Revolución #218, 28 de noviembre de 2010


El periódico Revolución… y hacer la revolución de verdad

Se presentó el siguiente discurso en las librerías Libros Revolución este otoño. Ha sido modificado en preparación para su publicación.

El Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (PCR), está construyendo un movimiento para la revolución… estamos acelerando mientras aguardamos, preparando mentes y organizando fuerzas para tener la capacidad de aprovechar una crisis revolucionaria cuando se presente. Tenemos una estrategia para hacer todo eso y tenemos una concepción estratégica acera de la manera de asegurar que la gente pueda triunfar… y eso encierra muchísimo.

Un elemento central de eso ahora es la campaña que el Partido ha emprendido en torno al Mensaje y Llamamiento que lanzó, "La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos", con tres metas: poner la revolución a la orden del día de una manera concreta en toda la sociedad; hacer que Bob Avakian sea conocido en toda la sociedad, que sea alguien al cual se refiere, sobre el que se debate, a quien se chequea y estudia y quien sea conocido ampliamente; y formar un creciente núcleo que asume esta revolución de manera consciente y enérgica y la difunde y lucha por ella en todas partes. En conjunto, estas metas tiene por objeto poner esta revolución en una posición mucho más alta con que abrir paso en un mundo que experimenta profundos cambios, oportunidades potenciales y una enorme y apremiante necesidad de la revolución.

Pero hoy voy a tratar una parte específica de este paquete, que de hecho es el centro y eje del movimiento revolución en conjunto y de la campaña que acabo de mencionar, algo acerca del cual no hablamos con la debida y suficiente atención ni con la debida frecuencia, algo acerca del cual la gente no tiene un conocimiento suficientemente científico y algo que el movimiento para la revolución que el PCR está construyendo todavía no ha hecho una parte suficientemente grande de su accionar ni ha aprovechado en toda su extensión: ese algo es el periódico revolucionario Revolución.

Bob Avakian y el PCR han hablado repetidamente acerca de los elementos de una situación revolucionaria: qué condiciones tendrán que cuajarse y que éstas distarán de ser sencillas y predecibles, sino al contrario estarán llenas de complejidades, diversos niveles y capas de la marcha de los acontecimientos en el mundo y entre las personas y muchas dinámicas contradictorias. Repetir todo eso rebasa el ámbito de la charla de hoy, pero diré un par de cosas.

Cómo surgen las situaciones revolucionarias

Si usted cree que se den las revoluciones porque la gente sufre más y más opresión, esté más y más jodida y que de ello crezcan más y más furia, resistencia, protesta y rebelión hasta que por fin la gente "ya no soporte más" y así se dé una revolución… bueno, pues, usted se equivoca. Se ha dado un sinnúmero de ejemplos en que la respuesta a los grandes crímenes contra el pueblo ha sido la aquiescencia callada… o, por otra parte, las rebeliones y levantamientos se han dado cuando la situación estuvo lejos de "lo peor". Si usted ve el terreno hoy y dice, n'ombre, la gente se deja llevar por el consumismo vacío, dioses o chismes, ni resisten la tortura… pero JAMÁS se despertará al mundo a su alrededor, pues usted se equivoca.

Es cierto que abunda en extremo el atraso en la población de los Estados Unidos, pero también hay fuertes tensiones contrarias, esfuerzos en una dirección distinta y a veces, específicamente cuando se den sacudidas y trastornos en el mundo, la situación ha puesto a grandes cantidades de personas en movimiento, resistencia y desafío. Nadie podrá decir cuándo ni cómo la situación podría desarrollarse precisamente, pero cuando poderosas rebeliones, grandes crisis y grandes trastornos hayan ocurrido, por ejemplo, la situación en los Estados Unidos en los años 60 o la de Irán en el último año y medio, que hayan irrumpido a raíz de toda una sarta de contradicciones que se han venido agudizando durante un tiempo, pero no siempre lo hayan estando haciéndolo en la superficie ni de maneras lineales. Ninguna de ellas nació pasito a pasito de la acumulación de más y más resistencia con el paso del tiempo y desde luego no nacieron principalmente de los "buenos esfuerzos de organización" de los activistas.

Las sociedades dan saltos hacia crisis revolucionarias. Estas crisis surgen de las contradicciones que existan antes, pero las cuales en gran parte estaban enterradas y suprimidas. Por eso un reaccionario columnista del New York Times, David Brooks, al escribir el auge de resistencia después de las elecciones del año pasado en Irán, tomó nota de algo escrito por Michael McFaul del Consejo de Seguridad Nacional: "En retrospectiva, todas las revoluciones parecen inevitables. De antemano, todas las revoluciones parecen imposibles".

Bien, una parte de la labor de los revolucionarios —y he aquí una de las funciones de un periódico revolucionario, el cual trataré en mayor detalle en adelante— es ponerse a identificar, analizar y trabajar para moldear el desarrollo de estas contradicciones que podrían conducir a una situación revolucionaria, pero incluso con eso no es posible predecir con exactitud qué contradicción o combinación de contradicciones se desarrollará en el tipo de crisis que sea necesaria para hacer la revolución — y de muchas maneras, incluso para aquellos que han estado buscándola y desde luego para aquellos que no la han estado buscando, dará la apariencia de "salir de la nada".

¿Qué se requerirá en tal crisis?

Pero, una vez que se haya brotado esa crisis, se planteará la pregunta: ¿existe una organización, un partido, con un análisis científico de la necesidad de la revolución y la estrategia para hacerla? ¿Que se haya preparado y templado a lo largo de un lapso de tiempo previo a esa crisis, mediante la participación en la lucha de las masas y el aliento de la misma, esforzándose para desviar la espontaneidad de esa lucha hacia un movimiento revolucionario y un pueblo revolucionario? ¿Que se haya forjado este partido a lo largo de un lapso de tiempo de modo que proteja su integridad organizativa y confidencialidad?

¿Ha echado este partido profundas raíces y desarrollado lazos organizados en diversos sectores de la sociedad, pero con las raíces más profundas entre aquellos que viven el infierno a diario? ¿Tiene este movimiento revolucionario la experiencia y se ha organizado y orientado de modo que sea capaz de dar saltos en la labor de difusión y de influencia, de atraer y organizar a crecientes cantidades de personas, de millones y millones de personas, cuando éstas despierten a la vida política y busquen orientación sobre "cómo vivir y cómo morir"?

¿Existe una masa más amplia de personas que este movimiento para la revolución haya estado influenciando a lo largo de un lapso de tiempo, de modo que se acerquen hacia un polo revolucionario, o que al menos lleguen a conocer que existe y a dónde acudir cuando la situación de veras se reviente? ¿Este partido —por medio de su trabajo directo así como su influencia más amplia en todos estos diversos sectores del pueblo y su interacción con éstos y la influencia entre éstos— ha estado contribuyendo a moldear la manera en que la gente se esté alineando, cómo esté viendo las diferentes cuestiones de los cambios divisorios en la sociedad, tales como el papel de la mujer o del inmigrante, o el rol de la policía y las guerras imperialistas? O sea, ¿existe una polarización revolucionaria en contienda respecto a estas y otras cuestiones, de la cual la gente esté enterada y que amplios sectores estén chequeando y que sean objeto de su influencia?

