Revolución #198, 11 de abril de 2010
"Operación Opción Tres" golpea a Jena
Recibimos lo siguiente de corresponsales en Houston que hace poco fueron a Jena:
Jena, Luisiana, 9 de julio de 2009: Mientras el pueblo de Jena en Luisiana central dormía, un pequeño ejército se reunía en el edificio del Rodeo de Jena. Más de 75 policías de nueve agencias reunidos, incluyendo un total de cinco unidades de SWAT de la policía estatal de Luisiana, el departamento de policía de Pineville y la Fuerza de Tarea Contra Fugitivos de los Mariscales federales. Equipos armados del FBI y la Agencia de Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego federal estaban en la agitada turba. Todos aquellos de fuera del Distrito de LaSalle estaban dando juramento de encargo antes de empezar su día de trabajo en Jena.
El alguacil de LaSalle, Scott Franklin, le dijo a la muchedumbre impaciente que se alistara para cualquier cosa: "Éste es un asunto serio que estamos a punto de llevar a cabo. Si ustedes piensan que éste es un entrenamiento o si ustedes piensan que éstos son unos típicos muchachos racistas sureños y que les vamos a poner esposas, están equivocados. Estas personas no tienen nada que perder. Y saben que hay mucho en juego".
Desde las turbas de linchamiento a las unidades de SWAT
Los 6 de Jena Luisiana: En 2006 un estudiante negro de la secundaria Jena preguntó si los estudiantes negros pudieran sentarse debajo de lo que "tradicionalmente" había sido un árbol "solamente para blancos" en el predio de la escuela. Cuando llegaron al día siguiente, colgaban tres dogales del árbol. Decenas de estudiantes negros se pararon con valor debajo del árbol en un acto desafiante de protesta. No hubo castigo para los estudiantes blancos que colgaron los dogales. Después de que estalló una riña en la escuela en que un estudiante blanco resultó levemente herido, detuvieron a seis estudiantes negros y los acusaron de tentativa de homicidio en segundo grado y conspiración de cometer tentativa de homicidio en segundo grado. En su mayoría pasaron meses en la cárcel. Se armó una lucha en Jena para defender a los 6 de Jena y para correr la voz sobre este ultraje. Después de que el jurado de puros blancos condenó de dos delitos graves a Mychal Bell, 300 personas, muchas de ellas de otras ciudades, protestaron en Jena. El 20 de septiembre de 2007, decenas de miles de personas de todo el país protestaron en Jena en defensa de los 6 de Jena y en contra de la opresión del pueblo negro en Jena y en el país entero. Mychal Bell recibió una sentencia de 18 meses en prisión y en junio de 2009 el caso terminó con un convenio que resultó en multas y libertad condicional sin supervisión para los otros cinco acusados. |
Turbas armadas similares a ésta hace tiempos se reunieron a altas horas de la noche en lugares apartados, pequeños pueblos e incluso ciudades del Sur. Hombres con capuchas blancas incendiaban cruces antes de emprender su misión asesina: linchar a personas negras, por lo común como un espectáculo grotesco a la vista del público con el propósito de aterrorizar a una población entera. De acuerdo al Instituto Tuskegee, de 1882 a 1951, fueron linchadas 4.730 personas en Estados Unidos, en su inmensa mayoría hombres negros.
Vigilantes racistas aún deambulan por las calles y la policía de uniforme azul y verde también desata el terror de chusmas contra la gente negra. Se ponen cascos y armaduras más que las capuchas y sábanas. Son la fuerza pública directa y abierta de un sistema de opresión brutal e implacable del pueblo negro y el objetivo de esos asaltos son abrumadoramente negros y latinos. En el pasado, el pretexto para los linchamientos era frecuentemente un presunto asalto sobre una mujer blanca por un hombre negro. Hoy, el pretexto para los ataques policiales es casi siempre "la guerra contra las drogas".
Hoy en Estados Unidos, uno de ocho jóvenes negros está en prisión cualquier día dado. El 75% de toda la gente en prisión con cargos relacionados a la droga son negros y latinos, a pesar del hecho que las cifras del uso ilegal de drogas por negros y latinos no son más altas que entre la gente blanca.
Operación Opción Tres
Scott Franklin se postuló para alguacil con una promesa que todos entendían que lanzaría una intensa campaña de represión sobre la comunidad negra de Jena y en LaSalle. Dijo que ofrecería tres opciones a los "vendedores de droga" en LaSalle. Como lo describió el periódico local: "Usted deja de vender drogas, usted se va de LaSalle o usted va a la cárcel". El lema sobre su campaña decía: "Déjelo, Múdese o Váyase a la cárcel".
