Revolución #215, 31 de octubre de 2010


Una contradicción histórica: Cambiando el mundo en lo fundamental sin "apagar las luces"

Once

Comentarios sobre "El mundo no debe de permanecer tal como es y no obstante… Ahí vienen los comunistas, apaguen las luces, ya se acabó la fiesta".

He estado pensando acerca de esta contradicción desde la primera vez que se planteó en esta forma bastante aguda. Tiene mucho que ver con lo que es necesario que estemos forcejeando ahora —en el momento en que estamos luchando para establecer una nueva etapa del comunismo— y de proyectarla hacia el futuro. Esto encierra mucho. Es fácil decir que no queremos que sea verdad que lo que planteamos va a resultar en "apaguemos las luces, pongamos manos a la obra, se acabó la fiesta". No queremos ser, y no deberíamos querer ser, esa clase de gente, o de partido político, pero, en muchísimas ocasiones, ésta ha sido una clara característica del movimiento comunista, aun en su mejor momento. No puede ser simplemente un asunto de malas intenciones, sino más bien un asunto del concepto y método que han caracterizado la manera en que se ha visto los problemas de cómo hacer una ruptura radical con los miles de años de sociedad de clases hacia una sociedad basada en relaciones completamente diferentes entre las personas. Por supuesto, esto va a lo más importante de la nueva síntesis de Bob Avakian y la nueva concepción del socialismo y el comunismo, que Avakian ha estado elaborando y tratando de muchas maneras durante muchos años.

En primer lugar, tiene mucha importancia hacer un resumen de los problemas del economismo y de la reificación en la experiencia de la primera etapa de la revolución comunista. Pero es un paquete muy grande lo de tratar de resolver estos problemas por medio de un enfoque diferente, para el cual la nueva síntesis sirve de un fundamento esencial. Para hacer una revolución, una revolución proletaria, se tiene que abrir paso a toda una etapa nueva de la experiencia y relaciones humanas basadas en un fundamento completamente distinto: en lo económico, lo social, lo ideológico, etc. No sólo se trata de hacer una revolución y llevar al poder a gente nueva, y construir una nueva clase de gobierno e instituciones que estén libres de explotación. "Emancipadores de la humanidad" no es solamente un bonito lema, sino una orientación y meta básica. Ir más allá de las "Cuatro Todas" es un proceso complejo, el cual abarca la transformación de las personas, las instituciones y las ideas. Como se dice en "Puntos sobre el socialismo y el comunismo" y en "Hacer la revolución y emancipar a la humanidad", las necesidades y deseos humanos se determinan socialmente y lo que parece normal, necesario y deseable hoy cambiará a medida que la sociedad cambie. Los conceptos de la libertad y de lo que los seres humanos son capaces de hacer tienen que transformarse, tendrán que salir a la palestra nuevas ideas y conceptos y habrá que dirigir todo esto, no restringirlo en una camisa de fuerza. Mis cavilaciones acerca de esto me han llevado a leer una vez más el libro Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo, a la conversación con unos camaradas sobre la epistemología en el Obrero Revolucionario, además de las más recientes charlas de Avakian.

¿Por qué comienza Dictadura y democracia… con una discusión de la importancia de trabajar con las ideas y la lucha en el ámbito de las ideas? ¿Cuál es la importancia de este ámbito en sí y del trabajo que se requiere para ser bueno en esto? Éste es un tema al cual se regresa repetidamente por buena razón. Sí parece que existe una tendencia muy fuerte tanto en el movimiento comunista previo y en el actual, como parte del concepto de la verdad de clase, de ver con sospecha el ámbito del trabajo de las ideas y a los que participan en él y de querer dejar fuera las ideas que no se consideran de "beneficio" para las masas trabajadoras, los pisoteados o el programa socialista en algún momento dado. Se hace la pregunta: "¿En realidad se puede trabajar con las ideas de una manera crítica y creadora y a la vez ser miembro de un partido comunista de vanguardia?" Esto también plantea preguntas de cómo tal forma de pensar crítica y creativa podría ser parte de una sociedad dirigida por comunistas.