El papel del periódico

Todo eso tiene una relación con la posibilidad de que las agudas contradicciones generadas por este sistema se desarrollen en una gran crisis y cómo serán los contornos de esa crisis. De remate, no es posible imaginar hacer todo eso sin un periódico revolucionario.

¿De qué otra manera, aparte de un periódico, sería posible que un núcleo, que hasta en el momento de una importante expansión aún sería un núcleo relativamente pequeño de personas, llegara a ser conocido y tuviera una influencia en una proporción mucho mayor en comparación con su tamaño numérico, que cuando millones de personas se estén despertando y la marcha de los acontecimientos se esté desenvolviendo velozmente? ¿De qué otra manera, aparte de un periódico, sería posible que las redes de la revolución se empaparan y se capacitaran con una línea y entendimiento y a la vez se forjaran de modo que no sea posible fácilmente suprimirlas ni desbaratarlas? ¿De qué otra manera, aparte de un periódico, sería posible que el propio partido hiciera un análisis concreto de las emergentes contradicciones y diera dirección a un pueblo revolucionario sobre la manera de incidir en el terreno? Y, a la hora de la crisis, no es posible crear todo eso por arte de magia. A lo largo de un lapso de tiempo, es necesario que se haya llevado a cabo y desarrollado trabajo respecto a estas raíces profundas, esta influencia sobre la masa más amplia de personas, esta capacidad de funcionar, este tipo de partido.

En todas estas dimensiones, al responder a todas esas preguntas, es decisivo el periódico revolucionario. El periódico es el órgano principal de un partido revolucionario y de un movimiento revolucionario y sus dimensiones políticas, ideológicas y organizativas. El periódico revolucionario es el principal mecanismo con que este movimiento llegue e influencia a la sociedad más amplia y todo su carácter contradictorio mediante los altibajos de los tiempos no revolucionarios y antes y durante el surgimiento de una situación revolucionaria en que una lucha total por el poder esté a la orden del día.

Incluso hoy, antes del surgimiento de ese tipo de crisis revolucionaria total, el papel del periódico tiene que ser mucho mayor. Incluso en tiempos como estos, es necesario estar distribuyendo cientos y a veces miles de ejemplares en comunidades claves de los oprimidos donde la revolución esté llegando a conocerse y a asumirse, forjando una conciencia y construyendo un partidismo firme en el seno de una creciente porción de la comunidad… es necesario que esté logrando penetrar de mucho más constante en las universidades y en las escenas culturales — entrando a las discusiones y debates muy noche sobre cómo entender el mundo y qué hacer con la vida… es necesario que esté estimulando, retando e inquietando a la gente — haciendo que la gente escriba sus argumentos en contra de lo que el periódico está diciendo pero que en el proceso está despertando a más gente a empezar a entrarle… es necesario que esté logrando penetrar en las filas de los jóvenes descontentos de los suburbios en las afueras de las ciudades… es necesario que cada vez más el portal electrónico del periódico llegue a ser un lugar donde la gente se está conectando y enviando cartas, que es tema de debates acalorados y enlaces múltiples, conociendo a Bob Avakian y navegando a través de temas de la historia y análisis a las ciencias, las artes y la filosofía… es necesario que esté proporcionado los medios para que grupos de personas se reúnan para bregar con el contenido y el método del periódico — y que se estén forjando redes de organización de las personas que lo están distribuyendo… es necesario que se esté difundiendo a todos aquellos que se estén alzando la cabeza en lucha… a las personas que anhelan otro camino y les atrae la idea de la revolución… a las personas que tienden a considerar que esto es demasiado extremo pero no obstante están descontentas y están buscando algo y están dispuestas a escuchar… a las personas que se sacan de quicio por lo que dice el periódico pero que, no obstante, se ven impelidas a mantenerse al tanto de lo que estamos diciendo…

Ahora mismo, existe una base para que todo eso esté sucediendo. ¿Qué está ofuscando esta visión? En parte, hay un factor objetivo —pues somos una cantidad relativamente pequeña de personas y existe una calma relativa intensa en una buena parte de la sociedad—, pero además, aún existen deficiencias en nuestro propio entendimiento y hasta existen líneas en contienda en nuestra manera de pensar acerca de la importancia y el rol que tiene este periódico en el proceso de hacer la revolución. Es crítico que no sólo "hagamos mejor nuestro trabajo" y aumentemos múltiples veces el nivel de distribución de este periódico, y que ¡lo hagamos pronto!, sino que también nos despejemos las telarañas en la mente, la costumbre de lisa y llanamente andar en las labores de rutina de "construir el movimiento" sin ningún sentido real de estrategia ni rumbo… y hacer una ruptura y llegar a entender de manera científica y cada vez más profunda la estrategia para la revolución y la importancia central del periódico revolucionario en todo eso.

La lucha contra el pensamiento economista y las líneas economistas

Ya hace más de cien años que Lenin identificó por primera vez y rompió definitivamente con esas mismísimas ideas erróneas en el movimiento comunista en su libro pionero, ¿Qué hacer? Solo habiendo hecho esa ruptura pudo liderar a la gente para lograr la primera revolución comunista en 1917 y legar un vasto tesoro de entendimiento y orientación al movimiento comunista mundial entero hasta la fecha.

Mucho de ese pensamiento equivocado, a partir del tiempo de Lenin, ha llegado a referirse como el "economismo". En un principio esa palabra se refería al enfoque de concentrar los esfuerzos de los revolucionarios en dirigir a los obreros en sus luchas económicas contra sus condiciones laborales inmediatas — contra los patrones y cosas por el estilo. Pero, desde ese entonces ha llegado a entenderse como el enfoque general de concentrar la atención de las masas populares en las luchas inmediatas — no solamente en la esfera económica sino también en la esfera política más amplia, pero con la idea de que lo principal y lo primero que se tiene que hacer es que el pueblo oponga resistencia y que sólo después estará "listo" para conocer el comunismo y la revolución. Junto con esa idea es la idea de que la gente, si bien necesita conciencia revolucionaria para hacer la revolución, tiene que aprender esa conciencia principalmente por medio de su participación en la lucha, o cuando mucho como una adición a su participación en esa lucha.

Ahora, permítanme decirlo bien claro: la resistencia es extremadamente importante. Sí importa muchísimo — tanto en lo inmediato como en el desarrollo y desenvolvimiento de la situación hacia una revolución. Importa para evitar que el sistema amuele y destruya por completo a las masas populares, para preparar a las masas y darles un sentido de su capacidad combativa, para despertar a más personas a la vida política. (Muchas veces lo que sacude a las personas y las saca de la rutina es ver a otras personas que se ponen de pie en lucha y preguntarse, ¿qué es lo que aquellos saben que yo no sé que los afecta tanto que los impulsa a hacer todo eso?) Eso impacta su posición sobre las cuestiones claves y divisorias de la época, afecta la capacidad que tenga la clase dominante de maniobrar ante nuevas contradicciones o la posibilidad de que la resistencia popular agrave sus dificultades —entre ellas, riñas intestinas potenciales—, y entra en el cálculo de cuál lado escojan las personas, de qué tipo de polarización general surge en cuanto se desenvuelva una crisis revolucionaria en pleno desarrollo... y todo eso impele tanto a los participantes en esas luchas como a otros a ver las contradicciones más profundas y fundamentales de la sociedad, la causa de todo el problema y su solución, y les abre la mente hacia la revolución... porque cuando la gente se pone de pie, sí se levanta la cabeza y empieza a percibir más ampliamente el mundo y las otras fuerzas que componen la sociedad.

