Revolución #181, 1 de noviembre de 2009


Chicago: Acto benéfico en apoyo al Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos

Decenas de personas de varias nacionalidades, edades y clases llenaron el espacio de actuación en el Centro Cultural y Café Boocoo en Evanston, Illinois la noche de domingo 11 de octubre, para un acto benéfico del Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos. Gente de la clase media de Evanston se reunió con familias del barrio del sur de Chicago, incluyendo a la familia de Corey Harris, el estrella de béisbol y baloncesto de 17 años de edad de la secundaria Dyett al que un policía de Chicago fuera de servicio fusiló en la espalda y mató el 11 de septiembre. Gente del mundo de teatro, músicos y amigos de las escenas de jazz y hip hop se unieron con una variedad de activistas, incluyendo a comunistas revolucionarios.

Un ex prisionero cuya sentencia carcelaria incluyó seis años en aislamiento, fue co-presentador. Su primer encuentro con el periódico Revolución tuvo lugar a través el Fondo cuando todavía estaba encarcelado. Describió su transformación al público.

La tarde empezó con jazz de calidad mundial del conjunto Almas Rebeldes de Ted Sirota, con una canción de belleza evocadora y apropiada para Ken Saro-Wiwa, el escritor y activista asesinado por el gobierno de Nigeria. A Almas Rebeldes se unió más tarde el estrella de hip hop Diverse.

Lo más destacado de la velada fue la lectura de cartas de los prisioneros al Fondo. Los actores profesionales quienes ofrecieron sus servicios y esfuerzos eran Corey Cantrell, Yadira Correa, Mildred Langford, Ernest Perry, David Shapiro y Austin Talley. Joan Shapiro dirigió las lecturas. Las lecturas fueron grandes éxitos. Sus interpretaciones perspicaces “encontraron el lugar de la verdad” en las cartas, como dijo uno de los actores.

Otros actores reclutaron a la mayoría de lectores con pasajes de las cartas de los prisioneros que están en el portal del Fondo como el único material de organización. La mayoría de los que leyeron cartas en la velada ya sabían que querrían formar parte de esto antes de que siquiera hubieran hablado con un organizador. Muchos de ellos citaron el optimismo de los prisioneros en las cartas como la razón principal. La exuberancia del prisionero que escribió que “simplemente me fascina todo el mundo de la ciencia” fue lo que motivó a un actor.

Uno de los actores también consideró que las cartas eran “muy personales, pero con una perspectiva política y social muy amplia. Tienen un enfoque en el mundo, están encontrando sus voces. Son optimistas sobre su situación”.

El primer pasaje de la tarde estableció el tono. Fue de “uno de los exiliados hoy aquí en la unidad del Bloque del Este del Pabellón de la Muerte de San Quintín… Escribo yo con reconocimiento extendido por la energía y creatividad sin límites desplegada mediante su afán de cuidar a los compañeros, nosotros los Exiliados condenados cuyas dificultades adentro del CIS son muy semejantes, tomando prestada la frase del camarada Bell, a Sísifo en el infierno sin esperanza de un futuro mejor. Quisiera extender mi status de suscriptor a su periódico anti-imperialista y bien informado culturalmente Revolución… Con fuerza y solidaridad”.

Después de las lecturas, uno de los actores dijo: “¡No me puedo IMAGINAR el peso sobre sus hombros”. Otro dijo: “Imagínate, ‘fuerza’ en aquella situación”.

Después, un partidario del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, hizo un llamado poderoso para fondos, recordándoles a los asistentes lo que significa para el Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos poder renovar las suscripciones a las y los presas/os y para poder ampliar su alcance para incluir a las poblaciones carcelarias de mujeres y latinos que están creciendo tan rápidamente. Retó al público a “mandar un mensaje” al contribuir generosamente. Se calcula que el total de lo recaudado y prometido está cerca de $3500, aunque no todavía ha alcanzado esa cantidad.

La amplia publicidad conllevó algunos beneficios inesperados. Un inmigrante de la costa del este, quien había leído sobre el acto en Revolución, llamó y dijo que empezaría enviando dinero al Fondo. Describió su debate interno sobre una donación: tiene que estar muy cuidadoso a causa de que el gobierno de los Estados Unidos es capaz de hacerle cosas malas a la gente, especialmente a los inmigrantes, sin ninguna razón válida. Pero el sistema de prisiones es diabólico al no darles preparación a las/os presas/os para su liberación. Y de hecho la esclavitud todavía no ha terminado, sigue siendo presente en el sistema de cárceles todo el tiempo. A él le gustan los artículos de Revolución sobre la brutalidad policíaca y los inmigrantes y decidió que hacer una donación de dinero era una necesidad mucho más contundente que sus preocupaciones personales.

Un pastor prominente en la región en un principio se negó a formar parte de este acto. Aproximadamente un mes más tarde el Fondo recibió una llamada no solicitada de él, para decir que iba a hacer una donación.

El status del Fondo como proyecto del 501(c)(3) Internacional Humanities Center tuvo una enorme importancia. La ciudad de Evanston colocó tres pancartas sobre este acto hechas por el Fondo en lugares prominentes, incluyendo en medio del centro de la ciudad y en una escuela secundaria. Un restaurante aclamado de comida soul [comida tradicional del pueblo negro] donó arroz y frijoles rojos y pan de maíz para todos, porque “gentes importantes van a estar allí”, pero el status 501(c)(3) del Fondo así como el carácter local del acto generaron más oportunidades de justificarlo.

El carácter “local” fue otro factor positivo importante. El periódico Evanston Round Table, que se distribuye gratis a todas las casas en Evanston, publicó una carta a la redacción de un habitante de la ciudad que organizaba el acto. El Evanston Sentinal, el periódico para gente negra, publicó un artículo, así como lo hizo la publicación electrónica Evanston Arts Buzz. El Daily Northwestern [el periódico estudiantil de la Northwestern University] mandó a un reportero y publicó un artículo en inglés sobre el acto más tarde. Mucha gente de Evanston dijo que “su publicidad está en todas partes”.

Todavía queda mucho por hacerse. Continuamos nuestros esfuerzos para recaudar miles de dólares más para renovar 800 suscripciones antes del fin del año y para llenar 180 pedidos de nuevas suscripciones y numerosos libros. Todavía se necesitan más donaciones, y la suya importará mucho. Busque más información o hacer una donación en PrisonersRevolutionaryLiteratureFund.org.

Cosecharemos los avances del acto benéfico con una reunión de masas del Fondo. Buscamos a gentes para transcribir las cartas de los prisioneros escritas a mano a formatos electrónicos, para traducir las cartas del español al inglés, luchar contra la censura del periódico Revolución y apoyar al Fondo económicamente.

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