Revolución #207, 18 de julio de 2010


De Libros Revolución-Berkeley

Homicidio accidental: ¡Inaceptable!
¡Exigimos justicia para Oscar Grant!
¡Todo el maldito sistema es culpable!

El asesinato de Oscar Grant, un hombre negro no armado de 22 años, fue un homicidio a sangre fría. Fue un crimen enorme y el veredicto es nada más que un jalón de orejas. Es otro crimen del sistema.

Según la ley, el homicidio no premeditado es el asesinato intencional no justificado de un ser humano. El homicidio accidental es un cargo mucho menos serio y lleva una sentencia mucho más leve. Vimos los videos: Desde el principio los policías controlaban la acción. Tenían a Oscar boca abajo, con sus manos atrás de la espalda mientras un policía se hincaba con la rodilla en su cuello y le dieron un tiro en la espalda. Un asesinato a sangre fría, un acto completamente injustificado y brutal.

Piénsenlo: Si este caso no hubiera involucrado a la policía, la situación habría resultado completamente distinta.

Imagínense si siete personas comunes y corrientes hubieran invadido la plataforma de BART (metro) esa noche, sacando a la gente del tren, maldiciéndoles con comentarios racistas, dándoles patadas y empujándolas al suelo y luego matando una persona acostada boca abajo con balazos en la espalda. Imagínense si decenas de personas lo hubieran visto y grabado con sus celulares. Lo que sucedió no habría estado en duda sino habría sido muy claro. Homicidio intencional.

El veredicto de homicidio accidental da una luz verde a la policía en todas partes de que pueden asesinar con impunidad. El veredicto le dice al pueblo que cuando nos matan a nosotros o a un ser querido, un jalón de orejas a la policía es lo máximo que podemos esperar.

Digamos la verdad: Este sistema permite que la policía brutalice y asesine cada día. En primer lugar, la única razón por la cual Mehserle tuvo que enfrentar cargos de homicidio, y todo el mundo debe de saber que esto casi nunca ocurre, es porque el pueblo se puso en pie y luchó para la justicia. Y ahora los que defienden este sistema dicen que la batalla por la justicia perjudica al pueblo. ¡Tonterías! Es el sistema que la policía protege con su brutalidad el que perjudica al pueblo.

Pero no debe de ser así. No tenemos que vivir en una sociedad donde la policía mata a balazos a nuestros jóvenes y una y otra vez nunca les pasa nada, y donde criminalizan a los inmigrantes por su apariencia y donde el petróleo sale a borbotones hacia el Golfo y a los pantanos semana tras semana destruyendo todo lo que vive en el mar y también la manera en que viven muchos miles de personas.

Podríamos construir una sociedad donde se eliminen la brutalidad policial y otras injusticias y el pueblo trabaje en conjunto para construir una sociedad nueva. Para hacer eso, se requiere una revolución. Necesitamos este tipo de revolución y ahora mismo estamos construyendo un movimiento para la revolución.

El sistema está podrido. No tenemos que vivir así. ¡Necesitamos una Revolución Real!

Libros Revolución-Berkeley
2425 Channing Way, Berkeley, California 94704
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