Pero la resistencia es solamente una parte de todo un conjunto de lo que se necesita para la revolución — y es una parte subordinada a algo más grande. Debe ser considerada y construida dentro del marco general de hacer la revolución — y no que la revolución se desenvuelve por algún modo de la resistencia. En cada momento, nuestro enfoque hacia nuestro trabajo de conocer y cambiar el mundo debe surgir desde el objetivo final de la revolución comunista hacia atrás, y NO: "primero tenemos que organizar al pueblo a oponer resistencia para después mencionarles lo del objetivo final". En ese proceso, el periódico revolucionario es el medio más importante para acelerar el surgimiento de una situación revolucionaria, y para preparar al pueblo para ella en los campos ideológicos, políticos y organizativos.

Para captar por qué es así, empecemos con el hecho básico de que por medio de la resistencia nada más, nadie llega a comprender la necesidad de la revolución, ni se prepara para hacerla. Espontáneamente (por sí solas), las personas al cuestionar y rebelarse lo hacen sobre la base de pensar que alguien hace transa o rompe las reglas, que hay un político o burócrata o policía corrupto —o estúpido o malo— y simplemente si los encargados supieran lo que estaba pasando entonces alguien de los de arriba lo arreglaría. Muchas veces, hasta sus iniciativas de resistencia tienen la intención de obligar a "los encargados" a tomar cartas en el asunto para que los de abajo puedan regresar a su "vida normal" y dejen de tener que lidiar más con la política y el mundo.

Como dijo Lenin: "Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes".

Consideren, por ejemplo, los grandes movimientos populares que surgieron contra la guerra en Irak. Si por acaso no se acuerdan, surgió una resistencia increíblemente amplia y poderosa y fue extremadamente importante y tuvo un gran impacto — un impacto duradero que aún se siente. Aunque por un tiempo limitado, demostró al mundo un sentimiento diferente y una fuerza diferente —desde las entrañas del imperio más poderoso— que se opuso a los crímenes de su gobierno. Quitó la careta de mandato popular y de legitimidad a la guerra en Irak desde el inicio, un espectro que aún persigue a los gobernantes de este sistema. Planteó ante millones de personas la pregunta por qué estaba ocurriendo todo eso, qué reveló sobre el sistema que lo causó... esa resistencia moldeó la conciencia y la experiencia de toda una generación... dejó a la gente con un sentir de que su propio gobierno —por lo menos en ocasiones— les echa mentiras y trae gran sufrimiento a personas concretas en otras zonas del mundo... Puso en primera plana los intereses que tienen en común los diferentes sectores del pueblo — y una moral diferente, que valora la vida de la gente alrededor del mundo, valora el sacrificio y la lucha por algo mayor y no la obsesión por el consumismo y uno mismo... aunque por un tiempo limitado.

Pero al mismo tiempo, muchas personas participaron en esa resistencia en gran parte convencidas de que la guerra era una distracción en contra de lo que consideraban una legítima "guerra contra el terrorismo". Una razón importante de por qué muchos tomaron las calles fue porque sentían que los canales normales se les habían cerrado, que los de arriba no cumplían con sus cargos... pero entonces, en cuanto se les apareció un candidato que expresó, aunque en el tono más anodino, algún sentimiento contra lo que había pasado — describiendo la guerra en Irak no como un "acto criminal de asesinato en masa" sino "una guerra idiota", corrían hacia él, sobreponían posiciones anti guerra encima de sus discursos muy pro-guerra, se engañaron de que alguien más se encargaría del problema y que ellos podían regresar a sus rutinas, sin tener que inquietarse por los crímenes del sistema...

Así siempre irán las cosas, espontáneamente. Reconocer la necesidad —y la base— para la revolución requiere la ciencia y requiere ROMPER con la espontaneidad.

Veamos el ejemplo de Oscar Grant. Toda persona que tenga corazón ve el video en YouTube de cómo lo mató a balazos en la espalda a quemarropa un policía del transporte rápido BART que lo tenía boca abajo en el suelo — y toda persona debe quedarse horrorizada y enfurecida. Pero eso no es suficiente. Piénsenlo bien: puedes ir al mismo barrio donde eso ocurrió y encontrar a gente negra que te diga: "Sí, fue horrible, y sí ocurre todo el tiempo. Pero Dios tiene un plan... se manifiesta de maneras misteriosas". O puedes ir a otro barrio y encontrar a gente que te diga: "Sí, fue horrible. Realmente tienen que darles a esos policías mejor entrenamiento de sensibilidad". O machacarán sobre la "naturaleza humana" — que en cuanto uno se vista uniforme, la "naturaleza humana" lo hace abusar del poder.

La necesidad de un punto de vista científico

Para entender por qué esas dos "explicaciones" son puros disparates, y por qué el problema es la naturaleza del sistema mismo y cómo se puede deshacerse de este sistema y reemplazarlo con algo mucho mejor por medio de la revolución, se requiere la CIENCIA.

Hacer la revolución es como curar una enfermedad. Cualquiera que haya tenido cáncer o conocido a alguien con cáncer sabe que la enfermedad causa mucho sufrimiento y a veces la muerte… pero para explicar cómo se desarrolla y se propaga, cómo afecta distintos órganos y su funcionamiento, qué está pasando bajo la superficie que causa los síntomas de dolor y molestias, se requiere la CIENCIA. Para curar la enfermedad, para desarrollar el método correcto de tratamiento y cuidado, se requiere no sólo un conocimiento general del cáncer sino del paciente específico, la etapa de la enfermedad, cómo se está desarrollando el cáncer y el estado general de su cuerpo… y, basándose en eso, un plan de tratamiento.

Muchas personas, cuando se ven ante una enfermedad realmente mala, se niegan a reconocerla. No quieren confrontar qué tan mala es. No les gustan las consecuencias, que tengan que cambiar cómo viven y actúan. Y créame, si tratas de convencer a un paciente de cáncer de que se someta a la quimioterapia —con todo el dolor y molestias, el trastorno en que resulta— no vas a convencerlo sin un razonamiento muy convincente y científico de por qué todo eso valdrá la pena. Pero SÍ PUEDES convencerlo no sólo de que necesita este tratamiento sino de que tiene que esforzarse activamente para entender lo que lo está matando y qué hacer al respecto.

