Revolución #248, 23 de octubre de 2011
Ocupar Wall Street: Enfrentamiento y victoria— ¡La cosa no ha terminado!
En la húmeda oscuridad de la madrugada del viernes 14 de octubre en los cañones de Wall Street, más de 3.000 personas lanzaron un fuerte grito de júbilo por la noticia de que el gobierno de la Ciudad de Nueva York había retrocedido y no iba a desatar a la policía en contra de Ocupar Wall Street. Ganaron una victoria, conquistaron nuevo terreno.
El titular del Guardian UK dijo: "Las protestas anticapitalistas 'ocupar' se propagaron alrededor del mundo". Hubo una manifestación popular en Times Square el sábado 15 de octubre y ocurrieron protestas en más de mil ciudades a través del mundo.
En el epicentro del movimiento Ocupar Wall Street en Nueva York, la gente empezó a llenar el Parque Zuccotti la noche del jueves 13 de octubre. La gente estaba preparada para defender la ocupación contra la amenaza de un ataque brutal por el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) con el fin de despejar el campamento bajo el pretexto de limpiar el parque. La gente llegó muy consciente de los arrestos, palizas y gas pimienta de las semanas anteriores — de lo que se había jactado con descaro el jefe del NYPD. En toda la ciudad y todo el globo la gente consideraba que esta lucha era suya, que estaba en juego si este nuevo viento de protesta contra las depredaciones del capitalismo iba a continuar o sufrir un revés. La gente sí respondió. Un corresponsal del periódico Revolución describió la escena:
“El joven analista de datos parado a mi lado a las 6:00 am había conducido dos horas desde Allentown, Pensilvania: ‘Cuando escuché en la radio que iba a venir a las 7 a recuperar el parque, pues basta ya. Tenía que estar aquí’. Se fue de la ocupación en Allentown para venir a Nueva York.
“La mujer cuarentona al otro lado mío recibió una llamada de su sindicato la noche anterior: ‘No puedo decirle lo que usted debe hacer, pero para mí, yo estaría en el parque para la medianoche’. Su esposo le dio su tarjeta del metro y dijo: ‘¡Ve por todos nosotros!’"
Michael Ratner, el presidente del Centro pro Derechos Constitucionales, dijo: "Desperté esta mañana para llegar aquí, junto con otros del Gremio Nacional de Abogados y del Centro [pro Derechos Constitucionales], para estar aquí ante lo que considerábamos que pudiera ser un baño de sangre. Ya he estado en estas situaciones. Estaba en [la Universidad de] Columbia en el 68. Tenía mucho miedo de estar aquí". (Democracy Now!, 14 de octubre de 2011)
La noche del jueves, los revolucionarios hablaron con la gente en el campamento acerca del funcionamiento y los crímenes del capitalismo-imperialismo, de cómo las reglas de propiedad del capitalismo operarían para desalojar a Ocupar Wall Street (OWS). Este es un sistema que a diario desaloja a cientos de personas de sus hogares en Estados Unidos. Ha librado una guerra brutal en Irak, expulsando a dos millones de iraquíes de su país. Es responsable de una crisis de refugiados por todo el globo. Es el mismo sistema que endeuda astronómicamente a los universitarios, con pocas posibilidades para trabajo, ni hablar de trabajo con sentido. El mismo sistema que pone a 2.3+ millones de personas en prisión, muchas de ellas sometidas a la tortura del aislamiento, y que a las personas que si tienen la suerte de salir de las sentencias draconianas las estigmatiza y a menudo les niega acceso a la actividad política, la vivienda pública y las necesidades básicas de la vida.
El movimiento Ocupar Wall Street se ha convertido en un punto de concentración e imán para un creciente número de personas que están diciendo BASTA YA y manteniéndose firme ante las amenazas y ataques.
El enfrentamiento
El gobierno municipal había anunciado que iba a limpiar el parque a las 7 am el viernes. Unos 30 minutos antes de la hora, unos reflectores iluminaron el parque lleno de manifestantes rodeado de policías. Un joven salta a un banco y grita: "Probando, probando" y la muchedumbre repite las palabras cuatro veces para que todos puedan oír, ya que la policía prohíbe la amplificación. Dice: "Sabemos que eso de limpiar el parque sirve de pretexto para parar este movimiento, callar nuestras voces, impedir que continuemos haciendo lo que hemos estado haciendo, es decir cambiando el mundo… Pero sabemos que podemos cambiar el rumbo de la historia".
