Revolución #278, 19 de agosto de 2012


El aislamiento: Una "ecología de crueldad"

Por primera vez, el 19 de junio de 2012, un subcomité del Senado de EE.UU. realizó una audiencia sobre el uso del aislamiento en las prisiones y los derechos humanos. Al frente de la sala de audiencia estaba una réplica de una celda de aislamiento, de solamente unos 2 metros por 3 metros y vacío excepto un catre y un inodoro, como un duro recuerdo de las condiciones de los presos en el aislamiento de larga duración. Esto es un asunto de gran preocupación para mucha gente, y 80 personas se sentaban en la sala mientras 120 otras llenaron otra sala. Solamente tres senadores participaron en la audiencia, la que se efectuó poco antes del primer aniversario de la huelga de hambre heroica de los presos en California los que se arriesgaron la vida para denunciar ante el mundo la tortura inhumana del aislamiento. La naturaleza horrorosa del aislamiento, en el que brutalizan, privan de todo contacto humano y literalmente vuelven locos a los presos, subraya cómo la encarcelación en masa en este país no tiene nada que ver con la rehabilitación ni la justicia, sino se trata de encerrar a todo un sector de la sociedad, en especial los hombres negros y latinos, a los cuales este sistema no les ofrece ningún futuro. Las prisiones en EE.UU. tienen el propósito de: castigar, degradar, deshumanizar y destrozar a la persona.

Un voluntario del proyecto del periódico Revolución sobre la encarcelación en masa envió los siguientes pasajes de uno de los testimonios de la audiencia.

Testimonio del profesor Craig Haney

ante el Subcomité Judicial del Senado sobre la Constitución, los Derechos Civiles y los Derechos Humanos — Audiencia sobre el Aislamiento del
19 de junio de 2012

Craig Haney ha estado estudiando los efectos psicológicos del aislamiento durante más de 30 años. Era investigador en el Experimento de Prisiones de la Universidad de Stanford en 1971 en que, como lo explicó Haney: "Mis colegas y yo metimos a un grupo muy cuidadosamente selecto de estudiantes universitarios psicológicamente sanos en un ambiente parecido a una prisión. Designamos al azar a una mitad de ellos a ser guardias y la otra mitad presos. Los observamos con cada vez más preocupación y consternación mientras el comportamiento de los voluntarios que, aparte de esto, eran sanos psicológicamente, se deterioraban rápidamente en nuestro simulacro de una prisión al maltratamiento y crisis emocionales".

Dijo Haney: "He realizado evaluaciones psicológicas sistemáticas de unos mil presos aislados, la mayoría confinados en unidades de aislamiento durante años, hasta décadas, durante el cual se les mantuvieron separados de otros presos y se les privaron de la oportunidad de tener cualquier contacto social humano normal o ninguna interacción social de importancia".

En cuanto al aislamiento, dijo:

"Todas las unidades tienen en común el hecho de que confinan a los presos un promedio de 23 horas al día dentro de celdas que típicamente o no tienen ventana o casi no la tienen, celdas del tamaño entre 60 y 80 pies cuadrados. Las más pequeñas tienen más o menos el tamaño de una cama king-size y contienen una litera, un inodoro y un fregadero y todos los bienes del preso. Como resultado, los presos en aislamiento duermen, comen y defecan en la celda, en espacios no más que unos pies el uno del otro.

"Prácticamente todas las unidades de aislamiento que conozco prohíben visitas con contacto, incluso visitas con abogados. Eso quiere decir que los presos pasan años, en algunos casos décadas, sin tocar con cariño a ningún otro ser humano. De hecho, las únicas ‘interacciones’ regulares que tienen los presos en estas unidades de rutina suceden cuando las guardias empujan las bandejas de comida por la ranura en la puerta dos o tres veces al día. La única forma de ‘tocar’ físicamente que experimentan sucede cuando se les ponen grilletes en los pies, el torso, etc., un procedimiento que comienza aun antes de que se les abra la puerta de la celda, y que se les hace cada vez que el personal penal les quite de la celda, en las ocasiones relativamente infrecuentes cuando esto ocurra.

"…Existen dos hechos muy problemáticos pero poco publicitados sobre un grupo de presos alojados en las unidades de aislamiento de nuestra nación. El primero es que un porcentaje asombroso de ellos son enfermos mentales…. El otro hecho muy molesto pero raramente reconocido en cuanto al aislamiento es que en muchas jurisdicciones al parecer se reserva desproporcionadamente para los presos de color.

"…Sabemos que los presos en aislamiento padecen varias enfermedades psicológicas y psiquiátricas, entre ellas: actitudes y afecto negativos muy aumentados, irritabilidad, enojo, agresión e incluso furia; muchos experimentan insomnio crónico, ansiedad generalizada, temor de crisis emocionales inminentes, una pérdida de control y ataques de pánico….

"…Se crea lo que se puede llamar un ‘ecología de crueldad’ en muchos de estos lugares donde, a casi cada paso, les animan implícitamente a los guardias a responder y reaccionar a los presos en formas esencialmente negativas, con castigos, oposición, fuerza y represión".

"Existe alguna evidencia reciente de que períodos en aislamiento contribuyen a índices elevados de reincidencia".

"Continúa el uso generalizado del aislamiento en EE.UU. a pesar de la evidencia empírica de que ha hecho poco o nada para reducir el desorden o las infracciones disciplinarias en el sistema penal".

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