Lo mismo es cierto respecto a la revolución. La gente se resiste a la necesidad de la revolución. La mayoría de la gente intentará cualquier cosa antes que acudir a la revolución. ¿Por qué? Porque la revolución es DIFÍCIL. Exige lucha. Exige sacrificio, no debido a las intenciones o acciones de los revolucionarios sino debido a la naturaleza del sistema y todas las formas en que intentará derrotar y aplastar los intentos de hacer la revolución. Hacer la revolución quiere decir ir contra la corriente. Quiere decir que no se puede dejar las cosas en las manos de los políticos y aquellos "que se supone que estén encargados de manejar esas cosas". Quiere decir ir contra el estado y todo lo que éste desate sobre las fuerzas revolucionarias y las masas en general. Quiere decir distinguirse entre los amigos, la familia y otros….

Pues, no todo el mundo va a convencerse completamente de la necesidad de esta revolución al mismo tiempo, y algunos no van a convencerse. Pero este periódico funciona en muchos niveles diferentes. Veamos otro ejemplo:

Veamos de nuevo unos acontecimientos importantes en el mundo y cómo nuestro periódico los trata. Por ejemplo, la reciente ley SB1070 en Arizona que ataca a los inmigrantes. Fue sumamente importante que la gente se opusiera a esa ley —Los Soles… las protestas estudiantiles… el boicot de músicos importantes… los revolucionarios que participaron, juntos con muchos otros, en el Verano de Libertad de Arizona— pero también importa la conciencia con la cual las personas participan en esa lucha y cómo eso se profundiza y transforma.

Nuestro periódico cubrió todo eso. Lo hizo cobrar vida. Y llamó a la gente a que actuara, a que se fuera a Arizona y se uniera a esa resistencia.... e informó sobre la experiencia de esa resistencia y la popularizó. Por importantísimo que fuera todo eso, representaría un economismo burdo reducir el papel de nuestro periódico en la lucha en Arizona a eso. De modo mucho más importante y mucho más principal, el periódico afectaba la manera en que la gente entendía lo que enfrentaba.

¿La gente lo ve simplemente como una gobernadora racista en deuda con una base social reaccionaria? ¿Se oponían a esta medida extrema, la cual exige el perfil racial y las deportaciones por la policía estatal, apoyando al plan de Obama para registrar los lugares de trabajo y mandar miles de tropas más a la frontera? ¿O ven que todo esto está arraigado fundamentalmente en el sistema — la manera en que el funcionamiento de este sistema ha saqueado a México tanto que muchos de allá ya no pueden sobrevivir en el campo, mientras que al mismo tiempo los mismos cambios económicos ocasionados por la globalización han obligado a muchos de esos inmigrantes a vivir en las sombras de la economía estadounidense, como fuente de superganancias? ¿Y ven que ya no es necesario que la humanidad viva en un mundo dividido entre naciones opresoras y oprimidas, en que el lado de la frontera donde naciste y el color de la piel determinen y afecten si te tratan con la dignidad de un ser humano? ¿Ven que tanto la gobernadora Jan Brewer como Obama, aunque tienen profundas diferencias, obran en el marco de querer conservar, estabilizar y extender este sistema y a ninguno de los dos les importa la vida de los inmigrantes u otra gente oprimida? ¿Pero captan también que existen contradicciones reales en la clase dominante sobre eso, que los cambios en el papel de los inmigrantes está desestabilizando el sistema y que en realidad los gobernantes están contendiendo sobre distintas visiones de cómo mantener todo esto en marcha a la vez que tienen una gran adicción a la mano de obra de los inmigrantes? Lo importante es que espontáneamente la gente no entiende las verdaderas debilidades, o sea la verdadera necesidad que tiene el enemigo y por eso no ve cómo eso podría ser parte del desarrollo de una revolución. ¿Y cómo van a ver eso SIN un periódico? ¿Cómo van a entender —de hecho, cómo vamos a entender NOSOTROS— lo que representa algo como el fallo judicial que suspendió parte de esa ley pero que ratificó el resto?

Con este ejemplo de Arizona subrayo de nuevo la importancia de la manera de pensar de las personas y que éstas no llegarán a entender todo lo que necesitan para hacer la revolución solamente por medio de su experiencia en la lucha. Las personas actúan de acuerdo a lo que entienden y cuánto más científicamente entiendan la dinámica y contradicciones vivas de este sistema que causa todas las atrocidades que tienen las personas agitadas y consternadas, más verán la necesidad y la base para hacer la revolución y actuarán cada vez más conscientemente en consecuencia. Como parte de eso, el periódico funciona en varios niveles, dándoles un conocimiento de las contradicciones del sistema y los puntos fuertes y potencialmente fuertes y la potencial unidad revolucionaria entre diferentes sectores del pueblo. En pequeña escala, el periódico ya moldea en mayor grado a las masas y sus puntos de vista, pero francamente la escala todavía es muy pequeña. Nuestro periódico tiene que alcanzar —ahora mismo— a los miles de personas que se están despertando por medio de las luchas como esta, incluidas muchas personas que ni siquiera lleguen a ser activas pero que están pensando, cuestionando y buscando respuestas.

La resistencia — sobre la base de la revolución

Todo esto importa, IMPORTA MUCHÍSIMO — no sólo hoy sino en el transcurso del desarrollo de la marcha de los acontecimientos hacia una crisis revolucionaria. Importa si esa resistencia puede crecer y llegar a ser más profunda, más amplia y más resuelta — o si acompaña la espontaneidad de vuelta a cobijarse bajo un sector de la burguesía y los cauces políticos "seguros" y sin sentido orientados a absorber y dejar impotente la indignación de las masas. Importa si cada vez más personas llegan a tener un punto de vista fundamentalmente mejor acerca de los inmigrantes, viéndolos como seres humanos que merecen los mismos derechos y vida que cualquier otra persona, forjando unidad con ellos en el curso de esa lucha, si los inmigrantes y otros oprimidos se sienten menos aislados y más envalentonados a pensar acerca de cambiar el mundo y a participar de manera política en hacerlo, y si la gente en general está llegando a ver que el problema es el sistema mismo. Importa si un creciente núcleo —aunque sea una minoría en cualquier momento dado— de personas está llegando a tener una conciencia más radical y a acercarse a una solución más radical y está empezando a adoptar ese punto de vista y capacitarse en él. Importa si, cuando el movimiento se amaine —y con el tiempo todos los movimientos experimentan eso siempre que siga operando el sistema de capitalismo—, aquellos que se hayan radicalizado se desmoralizan y se rinden o si llegan a ser parte de un movimiento con una estrategia y consiguen una forma con sentido de contribuir a acelerar el desarrollo de una revolución, a la vez que en lo fundamental todos tenemos que aguardar las condiciones que hagan eso realmente posible. Importa si una cantidad importante de personas tiene alguna experiencia —aunque sea parcial y contradictoria— de alejarse de los canales oficiales de la política burguesa, si muchas más personas han conocido de Bob Avakian o simplemente han visto un corto de sus charlas y tienen una idea de lo que él representa, si la idea de la revolución se ha dado vueltas en la mente de millones de personas en muchas partes... si la gente sabe que existe una organización y un líder preparados para dirigir todo eso hacia una verdadera revolución. Porque todo eso se juntará de nuevo la próxima vez que el sistema entre en una crisis... y nadie sabe exactamente cuál "próxima vez" será AQUELLA vez cuando la revolución llegue a ser posible.

