muchas otras personas que la policía ha matado alrededor de Estados Unidos en situaciones parecidas. O las muchas personas muertas por nada, como Oscar Grant, que el año nuevo de este año, mientras estaba tendido en el andén del metro fue asesinado por un policía en Oakland.

Este 22 de octubre, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, es decisivo que la gente se una con las protestas que ocurrirán alrededor del país y tome una posición abierta en contra de los crímenes viles y sistemáticos de la policía. Uno de los sentimientos más conmovedores que Revolución ha encontrado en conversaciones recientes con personas negras y latinas acerca de la policía es un sentimiento de impotencia: dicen que ya habían sufrido golpizas y represión con tanta frecuencia de parte de los policías que no ven cómo la situación podría ser diferente. Ésta es una situación que hay que transformar rápida y decisivamente. Vivir en el terror constante de ser agredido por la policía es algo que nunca hay que aceptar. Las personas de varias posiciones sociales diferentes que participen en el 22 de octubre pueden jugar un papel importante de alentar a las personas que están subyugadas más vilmente por este sistema y su policía.

Como dice tan conmovedoramente el Mensaje “La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos” del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos: “Los días en que este sistema simplemente puede seguir haciendo lo que le hace a la gente en este país y en todo el mundo... en que la gente no tiene la inspiración ni la organización para hacerle frente a estas barbaridades y acumular las fuerzas para poner fin a esta locura... esos días deben TERMINAR. Y esto SE PUEDE hacer”.

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond