Revolución #183, 15 de noviembre de 2009
Violación en prisión: Concentración de la moral patriarcal y herramienta de control social
Un abuso de las y los prisioneras/os particularmente horrible es la violación. Las violaciones son hechas por guardias de las prisiones, particularmente en las prisiones de mujeres, y esta también es realizada por presos contra otros presos.
A la edad de 18, Dorothy (su apellido no se ha sido publicado por sus defensores), una mujer amerindia del norte del estado de Nueva York, dejó la reserva donde creció y se casó con un hombre mucho mayor. El esposo la golpeaba por años incluso cuando estaba en una etapa muy avanzada del embarazo. Cuando ella trató de huir, él le rompió las costillas y le puso una pistola en su cabeza amenazándola con dispararle. A la edad de 22, Dorothy empezó una cadena perpetua por matar a su marido abusador. Inmediatamente después de su llegada a la prisión un guardia empezó a hostigarla sexualmente. Ella se rehusó y este empezó retenerle la mitad de la ración de comida y su jabón y papel higiénico. Una vez el guardia encontró a Dorothy sola en la lavandería. Le echó llave a la puerta desde de adentro y aunque Dorothy se defendió, él la violó. Cuando ella trató de obtener acceso al servicio de salud mental para atención, fue devuelta y con el tiempo le ofrecieron Thorazine, una droga peligrosa que aturde la mente. Desafiando las amenazas si hablara, ella reportó la violación al superintendente de la prisión y un consejero de la unidad de salud mental, y a la oficina investigativa del estado; no obtuvo respuesta. Después de más de un año, ella se unió a una demanda entablada contra el guardia y la prisión. La demanda fue despachada sin ni siquiera tratar los méritos del caso, a partir de las leyes que hace casi imposible que los reclusos demanden a los guardias de las prisiones (“Words From Prison: Sexual Abuse in Prison” ACLU).
Entre los hombres la violación es generalizada. En un sentido, esta es una concentración de la mentalidad depredadora y patriarcal que esta sociedad les inculca a los hombres en una situación en que no hay mujeres a las cuales dominar. A la vez, es una herramienta de control social que manipulan las autoridades. La violación generalizada en las cárceles de Estados Unidos deja severos dolores y traumas físicos y emocionales en los hombres jóvenes vulnerables que son sus víctimas, al igual que en el caso de las mujeres. Además, conlleva un gran riesgo de contagiar a las víctimas con VIH/SIDA. En la programación de “las noticias” sensacionalistas acerca de la vida de la prisión y en los dramas de la TV, la violación en las prisiones es mostrada como un producto de la población carcelaria de depredadores y sicópatas, realizada a pesar de los más enérgicos esfuerzos de las autoridades para detenerla. Pero, si las autoridades estuvieran tratando de detener las violaciones en la prisión en condiciones en que monitorean y controlan todos los movimientos de los prisioneros, ¿por qué es que de acuerdo al estudio congresional del 2003, más de un millón de reclusos han sido violados durante los previos 20 años? Un millón de reclusos.
Un reporte noticioso de la ABC en abril del 2009 citó a un antiguo guardia de una prisión, Johnny Vásquez, diciendo que los reclusos se acercan a los guardias con la queja de que fueron violados, se les dice, “Usted necesita crecer y defenderse a si mismo. Deje de venir a lloriquear. Fuera de mi oficina. No me venga con eso”. Eso en esencia es una expresión de los depravados valores y moral de mate-o-serás-asesinado (relacionado a la supremacía masculina y machista) del sistema que dirige las prisiones y usa la violación como herramienta para promover y reforzar esos valores.
El Dr. James Gilligan, criminólogo de la Universidad de Harvard, le dijo a la ABC que las autoridades usan la violación como un “soborno o una recompensa” para que los reclusos poderosos “cooperen con las autoridades carcelarias”. “Mientras que cooperen, las autoridades de la prisión les permitirán tener a sus víctimas”. El reporte de la ABC resume: “Los expertos dicen que algunos funcionarios de la prisión permiten calladamente la violación como una forma de controlar la población”.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.