Revolución #278, 19 de agosto de 2012


Sigue la furia popular en Anaheim

Policías asesinos contraatacan

Por más de una semana, Anaheim, California fue sacudida por desafiantes protestas contra la ejecución de Manuel Díaz el 21 de julio y la muerte de "Joey" Acevedo del siguiente día por el Departamento de Policía de Anaheim (APD). Mientras se esparcían las noticias de la rebelión, otras fuerzas, como revolucionarias, miembros de la iglesia Unitaria local, personas del movimiento Ocupar a nivel nacional y muchos otros, se congregaron en apoyo del pueblo. (Ver "Policías matan a dos latinos en dos días: La furia y el desafío sacuden a Anaheim, California", Revolución #277, 12 de agosto de 2012).

Fuerzas influyentes dentro de la clase dominante están preocupadas por el impacto de esta rebelión en la gente de todo el país. Los grandes medios como el New York Times y Los Angeles Times avisaban en artículos de su primera página sobre el riesgo de más erupciones en una ciudad donde Disneylandia, dos equipos profesionales del deporte y el enclave adinerado de Anaheim Hills mandan en la ciudad, mientras que el pueblo vive en la pobreza, desempleo y la extendida opresión y el abandono en la parte de la ciudad llamada "Flatlands".

El asesinato y la violencia policial es un hecho de la vida diaria para muchos a través de EE.UU. Pero no lo es a menudo cuando las personas se levantan en justa rebelión contra esto. Y fuerzas poderosas en la elite de la sociedad no quieren que el ejemplo de Anaheim se difunda.

Esfuerzos para confundir y dividir al pueblo

Las protestas iniciales contra esos asesinatos policiales se encontraron con extrema violencia policial, como balas de goma, un perro policial desatado sobre una muchedumbre que incluía a jóvenes mujeres y sus bebes, pelotones de policías a caballo y francotiradores en los techos.

Esto se ha combinado con esfuerzos conscientes para organizar a los reaccionarios pro policía y abiertamente racistas que piden que "los miembros de pandillas" sean encerrados y aplastados, en efecto una celebración de los recientes asesinatos y justificación de los disparos de la policía.

Las autoridades también contraatacaron con mentiras y distorsiones dirigidas a poner a las personas unas en contra de otras. El alcalde, el jefe de la policía y otros se apuraron a culpar por el levantamiento a "agitadores desde afuera" que tratan de "explotar" los asesinatos policiales y "meter una cuna" entre la policía y las comunidades. Esperan poner a la gente de Anaheim en contra de los revolucionarios y otros activistas políticos que han venido a apoyar la rebelión.

Algunos se han tragado esto, como los pocos residentes en el vecindario donde Manuel Díaz fue muerto quienes se creyeron el cuento del "agitador desde afuera" y fueron fotografiados en los periódicos cubriendo al alcalde después de que se presentó para tratar de apaciguar la lucha. Un joven volteó la tortilla, respondiendo al cargo de "los fuereños" enumerando los organismos policiales de ciudades vecinas que fueron llamadas para aplastar las protestas.

Pregúntese usted, ¿no es algo bueno cuando la gente de otras ciudades, otros estados e incluso otros países apoyan a la gente que enfrenta la brutalidad y represión todos los días al oponerse a esta represión? ¿Estaría la situación mejor si la gente no los apoyara??

Una masiva incursión policial

Los asaltos contra-revolucionarios dieron un salto a las 4:30 a.m. del viernes 10 de agosto, cuando más de 250 oficiales del APD, el Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF), el Departamento de Alguaciles del Condado de Orange y una decena de otras dependencias policiales empezaron a arrasar toda la zona donde fue asesinado Manuel Díaz.

Cerdos en uniformes militares tumbaron puertas e irrumpieron a la fuerza en las casas en 54 sitios, principalmente en Anaheim pero también lejos al norte del condado de Los Angeles. Hilda Vera le dijo a Los Angeles Times cómo los policías tumbaron su puerta de entrada a las 6:00 a.m. mientras buscaban a su novio, aterrorizaron a Vera, a su hijo de dos años y a la madre de su novio. "Usted cree que ellos están aquí para protegerte", dijo Vera, "y vienen aquí y destrozan su casa".

