Revolución #218, 28 de noviembre de 2010
Supremacía de Estados Unidos: ¿"Una bendición para la tierra"… o "Una pesadilla aparentemente sin fin"?
En una reciente columna, David Brooks, un columnista del New York Times, instó a los estadounidenses a "no pedir disculpas" por "conservar la preeminencia de Estados Unidos" y a "conservar la posición de Estados Unidos en el mundo con el argumento que esta supremacía es un regalo a nuestros hijos y una bendición para la tierra".
En estos días de "gracias", en un país construido sobre tierras robadas mediante el genocidio de los amerindios y en gran parte sobre la base de la esclavitud, echemos una mirada sincera al "regalo" de Estados Unidos al mundo:
La "preeminencia" y la "supremacía" de Estados Unidos se anunciaron quemando vivos a cientos de miles de personas de Hiroshima y Nagasaki al fin de la Segunda Guerra Mundial. Su "regalo a nuestros hijos" incluye la esclavización de niños en Bangla Desh que cosen pelotas de fútbol y reciclan pilas. La "posición de Estados Unidos en el mundo" se impone mediante interminables guerras de imperio, dejando aldeas arrasadas, torturadores y ocupaciones brutales, desde Afganistán hasta Palestina. Su "bendición para la tierra" ha transformado las costas de África en rellenos sanitarios de desechos tóxicos, amenaza a las selvas tropicales y ha llenado los mares y cielos con venenos.
Como dice el Mensaje y Llamamiento del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, "La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos":
"Este es un sistema de capitalismo-imperialismo... un sistema en que el imperialismo estadounidense es la superpotencia más opresora y más monstruosa... un sistema impulsado por un implacable afán de ganancias que trae horror tras horror, una pesadilla al parecer sin fin, para la abrumadora mayoría de la humanidad: pobreza y miseria... tortura y violación... la dominación y degradación generalizadas de las mujeres en todas partes... las guerras, invasiones y ocupaciones... asesinatos y masacres... aviones, proyectiles, tanques y soldados de Estados Unidos, que bombardean a pueblos en tierras lejanas mientras que éstos duermen en su hogar o realizan sus actividades cotidianas, hacen pedazos a sus hijos pequeños, siegan la vida de hombres y mujeres en la flor de la vida, o en la vejez, tumban a patadas las puertas de sus hogares y se los llevan a rastras durante la noche... a la vez que en los propios Estados Unidos la policía hostiga, brutaliza y mata a jóvenes en las calles de las zonas urbanas —vez tras vez— y luego vomitan sus desquiciantes insultos, insistiendo en que eso es 'justificado' como para decir que estos jóvenes no son seres humanos, que no tienen derecho a la vida y que no merecen ni respeto ni futuro".
Lo que el mundo REALMENTE necesita es una REVOLUCIÓN. Y una revolución en lo que es hoy Estados Unidos sería, en el sentido más básico y fundamental, una parte y servirá a la lucha mundial para poner fin a toda explotación y opresión. |
- Páginas centrales (PDF)
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