Luego habla una mujer: "Defenderemos este parque, hermanos y hermanas, con una unidad sólida contra la injusticia, opresión y desigualdad". Otra persona grita: "Si ustedes se quedan en el parque, los pueden arrestar. Dicho eso, ¡ya es nuestro momento!" Preguntan quiénes están dispuestos a defender el perímetro del parque. Un bosque de manos se levanta.
En ese momento llega la noticia: el gobierno municipal ha retrocedido. Un vitoreo llena el aire, dos marchas espontáneas se lanzan de inmediato hacia dos partes distintas de Wall Street, y la policía los ataca con más brutalidad — sus motonetas atropellan a observadores legales, y policías enfurecidos por no haber tenido la oportunidad de despejar el parque dan puñetazos y palizas a quien sea y arrestan a docenas. Mientras tanto la policía ha lanzado ataques contra las ocupaciones en otras ciudades, entre ellas Boston, Seattle, Denver y San Diego.
Por ahora, el pueblo ha ganado una ronda en Nueva York y la clase dominante tuvo que dar marcha atrás un poco. Abundan escisiones en los círculos gobernantes de la Ciudad de Nueva York al sopesar la manera en que su legitimidad quedaría al más al desnudo si aplastaran brutalmente la ocupación. No obstante, dejar que la ocupación siga y crezca y dé expresión desafiante a la indignación contra las enormes desigualdades y sufrimientos del pueblo también augura mucho peligro para ellos. El alcalde Michael Bloomberg habló por las autoridades gobernantes acerca de despejar la ocupación: "Será un poco más difícil, a mi parecer, en ese momento dar la protección policial, pero tenemos el mejor departamento de policía en el mundo y haremos lo que sea necesario".
Lo que ha pasado en la última semana subraya dos puntos fundamentales: 1) Ocupar Wall Street ha inspirado la imaginación de tanta gente y ha llegado a ser un vehículo para expresar la indignación contra el impacto profundamente injusto de la crisis económica porque las ocupaciones se han salido de los cauces de "la política y protesta de costumbre" y los ocupantes se han puesto en la línea del fuego, respondiendo a todo y cada uno de los ataques de la policía y los medios de comunicación. 2) La clase dominante considera eso intolerable y está preparada para usar su aparato represivo para aplastarlo. Los ocupantes tienen que mantenerse alertas y decididos, a la vez que atraen constantemente a más personas a la protesta.
Al mismo tiempo que la ocupación de Wall Street se enfrenta a intentos de cierre, las presiones son enormes para que la ocupación plantee “demandas”. Unos sectores del Partido Demócrata están buscando ponerse al frente de este movimiento, para enlazarlo en el sofocante abrazo de la clase dominante. Y varias fuerzas están ejerciendo presiones, entre ellas los comentaristas burgueses, algunos líderes sindicalistas, grupos de causas liberales y políticos, para que presente “demandas” realistas. En el propio movimiento de Ocupar Wall Street hay debate al respecto.
Es importante decir: La demanda básica de “Ocupar Wall Street” es justa e importante ― tomar el espacio público para dejar saber que la gente está sufriendo innecesaria e injustamente y que no vamos a aceptarlo; tener un espacio liberado para explorar alternativas al mundo de hoy. Eso tiene que seguir siendo el eje de OWS y no diluirse o desviarse. Este carácter y enfoque de Ocupar Wall Street es lo que se ha conectado poderosamente con el descontento general de millones, con impacto internacional, y es ahora un vehículo para expresar ese descontento. Además: este movimiento ha sacudido la situación y traído algo nuevo al terreno político e ideológico y tiene el potencial de descorchar oposición y resistencia aún mayor a las condiciones actuales.
