Revolución #248, 23 de octubre de 2011


¡A apoyar las demandas de los presos de California!

El 1º de julio del presente, los presos de la Prisión Estatal Pelican Bay (PBSP) y otros presos de California iniciaron una huelga de hambre justa, valerosa y sin precedentes contra las condiciones criminales que enfrentan, sobre todo en las “unidades de vivienda de seguridad” o SHU. Más de 6.5 mil presos se le unieron; duró al 20 de julio. Sus demandas: 1) Fin al castigo colectivo y abusos administrativos; 2) Abolir la política de rendir información y modificar los criterios de afiliación activa/inactiva a las pandillas; 3) Fin al aislamiento de largo plazo (que constituye la tortura); 4) Comida sana y adecuada; y 5) Programas constructivos y privilegios para los presos con estatus indefinido en las SHU.

El 26 de septiembre, casi 12 mil presos, quizá más, reanudaron la huelga de hambre porque el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR) no cumplió con sus promesas. Al contrario, el CDCR, con el pleno aval del gobernador Jerry Brown, tomó represalias contra los huelguistas de hambre no violentos que se arriesgaban la vida por sus derechos básicos y humanidad. Las represalias: advertencias disciplinarias; privación de visitas de familiares y abogados; privación de medicamentos y cosas del comedor; congelar a los presos con el aire acondicionado; trasladarlos a Segregación Administrativa; y al mismo tiempo constantes insultos y deshumanización de los presos por ser “generales de pandilla” y “aquellos que dan las órdenes”.

El 13 de octubre, el portal Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos informó que los presos de PBSP decidieron suspender la huelga después de casi tres semanas ahí. Se dice que los presos citaron un memo del CDCR que habla de una extensa revisión de todos los presos de las SHU en California cuya condena esté relacionada con la validación de su afiliación a una pandilla. (ver http://prisonerhungerstrikesolidarity.wordpress.com/). En este momento, no queda claro si continúa la huelga de hambre o no en otras prisiones, pero no que sí queda claro es que urge que continúe y aumente el apoyo en el exterior a estos presos.

La anterior tanda de la huelga de julio también terminó después de tres semanas cuando el CDCR se reunió con los representantes de la huelga y dijo que iba a revisar las demandas. De nuevo, el CDCR promete revisar las cinco demandas básicas.

Los presos reanudaron la huelga el 26 de septiembre porque el CDCR no había tomado medidas serias para solucionar las demandas. Al contrario, las autoridades carcelarias lanzaron una campaña de viles represalias disciplinarias y vilipendios contra los presos. Por ejemplo, bloquearon las visitas familiares, prohibieron que importantes mediadores externos entraran a las prisiones y no permitieron que grupos de derechos humanos o periodistas entraran para investigar directamente las condiciones y entrevistar a los huelguistas. Por todas esas razones es imposible saber de la situación que los huelguistas han estado enfrentando y que están enfrentando y bajo cuáles condiciones se terminó de nuevo la huelga en Pelican Bay. Con el paso de tres semanas, es muy probable que los presos estuvieran llegando a estar muy enfermos, en condiciones en que les privan sistemáticamente de cuidados médicos y los mantienen muy aislados, con poco o nulo contacto entre sí y con sus seres queridos y partidarios en el exterior. Al menos un huelguista escribió que le han privado de medicamentos y con la violencia lo han extraído de su celda. Además, los presos han informado que el CDCR encendió el aire acondicionado y así sometió a los presos debilitados a temperaturas de 10ºC, entre otras cosas. La huelga terminó en las narices de las condiciones más draconianas de continuar la tortura. Eso podría ser muy cierto en el caso de los presos que han sido los principales organizadores de la huelga porque las autoridades carcelarias los han seleccionado para castigo especial.

Tiene que continuar el apoyo a las demandas de los presos

Los presos continúan enfrentando las condiciones más brutales e infrahumanas de tortura. No obstante, están librando una muy heroica lucha para dejar saber al mundo de las bárbaras prisiones estadounidenses y están siguiendo adelante con su demanda de ser tratados como seres humanos. El apoyo a estos presos TIENE que continuar y cobrar aún más fuerza, amplitud y determinación.

Se trata de nuestra responsabilidad moral: Nosotros tenemos que continuar, y continuaremos, nuestro apoyo de todo corazón a todos los presos que han ido a la huelga (aunque ahora ellos mismos hayan decidido no continuarla). ¡Tenemos que tomar partido con los presos y dejarle saber al mundo de las condiciones criminales y escandalosas que enfrentan y la lucha que están librando! Tenemos que seguir librando una lucha seria en el exterior a fin de obligar al CDCR a solucionar las demandas de los presos. Además, tenemos que exigir un fin inmediato a las viles represalias y castigos que las autoridades carcelarias están desatando sobre los huelguistas de hambre presos.

 

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