Creo que esto también se relaciona con la idea de tener (o no tener) una ideología oficial en la sociedad socialista, aun cuando la dirección está guiada por una ideología comunista. Estoy pensando en una experiencia de hace algunos años al estar leyendo el libro, Leyendo Lolita en Teherán, el cual describe el círculo secreto de mujeres que se reúnen para leer novelas de la cultura occidental en la sala de un profesor quien antes había participado en el movimiento general para tumbar al Sha y regresó a la universidad para dar clases, pero que lo obligaron a salir porque sus puntos de vista se oponían a la ideología oficial del régimen de turno. Sin entrar en los méritos o no de los libros que estaban leyendo, de los cuales francamente no recuerdo todos, Lolita era uno de ellos y el Gran Gatsby era otro. Lo que me llamó la atención en el libro era el contraste entre el forcejeo intelectual que se llevaba a cabo en secreto en la sala, prohibido por ley, y lo que no se permitía en la sociedad oficial. La ideología oficial del islam no permitía ninguna exploración de la literatura o temas fuera de su sistema cerrado de pensamiento. Me hizo pensar acerca de lo que sucede, y de qué clase de sociedad se tendría, cuando la gente tiene que esconderse para poder leer y discutir los libros que quieren. ¿Qué consecuencias mayores tendría todo esto para las innovaciones, los individuos que buscan una tranquilidad mental, el intercambio social y el debate de ideas, y de fondo para la posibilidad de la transformación de una sociedad a fin de alcanzar una sociedad comunista? Éste no es sino un ejemplo pequeño, pero me llevó a pensar en esto.

Qué tan diferente es esto de los puntos de vista en la China socialista acerca de las películas, música, etc. del "Occidente". Aparte del evidente nacionalismo manifestado en esto, claramente existía el punto de vista de que había, tanto en la forma como en el contenido, esas cosas que correspondían a un punto de vista de la clase obrera y otras cosas que no, y se debía de prohibir que las masas tuvieran acceso a las últimas. Esto encierra mucho más, del cual hablaré después, pero llama mucho la atención de que pese a las ideologías completamente diferentes entre la teocracia islámica de Irán y la China revolucionaria, hay algo que explorar en esto.

En lo que se refiere al libro Leyendo Lolita… poco después de leer este libro, hablé con alguien que lo veía desde un ángulo muy distinto. Aplicó el enfoque de centrarse en el carácter burgués de los libros que esas mujeres leían y qué tan fuerte es el problema de la influencia de esas ideas en Irán hoy día. Lo que me llamó la atención era que en lugar de verse ante el reto que la lectura de ese libro me puso a mí, ante la contradicción que mi lectura del libro me generó, esta persona quería enfocar todos sus esfuerzos para contrarrestar la influencia de esta ideología "ajena" que tal vez difundiera el autor. Ignoro qué clase de influencia este autor ejercía, pero parece que los comunistas deberían de querer aprender de la experiencia negativa de la "ideología oficial" reaccionaria del islam que se practica en la República Islámica de Irán hoy, al considerar qué clase de sociedad liberadora estamos tratando de crear.

¿Cómo concebimos la experimentación e investigación en los ámbitos de la literatura y el arte, incluidas esas cosas que inevitablemente representarán y hasta abogarán por concepciones del mundo que van en contra de una comprensión dialéctica materialista del mundo? ¿Hay algo de valor para la sociedad en fomentar esto, en lugar de tolerarlo simplemente? ¿Se tiene que evaluar y categorizar todo de acuerdo a "criterios proletarios"? Claramente en la experiencia de la primera época de las revoluciones proletarias había épocas de mucho florecimiento y experimentación que formaban parte de revolucionar la sociedad, pero luego se apagaron las luces hasta cierto punto, tanto en la Unión Soviética como en China (aunque de maneras diferentes), según entiendo yo.

