Revolución #211, 12 de septiembre de 2010


Ceremonia de Inclusión en las Vidas Robadas celebra la vida de los muertos por la policía y la lucha por la justicia

Esta carta viene de una persona que colabora en el Proyecto de Vidas Robadas:

El 18 de julio, asistí a la Ceremonia de Inclusión en las Vidas Robadas organizada por la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. Esta ceremonia se organiza cada año y es una parte importante de construir una resistencia urgentemente necesaria al enorme crimen que el sistema sigue cometiendo: el robo literal de miles de vidas de una generación que ha sido criminalizada, a manos de los verdugos del sistema, es decir, la policía. Estas ceremonias siempre son ocasiones solemnes que provocan rabia, pero al mismo tiempo elevan el ánimo. Los familiares describen cómo el salvajismo policial mató a sus seres queridos, principalmente jóvenes negros y latinos, cómo las autoridades encubrieron todo después y cómo los que tienen el poder satanizan sistemáticamente a las víctimas.

 

El proyecto Vidas Robadas y la Ceremonia de Inclusión en las Vidas Robadas

"Prometemos que la vida y la humanidad de estas Vidas Robadas no se olvidarán jamás. Prometemos que sus esperanzas y aspiraciones más altas seguirán viviendo en nosotros, y que buscaremos justicia por estas y todas las Vidas Robadas. De esa manera prometemos que las memorias suyas quedarán vivas en nosotros y nos inspirarán a luchar por la justicia y por un mundo mejor". — la Promesa de Vidas Robadas

El Proyecto de Vidas Robadas surgió de la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. Recopila y documenta los nombres y las historias de las personas asesinadas por la policía en todo el país. Cuando el Proyecto publicó sus primeras conclusiones en 1999 en el libro Stolen Lives: Killed By Law Enforcement [Vidas robadas: asesinados a manos de las agencias del orden], sacó a la luz y confirmó que la gran mayoría de los asesinados por la policía eran negros y latinos. El Proyecto descubrió también que la gran mayoría de las víctimas de asesinatos policiales no portaba ninguna arma y no cometía ningún delito. El trabajo del Proyecto sirve para demostrar claramente la naturaleza sistemática de los asesinatos y la brutalidad policiales por todo el país.

La Ceremonia de Inclusión en las Vidas Robadas es un aspecto del trabajo que hace el comité de Nueva York de la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. Les da a las familias que han perdido a un ser querido debido a la brutalidad y el asesinato a manos de la policía, una forma en que pueden rendirle homenaje a la memoria de ese ser querido y honrar la lucha por la justicia. La Ceremonia infunde humanidad a la vida y las historias de los asesinados a manos de las agencias del orden, y es una plataforma para unir a los familiares en movilizar resistencia a la brutalidad policial.

Este año la ceremonia juntó a familias de la costa del oeste, a la región central y la costa del este. Hubo incidentes que asombraron e impulsaron a hacer protesta a decenas de miles de personas: las ejecuciones no provocadas de Oscar Grant en California, Sean Bell en Nueva York y Aiyana Stanley-Jones en Detroit. Mediante llamadas telefónicas y una transmisión simultánea por internet, la presencia de familiares que son activistas en el movimiento contra la brutalidad policial y también familias de las víctimas más recientes, todo se cuajó en este evento de Vidas Robadas.

Al hacer sus comentarios preliminares, Juanita Young (cuyo hijo Malcolm Ferguson fue asesinado por la policía de Nueva York en 2000) dijo: "Estos eventos les dan fuerza a las familias para hablar públicamente. Así como en el libro Vidas Robadas, tratamos de documentar los muchos incidentes. Y la mayoría de esos incidentes tratan de personas asesinadas a manos de agentes del orden aunque no llevaron arma. A pesar de eso, el sistema sigue protegiendo a los policías. ¿Qué se requiere para obtener respuestas sobre por qué les permiten a estos policías asesinar a nuestros seres queridos [y] a nuestros hijos?"

Nicholas Heyward, cuyo hijo Nicholas Jr. fue asesinado a la edad de 14 años por la policía del Departamento de Vivienda neoyorquino, expresó su frustración de que, después de más de diez años en el movimiento contra la brutalidad policial, los agentes del orden sigan asesinando a tantas personas, especialmente a los jóvenes.

Carl Dix, del Partido Comunista Revolucionario y cofundador de la Coalición 22 de Octubre, dijo: "Miren, están matando a nuestros hijos y luego nos dicen que es un homicidio justificado. Actúan con fría indiferencia hacia la humanidad de los negros, los latinos y los pobres de cualquier nacionalidad. Hacen esto por una razón: porque esta violencia nos mantiene abajo. Ese es su papel: hacer respetar y defender las cosas como son. Y en gran parte, aunque no es la única razón, es por eso que soy revolucionario ¡Y ustedes también deben serlo!"

