Revolución #199, 18 de abril de 2010


Biodiversidad, zonas naturales y naturaleza

¿Por qué importa que se extingan las especies en la escala descrita en este número de Revolución? ¿Por qué importa la conservación de la biodiversidad y de las zonas naturales?

Primero, las especies que existen son el producto de millones de años de evolución. Cada una tiene cierta maravillosa belleza, observando su vida y cómo se relaciona a otras especies y en qué formas cada especie ha evolucionado. Pero una vez extinguidas, las especies se han ido para siempre. No es cierto que los seres humanos, aunque el poder sea arrancado de las manos de los capitalistas, puedan recrear la biodiversidad una vez que se haya ido. Desde luego, las especies desaparecen en el curso de la evolución de la vida. Pero la destrucción de especies causada por el saqueo anárquico del capitalismo va a un ritmo mucho mayor que el normal. Es difícil medir exactamente este ritmo, pero los científicos estiman que hoy hay de cien a mil veces la proporción normal de extinciones. Y esto es un crimen que debe de detenerse.

Segundo, la naturaleza y las zonas naturales tienen gran importancia en relación a las necesidades concretas del ser humano, de experimentar y de explorar lo relativamente desconocido, de experimentar la aventura y la soledad. La naturaleza y las zonas naturales abren para nosotros una cierta belleza y una cierta admiración y un cierto asombro. Da una gran alegría experimentar la naturaleza y las zonas naturales como son, sin los efectos del desarrollo humano. Perder eso es disminuir lo que puede representar eso de ser humano.

Tercero, la humanidad es parte de la naturaleza, y nosotros confiamos en la naturaleza para nuestra propia vida.

Los seres humanos son producto de la evolución natural. En un sentido real, nosotros somos parte y estamos relacionados a todas las otras cosas vivientes. Todas las especies se originan como modificaciones evolutivas de especies ancestrales preexistentes y así todas las especies vivientes están relacionadas unas a otras a través de antepasados comunes. Y nuestra propia especie humana está relacionada, por diferentes grados de parentesco, a todas las otras especies del planeta, sean éstas las briznas de hierba y los árboles frutales, el oso polar, los más pequeños insectos o el gato de la familia.

El mundo de la naturaleza se compone de ecosistemas que son redes de formas de vida que se interactúan de manera unificada entre sí y con su ambiente material. La destrucción de especies, especialmente especies clave, o grupos de especies clave, afecta otras y hasta puede causar el desenmarañamiento de la vida de un ecosistema de especies entero. No siempre sabemos cuáles hebras, cuando tiradas, pueden causar ese desenmarañamiento.

Otro buen ejemplo de esta concatenación de ecosistemas que los biólogos han descubierto es la parte que juegan las especies depredadoras, como el lobo de la región del parque Yellowstone. Estos lobos fueron eliminados pero han sido reintroducidos. Los estudios han demostrado que en realidad los lobos regulan el ecosistema entero. La reintroducción del lobo está manteniendo baja la población de venados y uapitíes que estaban pastando excesivamente de algunos árboles. Ahora los uapitíes están manteniéndose apartados de los árboles que bordean los arroyos porque ahí se hacen vulnerables a ataques de lobos. El que el uapití ya no paste tanto por los arroyuelos ha causado que los álamos, que habían sido casi eliminados, háyanse recuperado. El que los álamos se hayan vuelto y provean más sombra, crea sistemas fluviales más sanos y establece mejores condiciones para que vivan y crezcan los peces. A la vez, otras especies viven del consumo de los peces. La importancia de las especies depredadoras en la cima de la cadena alimentaria para mantener un ecosistema sano y relativamente balanceado, ha sido registrada en muchos otros ecosistemas, incluyendo los océanos donde grandes cambios negativos han resultado de la eliminación de los depredadores por la sobrepesca y la sobrecaza. En efecto, la eliminación de los depredadores de dicha cima puede hacer que un ecosistema entero pierda su equilibrio y hacerlo vulnerable a la degradación y hasta el colapso.

Un área importante de estudio científico y trabajo de conservación por biólogos y otros hoy son esfuerzos para “regenerar las zonas naturales” del mundo. Esto supone esfuerzos para superar la destrucción y la fragmentación de los hábitats con vida salvaje a través del desarrollo y otros procesos, vinculando y conservando núcleos de zonas naturales y corredores de animales silvestres por los cuales éstos se muevan, sobrevivan y florezcan. Estos son esfuerzos muy importantes para proteger nuestro mundo natural.

Nosotros los seres humanos sobre este planeta debemos darnos cuenta que nosotros confiamos en la naturaleza y somos dependientes de ella para sobrevivir. El ambiente material y sus interacciones con los organismos vivientes es la base para la vida humana: generar animales y plantas para comida, lluvia y así agua dulce para beber, materiales para refugio, medicinas para muchas enfermedades y dolencias, árboles y plantas que toman el dióxido de carbono del aire y producen oxígeno para que nosotros lo respiremos, etc. Sin los vibrantes ecosistemas naturales que funcionan, la humanidad no existiría mucho tiempo sobre este planeta. Que no quede duda, la destrucción y el colapso de ecosistemas enteros puede transformar nuestro planeta en uno que podría a llegar a ser inhabitable para los seres humanos, incluso con todo nuestro potencial de adaptación.

Y esto es lo que está en la balanza en la emergencia ambiental que estamos enfrentando hoy.

La emergencia ambiental se rige por la lógica del capitalismo de que la naturaleza es sólo un instrumento que alimenta el crecimiento, una lógica que mercantiliza la naturaleza (la convierte en un objeto de compra-venta). Este punto de vista es terriblemente destructivo y también deja a la humanidad empobrecida en un sentido moral. En contraste, el método comunista para con la naturaleza ve que la humanidad llegaría a cuidar el mundo natural y a conservar la vida silvestre. Está basado en el método científico de entender la realidad como un todo. Alienta una valoración de la vida natural, una alegría ante lo desconocido y asombro de ella, un amor por su belleza y un entusiasmo de aprender de ella todo lo que pueda enseñarnos.

Pero este enfoque no es simplemente mejor en un sentido moral, sino es el enfoque que la humanidad necesita para transformar nuestra relación con la naturaleza, para poder sobrevivir y convivir con la naturaleza sobre este planeta como parte de un mundo comunista futuro.

Fuentes para este artículo.

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