En parte esto se debió al concepto equivocado de que por ser una sociedad dirigida por comunistas, todo el mundo tenía que estar de acuerdo con la ideología comunista y tenía que adoptarla. Eso fijaría las pautas y por eso todo se tendría que conformarse a esa ideología. La analogía del paracaídas ayuda a llegar a una comprensión más correcta del proceso concreto que está en marcha y de las contradicciones que tienen que enfrentar aquellos que están esforzándose para dirigir a la sociedad hacia un mundo comunista. Las cosas van a ser más contradictorias y hay muchos canales que van a contribuir por varios tributarios al gran torrente de la transformación social. La dirigencia comunista tiene que abarcar también lo de abogar y luchar por las cosas que sabe que son ciertas —por ejemplo, una comprensión científica de la evolución— y contrarrestar los puntos de vista y programas que contribuyen a la mayor explotación y opresión de la gente, pero tiene que hacerlo sin generar un ambiente sofocante. Además, habrá importantes maneras en que será necesario que el pensamiento y el forcejeo en el ámbito de las ideas proveniente de muchas fuentes reten a los comunistas.

Pero más allá de esto, existe la contradicción de que los comunistas tienen una concepción del mundo plenamente desarrollada que abarca pero no reemplaza otras esferas, mientras que aquellos que no son comunistas no tienen una concepción del mundo así — y puede haber una manera en que la concepción del mundo general de los comunistas puede "pesar" de manera que apague los puntos de vista no tan plenamente desarrollados o aquellos que son contradictorios, lo que creará un ambiente sofocante. Además del hecho importante que cualquier comunista determinado o hasta un partido comunista revolucionario auténtico no siempre va estar en lo correcto, es importante que haya aire para respirar o si no, no habrá ninguna vitalidad en la sociedad, ninguna libertad para pensar, sentir y experimentar y ninguna cosa nueva podrá surgir o florecer. Se tiene que entender esta contradicción real, y no ignorarla, y se tiene que trabajar con ella, lo que podría resultar en una dinámica positiva que estimule mayor avance, pero no de una manera lineal o reduccionista.

¿Cuál es la necesidad que se impone una vez que se inicie el proceso de hacer la revolución y luego se emprenda la tarea, una vez ganada la guerra revolucionaria, de reconstruir la sociedad de tal manera que las cosas no vuelvan al pasado? ¿Cuáles son las contradicciones concretas a las que se tiene que enfrentar y cómo es que éstas tienden a alejarse de una situación en la que hay viveza y efervescencia intelectual? De esto se ha hablado mucho en cuanto a lo que la Unión Soviética tenía que enfrentarse en sus inicios, y luego en la guerra muy real librada en su contra por parte de Alemania y otros. China también tuvo que enfrentarse a una enorme necesidad en sus inicios y a lo largo de su revolución. Sería fácil dejar que se abrieran cien flores y que se compitieran cien escuelas de pensamiento diferentes y ver hasta dónde todo eso llevara, si no fuera necesario lidiar con los verdaderos enemigos de la revolución, de todo tipo, quienes están trabajando para destruir la nueva sociedad, si no hubiera necesidad de movilizar los recursos de la sociedad para la solución de los problemas muy concretos de cambiar las condiciones de vida del pueblo, si no hubiera fuerzas externas a la sociedad con las que se tuviera que contender por medio de guerras y de otras maneras. Así que actuar como si no hubiera ninguna necesidad no contribuye a resolver esto. Pero Mao Tsetung sí pretendió experimentar con esto de varias maneras, hasta lanzó la GRCP (Gran Revolución Cultural Proletaria). No obstante, a pesar de las maneras en que las cosas se abrieron, no se encontró la solución correcta en relación a los intelectuales. Y más allá de esos sectores sociales, todavía había un concepto restringido y francamente reificado de qué clase de efervescencia promover o permitir. El hecho de que exista la necesidad no nos libra de la necesidad de transformarla en libertad en maneras que de hecho abran las cosas para poder llegar a la verdad y avanzar la sociedad.