Hacia la media tarde, las redadas, supuestamente dirigidas a lo que los policías llaman la pandilla callejera "Eastside Anaheim", dejaron 33 jóvenes arrestados, muchos en fila esposados para las fotos de las noticias. El jefe del APD John Welter alardeó: "Este es un buen día para Anaheim".

Un vocero del APD clamó que Manuel Díaz estaba en su lista de "documentados miembros de pandillas" y habría sido arrestado si estuviera vivo. Aunque Díaz estuviera en la lista, y solamente tenemos la afirmación de la policía de que él estaba en una pandilla y por ello en la lista, ¿Y qué de la afirmación del sistema de que todos "son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad" y se supone que tengan derecho a un "juicio justo"?  Pero los policías ya habían actuado como jueces, jurado y verdugos y asesinaron a Díaz con disparos en la nuca.

Satanizando a los jóvenes

Tachar automáticamente a los negros y latinos de "pandilleros" ha llegado a ser una consigna para criminalizar y satanizar a millones de jóvenes, para justificar su encarcelación y franco asesinato en la calle. Los pandilleros no eran los que trasladaron los trabajos a otro lugar y luego inundaron los ghettos y barrios con la pobreza, degradación y desesperación. Las pandillas no eran los que crearon la discriminación racial y la segregación en las escuelas, lugares de trabajo, la vivienda y todo aspecto de la vida, ni desataron a la policía para golpear y brutalizar a la gente para que aceptara esas condiciones. De hecho, el surgimiento generalizado de las pandillas ha llegado en la estela de los ataques en contra del movimiento revolucionario de los años 60, la mayor devastación de las comunidades empobrecidas y la cada vez más desesperada lucha para sobrevivir en esta sociedad perro-come-perro. Bien, so pretexto de las pandilleros, justifican la brutalidad del estado contra los jóvenes. La dinámica del sistema capitalista y las políticas conscientes de ambos partidos crearon esta situación.

Vamos al grano con esta situación. Aunque parezca que las pandillas viven "fuera de la ley" y en contra de la situación en general, éstas y "la vida" están enmarcadas dentro de este sistema. En esencia, las personas terminan por reflejar el mismo punto de vista económico retorcido y moral perro-come-perro que el sistema capitalista imperialista en conjunto promueve y refuerza. Obliga a ser depredador o presa o a vivir a expensas de otros o a ser víctima por otros. Hasta aquellos que "prosperen" en la vida pandillera aún viven la perspectiva concreta de ser baleado en la calle o encerrado en una mazmorra por la policía, las cortes y las estructuras dominantes que en verdad gobiernan esta sociedad. Nada de eso es bueno para el pueblo.

Pero todo eso puede cambiar cuando las personas dejen de luchar entre sí sobre lo que en realidad son meras migajas, sobre quién, por un tiempo, podrá "ganar algo para sí mismo" en una sociedad que dicta sufrimiento, humillación y opresión para la gran mayoría de la gente: cuando la gente empiece a Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución.

Como dijo Bob Avakian en la nueva entrevista, "Lo que la humanidad necesita: Revolución, y la nueva síntesis del comunismo",  cuando las personas se levantan para luchar contra la opresión, "las condiciones llegan a ser mucho más favorables para que empiecen a ver el mundo de una manera diferente —a transformarse a sí mismas, su entendimiento y sus sentimientos— su orientación hacia la sociedad, hacia el mundo, hacia otras personas y qué clase de relaciones tiene que existir entre las personas".

En la rebelión en Anaheim se vislumbra este potencial cuando las personas dejen de luchar entre sí y se unen contra los verdaderos opresores.

Llamamientos por tener "más representación de los latinos"

En Anaheim, una ciudad de casi 350.000 habitantes en su mayoría latinos, manda un consejo municipal en que 4 de los 5 miembros viven en la zona acomodada de mayoría blanca de Anaheim Hills. Es la mayor ciudad de California donde no se eligen los miembros del consejo municipal por representación de distritos. En realidad, poderosos intereses municipales, como Disneylandia, otros grandes negocios y fuerzas políticas en Anaheim Hills, han trabajado para conservar el actual sistema electoral como parte de mantener su dominio.