El reverendo Omar Wilks, de la iglesia Unison Pentacostal de Brooklyn, llamó a todos a una protesta nacional el 25 de septiembre para llamara atención, en la mera puerta de Obama, al asesinato de Aiyana Stanley-Jones. Mertilla Jones, la abuela de Aiyana, dijo a través de una conexión celular: "Aiyana no murió por accidente. La policía de Detroit la asesinó. Yo lo vi". El reverendo Omar dijo que la gente tiene una obligación moral de oponer resistencia a ese ultraje y de montar una campaña colectiva que alza la voz, organiza y moviliza contra ello. Las familias y el público recibieron con aplausos entusiastas el llamado para una manifestación el 25 de septiembre.

Carl Dix mencionó el caso de Oscar Grant, el hombre negro de 22 años asesinado por un policía la madrugada del Año Nuevo del 2009 ante los pasajeros horrorizados del metro, en la región de San Francisco. Habló de cómo el sistema cambió el lugar del proceso al policía asesino de Oakland a Los Ángeles debido a la rabia que se sentía en la Bahía de San Francisco. El jurado formado no incluía a ninguna persona negra, pero sí varias personas que son parientes de policías. La fiscalía básicamente "olvidó cómo hacer su trabajo" y, a pesar del hecho de que el asesinato quedó filmado en video y así transmitido por todo el mundo, el policía recibió un tirón de orejas, pues lo condenaron solamente de homicidio involuntario sin premeditación.

Wanda Johnson, la madre de Oscar, dijo por teléfono: "Lo que le pasó a Oscar también le pasó a Sean Bell y a muchos más que perdieron la vida sin ninguna razón... Tenemos que unirnos como uno solo, para eliminar las injusticias que les ocurren a nuestros hombres latinos y negros".

Las familias que estaban ahí dando la bienvenida y apoyando a los familiares de las víctimas más recientes de la policía incluyeron a Juanita Young, Nicholas Heyward, Allene Person (madre de Timur Person, asesinado por la policía de Nueva York), Carolyn Battle (madre de Ronald Battle, muerto por la policía de Nueva York) y Mary Weaver (madre de Randy Weaver, asesinado por la policía de East Orange, Nueva Jersey). Estaban demostrando solidaridad con las nuevas familias, incluidas Jennifer González (representando a Kenny Lazo, muerto por la policía del condado Suffolk, Nueva York) y Tawanna Graham (cuyo hijo Jahqui Graham murió a manos de la policía de East Orange, Nueva Jersey). Valerie Bell, la madre de Sean Bell, estaba también con su hija y, juntas con las demás familias de Vidas Robadas, reafirmaron que seguirán luchando por la justicia.

Ralph Poynter, pareja de la abogada del pueblo Lynne Stewart, también se unió a la ceremonia. Habló del compromiso de Stewart con las familias de Vidas Robadas y con la lucha de los oprimidos, y por eso recibió aplausos clamorosos. Muchos artistas también se unieron a la ceremonia y sus contribuciones aportaron una nueva profundidad, mediante sus presentaciones culturales de música, poesía y palabra hablada.

La Ceremonia de Inclusión en las Vidas Robadas este año fue una ocasión solemne, pero también concentró expresiones de resistencia muy necesarias. Y el público bregó con lo que se requerirá para eliminar de verdad la brutalidad policial y el terror que la policía siembra. El programa terminó con Nicholas Heyward, quien dirigió al público en recitar la Promesa de Vidas Robadas.

El asesinato de Jahqui Graham

En la Ceremonia de Inclusión en las Vidas Robadas, la madre de Jacqui Graham, Tawanna Graham, relató la historia escalofriante del arresto a Jahqui que ocurrió ante sus propios ojos. Unos días después, se halló a Jahqui desnudo, muerto a golpizas, en una celda de la delegación de la policía. La policía dijo que murió de una intoxicación de drogas, pero el informe toxicológico demostró que Jahqui no tenía drogas en su cuerpo. Cuando Tawanna Graham fue a identificar el cadáver de su hijo, casi no lo reconoció por los muchos moretones y golpes que le habían dado, incluidos dos dientes de adelante incrustados en el paladar. Dos meses después, unos policías fueron a su casa para decirle que iban buscando a su hijo ¡por un delito cometido ese mes! Jahqui Graham ya se había muerto brutalizado en custodia policial más de dos meses antes.

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