Revolución #207, 18 de julio de 2010
¡Todo el maldito sistema es culpable!
Cuando un policía asesina a un negro joven y desarmado, acostado boca abajo con las manos esposadas, es un ultraje. Eso es lo que le pasó a Oscar Grant, como demuestra claramente numerosos videos. Sin embargo, su asesino sale impune con apenas un jalón de orejas.
Este tipo de ultraje ocurre año tras año, en ciudad tras ciudad, por toda la sociedad. Sean Bell, desarmado, de 23 años, negro: la policía de Nueva York le tiraron 50 balazos en 2006 y lo asesinaron en el día de su boda. Amadou Diallou, un joven inmigrante africano, asesinado en las gradas de su casa por la policía que le echaron 41 balazos. Patrick Dorismond, haitiano-americano… Mark García… Luis Báez, puertorriqueño… Tyisha Millar, baleada 12 veces por la policía de Riverside, California, mientras estaba sentada en su coche, inconsciente… y así sigue la lista. Todos asesinados por la policía, sin haber cometido ningún crimen, y en todos esos casos menos uno la policía sale completamente impune. El Proyecto Vidas Robadas (stolenlives.org) ha documentado varios miles de casos semejantes, y esa documentación en sí está lejos de ser completa.
Esto es asesinato que “se viste de autoridad”. Este asesinato es obsceno. Es ilegítimo. Carece de todo escrúpulo y moral. ¡Y NO DEBE TOLERARSE!
Y cuando este tipo de asesinato va de la mano con el encarcelamiento generalizado de jóvenes negros y de otras minorías, con la costumbre cotidiana de la policía de obligar a esos jóvenes a “besar el pavimento” y, con frecuencia, darles una paliza por desafiarles en lo más mínimo o simplemente para “escarmentar”…
Cuando este tipo de asesinato va de la mano con escuelas que no enseñan y con la discriminación en el empleo y barrios enteros dejados a la deriva, mientras los medios constantemente satanizan a aquellos que están relegados a este destino…
Cuando todo eso ocurre encima de 400 años de diferentes formas de opresión, que conservan el núcleo fundamental de la supremacía blanca, a pesar de un mar de sangre que el pueblo ha derramado para liberarse de esa opresión…
Cuando todo eso resulta del funcionamiento económico básico de la misma sociedad caduca y la refuerza, generando riqueza y poder incalculable en la cima de la sociedad y sufrimiento indescriptible para los de abajo… y cuando la cultura, las ideas y las instituciones de esa sociedad reflejan todo eso sin fin y lo refuerzan constantemente… entonces:
Es Un Sistema.
Como lo describe el Mensaje y Llamamiento de nuestro Partido:
“Este es un sistema de capitalismo-imperialismo... un sistema en que el imperialismo estadounidense es la superpotencia más opresora y más monstruosa... un sistema impulsado por un implacable afán de ganancias que trae horror tras horror, una pesadilla al parecer sin fin, para la abrumadora mayoría de la humanidad: pobreza y miseria... tortura y violación... la dominación y degradación generalizadas de las mujeres en todas partes... las guerras, invasiones y ocupaciones... asesinatos y masacres... aviones, proyectiles, tanques y soldados de Estados Unidos, que bombardean a pueblos en tierras lejanas mientras que éstos duermen en su hogar o realizan sus actividades cotidianas, hacen pedazos a sus hijos pequeños, siegan la vida de hombres y mujeres en la flor de la vida, o en la vejez, tumban a patadas las puertas de sus hogares y se los llevan a rastras durante la noche... a la vez que en los propios Estados Unidos la policía hostiga, brutaliza y mata a jóvenes en las calles de las zonas urbanas —vez tras vez— y luego vomitan sus desquiciantes insultos, insistiendo en que eso es ‘justificado’ como para decir que estos jóvenes no son seres humanos, que no tienen derecho a la vida y que no merecen ni respeto ni futuro”.
Y como preguntamos en otra parte de esta edición, “¿Cuánto más necesitamos ver de este sistema, antes de decidir que ya estamos hartos y que obraremos con todo a nuestro alcance para construir un movimiento para la revolución para deshacernos de él… y para poner en su lugar algo que valorara la vida de los millones de personas como la que fue asesinada tan gratuitamente y que realmente impusiera la justicia?”.
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