¿Por qué Mao abandonó la idea de apoyarse en un sector de los intelectuales, como se señala en "Contradicciones todavía por resolver, fuerzas que impulsan la revolución"? No cuesta trabajo imaginar que muchos de aquellos que habían participado en la lucha revolucionaria inicial —que hasta sentían una atracción hacia los ideales del comunismo— no eran completa y espontáneamente confiables en cuanto a enfrentarse a las dificultades de realmente transformar una sociedad. Pero ¿qué había en esto y cuál fue el efecto de abandonar ese enfoque y de buscar un concepto más reificado de sucesores? Me parece que además de ver la solución de esto en la idea que adoptaron de la experiencia soviética de atraer e integrar a los intelectuales desde las filas de las masas oprimidas, se menospreciaba o se tenía una concepción limitada de la importancia de forcejear en el ámbito de las ideas, de realmente dejar que se abran cien flores y luego de saber qué hacer con esto.

Al reflexionar sobre esto, se me vino a la mente otro ángulo de todo esto. ¿Cómo se desencadena la iniciativa concreta en el sentido más completo sobre la base del núcleo sólido? ¿Cómo se fomentan las ideas de la cooperación y de servir a los mayores intereses de la sociedad sin negar la individualidad y las distintas maneras en que los seres humanos van a querer relacionarse entre sí y con toda la sociedad? ¿Cómo abarcar la diversidad y no imponer el criterio de que todos tienen que tener las mismas opiniones y tener el gusto de hacer las mismas cosas de la misma manera, a la vez de estar luchando por un concepto diferente de la libertad que no sea dejar que todos hagan lo que les plazca? ¿Cómo se va a animar a la gente a jugar y amar y experimentar sin estar "enchufados el reloj" de la agenda socialista? Hasta plantear estos interrogantes y considerarlos sólo es posible dentro de los parámetros de la nueva síntesis, cuando antes estas cosas se declaraban fuera de la agenda. De mucha importancia, no se debería permitir que la necesidad que se impondrá para "resolver las cosas" eclipse la necesidad de hacer cosas que no siempre están en el programa oficial. ¿Cuál es el papel de la iniciativa al nivel local cuando se trata de contribuir a las cosas nuevas y la innovación? Es obvia la necesidad de la centralización y de la planificación general de la economía y la estructura de la sociedad además de la coordinación de los objetivos y saltos necesarios, pero ¿cómo hacer que esto no contribuya al estancamiento y la regimentación de la sociedad? Eso, claramente, ha sido un problema en las sociedades socialistas previas.

Hace poco, al estar pensando acerca de la película Avatar, eso me hizo preguntarme cómo en una sociedad socialista veríamos la clase de tecnología creativa que se plasmó en esa película. Por supuesto, de inmediato se presenta el problema de cómo tener los fuertes recursos para crear una película así, especialmente en un mundo que no va a apoyarse en la explotación imperialista del resto del mundo. Pero aparte de eso, hay innovación científica y artística que se desarrollará si hay libertad de hacerlo, lo que no tendrá ningún valor social inmediato concebido de manera limitada en cuanto a objetivos políticos específicos o en cuanto a mejoras en la vida del pueblo. Estas cosas sí tienen un valor social en varios niveles distintos, lo que incluye las formas no anticipadas, que afectan el ritmo de la vida y del trabajo. Pero en relación a la necesidad más apremiante y otras necesidades sociales urgentes, ¿se les va a considerar y prohibir por ser triviales o innecesarias socialmente? ¿Cómo va a decidir esto la sociedad y cómo es el rol de la dirección en la creación del ambiente y atmósfera correcta que estimule la creatividad y el surgimiento de cosas nuevas?

Se ha escrito mucho a manera de orientación general respecto a estos problemas y aprender más profundamente acerca de la experiencia y los conceptos-guía de las primeras sociedades contribuirá a descubrir más a fondo tanto los problemas como las rupturas que se tienen que hacer dentro del marco de la nueva síntesis. Esto no es solamente algo que surgirá en el futuro, sino también tiene mucho que ver con nuestra manera de concebir nuestro trabajo y relación a la sociedad, con los distintos sectores de las masas y al gestar las fuerzas para la revolución.

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