El último caso de la corte relacionado a los 6 de Jena concluyó hace unas pocas semanas antes de la noche de las redadas de la "Operación Opción Tres" el 26 de junio de 2009. Intrépidos y valientes jóvenes en Jena se levantaron contra el brutal y abierto racismo. Desafiaron la tradición racista de un árbol "solo para blancos" en los predios de la escuela y protestaron en contra de las sogas colgadas en la Secundaria Jena. Sus acciones han inspirado y animado a otros en Jena y a través del país de tomar partido con ellos.
En menos de un mes después de la última audiencia en el caso de los 6 de Jena, las autoridades de Jena y en LaSalle desataron su noche de terror sobre Jena. La pesadilla continúa hasta hoy.
Inmediatamente después de que Franklin les tomó el juramento a sus agentes el 9 de julio, unidades de la policía se apostaron para acordonar una zona de cerca de 2,5 km2 en Jena, donde vive principalmente gente negra. No se permitió que entrara ni saliera ningún tráfico vehicular o a pie. Cerca de las 5 a.m., unidades de SWAT se pusieron a tumbar puertas e irrumpir en cinco hogares.
Policías fuertemente armados irrumpieron en los hogares. Despertaron a las personas a punta de pistola. Varias personas, de diferentes lugares, recibieron múltiples disparos de pistola eléctrica Taser. Despertaron a los niños, apuntándoles pistolas en las costillas. Saquearon casas, en un frenesí de destrucción que los policías llaman su "búsqueda de evidencia". Lanzaron bombas de humo por las ventanas e incendiaron al menos una casa. Acordonaron las casas y los lotes con la infame cinta amarilla para "escenas del crimen" y así establecieron los parámetros para la confiscación en masa de propiedad que siguió tras las redadas.
Mike Patterson, quien es dueño de un taller que lava y pinta coches al detal en Jena y una las personas arrestadas esa noche, describió lo que pasó en el asalto a su casa. "Yo tengo niños en esta casa. Nosotros estábamos durmiendo. Ellos llegaron a eso de las 4 de la madrugada. De repente escuché: 'BUM, BUM', y luego gritos de 'orden de registro, orden de registro'. Pude escucharlos que venían por el pasillo y yo estaba en mi cuarto con mis manos arriba. Trajeron esa bola de sujetos armados y con linternas y entraron y me golpearon. Dije algo como 'prenda la luz' y me golpearon con la pistola Taser".
"Me levantaron y me esposaron. No me dijeron nada de lo que esto se trataba. No me leyeron mis derechos ni nada parecido. Tengo un hijo de 11 años y otro de 14. Despertaron al de 11. Lo podía escuchar desde el cuarto. Estaba diciendo: 'Déjenme de darme con esa pistola. Déjenme de darme con esa pistola'. Y le dije: 'Déjenme hablar con mi hijo'. Entonces les escuché decir: 'Déjenme de joder con esa arma'.
"Mi hijo mayor tiene 14, es muy callado. Me dijo que le quitaron las cobijas. ¿Usted sabe que a uno se le enseña a proteger a sus hijos? No había nada que pudiera hacer. Ellos le quitaron las cobijas y le atizaron con el arma: 'Levántese, levántese'. Le pusieron las esposas, pero no le pusieron los zapatos ni nada que lo cubriera. Este muchacho nunca había estado en ninguna clase de problemas. Le pusieron las esposas por tres o cuatro horas y lo sacaron en la tele".
"Yo soy un adulto, cualquier cosa que me hagan, lo puedo aguantar. ¿Qué es lo peor que ellos nos pueden hacer salvo vivir aquí? Ellos les quitaron mucho a mis hijos. Fichan a unos muchachos y los tratan con toda esa rudeza, uno de 11 y otro de 14, no deseo que nadie viva eso. Él era un muchacho alegre y ¿lo están castigando por algo que supuestamente hizo su papá? Eso está mal. Fichar a esos muchachos como si fueran adultos de 20, atizándolos y diciéndoles que se callen".
"Como ve mi hijo estaba durmiendo, pues que no lo esté atizándolo y esposándolo. Le quitaron su bicicleta, le quitaron todas las cosas de mis hijos. Motos todo terreno y demás. No les dejaban que tuvieran nada; se la pasaban diciendo: '¿Cómo sabemos si esto no fue comprado con dinero de la droga?'. He sido dueño de este taller por nueve, diez años; he estado trabajando desde que tenía 16. Trabajo en este pueblo desde hace siete años, todos los días, en frente de ellos".