El "qué hacerismo" enriquecido

Uno de los distintivos del liderato de Bob Avakian ha sido que ha sacado a la luz, defendido —y francamente rescatado— esas tremendas contribuciones de Lenin las cuales habían sido todo menos sepultadas en el movimiento comunista, incluso en el mismo Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, durante un tiempo. Al mismo tiempo y mediante el proceso de defender este enfoque general de Qué hacerismo, Bob Avakian ha desarrollado y enriquecido más este análisis.

Como lo pone en Hacer la revolución y emancipar a la humanidad:

"Cuando hablamos del 'enriquecimiento' del 'qué hacerismo', nos referimos a lo que se ha aprendido desde la época de Lenin —en particular en cuanto a la relación dialéctica entre la conciencia y la transformación de la realidad material, o entre los factores subjetivo y objetivo— y un énfasis aún más claro no solo en permitir que una mayor cantidad de masas participen en lo que está pasando en todas las esferas de la sociedad y en cómo esto se relaciona a la naturaleza fundamental de la sociedad y el tema fundamental de transformar la sociedad y el mundo, sino también un énfasis en derribar al máximo grado posible en todo momento las barreras que impiden que participen en la esfera del 'trabajo con las ideas' y la lucha y contienda en el campo de las ideas (en las esferas del arte y la cultura, la ciencia y la filosofía, y así sucesivamente), así como presentarles a las masas los problemas de la revolución — y atraerlas, tanto y tan ampliamente como sea posible en todo momento, a bregar con los problemas cruciales relacionados a la necesidad de la revolución comunista y además a los medios para hacerla. No simplemente se trata de crear una situación en que cada vez más masas 'se sentirán que están metidas' en el proceso revolucionario, sino en realidad encontrar las soluciones a estos problemas y permitir que el partido, así como las masas, aprendan de esta manera".

Piense en las cartas de los prisioneros que se han publicado en nuestro periódico, por ejemplo. Una de las cosas que llama la atención —además del profundo aprecio que muchas de ellas expresan por el liderato cabal de Bob Avakian— es el profundo impacto de la serie acerca de la evolución de Ardea Skybreak (la cual desde entonces ha sido publicada en un libro, pero que apareció primero por partes en el periódico Revolución) o el libro ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenado la mente y transformando radicalmente el mundo de Bob Avakian. Muchos de ellos escribieron sobre cómo por medio de estas obras, aprendieron a pensar críticamente… a romper con sus puntos de vista religiosos… a buscar las causas de las cosas en el mundo natural en lugar del mundo sobrenatural. Este es uno de los profundos crímenes de este sistema —y uno de los grandes retos para nuestra revolución— que aquellos que más necesitan la revolución son los que más sistemáticamente están excluidos de la capacidad de trabajar con las ideas. Por eso, por medio del periódico la gente no solamente se capacita en lo ideológico y en lo político, sino también el periódico critica y transforma las cosas que son un obstáculo para su participación en esas esferas. Al empezar a ver las cosas que este sistema mantiene escondidas (acerca de otros sectores del pueblo o acerca la ciencia o acerca de la política), no solo descubren una verdad que no conocían antes; además de eso, empiezan a preguntar: "¿Qué más han escondido de mí?"

El periódico no es la única manera que ocurre eso, pero el periódico es un medio clave por el cual eso ocurre — y este es un terreno importante de capacitación para los revolucionarios más desarrollados de poner un modelo de la manera de difundir esta revolución y hacer que aquellos que más la necesitan la hagan suya.

Y las personas se conectan también por medio de sus páginas: prisioneros con profesores, estudiantes con jóvenes de la calle, gente nacida en este país con personas de todos los rincones del mundo — llegan a conocer las experiencias de unos y otros y sus intereses en común por la revolución. Esto rompe su aislamiento y afecta cómo están pensando en general.

En cuanto a plantear las cuestiones de la revolución ante las masas del pueblo y atraerlas a forcejear y desarrollar respuestas a esas cuestiones, nosotros necesitamos hacerlo mucho muchísimo mejor. Cuando el periódico publica, como lo hizo recientemente, que queremos que la gente nos envíe sus preguntas más difíciles —las personas que están escuchando esta charla ahora mismo tienen que estar haciendo eso, ir a las masas y recabar sus preguntas más difíciles y que nos envíen sus propias preguntas, de manera que este periódico pueda estar crepitando mucho más con lo que realmente pesa sobre las personas y pone obstáculos en su pensamiento. O cuando Bob Avakian dice: "Vez tras vez se nos presenta el hecho de que la gente no puede ver más allá de cómo son las cosas ahora... Esto tiene que ver con la importancia de bregar constantemente acerca de cómo sería una situación revolucionaria y cómo concretamente se podría hacer una revolución", en su obra, "No existe ninguna 'necesidad permanente' de que la situación sea así. Es posible forjar un mundo radicalmente diferente y mejor por medio de la revolución". Deberíamos actuar en consecuencia con lo que dice —deberíamos estar jalando juntos para esforzarnos la mente para hacer esto. Luego, la gente encontrará las formas apropiadas para compartir con el Partido lo que está pensando y descubriendo, sus preguntas y pensamientos. Necesitamos mucho más de una cultura como ésta en la revolución.

Algo más con lo que todos deberíamos estar forcejeando así como procurando aplicar son los dos párrafos sobre la estrategia que publicamos todas las semanas de Bob Avakian:

Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución

"En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes de este sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas.

"Es necesario que el objetivo y orientación sea el de llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, pueda transformar el terreno político, de modo que en un sentido agudo y activo en toda la sociedad se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar; de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el 'polo' y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario; y de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución".

La dirección de Bob Avakian

Ahora, aquí no voy a adentrarme en todo lo que él plantea pero sí resaltaré un elemento específico porque está relacionado a nuestro mayor punto fuerte en general y uno de los más grandes puntos fuertes del periódico, no obstante todavía subvalorado: es decir, Bob Avakian. De manera importante, mediante la promoción de Bob Avakian, "para una cantidad cada vez mayor de personas", nosotros podemos "darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente".

La clave para plasmar esto es expresar concretamente que nosotros SÍ tenemos la dirección que necesitamos: Bob Avakian… y el Partido que él dirige y por el que él ha luchado. Y cada semana en este periódico las personas conocen a este líder — por medio de sus citas que sintetizan verdades poderosas y capacitan a la gente para encontrar su norte en torno a importantes cuestiones políticas o morales del momento. Por medio de su autobiografía, en que las personas llegan a conocer más completamente su vida y sus ideas, su sentido del humor y su profundidad, sus influencias y su método de aprender y de estudiar cuestiones, qué clase de persona es y qué significa llevar una vida que tenga sentido y propósito, no sólo para uno mismo sino para toda la humanidad. Por medio de su análisis de los más importantes sucesos políticos o debates filosóficos que capacitan a las personas a ver el mundo de una manera más completa — y el potencial para conocer y cambiar el mundo de manera más vívida y más científica. Entre más la gente se adentre en su obra, más entenderá la naturaleza de esta revolución y su potencial y entre más la gente estará capacitada para contribuir sus ideas sobre las cuestiones claves y jugar de muchas maneras un papel en esta revolución.

Y por medio del conjunto más amplio de su obra, que incluye muchas importantes charlas y textos teóricos que se han publicado en nuestro periódico, las personas llegan a entender su nueva síntesis sobre la revolución y el comunismo como también su importancia. A través de su obra llegan a entender más completamente las cosas enormes y liberadoras que se lograron durante la primera etapa de revolución comunista y las lecciones y legados que no se deben de perder, pero que se deben de defender y aprovechar — si bien al mismo tiempo Avakian revela las limitaciones reales con las que esas revoluciones se toparon en su propia concepción, marco filosófico y experiencia práctica. Después de la derrota de esas revoluciones y el impacto devastador, desorientador y arrasador que eso ha tenido durante cerca de dos generaciones, la humanidad se encontró en una encrucijada en que la teoría comunista y el movimiento comunista o tuvieron que dar un salto hacia el futuro y crear una etapa completamente nueva de revolución, o convertirse en una reliquia del pasado — y Bob Avakian se prestó para satisfacer esa necesidad. El marco teórico que Bob Avakian forjó de nuevo —su nueva síntesis— ha respondido a los problemas que han planteado el fin de la última etapa de revolución comunista y los cambios en el mundo desde ese entonces, y eso constituye la base desde la cual es posible iniciar una nueva etapa… la cual Bob Avakian también está luchando para dirigir. Todo esto le ha dado a la gente las maneras para entender lo que enfrentan y la manera de moldear el futuro. Esta es la base de la línea política e ideológica del Partido y de nuestro periódico.

De éstas y muchas otras maneras, Bob Avakian es un factor decisivo que marca la diferencia para esta revolución y cuánto más importancia le demos a él, mejor lo será para las posibilidades de la revolución.

Por eso es que él aparece en el periódico todas las semanas —pero aparte de eso, en este periódico las personas sintetizan y aprenden de su experiencia de hacer que sea conocido en todas partes Bob Avakian y todo lo que él representa — el cual es, como dije al principio, uno de los principales objetivos de la crucial campaña en la que ahora estamos participando. El periódico resalta la experiencia de difundir la nueva imagen de Bob Avakian, publica cartas en que las personas escriben sobre cómo la charla Revolución las ha influenciado y moldeado, contiene las respuestas muy profundas de los prisioneros a lo que él ha estado desarrollando… y todo eso es crucial hoy aunque muchos todavía no saben que lo están buscando… y cuando broten importantes crisis y muchos millones de personas estén buscando a alguien que las dirija, sería de mucha importancia que durante un buen tiempo los revolucionarios hayan estado esforzándose para dar a conocer a este líder en sectores MUY, muy amplios de la sociedad — incluso entre muchos que ahora mismo solamente le tienen a él "circulando en la mente".

Preparando mentes para la revolución

Bien, no todos van a entender todo al mismo tiempo sobre esta revolución, sobre este líder ni sobre este periódico. Pero eso no es sorprendente. Lenin señaló que "existen masas y masas". Es decir, que distinguió entre aquellos que estaban despertando políticamente y aquellos que, para decirlo así, todavía estaban relativamente dormidos, y agregó que en cualquier momento dado, es necesario orientar el trabajo principalmente hacia aquellos que se están despertando políticamente. En algunas ocasiones esos podrían ser cientos o miles de personas — y en otras ocasiones esos podrían ser decenas de miles, cientos de miles o millones de personas. Pero en cualquier momento dado, si bien es necesario llegarle al número más amplio posible de personas, lo que es necesario llevarles no se determina por "lo que están listas a escuchar" sino por lo que es cierto y lo que revela la marcha de los acontecimientos del momento y a donde la situación finalmente tiene que desarrollarse y cómo pueden alcanzar ese punto.

Pero, nadie puede decir con anticipación cuáles sectores del pueblo se alinearán — y nadie puede decir con anticipación quiénes de entre el pueblo, de entre todas las capas sociales, avanzarán hasta adoptar el punto de vista del comunismo y se dedicarán activamente a ser luchadores por esta revolución. Por eso, es necesario tender esto hacia la cantidad más amplia de personas en cualquier momento dado, trabajando con todas ellas a diferentes niveles.

Parece que muchas personas, incluidos muchos revolucionarios, creen que se distribuye el periódico solamente a aquellos que ya están "listos". Por el contrario. Para preparar a la gente para la revolución, el periódico es fundamental. En realidad, las personas tienen muchas contradicciones. Tienen muchas ilusiones, distracciones, dudas —muchas de las cuales, por cierto, son bien perceptivas y agudas— pero todas son parte de la misma realidad y esa realidad nos presenta a todos, a diario, un millón de motivos para la revolución. Sí, tenemos que llegarles a aquellos que se inclinen más a la revolución, pero también tenemos que ir a sectores mucho más amplios, dondequiera que la gente esté descontenta o enojada, dondequiera que la gente se esté poniendo de pie o simplemente buscando, tenemos que ir hasta donde puede que a las personas no les guste esto pero que están dispuestas a escuchar.

Lo importante es que por medio de muchas formas diferentes, nuestra estrategia para la revolución supone trabajar en torno a ese lado de la gente que está abierto a esta revolución, profundizando ese lado de la gente y desarrollándolo. Tenemos que aprender de estas personas a la vez que luchamos con ellas y las transformamos mediante el proceso.

Fíjese que nosotros mismos constantemente subestimamos la importancia y el impacto potencial de este periódico, qué tan poderoso es como una herramienta en todo esto. Gran parte de eso tiene que ver con la cultura de la corta capacidad de prestar atención y la necesidad de la gratificación inmediata o de conseguir resultados inmediatos y tener un impacto inmediato: "Les di el periódico y no se hicieron comunistas". O, llevé el periódico a las manifestaciones del Primero de Mayo pero, ¡vaya, todos los inmigrantes ondeaban la bandera yanqui!" Sale, sí queremos que las personas se transformen en comunistas y sí existe un GRAN problema con la bandera yanqui y todo el saqueo y crueldad que representa, pero las personas son contradictorias y lo importante es que queremos ser parte de lo que está influenciando la manera en que sus propias contradicciones internas se desenvuelven con el paso del tiempo y cómo interactúan entre sí y con los acontecimientos que se están desarrollando en el mundo.

Tener seriedad — acerca de la revolución

Ahora, antes de pasar a una conclusión, quiero decirles algunas cosas a aquellos que abogan por acciones "excitantes" — que dicen: "Si estuvieras de verdad con la revolución, no estarías manejando un periódico" y luego salen a defender los actos aislados de violencia, por individuos o pequeños grupos, divorciados de las masas populares y tratan de sustituir a un movimiento revolucionario de las masas populares.

Ahora, si realmente tienes seriedad, entenderías que eso es muy malo y muy perjudicial. Como dice el ensayo "Puntos esenciales de orientación revolucionaria — en oposición a los alardes y poses infantiles y las tergiversaciones de la revolución": "Incluso —o especialmente— si esto se hace en nombre de 'la revolución', irá contra y de hecho perjudicará el desarrollo de un auténtico movimiento revolucionario de las masas, y el desarrollo de resistencia política a las infamias e injusticias de este sistema antes de que surja una situación revolucionaria. Coadyuvará a las medidas de las fuerzas altamente represivas del sistema existente para aislar, atacar y aplastar a las fuerzas revolucionarias y las fuerzas de la oposición política general que tratan de forjar una resistencia política masiva y lograr cambios sociales importantes y profundos por medio de la actividad e iniciativa política consciente de las masas".

Si tienes seriedad, entenderás que la revolución tiene que ser el acto de las masas populares, de millones de personas, y si realmente tienes seriedad, estarás aplicándote a desarrollar el tipo de estrategia, métodos y organización a que puedas atraer esas masas hacia adelante, forjarlas en un pueblo revolucionario y luego organizarlas y dirigirlas a hacer la revolución, cuando sea el momento adecuado. Cualquier otra cosa, ni más ni menos, no sólo se presta a exponer a que las fuerzas revolucionarias sean aisladas y aplastadas por el estado antes de la posibilidad para la verdadera revolución y sólo dejará a las masas sin la capacidad de actuar cuando despierten y estén listas para hacerlo.

La voz del Partido

Por último, quiero hablar de la importancia del periódico como la voz de un partido.

Recientemente alguien me dijo que necesitamos el periódico, porque no siempre podemos llevar a los comunistas con más experiencia para que hablen directamente con todos los que se nos aproximan y que realmente les expliquen la línea.

Pero fíjese, si bien en cierto sentido eso es cierto e importante, más bien eso refleja el tipo de pensamiento con el que tenemos que hacer una ruptura. El periódico NO es un sustituto para conocer a un muy buen comunista.

El periódico es la voz de un Partido. Se trata de un instrumento a través del cual los individuos se reúnen como una colectividad — basados en una línea común y un método común para conocer el mundo y hacer la revolución y de actuar como un equipo de científicos en ese proceso, forcejeando profunda y científicamente las cuestiones clave de la revolución y actuando de una manera disciplinada y unificada para dirigir a las masas en hacer la revolución.

Lo que sale en este periódico —semana tras semana— es el producto de una gran cantidad de trabajo científico — el análisis de cuáles son las contradicciones fundamentales de las que se necesita tratar, bregando con la forma de comprender fenómenos diferentes en el mundo que tal vez todavía no se anticipan... o que tal vez son muy rutinarios, pero trabajando para conseguir que la gente los vea como los atropellos que son. Averiguar cómo plasmar los intereses comunes de las personas que esta sociedad mantiene divididas e ignorantes acerca de la vida de los demás. Adentrarse profundamente en los fenómenos concentrados en el movimiento del Parido del Té, los fascistas cristianos o el ascenso de Glenn Beck. Incluso cosas como preguntas de respuesta múltiple o una sátira que se burla de las cosas que la gente ha llegado a aceptar (por ejemplo, nuestro reciente artículo sobre el "empresaurismo"...) que capacita a las personas para que vean las cosas desde otros ángulos y se rían de la forma en que ellas mismas, o sus conocidos, se dejan llevar por la cultura de este mundo podrido. El Partido dirige todo eso, capacita a gente para que se reúna y produzca en conjunto algo que ningún comunista individual podría producir o que podría entender de forma espontánea por sí mismo.

Además, cada semana se traduce el periódico al español — lo que refleja el internacionalismo de este Partido y su reconocimiento estratégico del papel de los inmigrantes así como las personas que viven al otro lado de la frontera en el proceso de aprender acerca de la lucha por esta revolución y de unírsele.

Es muy importante que este periódico sea la voz de un partido — del Partido Comunista Revolucionario. Eso es extremadamente importante ya que sin este Partido, el sueño de la revolución sólo puede permanecer así — como un sueño. Para hacer la revolución de verdad, tiene que haber una fuerza de vanguardia — forjada sobre la base de una comprensión científica de la necesidad, la base y los métodos de la revolución que se tiene que hacer, organizada sobre la base del centralismo democrático con el fin de aprender lo más plenamente que pueda sobre el mundo y juntándose de una manera unificada y disciplinada para influenciar y cambiar el mundo y al hacer eso, soportar la represión — y la gente necesita saber de la existencia de este Partido. Este es un elemento muy importante de lo que este periódico hace — incluso más que cualquier análisis solo en este periódico, que la gente obtenga la voz y dirección viva y en desarrollo de un partido...

Y el periódico es el medio fundamental por el que la gente llega a trabajar con este Partido — y llega a organizarse alrededor de él, aun cuando muchos aún no estén totalmente de acuerdo con todo lo que dice el periódico, pueden organizarse alrededor de él, trabajar con él, profundizarse en él y estudiarlo, desarrollar redes de distribución de él... algunos de ellos estarán en las calles o en las mesas de las escuelas... pero que se vayan organizando cada más de ellos tan sabiamente y tan bien que la otra parte no lo puede detener.

La Campaña

Todo eso no es algo separado de la campaña que el Partido está dirigiendo en la actualidad, "La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos ", con sus tres metas de poner la revolución de nuevo a la orden del día de una manera poderosa en toda la sociedad, lograr que Bob Avakian sea conocido en toda la sociedad y atraer hacia adelante y formar a un núcleo creciente de luchadores por esta causa y entendimiento revolucionario. Este periódico es un medio clave para dirigir y sintetizar esta campaña, en él se analizan y popularizan las lecciones, nuevas personas se conectan con la necesidad de la revolución y conocen a Bob Avakian y luego se capacitan al adentrarse más profundamente en este movimiento. El mayor uso de este periódico —de todas estas maneras que he estado describiendo— será muy importante para lograr estos avances.

Hagamos que se lea y distribuya este periódico por todas partes... que más y más sectores del pueblo cobren vida y se prendan con el potencial de este periódico — cómo encaja en la estrategia de acelerar mientras se aguarda una situación revolucionaria ... cómo opone nuestros mayores puntos fuertes —es decir, nuestra línea, dirección y organización revolucionaria muy avanzada— en contra de los retos muy grandes en este mundo —es decir, las aspiraciones sumamente reducidas, el modo de pensar no científico, la pasividad y aquiescencia, la ignorancia y temor generalizado, el aislamiento y la segregación entre los diferentes sectores de la población— y empezar a trabajar para la transformación de todo esto en un momento en que hay muchísimo en movimiento y transformación... este periódico es una manera para que aprendan las personas que son nuevas y están chequeando las cosas, se capaciten en la ciencia, lleguen a comprender los acontecimientos en el mundo, en la historia y la filosofía y —a la vez que están aprendiendo y forcejeando, resistiendo y debatiendo— que participen en la difusión de este periódico de manera muy amplia y por todas partes, haciendo una enorme y seria contribución en el avance hacia un mundo mucho mejor.

El andamiaje del movimiento revolucionario

El otro asunto que no hemos tratado mucho en esta discusión y que quiero al menos subrayar antes de concluir la parte formal de este evento es organizar a la gente en torno a este periódico. Demasiadas veces hemos oído que la gente piensa que estamos haciendo cosas magníficas, que somos muy buena gente, que le gustan las ideas que desarrollamos... o que a veces le gustan. Pero la gente no tiene una impresión clara de nuestra estrategia; no sabe que tenemos una estrategia ni sabe qué es. Y nosotros tenemos que darles un sentido de cómo nuestra estrategia funciona, cómo contribuye a moldear e influenciar el terreno aun cuando en lo fundamental estamos aguardando el surgimiento de nuevos acontecimientos que son externos a nosotros. Pero no simplemente estamos aguardando esos acontecimientos. Estamos trabajando para influenciar su desarrollo y estamos organizando fuerzas.

Estamos haciendo esas dos cosas. Estamos trabajando en el terreno ideológico y político en sí... no simplemente estamos preparando a unas cuantas personas mientras esperamos que la situación cambie. Estamos trabajando para moldear el terreno y estamos preparando mentes, pero definitivamente estamos organizando fuerzas también. Y eso de la organización es crucial. Significa que hay personas por todo el país que siguen este periódico, que reciben de él dirección y un entendimiento en común, que en sus páginas ven a otras personas como ellas, de todas las capas sociales, al movimiento revolucionario por todo el país y también a gente que está oponiendo resistencia y que está haciendo revolución en todo el mundo. Este periódico es así como el andamiaje de un edificio en construcción y ese edificio es el movimiento para la revolución; el periódico es una forma que les permite ver a las personas que están construyendo el edificio qué está desarrollándose, qué está pasando, en qué cosas tenemos que trabajar todavía, de cuáles experiencias podemos aprender y dónde podemos hacer avances concretos.

Y necesitamos en serio redes de distribución, en los multifamiliares, las escuelas y los lugares de trabajo, que por ahora comienzan en escala menor pero que tienen el potencial de ser muy, muy extensas, de manera que no sea obvio cómo la gente recibe el periódico ni quiénes lo distribuyen, pero la gente lo lee y lo debate regularmente. La razón por la cual menciono aquí el tema de la estrategia es que la gente necesita captar que todo eso es parte de nuestra estrategia de la manera de moldear política e ideológicamente a un pueblo revolucionario, de capacitar a un núcleo, de influenciar a las masas más generalmente durante todo un período de tiempo y de organizar fuerzas ahora de modo que pueden seguir activándose y seguir actuando políticamente y pueden llegar a cada vez más personas e integrarlas y así poder crecer cuando otros millones despierten a sacudidas a la vida política. Esto es un elemento clave de esa estrategia.

En algún momento podrían aparecer posibilidades para que las fuerzas revolucionarias crezcan de forma exponencial. En tal momento, tiene que haber ya un mecanismo para organizar a esta gente que se ha despertado a sacudidas políticamente. ¿Cómo es posible que crezca un pequeño grupo de personas, un grupo relativamente pequeño, un núcleo de personas... pues aunque sean decenas de miles de personas, en un país de 300 millones eso es un grupo relativamente pequeño... así que cuando decenas de millones de personas le entren a sacudidas a la actividad política, cómo crecerá ese núcleo? ¿Cómo crecerá no simplemente sobre la base de lo que sea pero de veras sobre la base de capacitar a esas fuerzas para que comprendan la necesidad de la revolución y lo que implica hacer esa revolución? Eso se hace por medio de un periódico, en que la gente recibe capacitación ideológica y política y se organiza. Ese es el tipo de organización que puede expandirse de forma exponencial, en que redes de personas se juntan para leer y distribuir el periódico, bregar con su contenido y formar cada vez más redes.

Y eso no es todo... es importante también que el periódico esté en el internet, con un portal que todos debaten, que se extiende hasta llegar a personas que viven en zonas alejadas, pero también es importante que no todo que tiene que ver con el pueblo revolucionario, ni todo individuo ni toda red de organización, se realice su trabajo de una manera que le resulte fácil para el otro lado meter sus ojos fisgones y así saber todo sobre todos. El periódico en todos esos niveles... pues lo dije al principio y quiero concluir con ello también… organizativa, política e ideológicamente es la forma en que este movimiento para la revolución recibe dirección, y es la forma en que este movimiento capta y analiza el mundo de una manera viva y dinámica.

Es que la revolución no se hace con fórmulas, y no se hace simplemente acumulando cada vez más fuerzas. Hay cambios que ocurren en el mundo, muchos de ellos inesperados, y en muchos casos no reconoceremos la totalidad de lo que implican hasta que hagamos nuestro trabajo. ¿Dónde están las oportunidades para la revolución? ¿Dónde están las oportunidades para acelerar las cosas? ¿Dónde están las oportunidades para moldear los contornos de las contradicciones? En este periódico, se están analizando esas cosas, se está haciendo ese trabajo para el Partido mismo y para el movimiento para la revolución. Así que en este periódico hasta se llegará a reconocer las oportunidades, cómo responder a ellas y cómo aprovecharlas para hacer madurar la situación revolucionaria, e incluso reconocer esa situación revolucionaria. En este periódico, la gente se capacita en la estrategia de esta revolución y comparte experiencias entre sí: fuimos allá, encontramos estas cosas atrasadas, pero también descubrimos una dinámica que iba en contra y lidiamos con todo eso de esta manera. Y estas son las lecciones más amplias que sirven al movimiento para la revolución y que se pueden popularizar. En este periódico, se pueden escuchar voces de otras capas sociales y ver las posibilidades para un alineamiento distinto y para una sociedad en que no sería una pesadilla de que los de debajo de antes participaran en dirigirla, porque será muy inspirador y augurará grandes posibilidades que los de abajo dirijan la sociedad como emancipadores de la humanidad con esta dirección. Otra vez, el periódico es el andamiaje de un edificio que está en construcción.

El periódico le da a la gente un conocimiento de todas esas cosas y de toda esa dinámica, y del terreno, dirige a la gente a actuar sobre ese terreno, a comprender las cuestiones más importantes respecto al rumbo de todo esto, despeja los obstáculos que impiden que la gente pueda chequear esta revolución y entrarle, tenga la capacidad para crecer y llegar a más gente y hacer que todos actúen juntos en torno a un objetivo en común y que ejerza una influencia y un impacto desproporcionados cuando grandes sucesos sacudan la sociedad... y estas sacudidas vendrán una y otra vez, después todo se calmará, y luego otra sacudida vendrá en una forma diferente y después esta también se calmará. Y todo lo que se hace para crecer, y maximizar e influenciar en toda y cada una de esas mini-crisis, mini-estallidos o mini-temblores, dirigiendo a lo largo de todo ese proceso: todo eso contribuirá a moldear la manera en que la situación que se nos desenvuelva y presente. Además, se dará una lucha continua... por eso decimos que la revolución es compleja, no se trata simplemente de un bando y el otro bando opuesto. En cada proceso revolucionario se da una lucha continua para atraer a fuerzas y mantenerlas al lado de la revolución. ¿Quién se alineará con cuál bando? Eso se disputará, volverá a cuajarse y luego fluctuará y cambiará, y todo lo que se haya hecho hasta ese momento tendrá una influencia, y la posibilidad de sacar partido de ello dependerá también de la organización que se haya construido. Y en todo eso, es el periódico el que ocupa un lugar muy central.

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