El campamento de Ocupar Wall Street no solamente ha sido un sitio de resistencia ― sino también un lugar donde la gente está forjando y experimentando con nuevas formas de comunidad y cooperación en oposición a los valores imperantes y sofocantes de esta sociedad. La gente está trabajando colectivamente para limpiar el parque; sosteniendo discusiones de masas y actividades culturales; ampliando su alcance y trabajando con los moradores y negocios del vecindario.
El movimiento Ocupar Wall Street está presentando un desafío a la clase dominante. En este contexto, es necesario reconocer que algunas personas que plantean esta “demanda por demandas” están expresando su deseo para que OWS termine ― para que se “negocie” una pequeña concesión a fin de poner fin a este creciente movimiento. La demanda para formular demandas es errónea ― excepto la demanda para que LA MALDITA POLICIA RETROCEDA.
Agentes políticos conscientes del Partido Demócrata están trabajando para volver esta vibrante oposición política al regazo de sectores de la clase dominante. Existen esfuerzos para canalizar la justa indignación del pueblo hacia un programa de reformas, tal como más reglamentación sobre los bancos y cambios en la política tributaria. Un punto fuerte para ellos es atraer a la gente progresista para que les ayude a impedir el retorno del Partido Republicano ―los sujetos de la calaña de fuerzas fascistas como Rick Perry― a la Casa Blanca. Esta es una elección letal y paralizante para el pueblo. El funcionamiento del capitalismo ―no importa cómo "se reglamente"― sigue pulverizando la humanidad. Lo que realmente se requiere para ampliar y profundizar este movimiento es que continúe vinculándose con otras corrientes de resistencia en la sociedad y haga una causa común con el pueblo de todo el mundo ― y que resista más claramente al sistema capitalista.
Responsabilidades y desafíos para los revolucionarios
Los revolucionarios están y tienen que estar aún más en el torbellino y desenvolvimiento de esta crucial lucha junto con el pueblo ― promoviendo la revolución comunista como la solución y que esta revolución comunista tiene un líder, Bob Avakian, quien la gente tiene que conocer y adentrarse en sus obras. Libros Revolución-Nueva York tiene una mesa todas las noches en el parque y ha donado libros a la biblioteca de la ocupación. Los revolucionarios están distribuyendo y empuñando el libro Lo BAsico de Bob Avakian, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), el DVD Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es (especialmente la sección sobre “¿Qué es el capitalismo?” en revolutiontalk.net), el periódico Revolución y otros importantes materiales del partido.
Los revolucionarios tienen que estar trabajando con la gente en toda coyuntura clave para ayudar a determinar el rumbo del movimiento que más mantendrá las cosas avanzando y deberían estar al frente de acción decidida y valerosa cuando tal acción sea necesaria.
Hay que conectar el movimiento de la ocupación con otras luchas importantes y otros sectores del pueblo, incluyendo participar en la acción convocada por Carl Dix, Cornel West y otros, “Alto al Parar y Registrar”, en la Ciudad de Nueva York el viernes 21 de octubre y las acciones nacionales del 22 de octubre, Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, tomando partido con aquellos que están más reprimidos y encarcelados en masa en este país. Imagina si los ocupantes se vistieran de negro el 22 de octubre en unidad con el Día Nacional de Protesta.
En todo momento, los revolucionarios deben ayudar a la gente a participar ―tanto en el campamento como más ampliamente en la sociedad— en trabajo con sentido para contribuir al movimiento para la revolución y construirlo ― difundiendo y escribiendo al periódico Revolución, donando y recaudando fondos para el periódico y las librerías Libros Revolución, organizando discusiones de Lo BAsico, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) y otros materiales. Las personas deben estar aprendiendo todo lo que puedan sobre el cambiante modo de pensar de la gente y la marcha de sucesos en el mundo… y escribir a Revolución.
El nuevo viento de Ocupar Wall Street que se está propagando por todo el mundo tiene que convertirse en un viento sostenido que despeja la complacencia, la aquiescencia y el modo de pensar convencional, allanando el camino para una resistencia más amplia y decidida así como el surgimiento de un creciente movimiento nuevo para la revolución que pueda despejar los horrores del imperialismo y ponerse a crear un mundo completamente nuevo.
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