"Ellos pusieron a los muchachos en el carro de la policía conmigo. El de 14 fue esposado como yo. Entonces nos llevaron al parque. Ellos montaron todo en nuestro parque de béisbol, de nuestro vecindario. Hicieron un gran asado en el vecindario negro. Tenían todos los vehículos que confiscaron esa noche para mostrarlos para que la gente viniera y los viera. Y nos tuvieron ahí parados como peces en una pecera, para que la gente de la tele nos tomara fotos. Entonces cuando nos llevaron a su corte, nos tuvieron parados allá, simplemente parados allá, para que la gente mirara y tomara fotos".
Salía el sol cuando llevaron al juzgado en grilletes a la gente atrapada en la redada. Al menos un hombre estaba desnudo. Los desfilaron ante los medios del centro de Luisiana para transmitir las escenas en los noticieros locales, antes de enviarlos a prisiones por todo el centro del estado.
Entonces la chota comenzó una barbacoa que duró todo el día para festejar su "pesca". Tina Jones, cuyo hijo es uno de los 6 de Jena, nos dijo: "Casi parece que están emulando lo que hicimos durante lo de los 6 de Jena para dar un mensaje. Realizaron su pequeña barbacoa en el recinto ferial como los mítines de nosotros. Invitaron a los medios como invitamos a la gente. Hasta mandaron confeccionar camisetas, con imágenes de hombres entre rejas y las palabras 'Operación Opción Tres'".
Desde los días cuando pillaron y devolvieron los esclavos en grilletes a los amos triunfales; a los días cuando rabiosas chusmas racistas anunciaban linchamientos públicos en los periódicos locales; hasta hoy cuando exponen a personas negras en un espectáculo con el fin de intimidar y avergonzarlas a éstas y a una comunidad entera antes de que las hagan marcharse a la prisión, algunas de las formas de la opresión del pueblo negro han cambiado.
Pero la pura verdad es que esta opresión penetra todo aspecto de la vida y toda institución de la sociedad y de muchas maneras es aún más despiadada y aplasta-almas-y-cuerpos que nunca.
Como dice el número especial de Revolución titulado "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos": "Este sistema, cada vez que se le ha presentado la oportunidad de reformarse, ha traicionado al pueblo negro una y otra vez y ha demostrado que debido a su naturaleza y dinámica esencial, no es posible que se reforme a sí mismo ni es posible reformarlo… Lejos de ser 'post-racial' o incluso 'en vías de mejoramiento', la opresión del pueblo negro continúa de muchas formas horrendas y se ha reforzado e intensificado en el último período, y que se están presentando hoy posibilidades reales de horrores aún peores".
Los cargos; la (falta de) evidencia
Arrestaron a trece personas esa noche. Franklin aseguró que entre ellas había un "narcotraficante y lavador de dinero de alto nivel" y personas de su "banda de drogas". Acusaron a casi todos los detenidos en las redadas iniciales de "Operación Opción Tres" —once hombres y dos mujeres— de la "distribución" (no posesión) de sustancias controladas, principalmente cocaína y metanfetamina ("meth"). Acusaron a uno de "conspiración de distribuir". La fianza les fue fijada hasta $200.000 y en cuanto al supuesto "capo", Darren Brown, lo entregaron de inmediato a las autoridades federales y le fijaron una fianza de $500.000. A las dos personas a que arrestaron por "posesión" las acusaron de tener cantidades pequeñas de marijuana.
"Operación Opción Tres" no terminó el 9 de julio. Franklin y el fiscal del distrito de LaSalle, Reed Walters, han atrapado a por lo menos 24 personas en su red. Walters es de triste fama, entre otras razones, por decirles a los estudiantes negros de la secundaria Jena los que se habían atrevido a protestar contra los dogales colgados en el predio de la escuela: "Les puedo ser el mejor amigo o el peor enemigo. Les puedo hacer miserable la vida o arruinarles la vida de un plumazo".
Las autoridades también emprendieron la destrucción de hogares y negocios y la confiscación de propiedad. Darren Brown era el peluquero del pueblo. Tenía un local cerca del centro de la ciudad. La gente con quien hablamos decía que Darren era conocido por su generosidad — les regalaba cortes de pelo gratis a los niños, iba a los hogares de los ancianos que no podían desplazarse al pueblo.
