Revolución #238, 3 de julio de 2011


Mucho en juego en la persecución de Bradley Manning

Hay nuevos acontecimientos y mucho en juego en la persecución de Bradley Manning de parte del gobierno estadounidense. Y crece el movimiento en su defensa.

En abril de 2010, Wikileaks puso el vídeo “Asesinato Colateral” en la Internet. Más de 11 millones lo han visto. En las escenas, filmadas desde un helicóptero Apache en 2007 que sobrevolaba Bagdad, los soldados estadounidenses tirotean a sangre fría a 11 iraquíes, incluidos dos empleados de la agencia noticiosa Reuters y un hombre que acudió al lugar con una vagoneta para ayudar a las víctimas. El tiroteo lesionó gravemente a dos niñitos en la vagoneta. En la pista de sonido de las voces en el helicóptero durante el ataque, los soldados una y otra vez piden y consiguen permiso para abrir fuego y se bromean entre sí sobre las víctimas muertas y lesionadas en tierra.

Seis semanas después, el ejército estadounidense sacó a un soldado raso de 22 años de edad de su posición de analista de inteligencia en Irak y lo metió al presidio en Kuwait, diciendo que era responsable de filtrar “Asesinato Colateral”. Luego, a Bradley Manning, un ciudadano británico y estadounidense quien creció en Oklahoma e Inglaterra, lo trasladaron a un presidio de los marines en Quantico, Virginia, y lo acusaron de “descargar ilegalmente y transferir datos de defensa a una ‘fuente no autorizada’ y de obtener 150.000 cables clasificados del Departamento de Estado, muchos de los cuales Wikileaks publicó con el paso del tiempo”.

Bradley Manning pasó los siguientes nueve meses en condiciones carcelarias que constituían tortura física y psicológica. Lo acusan de “ayudar al enemigo”, lo que podría conllevar la pena de muerte. El 25 de abril, Barack Obama declaró en una entrevista que Manning “violó la ley” aunque todavía no lo han llevado a juicio y si bien se supone que uno sea inocente hasta que se pruebe lo contrario. El movimiento en Estados Unidos y en el mundo crece y exige su libertad. En esta batalla hay muchísimo en juego.

Implicaciones ominosas

De junio de 2010 a abril de 2011, Bradley Manning estaba confinado a una celda las 23 horas al día; durante la otra hora, le permitieron dar vueltas en otro cuarto sin la presencia de otros prisioneros. No le permitieron dormirse ni relajarse durante el día y lo obligaron a responder a la pregunta “¿Usted está bien?” cada cinco minutos. De noche, lo despertaron y le preguntaron “¿Usted está bien?” en cada ocasión en que se volteara y le diera la espalda a la puerta de la celda o se cubriera la cabeza con la cobija de modo que los guardias no pudieran verle la cara. A veces, lo obligaron a dormir sin ropa o pararse sin ropa para una inspección frente a la celda por afirmaciones de que él era un peligro para sí mismo, afirmaciones esas que el mismo rechaza (“Private Manning’s Humiliation” de Bruce Ackerman y Yochai Benkler, New York Review of Books, 28 de abril de 2011).

Mientras Wikileaks iba publicando un torrente de documentos oficiales estadounidenses durante el último año, acerca de las ocupaciones de Irak y Afganistán, la detención de los presos en Guantánamo y miles de cables que revelaban la dominación acostumbrada de otros países mediante la diplomacia, el gobierno empezó a tratar a Manning y Wikileaks como enemigos aún más peligrosos (“EE.UU. se desquita contra Wikileaks”, Revolución #220, 19 de diciembre de 2010).

En marzo de 2011, el ejército entabló 22 cargos adicionales contra Manning, como “darle información al enemigo”, por el cual un tribunal militar podría dictarle la pena de muerte.

El abogado y bloguero de derechos civiles Glenn Greenwald escribió que el Artículo 104 del Código Uniforme de Justicia Militar, bajo el cual acusaron a Manning, y que conlleva una posible pena de muerte, “es de una aplicación increíblemente amplia”. Agrega que es probable que procesen a Manning en conformidad con lo dispuesto en este artículo que estime culpable a la persona que “proporcione inteligencia o se comunique o tenga correspondencia o sostenga cualquier intercambio con el enemigo”, o directa o indirectamente” [subrayado de Greenwald] (Bradley Manning could face death: For what?”, salon.com, 4 de marzo de 2011).

Luego, Greenwald dice: “En vista de la supuesta afirmación de que Manning transmitió este material a Wikileaks, es muy posible que WikiLeaks sea el ‘enemigo’ señalado por el Artículo 104, es decir, el que ahora sostienen abiertamente los militares estadounidenses… que el grupo que filtró la información es un ‘enemigo’ de los Estados Unidos”. Greenwald cita un artículo de 2010 del New York Times que dice: “El Pentágono ha añadido WikiLeaks.org a la lista de enemigos que amenazan la seguridad de los Estados Unidos…” (“Pentagon Sees a Threat From Online Muckrakers”, Stephanie Strom, New York Times, 17 de marzo de 2010).

Greenwald también plantea la posibilidad de que “el ejército argumente que, al transmitir documentos clasificados a WikiLeaks para su publicación intencionada, Manning proporcionó esos documentos ‘indirectamente’ a Al Qaeda y el Talibán, facilitando que dichos grupos conozcan su contenido. Por eso, sería una ofensa capital no sólo proporcionar inteligencia específica e intencionadamente a enemigos concretos… sino también servir de vehículo para filtrar información clasificada a un periódico con el propósito de que se publique para el mundo. Según esta lógica, si uno podría ‘ayudar al enemigo’ meramente mediante filtraciones a WikiLeaks, pues también podría resultar culpable de este delito mediante su filtración a The New York Times”.

Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, en una rueda de prensa del 25 de mayo de 2011 en apoyo a Manning, analizó las amplísimas implicaciones de someter a un proceso, como espionaje, por hacer una supuesta filtración de información. “Se dará una situación en que se interprete la colaboración entre una fuente y un periodista como una conjura para cometer un delito. Cuando los periodistas trabajan para ojear al sector de seguridad nacional y para ver que cumpla con sus responsabilidades, el delito será el espionaje y la conjura para cometer espionaje” (Vea más información en el portal de El Mundo No Puede Esperar, worldcantwait-la.com/spanish.htm.)

Bradley Manning, hasta ahora, es la única persona acusada en la actualidad por divulgar pruebas de tales crímenes, pero las autoridades han interrogado y detenido a sus socios cuando éstos estaban de viaje. Tres socios de Wikileaks, incluido un miembro del parlamento islandés quien ayudó a poner el vídeo “Asesinato Colateral” al alcance del público, están batallando contra una orden de la corte que pide que Twitter entregue los diarios de sus actividades al gobierno. Además, han citado para comparecer ante un jurado de acusación a otras personas acusadas de estar vinculadas con WikiLeaks o Bradley Manning.

Presunción de culpabilidad… y protestas

Crecieron fuertes protestas, en Estados Unidos y en otras partes, durante seis semanas esta primavera en oposición a la manera que las autoridades están castigando a Manning antes del juicio. El 20 de marzo, 400 manifestantes se tomaron el camino frente a la base de Quantico, el octavo aniversario de la guerra de Irak, en protesta por la detención de Manning en aislamiento; hubo 30 arrestos.

En una carta abierta, los profesores de derecho Bruce Ackerman y Yochai Benkler exigieron que el gobierno ponga fin a las condiciones de Manning en Quantico: “A menos que lo haga, existe solamente una inferencia razonable: este patrón de tratamiento denigrante tiene el propósito de disuadir a las personas que filtren información en el futuro o para obligar a Manning a involucrar al fundador de WikiLeaks Julian Assange en una conjura, o ambas cosas”. En abril, 295 profesores de derecho, sociología, filosofía, estudios estadounidenses y estudios de la mujer sumaron sus nombres a esa carta cuando se publicó en el New York Review of Books.

El Relator especial sobre la tortura de la ONU, Juan Méndez, intentó entrevistarse a Manning pero las autoridades lo impidieron. Méndez dijo: “Estoy profundamente decepcionado y frustrado por la prevaricación del gobierno estadounidense respecto a mis iniciativas para entrevistar al Sr. Manning”. Susan Lee, la directora del Programa América de Amnistía Internacional, dijo: “Tales condiciones represivas violan las obligaciones del gobierno estadounidense de tratar con humanidad y dignidad a las personas detenidas. También nos inquieta que el aislamiento y el prolongado confinamiento en una celda, que la evidencia demuestra que pueden causar problemas psicológicos, podría socavar la capacidad de Bradley Manning de defenderse a sí mismo”. El empleado del Departamento de Estado P.J. Crowley perdió su puesto en marzo por decir que el confinamiento de Manning era “ridículo, contraproducente y estúpido”.

El 22 de abril de 2011, algunos partidarios de Manning montaron una protesta sorpresa en medio de un acto de recaudación de fondos para Obama. Hicieron una videograbación de Obama quien afirmaba que Manning contaba con buen trato en la prisión y que luego en público dio su veredicto antes de cualquier proceso. Obama, un supuesto defensor del estado de derecho y los derechos constitucionales, dijo que Manning, quien como es sabido no ha sido juzgado ni condenado de nada con relación a estas filtraciones, “violó la ley”.

A fines de abril, en el contexto de amplias, resueltas y crecientes protestas, el ejército trasladó a Manning al presidio militar en el Fuerte Leavenworth, Kansas, donde tendrá la posibilidad de hacer ejercicio e interactuar con otros prisioneros que esperan juicios. Es probable que Manning tenga una audiencia preliminar en el verano en el Fuerte Belvoir, Maryland, después de la cual le levantarán los cargos formales. El juicio militar podría empezar en diciembre y durar hasta 2012. El 4 de junio, 400 personas participaron en una protesta fuera del Fuerte Leavenworth. Los partidarios de Manning están organizando contingentes “¡Libertad para Bradley Manning — Salir del clóset para la justicia!” en los desfiles de orgullo gay en todo el país este mes; y proponen poner miles de fotos y mensajes en el portal “Yo soy Bradley Manning”.

* * * * *

Hay muchísimo en juego en el caso de Bradley Manning. Durante nueve meses lo tuvieron preso en condiciones que constituían la tortura. Los cargos en su contra conllevan una posible pena de muerte, presuntamente por divulgar vídeos y documentos que ponen al descubierto crímenes de guerra. El presidente estadounidense ha declarado que Manning “violó la ley” antes de que lo procesen.

La persecución de Bradley Manning es una maniobra ominosa para callar a cualquiera o a cualquier medio de comunicación que diga la verdad acerca de los crímenes que están cometiendo las fuerzas armadas estadounidenses o cualquier otro ultraje.

Quien quiera ver que se diga la verdad, que sean desenmascarados y detenidos los crímenes de guerra y que se haga justicia tiene que exigir que se pare la persecución de Bradley Manning, que se anulen los cargos y que lo pongan en libertad.


El contingente Libertad para Bradley Manning en el desfile del Día Nacional Puertorriqueño, Chicago, 18 de junio.

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