En junio, la Asociación Estadounidense de Libertades Civiles entabló una demanda contra el gobierno municipal, argumentando que el sistema electoral de votación que abarca todos los distritos viola el acta de derechos electorales de California diluyendo la influencia de los latinos. Espera que tales cambios le den poder a los de abajo. Peor ahora poderosas fuerzas de Anaheim, convocadas por llamamientos en la prensa nacional establecida, han aprovechado la demanda de "más representación de los latinos" para intentar apagar el desafió del pueblo y encauzarlo hacia actividades electorales "aceptables". La semana pasada, el Consejo Municipal celebró una reunión pública, en gran parte sobre la propuesta de trazar nuevos distritos. Hasta la empresa Disneyland Resort se subió al tren para fomentar un cambio.

Al fin, el Consejo Municipal votó en contra y pidió "más estudio". Muchas personas, con razón, están enojadas porque en Anaheim los latinos no tienen la representación política que se supone que garanticen las reglas de la democracia estadounidense. Pero la realidad es que las reformas de representación no pondrán fin a los asesinatos policiales generalizados en las comunidades de los oprimidos, porque la policía desempeña el papel de proteger el sistema que domina sobre el pueblo. Y porque el papel de la policía es reforzar todas las condiciones de explotación y opresión con las que el sistema subyuga al pueblo. Nada menos que una revolución hasta el final no sólo podría eliminar la opresión nacional sino ir más allá de eso para emancipar de veras a toda la humanidad.

Sigue la furia popular

La semana pasada en el barrio de la calle Guinida donde la policía mató a Joey Acevedo, la gente hablaba de las represalias de parte de la policía desde el inicio de las protestas. La madre de Acevedo dijo que los agentes de la unidad antipandillas del Departamento de Policía de Anaheim confiscan los carros de otros barrios, luego recorren por la calle Guinida haciendo señas de otras pandillas a fin de provocar e instigar a los jóvenes en la calle e inventar pretextos para palizas y arrestos.

Según los medios informativos sobre las recientes redadas en el barrio de la calle Anna, los perros policías se toparon con una desconfianza y furia generalizadas. Mucha gente ve en las redadas unas represalias contra la resistencia de los de abajo en las semanas anteriores. "Se trata de venganza", le dijo Elvia Navarro, cuyo hijo es uno de los detenidos, al cotidiano Orange County Register. "Yo no le temía a la policía pero desde de todo lo acaecido, consideraba que esos agentes estaban en un plan para arrestar a alguien. Me decía: Los policías quieren vengarse".

Además, algunas fuerzas de la clase media han alzado la voz en apoyo a aquellos que se han puesto en pie. En una asamblea del 8 de agosto del Consejo Municipal, un hombre blanco de mediana edad de una asociación de propietarios de casas propias criticó duramente las referencias de parte de las autoridades a "los agitadores desde fuera" por ser la misma expresión y táctica que utilizaron los racistas del Sur para desacreditar a las personas y afirmar que nunca podrían rebelarse por su cuenta. Concluyó su declaración en medio de aplausos: "Yo soy un agitador desde fuera". Cuando la madre de Manuel Díaz dijo que "quiero que continúen las protestas y manifestaciones", y un hombre, el que anteriormente en la asamblea había soltado desvaríos racistas reaccionarios, gritó: "¡Usted es una terrible madre!", el público en su mayor parte de la clase media lo abucheó.

Robert Lovato, un co-fundador de presente.org, un grupo con orígenes en el movimiento pro derechos del inmigrante, dijo: "Éste es el mismo Departamento de Policía de Anaheim que se vistió de equipo militar y sacaron lanzadores de proyectiles en frente de Disneylandia a fin de asustar a la comunidad para que dejara de protestar por los asesinatos. La redada contra las pandillas se propone desviar la atención hacia ‘las pandillas en las calles’ en lugar de las asesinas pandillas en el Departamento de Policía de Anaheim. ¿Quién mata a personas inocentes en Anaheim? La policía."

En una rueda de prensa sostenida antes de la reciente asamblea del Consejo Municipal, el ex presidente de la Iglesia Universalista Unitaria del Condado de Orange denunció las "ejecuciones extrajudiciales" de Díaz y Acevedo, pidiendo un proceso contra los agentes y los oficiales al mando y la "libertad inmediata e inmunidad de procesos" para todos aquellos detenidos por protestar contra la mala conducta de la policía.

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