Tras las redadas del 9 de julio, la policía hizo añicos el local de Darren. Arrancaron los pisos, con el pretexto de buscar drogas y dinero escondido. Excavaron el terreno alrededor del local y del hogar de Darren. Un señor nos describió lo que le hicieron a la peluquería: "Con un buldózer levantaron la tierra, según ellos, en busca de dinero. Arrancaron el piso. Nunca encontraron nada. Lo que destruyeron dejaron destruido".
Y hasta hoy no han presentado ninguna evidencia material del supuesto "negocio de drogas".
Confiscaron vehículos, los cuales son una cuerda de salvamento en esta comunidad pequeña y aislada. Tina Jones nos llevó a un corralón fuera del pueblo a donde la policía había llevado al menos 50 vehículos —el de ella incluido— y los mantenía detrás de cadenas y alambre de púas. La policía afirma que los tiene guardados como "evidencia", pero hasta ahora han logrado obstruir y suprimir todo intento de presentar esa evidencia o de devolver los coches y camiones a sus legítimos dueños. Esto pasa hasta en el caso de Tina, en que ella ni siquiera estaba en el coche cuando se lo llevaron.
La policía asegura que tiene evidencia videograbada que comprueba los cargos de "distribución" y "conspiración de distribuir". Nadie salvo ellos ha visto esas grabaciones a pesar de los esfuerzos de varios abogados de obligar al estado a presentar la evidencia.
Tina y varios otros nos explicaron cómo las autoridades están fundamentando sus argumentos: soplones, en general las personas a las cuales la policía amenaza con cargos más graves si no "cooperan" y a menudo las sobornan con celulares y billetes de a cien dólares, amenazas y evidencia sembrada.
"Usan a esos tipos que tienen un pequeño cargo en su contra, diciéndoles que lo anularán, y éstos lo creen. Algunos lo creen. Les dan $20 para comprar un celular barato y $100 para mota. Luego cambian de bando y acusan a alguien de posesión con intención de distribuir — pretextando una conversación que ellos mismos iniciaron. Están volviendo a arrestar a cualquiera que haya estado en su sistema — y hay mucha gente atrapada en él solamente por vivir aquí. Si alguien tiene unos pequeños cargos pendientes, los usarán en su contra. Y luego lo presionan para que sople acerca de otros".
Mike Patterson dijo: "¡Luego dan la impresión de que son criminales duros los que están deteniendo! Antes de esto, jamás tuve un cargo en mi contra en toda la vida. He trabajado toda la vida y ahora tengo mi propio pequeño negocio. Pero mintieron de plano sobre mí y mintieron sobre otros. Algunas gentes han trabajado desde jóvenes en la tala del bosque. Creo que si alguien hace algo malo, pues eso es malo y debería pagar un precio. Pero yo no hice nada malo".
Han regado a las personas arrestadas en varias jurisdicciones con varias fechas de juicio. Un hombre nos dijo acerca de aquellos obligados a aceptar abogados de oficio: "Bien podrían escribirse a sí mismos la orden de ir a dar a Angola [la infame Penitenciaría Estatal de Luisiana] porque estará allá largo rato".
Están por iniciarse en abril en Jena varias audiencias probatorias y juicios. Les ocultan a la gente lo que pasa con los arrestos y confiscaciones de propiedad: el número de personas arrestadas, los cargos en su contra, cuándo tendrán juicios, quiénes darán testimonio en su contra, qué evidencia (si es que existe) que el estado dice que tiene. Tina Jones dijo: "Nadie sabe nada sobre qué va a pasar. Nadie ni siquiera sabe cómo está la cosa con su propio caso".
Dígala la gente qué pasa aquí
Muchas personas en Jena tienen orgullo de que se enfrentaron a la intimidación racista que llegó al punto de ebullición cuando se colgaron los dogales en la secundaria Jena. Muchas nos dijeron que el distrito de LaSalle siempre ha sido conocido por la corrupción y el racismo, pero que la situación lisa y llanamente se ha salido de control. La mayoría de la gente cree que la situación se debe a las represalias de las autoridades por lo que hizo la gente durante las batallas en torno a los 6 de Jena.
Tina Jones dijo: "No les gustan a ellos el hecho de que nosotros llegamos e hicimos algo y que ellos no ganaron. No quieren que nadie más se lleve la ventaja. Los 6 de Jena nos trajeron un torbellino. Invitamos a unas personas y de repente personas como Al Sharpton y Jesse Jackson llegaron. Eso no sacudió. Por eso a mi hijo [uno de los 6 de Jena] le pareció que era necesario irse de Jena.
"Pero a pesar de todo eso, yo lo haría otra vez. Lo que sucedió en esa escuela todavía nos afecta. Queremos que la gente sepa lo que pasa aquí".
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