Revolución #270, 27 de mayo de 2012


La esclavitud con otro nombre: El trabajo sexual y la farsa del "empoderamiento" según los estudios de género

Una carta abierta sobre la subyugación sexual y la racionalización intelectual

Algunos dicen que no es correcto llamar a abolir la pornografía, la prostitución y toda la industria mundial del sexo. Dichas personas aducen que eso solamente aumenta el estigma con que se ve a las mujeres, y las niñas muy jóvenes, vendidas y compradas, y que no reconoce el papel de "actor" de esas mujeres y repito, niñas muy jóvenes, en esa situación. Insisten en que, en lugar de abolir la industria del sexo, debemos "empoderar" a esas mujeres y esas niñas a "reclamar para sí mismas el trabajo sexual" y debemos luchar contra el sentimiento de vergüenza que se les impone por el "trabajo" que hacen.

Un hecho escandaloso es que muchas personas que plantean esos argumentos están concentradas en las facultades de "estudios de género" de las universidades por todo el país y, por eso, influyen desproporcionadamente en el modo de pensar de las y los jóvenes que se preocupan por las condiciones de opresión en que viven las mujeres del mundo.

A todos aquellos que plantean ese argumento y a todos aquellos bajo su influencia les planteo lo siguiente:

Durante los largos y duros años de la esclavitud en la historia de Estados Unidos, cuando los negros eran abiertamente la propiedad de otros seres humanos, ¿sufrieron los negros brutalidad física, crueldad y desfiguración en una escala masiva, y también sufrieron un enorme trauma psicológico, vergüenza y humillación como parte importante de esa experiencia?

¡No cabe duda!

Pero, ¿significa eso que se necesitaba “empoderar” a esas generaciones de esclavos para que sacaran el mayor provecho de su situación dentro de los confines de la esclavitud? ¿Se necesitaba aconsejarles a que no se avergonzaran ni sintieran subvalorados simplemente porque eran esclavos?

O, ¿era necesario que muchísimos millones de personas lucharan y se sacrificaran para poner fin al crimen de lesa humanidad que era la esclavitud, que les rompía el lomo y quebrantaba el espíritu, y en ese proceso repudiar la ideología y la cultura de supremacía blanca y de inferioridad negra que la clase dominante estadounidense fomentaba, pero que al mismo tiempo dejaban profundas cicatrices en la psique de los mismos oprimidos?

Para cualquiera que tenga un sentido de la historia y una conciencia, hacer la pregunta es responderla.

Aplicando los mismos criterios básicos hoy, es simplemente inmoral negarse a tomar partido en contra de la industria mundial del sexo y rechazar exigir su abolición, tratándose de una industria que deshumaniza, degrada, tortura, explota, traumatiza y brutaliza a millones de mujeres y niñas muy jóvenes cada año, y que fomenta una cultura que denigra, degrada, subvalora y pone en peligro a toda mujer. Más allá de eso, es imposible concebir un fin al estigma y la vergüenza que se les echa a las mujeres utilizadas y degradadas en la industria del sexo, si al mismo tiempo se racionaliza y se defiende esa industria que a diario trata a esas mujeres y esas niñas muy jóvenes meramente como propiedad humana y nada más.

¡Fin a la pornografía y el patriarcado:
La esclavización y la degradación de la mujer!
Stoppatriarchy.tumblr.com

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