Revolución #208, 25 de julio de 2010


Phoenix, Arizona, martes 29 de junio

Llevando el Verano de Libertad de Arizona a la Gira Warped

Miles de jóvenes de todo el estado de Arizona se enteraron que existe un movimiento para la revolución en este país y que ahora mismo, en este estado, está luchando por la revolución. Oyeron las denuncias que hicieron los revolucionarios contra el racismo al estilo nazi que está surgiendo en Arizona y conocieron a un grupo de personas que se niega a dar marcha atrás y aceptarlo. Todo eso tuvo un efecto electrizante y nuestro puesto estaban concurrido todo el día con personas que se apuntaban para participar.

No es de sorprenderse que algunas personas no estuvieran de acuerdo. Varios güeros andaban por ahí chillando sobre enviar los “frijoleros” de regreso a México. Decían que tenían orgullo de ser de Arizona y les encantaba la SB 1070. Un par de ellos nos dieron el saludo nazi cuando los denunciemos por apoyar la supremacía blanca. Algunos hicieron pedazos los volantes y nos los aventaban. Bastantes nos decían que nos largáramos del país si es que no nos gustara. En respuesta al letrero sobre “No más las tropas en la frontera”, gritaron “más tropas en la frontera” y nos decían que era necesario proteger a Estados Unidos contra los cárteles del narco.

Pero en cuanto a la mayoría con que hablamos que vieron el mensaje en un estandarte recargado en la mesa de Libros Revolución, las consignas "¡Todos somos ilegales! ¡No tenemos que mostrar esos malditos papeles! ¡No más tropas en la frontera!” constituyeron un soplo de aire fresco, un apoyo muy necesario para las personas que han estado teniendo la sensación de que tienen la espalda puesta contra la pared. Acudieron olas de personas para tomar fotos del letrero y contarnos sus historias… Mi familia está varada en Hermosillo a la espera de cruzar… se supone que mi mejor amigo llegara a Warped para estar con nosotros hoy pero ya se marchó a Colorado debido a esta nueva ley… hace unos meses pararon a unos familiares por rebasar la velocidad permitida y los deportaron… Me pararon unos policías y como no traía identificación, me llevaron a la cárcel, según dicen porque tenían que averiguar que yo era legal… y así sucesivamente. Un hombre se quedó con nosotros mientras hablábamos por altavoz, respondiendo a gritos a todo aquel que nos gritara. Otro andaba cerca, escuchando y esperando hasta que terminemos para venir y decir lo genial que era lo que estábamos haciendo y que lo que está pasando con los inmigrantes hoy es como la esclavización de los negros.

Las personas que toda la vida ha escuchado de que el inmigrante es el problema (ahora la gobernadora de Arizona Jan Brewer dice que todos los inmigrantes son mulas) escucharon a los revolucionarios decir que el problema no es la inmigración sino el capitalismo. Muchos se llevaron ejemplares de la parte de la charla Revolución de Bob Avakian en que explica “¿Por qué viene gente de todo el mundo?”: ¡porque los gobernantes de Estados Unidos han jodido al resto del mundo aún más de lo que han jodido a este país!

Un joven blanco vino para decir: “Sí, estoy de acuerdo con ustedes, por eso todo el mundo quiere dejar Arizona. Quiero dejar Arizona”. Le dijimos que éramos voluntarios que acudieron de todo el país HACIA Arizona y que es necesario detener lo que pasa en este estado como parte de construir un movimiento para deshacernos del sistema que origina esta opresión en primer lugar. Se llevó un montón del Mensaje y Llamamiento del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, “La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos”, los repartió y volvió para conseguir más.

Los amerindios de todo el estado se llevaron paquetes del Mensaje y Llamamiento para repartir en las reservas. Un joven indígena nos contó de las condiciones de miseria y la violencia pandillera en la reserva. Por eso leímos juntos la siguiente parte del Menaje y Llamamiento:

“Para los millones de [jóvenes] en las zonas urbanas, si es que no son asesinados a temprana edad, es probable que tengan un futuro en la cárcel (casi uno de cada ocho hombres negros jóvenes está preso, las cárceles están atestadas de negros y latinos y este país tiene el mayor índice de mujeres presas en el mundo). Este sistema les ha arrebatado a tantos jóvenes la oportunidad de tener una vida digna y ha hecho que muchos de ellos, demasiados, vivan, se mueran y maten para nada —nada bueno— para nada salvo joder a otros y matarse entre sí en las calles de las ciudades de este país... o ingresar a las fuerzas armadas y recibir adiestramiento como asesinos en masa, masacrando a personas en países por todo el planeta. Un sistema que no ofrece a los millones y millones de jóvenes ningún propósito superior, ninguna mejor suerte, salvo el crimen y el castigo, o convertirse en ciegas máquinas asesinas para el sistema mismo — ¡eso en sí es suficiente causa para barrer este sistema de la faz de la tierra!”

Él y sus amigos se apuntaron y dijeron que iban a correr la voz sobre el Verano de Libertad de Arizona.

Algunas gentes de inmediato se entusiasmaron al enterrarse que estábamos promoviendo con osadía la revolución y el comunismo y otras tenían muchas dudas acerca de lo que anteriormente había oído acerca del comunismo. El nivel de la interacción y diálogo llamaba mucho la atención: muchos jóvenes escuchaban, hacían preguntas y nos contaban su manera de ver la situación y cómo se sienten al respecto. Al fin del día, volvieron para apuntarse algunas personas que habían leído el Mensaje y Llamamiento o el volante del Verano de Libertad de Arizona o que nos habían visto con el altavoz entre la muchedumbre.

A lo largo de día, las personas se detenían en seco cuando quiera que habláramos por altavoz o contáramos algunas verdades sobre el país, la historia de la esclavitud, el genocidio y el robo de tierras, la supremacía blanca que supura desde Arizona hasta Detroit. Se juntaron en bola. Los blancos reaccionarios se enfurecieron, los blancos ignorantes se sorprendieron pero se entusiasmaron muchas gentes de tez oscura y blancos conscientes. Al fin del día, una joven mujer latina y un joven blanco se pusieron cara a cara frente a nuestro letrero. Él decía que “ellos” nos quitan “nuestro” dinero y recursos. Ella le decía que lo que él defendía estaba a solamente un paso de distancia de lo que les hicieron los nazis a los judíos, y cómo los obligaron a ponerse parches especiales para que los pudieran perseguir después. Luego, vino al puesto y se llevó un montón de afiches “¡Todos somos ilegales!”, tras hablar de que si ellos van a perseguir a un grupo de personas y tacharlas de “ilegales”, pues tendrán que perseguir a todos nosotros.

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond