Revolución #229, 10 de abril de 2011


El movimiento para la revolución, Lo BAsico y la celebración del 11 de abril

Un camarada presentó el siguiente discurso en Libros Revolución en Nueva York.

Quiero empezar por reconocer a las personas que seleccionaron las citas y suplementos, tradujeron muchos de ellos, conceptuaron la maquetación y diseño, corrigieron el texto, crearon la imagen, recaudaron el dinero y hasta en algunos casos cargaron consigo el libro en un avión para que tuviéramos suficientes ejemplares aquí para los preparativos para el evento… y, por supuesto, reconocer sobre todo al autor mismo. ¡Qué hazaña maravillosa y herramienta poderosa!

Quiero empezar con un punto muy serio que hemos recalcado antes pero el que vale la pena repetir constantemente y tener siempre como fundamento. En las palabras de nuestro Manifiesto, el comunismo está en una encrucijada en que enfrenta a la cuestión: o ser una vanguardia del futuro o ser un vestigio del pasado. Y el Manifiesto habla muy agudamente acerca de lo que está en juego: ser un vestigio del pasado no es algo inocuo, sino una forma de “traicionar a las masas populares en todo el mundo para las cuales la revolución comunista representa la única salida de la locura y el horror del mundo actual y hacia un mundo verdaderamente digno de habitar”.

Ahora mismo, el comunismo se encuentra dentro de un cerco político e ideológico y es urgente que luchemos para romperlo y salir. Solos, no podemos hacer que la revolución sea el discurso dominante en la sociedad, pero podemos y debemos hacer que sea algo con mucho más iniciativa o, si no, correremos el riesgo de que el pueblo del planeta ni siquiera tenga acceso a la única cosa que lo puede liberar… en un momento en que para la humanidad hay mucho más en juego que nunca antes.

Pero también quiero hablar de la otra cara de la moneda. Sí, nuestro movimiento está luchando por sobrevivir. Pero nosotros no estamos haciendo nuestro trabajo en un terreno totalmente inhóspito y muerto. De hecho, ocurren muchas cosas. Y si se desarrollara aquí una situación tal como la de Egipto… ¿estaríamos preparados? ¿Seríamos capaces de hacer lo que dice la declaración del partido “Sobre la estrategia para la revolución” (la que, a propósito, se incluye en Lo BAsico) en las situaciones de ese calibre en que “se sacuda el sistema hasta sus cimientos... se abran y amplíen profundas grietas en las estructuras y las instituciones de poder... queden al descubierto más nítidamente las descarnadas relaciones de opresión... se profundicen los conflictos en el orden establecido y no sea posible resolverlos fácilmente, y se vuelva mucho más difícil que ellos mantengan la situación intacta bajo su control y mantengan sometida a la gente” … Cuando eso suceda, ¿existirá un movimiento verdaderamente revolucionario que sería capaz de “poner en tela de juicio seria y directamente” la legitimidad del sistema y el derecho y la capacidad del poder gobernante de seguir gobernando?

No necesitamos tener a nuestro lado a millones de personas para poder entrar en una situación así; pero sí necesitamos, si realmente vamos a poder hacer que resulte algo liberador de ella, que haya miles de personas con la formación, orientación y organización para dirigir a millones. Tenemos que llegar a ese punto. Nos esforzaremos lo más posible para arrebatar lo que podamos en pos de la emancipación a dicha situación en caso de que se presente, pero no queremos sacar un balance al final… de que “si sólo hubiéramos tomado en serio nuestro propio entendimiento…”

Como la gastada frase del director técnico: la suerte es cuando la preparación se encuentre con la oportunidad. Uno no quiere tener algún cambio de suerte para poder llegar hasta las pruebas de selección para los Juegos Olímpicos, pero acabar por lamentar aquellos días en que se decidió no escalar corriendo las colinas porque estaba cansado y ya lo había hecho la semana pasada y, en verdad, en una parte de su ser habías sentido que de todos modos nunca tendría una verdadera oportunidad. NO.

Eso me conduce a la campaña, “La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos”. La campaña tiene por objetivo romper este cerco metafórico y alcanzar una posición diferente. La campaña empezó hace casi dos años con tres metas:

1) dar a conocer a millones de personas la meta y el carácter de una revolución comunista, tal como se presenta en la nueva concepción de Bob Avakian, para que forme parte del discurso de una manera radicalmente creativa y urgente;

2) que la dirección de Bob Avakian llegue a ser conocida por toda la sociedad — dando un sentido del trabajo que él está llevando a cabo, su historia y su persona como líder comunista sobresaliente y poco común y —al nivel más amplio— su conexión con la revolución;

3) por medio de todo eso, empezar a forjar un núcleo de luchadores conscientes, apasionados y dedicados para esta revolución.

Salió un editorial muy bueno en nuestro periódico hace unas semanas con el tituló “Una reflexión... una invitación... y un reto”, que explica bien la importancia de Bob Avakian. Señala: BA es el mayor recurso que nuestro movimiento tiene. Hemos escrito muchas otras cosas que analizan por qué es así y tenemos este libro nuevo y genial —Lo BAsico— que permite que uno se entere por su cuenta. No voy a tratar de analizarlo en profundidad aquí. Por ahora cito lo que dice la reciente declaración “Sobre la estrategia para la revolución” del partido, que llama a la gente a hacer que se conozca esta dirección como elemento esencial en dicha estrategia:

Desde los años 60, Bob Avakian ha dedicado la vida a la causa de la revolución y del comunismo. Al tiempo que ha provisto de liderazgo práctico para el Partido y el movimiento revolucionario, él ha estudiado y resumido a fondo la experiencia histórica mundial de la revolución comunista y las sociedades socialistas que ésta ha creado —los grandes logros y los serios problemas y errores— y ha estudiado muchos otros campos de la experiencia y conocimiento de la humanidad. Ha avanzado la ciencia del comunismo y ha hecho adelantos decisivos en la teoría, método y estrategia de la revolución y el objetivo final del comunismo en todo el mundo. Es esencial que un creciente número de personas conozca y estudie sus discursos y escritos... que lo defienda y lo proteja... que haga suya la dirección que él está dando, la cual abre nuevas vías para la revolución.

En mayo de 2010, muchos de los presentes participaron en unas conferencias en que nos ahondamos en esto. Hoy estamos usando algunas de las ideas de esas conferencias para promover el libro. Y desde ese entonces hemos hecho avances importantes y considerables en la campaña.

Todo eso, junto con otras cosas como las actividades de las personas en Arizona, el diálogo entre Carl Dix y Cornel West, All Played Out [Todo gastado y trillado] —para repetir, algunas de las cuales no tenían relación directa con la campaña y otras sí—, ha tenido MUY importantes avances. Aún no podemos decir que hemos hecho que se revirtiera la trayectoria.

He aquí donde le entra Lo BAsico. Si uno siquiera ha tenido la oportunidad de leerlo, seguro podrá ver que tiene el potencial de ser una herramienta muy poderosa para realizar las tres metas por las cuales estamos luchando.

Lo BAsico, de manera concisa y escueta, le da a la gente una idea del carácter y la magnitud de la revolución por la cual estamos luchando para crear. Este libro demuestra en serio el significado de hacer la revolución en el siglo 21. Presenta un mapa acerca de la nueva síntesis del comunismo [que Bob Avakian ha desarrollado]. Bueno, es un mapa, pero no es el terreno completo en sí. Pero al igual que un buen mapa, presenta los trazos del terreno, permite saber lo que esperar, da una idea de los caminos que proseguir a fin de ir más a lo hondo. Y responde de manera muy poderosa a algunas preguntas muy grandes y fundamentales que están en la mente de al menos decenas de miles de personas hoy en Estados Unidos y muchas más en todo el mundo: “¿En qué clase de mundo estamos viviendo?” “¿Es en realidad posible tener un mundo mejor y si lo es, cómo sería?” “¿Qué se requiere para alcanzar ese mundo diferente?” “¿Cómo entender el mundo a su alrededor y este proceso de cambiarlo más profundamente?” “¿Qué significado tiene llevar una vida moral en esta sociedad una vez que se tenga este entendimiento?” “¿Cuál responsabilidad tiene uno, qué es nuestra responsabilidad, en todo este proceso?”

Lo BAsico reúne, de una manera sumamente asequible pero no obstante seria, lo que representa BA, y también da una idea de quién es él. Nadie puede leer este libro con la menta abierta y de buena fe, SIN salir con una idea del panorama de su obra y de la gama de cuestiones a que él se ha dedicado… y el método y el enfoque que ha desarrollado al respecto. Este libro, junto con sus memorias From Ike To Mao and Beyond y la charla Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, debe constituir una forma con la cual potencialmente millones de personas puedan llegar a conocer quién es BA y qué representa.

Pero este libro también hace algo más, lo que no se debería subestimar para nada: de veras constituye una buena parte de la manera de capacitar a los miles de personas que habrían de liderar a millones cuando, retomando la declaración sobre estrategia del partido, surjan sacudidas en el funcionamiento cotidiano de las cosas y “[se] crean situaciones en las que muchas más personas están buscando respuestas y se encuentran receptivas a considerar un cambio radical”. Queremos llegar al momento y nos estamos esforzando para llegar al momento en que estemos atrayendo, orientando, organizando y capacitando de una manera revolucionaria a miles de personas y a la vez estemos alcanzando e influenciando a millones… de modo que “cuando se dé una situación revolucionaria, esos miles pueden ser una columna vertebral y fuerza fundamental para ganar a millones de personas a la revolución y para organizarlas en la lucha para llevar a cabo la revolución hasta el final”. Y Lo BAsico es una gran parte de esa capacitación.

Yo no podía sino pensar, al leer este libro, acerca de las experiencias que tuve como estudiante radical, al ir a la rama local del Partido Pantera Negra y trabajar con ellos: la manera en que al final del día, independientemente de lo que hacíamos, se reuniríamos y leeríamos lo que el líder de la rama llamaría una “cita funcional” del Libro Rojo, Citas del Presidente Mao Tsetung. Nos adentraríamos en ella y forcejearíamos colectivamente sobre cómo la veíamos y cómo se aplicaba a lo que habíamos hecho ese día y qué relación tenía todo eso con la revolución.

Le comenté esto a otra camarada, quien me habló de la primera vez que asistió a un grupo de estudio liderado por la Unión Revolucionaria, el principal grupo precursor del Partido Comunista Revolucionario. Ellos también leyeron una cita del Libro Rojo y después todos hablaron de lo que consideraban su significado y las personas que lideraban al grupo ayudarían a los participantes a adentrarse más hondo, penetrar a lo esencial y trazar las conexiones. Luego, algunas personas pudieron estudiar y sí estudiaron las obras de donde eran las citas.

Este libro puede desempeñar y desempeñará un papel similar en los años por venir… y con el comunismo el que, en algunos sentidos importantes, BA ha llevado más allá de Mao. Sería fácil tener grupos de discusión estimulantes, liderados por personas con muchos diferentes niveles de familiaridad con el material, quienes partirían volando de una sola cita. Por ejemplo, vean meramente la primera cita de cada capítulo; yo podría concebir discusiones muy nutridas que nada más se prenderían a partir de las respuestas de la gente a una de esas citas y de ahí, sí, con dirección pero una la cual ejercerían muchas personas diferentes. También habría materiales de referencia con cada cita que permiten adentrarse más.

Bien, Lo BAsico debería desempeñar un papel en nuestros propios forcejeos y reflexiones y eso tendrá mucha importancia. Este libro le daría a todo el mundo nuevos ángulos acerca de BA. En los pocos días desde que conseguí el libro, les cuento que he estado viendo muchas cosas con ojos frescos y desde diferentes ángulos. Pero también servirá para esos momentos en que tanto los veteranos como también las personas nuevas que se acerquen y se lleven tres, cinco o diez ejemplares del periódico o algunos otros materiales a amigos y conocidos, y se topen con preguntas. Son conocidas estas preguntas: “¿Y qué de la naturaleza humana? ¿Qué plan tienen ustedes para hacer la revolución? ¿No dicen ustedes que los fines justifican los medios? ¿Por qué se oponen tanto a la religión? ¿Cuáles errores se cometieron en las sociedades socialistas anteriores, y cómo van a impedirlos? ¿No son muy poderosos aquellos que gobiernan? ¿No podemos reformar a Estados Unidos? ¿Por qué necesitamos a líderes, y si ustedes hablan en serio de desencadenar a las masas, por qué debemos promover a los líderes individuales?”

Las respuestas a todas estas preguntas están en Lo BAsico y son muy asequibles. Aquellas preguntas con que uno se tope llegarán a ser bienvenidas, porque usted sabrá que le van a obligar a volver a la obra, desde otro ángulo, y va a hallar la respuesta ahí.

Así que eso es una dimensión sumamente importante de todo esto: capacitar a estos miles de personas, hoy día, y además, por medio de la distribución de este libro, atraer a los miles de personas a las cuales SE CAPACITARÁ.

Pero quisiera volver a un punto anterior, de que Lo BAsico también es una forma en que las personas de manera muy amplia “llegan a conocer a BA” y qué representa él. Aquí quisiera hablar del dinamismo que se puede desencadenar cuando las personas SÍ lleguen a conocer a este líder.

Veamos este evento del 11 de abril, la “Celebración de revolución y la visión de un mundo nuevo” que se sostendrá con motivo de la publicación de Lo BAsico. Esto se centra en el lanzamiento de este trabajo: es de importancia crucial difundir este libro en la sociedad. Es importante sacar lecciones de lo que ya se ha logrado y aplicarlas. ¿Ustedes han leído las declaraciones del Comité Anfitrión u otras declaraciones parecidas como aquella de Emory Douglas — y no solamente leerlas sino reflexionar sobre ellas y pensar acerca de lo que reflejan y significan? No se trata de que “una misma medida de zapato le calce a todos” — se trata de algo muy diverso — y se trata de que las personas lleven sus propios puntos de vista al ambiente y que cambien el ambiente —y que sin duda se cambien a sí mismas— al hacerlo. Las personas están respondiendo a esto a la vez que siguen pensando acerca de la revolución y en algunos casos, se sienten muy seguros de que ésta no debería darse. Descubren que esta persona atrae y alimenta las partes más radicales de su espíritu o de sus aspiraciones, pero también sus más grandes dudas, digamos. Y lo que las personas estén diciendo y planteando y el hecho de que, desde todos estos diversos puntos de vista, las personas se hayan encontrado con deseos de hacer que esto suceda, deben estar desafiando y enriqueciendo el entendimiento de todos los presentes.

Esto también se aplica a los artistas e intérpretes, algunos de los cuales también han hecho declaraciones y otros que nos mostrarán en su arte una buena parte de la manera en que esta obra y estos conceptos de revolución y la visión de un mundo nuevo les han conmovido. Se puede escuchar un poco de esto en la versión de All Played Out creada por William Parker. Esto no es poca cosa, y deberíamos pensar profundamente acerca de los diversos puntos de vista de las personas y las diferentes maneras que están encontrando para aportar, y eso debería capacitarnos para poder forjar mejor este evento pero además, debería darnos una comprensión más profunda de la clase de movimiento que estamos dirigiendo y la clase de revolución que estamos haciendo. Tenemos que captar la profundidad de esto y romper con las trabas en nuestro propio modo de pensar que deje fuera a las personas, que en efecto les diga a las personas —por ejemplo, a las personas en mejor condición, hasta las personas en una muy muchísimo mejor condición— “usted no tiene ningún dejo visionario, radical o amante de la justicia” — y privarles de su participación y apoyo tanto a ellos como al movimiento para la revolución.

Al mismo tiempo, ha salido la reciente ola de cartas de las y los presos. Éstas aportan algo diferente, en muchos sentidos, a esto. Sí, tienen su propia diversidad que es importante valorar y a la cual es importante estar atento, pero también dan una idea de aquellos cuya vida está al filo duro que están hallando algo muy real y muy importante en BA. En un sentido literal, existen millones tras millones de personas con la experiencia de la vida de estos presos: Veamos una cifra de esta “tierra de los libres”: el 31% de los hombres adultos negros tienen antecedentes de condenas por felonía. Existe un gran potencial aquí… y para estos presos también, que han hallado las formas de aportar para hacer que suceda este evento.

¿Estamos captando esto? ¿Estamos captando lo que representa algo tan aparentemente modesto como las personas que prepararon comida en el multifamiliar para recaudar dinero? ¿O la persona que duerme en su carro pero donó 400 dólares? ¿Captamos el potencial ahí… y la responsabilidad?

Además, hay y tiene que haber compenetración entre las respuestas de aquellos que “viven las más duras formas de este infierno todos los días bajo este sistema” y las respuestas de otros… y, para repetir, mediante todo ese proceso, a la larga algo más elevado debería surgir. He aquí un ejemplo de lo que hablamos cuando decimos que queremos formar una cultura de aprecio, popularización y promoción de BA: Como se dice en Lo BAsico:

Al propagar esto y al estar trabajando para forjar una cultura de aprecio, promoción y popularización [respecto a la dirección de Bob Avakian], no lo estamos haciendo para crear un culto en torno a una persona, en un sentido religioso. Lo estamos haciendo para capacitar a la gente a bregar con la concepción más avanzada que tenemos de adónde la sociedad y la humanidad necesitan ir, y pueden ir, de lo que este conjunto de su obra, método y enfoque tiene que ver con eso y de por qué es importante con relación a eso — por qué, en realidad, es indispensable que las masas breguen con esto con relación a eso —para servir y avanzar hacia eso— y ninguna otra cosa. Aun el aspecto que es secundario, pero que no deja de ser importante —el aspecto de la persona Bob Avakian— es importante solo en el marco y sobre la base de ser un líder comunista revolucionario, el líder de un partido comunista de vanguardia que es capaz de dirigir a la gente hacia la meta de la revolución y, en última instancia, el comunismo — que tiene que seguir desarrollando su capacidad de hacer eso, pero que ha planteado los cimientos básicos para dirigir a la gente hacia esa meta. Esto es la esencia de todo eso.

Hacer la revolución y emancipar a la humanidad – Segunda parte, Revolución #115, 13 de enero de 2008 (cita #35, pp. 102-103)

Como dice esta cita, este aspecto de BA, la persona, si bien es secundario, no obstante tiene mucho que ver con esta obra a la vez que le da otra dimensión: quién es él como persona —su historia y su manera global de ver las cosas— es algo a lo cual responde la gente. Las personas sí palpan algo acerca de la manera en que este líder ve las cosas que si tiene resonancia para ellas. Y, para repetir, desde muchos diferentes puntos de vista.

Lo que las personas deberían experimentar el 11 de abril podría prefigurar la clase de sociedad revolucionaria que se puede y debe forjar. Ésta no es una revolución —éste no es un entendimiento del comunismo— que sea religioso. No es milenaria — en el sentido de que un buen día todos vean la luz y se vuelvan comunistas o que tomemos el poder estatal y luego el partido siga expandiéndose y un buen día todo el mundo esté en el partido, y en ese momento ya no habrá antagonismos entre las personas. Se trata de algo mucho más dinámico. Se trata de un núcleo sólido y mucha elasticidad sobre la base de dicho núcleo sólido — para repetir, retomando de Lo BAsico:

Para manejar esta contradicción correctamente, hay dos principios muy importantes. Uno lo expresó muy bien un poeta y artista de palabra hablada en una conversación que tuvimos hace poco. Le venía platicando de cómo veo la sociedad socialista y mencioné algunas de las cosas que he mencionado aquí sobre la necesidad de mantener el poder y hacer que la sociedad avance hacia el comunismo, y a la vez tener mucha experimentación en las artes, mucho pensamiento crítico en las ciencias y las demás esferas, soltar las riendas y dejar que la gente tome iniciativa, y no supervisarla a cada paso. Le pregunté, por ejemplo: “Si a cada paso te supervisara un cuadro del partido, si estuviera ahí siempre examinando lo que escribes, ¿podrías escribir tus poemas?”. Respondió: “¡De ninguna manera!”.

Conversamos un rato y propuso lo que me parece una formulación muy buena: “Me parece —dijo— que te refieres a ‘un núcleo sólido con mucha elasticidad’”. Le dije: “¡Atinaste!”, porque eso era precisamente lo que quería expresar. Se necesita un núcleo sólido que capta firmemente y está comprometido con los objetivos estratégicos, las metas y el proceso de la lucha por el comunismo. Si perdemos eso, terminaremos devolviendo todo a los capitalistas de una manera u otra, con todos los horrores que eso implica. Pero, por otro lado, si no abrimos espacio para una gran diversidad y para que la gente explore muchos caminos, va a causar un tremendo resentimiento y, además, no vamos a tener el proceso dinámico y multifacético que permite que surja al mayor grado posible la verdad y nos dé la capacidad de transformar la realidad.

Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo, Obrero Revolucionario #1257, 31 de octubre de 2004 (cita #26, pp. 58-59)

A la vez que este libro da una idea viva pero básica de la nueva síntesis y una idea de la futura sociedad, este evento, con el que nos proponemos tener un fuerte impacto en el ambiente, también debe dar una idea concreta de la futura sociedad y del núcleo sólido con mucha elasticidad.

Es necesario ver en serio este evento del 11 de abril en dos sentidos. Primero, el evento es una manera clave de lanzar en grande el libro en la sociedad. Pero, en segundo lugar, el evento en sí es muy importante, para repetir, sobre todo con relación a las primeras dos metas de esta campaña: poner la revolución de nuevo a la orden del día en la mente de las personas y hacer que Bob Avakian sea un punto de referencia mucho más grande y mucho más conocida en la sociedad.

El antes-citado editorial da una visión:

Estamos sentados en un auditorio atestado. La sala está llena de masas de Harlem y otras comunidades oprimidas; estudiantes y maestros de las prepas y universidades de varias partes de la ciudad; algunas personas que viajaron desde otras ciudades; músicos; autores y poetas; artistas visuales y de palabra hablada; periodistas; científicos; abogados progresistas; activistas en diversas luchas contra los crímenes de este sistema capitalista imperialista; padres de personas brutalizados o asesinadas por la policía; y otros. En el público hay hombres y mujeres, personas de diferentes edades, razas, nacionalidades y orientaciones sexuales. Juntos participan en una velada estimulante que se caracteriza por muchas diversas formas de brío revolucionario y expresión artística — y por si fuera poco, también unas sorpresas especiales. Después del programa formal, la sala es un hervidero de personas de diferentes orígenes, capas y esferas que están intercambiando preguntas y conversando y debatiendo y discutiendo vivamente entre sí sobre el evento que acaban de experimentar, sobre Avakian y Lo BAsico, y sobre la revolución y la visión de un mundo nuevo. La velada encarna los mismos principios y relaciones —y la misma clase de mundo— que Avakian y el movimiento para la revolución que dirige están trabajando para crear.

Dicha visión, de plasmarse y de la cual avanzar, y de repercutirse a través de los medios de comunicación de toda clase antes y después del evento, podría representar un paso muy importante hacia adelante, quizá hasta un salto. Pero se requiere mucho trabajo y lucha y mucha creatividad, imaginación y persistencia, en poco tiempo, para plasmar dicha visión. No es posible plasmarla poniendo manos a la obra y “no más dándole duro”. También se tiene que hacer con la visión de la nueva sociedad… el núcleo sólido y la elasticidad… de expandir “el nosotros” de diferentes maneras… todo lo cual tiene que ser parte de prepararse para la revolución, una parte de acelerar mientras se aguarda. Todo esto se trata de influenciar a la sociedad de manera muy amplia pero también acumular fuerzas para la revolución — y salió una carta muy importante al respecto en un número reciente de nuestro periódico que analiza esto (“Dos puntos de vista diferentes acerca de: Acumular fuerzas para la revolución”, Revolución #228, 3 de abril de 2011).

Esta carta sobre la acumulación de fuerzas revolucionarias señala:

Cuando hagamos planes, ¿entendemos toda la gama de personas que se animarían a contribuir de una u otra forma y aseguramos que estemos dándoles oportunidades de hacerlo? ¿Estamos entendiendo las formas en que la combinación de personas con distintos puntos de vista y niveles de dedicación puede crear y desencadenar en serio nuevas energías? ¿Estamos construyendo unos “nosotros” a muchos niveles diferentes… unos “nosotros” que se compenetran unos con otros y crean un conjunto mucho mayor que la suma de las partes?

Luego, habla del núcleo sólido en todo esto, lo que le es crítico —que este núcleo sólido tiene que tener una solidez ideológica— que no quiere decir rigidez, sino claridad de visión, estrategia y objetivos… quiere decir tener cimientos en… ¡Lo BAsico!

El trabajo que claramente se hizo para atraer y reunir a las y los anfitriones, artistas y presos no es sino dicho núcleo sólido con mucha elasticidad. Y ése es el método en que tenemos que perseverar y en que tenemos que profundizar, en muchos casos, para poder llevar esto al nivel al cual tiene que alcanzar.

Esto es lo que tenemos que hacer ahora. Nosotros los que estamos presentes en este salón tienen que comprometernos a hacer que este evento sea lo que tiene que ser —de cumplir de veras lo que tiene que hacer— de ser algo que lance esto de manera sorprendente y poderosa en el ambiente, dándole dinamismo y magnetismo al esfuerzo para difundir este libro y ejercer su poder y avanzar —de manera cualitativa— el impacto de esta campaña. Esta podría ser “una gran velada en Harlem” —ésta podría ser algo histórico— pero eso depende de las personas en este salón.

Así que ahora quisiera hablarles en serio, de manera personal — quisiera decirles que ahora mismo ustedes tienen que aprovechar las dos semanas que vienen y ponerle todo de su parte. Si tienes un trabajo donde realmente no puedes pedir tiempo libre o no debería hacerlo —si eres maestra o maestro, por ejemplo—, pues asegúrate que aproveches el tiempo en el trabajo y fuera del trabajo corriendo la voz sobre el evento a todo el que conozcas… si puedes conseguir unos días libres, o si puedes abrir espacios los fines de semana o unos días adicionales…, pues hay personas aquí que te pueden enchufar con las tareas cruciales que hay que hacer en serio para hacer que suceda este evento en la escala y de la manera que tiene que suceder. Si te metiste en este movimiento y te entusiasmaste, pero quizá perdiste el rumbo o conexión u ocurrieron otras cosas en tu vida, ahora es el momento de volver a meterte sobre ambas piernas durante estas dos semanas, como mínimo… si estás empezando a entrar a esto y no estás seguro lo que puedas hacer, tenemos formas en que puedes aportar y aprender… si tienes talento, conexiones o iniciativas que quieres tomar, tenemos espacio para todo eso… si has estado metido en esto y ya estás comprometido, pues ponte buzo a otro nivel durante esta semana.

Nuestro plan esta noche NO es empezar con una gran discusión y únicamente después organizarnos en el momento en que todo el mundo ya está saliendo del local o está a punto de salir. Nuestro plan es pasar directamente desde este discurso a la parte organizativa y luego yo me quedaré y platicaré de manera informal con quien quiera posteriormente. Así que quiero traer a colación dos puntos que recalqué al comienzo acerca de los tiempos en que nos encontramos y la razón para esta campaña: revertir la trayectoria en la que el comunismo está luchando por su vida y conseguir una en que en la sociedad crezcan la atracción y la tracción… y prepararnos para que cuando se dé una de esas sacudidas mencionadas en la declaración sobre estrategia, de la clase que estamos presenciando hoy en el Medio Oriente y el norte de África, para prepararnos de modo que haya un movimiento lo suficientemente fuerte y con bases suficientemente fuertes con el cual sacar algo bueno de eso. Y voy a concluir con una cita de Lo BAsico:

No debemos subestimar el potencial de [la nueva síntesis] como fuente de esperanza y osadía sobre una base científica sólida. En los años 60, cuando el Partido Pantera Negra surgió, Eldridge Cleaver hizo la observación cáustica de que el viejo Partido Comunista revisionista había “ideologizado” la revolución hasta correrla del escenario, pero que los Panteras la habían “ideologizado” de regreso al escenario. Actualmente en Estados Unidos, una vez más han “ideologizado” la revolución hasta correrla del escenario. Y en el mundo en general, en gran medida, la revolución cuya meta es el comunismo y la visión de un mundo comunista —estas han sido “ideologizadas” hasta correrlas del escenario— y con ellas el único camino que realmente representa la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y mucho mejor, en el mundo tal como es, un mundo en que uno verdaderamente quisiera vivir y en que podría florecer. Objetivamente, la nueva síntesis ha “ideologizado” esto de regreso al escenario una vez más, a un nivel más alto y de una manera potencialmente muy poderosa.

Pero ¿qué se hará con eso? ¿Se volverá una fuerza política e ideológica poderosa? Nos toca a nosotros llevarla por todas partes —muy pero muy audazmente y con contenido, y vincularla con el deseo amplio, si bien por el momento principalmente latente, de otro camino, de otro mundo— y abordar a un creciente número de personas con esta nueva síntesis de una manera buena, animada y viviente.

Hacer la revolución y emancipar a la humanidad – Primera parte, Revolución #112, 16 de diciembre de 2007 (cita #32, pp. 65-66)

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