Revolución #279, 2 de septiembre de 2012


Acción diferida de Obama para los llegados en la infancia: ¿Sueño o pesadilla para los jóvenes indocumentados?

Decenas de miles de jóvenes inmigrantes sin papeles comenzaron a hacer cola temprano la mañana del miércoles 15 de agosto en los centros de derechos de los inmigrantes, oficinas de abogados, consulados extranjeros y los centros temporales de asesoría en Los Ángeles, Houston, Chicago, Miami, Nueva York, Boston y muchas otras ciudades. Era el primer día de la aplicación de ley del presidente Obama a la acción ejecutiva, Acción diferida para los llegados en la infancia (DACA), y estos jóvenes inmigrantes recibían asesoramiento y consejos antes de enviar su solicitud de acción diferida al USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos). Lo que en realidad están haciendo es entregarse a sí mismos y a los demás miembros de sus familias que también son indocumentados, a las autoridades federales de inmigración, admitiendo que son indocumentados. De esta manera se están poniendo en marcha para la deportación, con la única promesa de que se retrasará esta deportación por dos años.

En algunos casos se detendrá el proceso de deportación en marcha para los beneficiarios. Sin embargo, no hay cifras ni estimaciones del porcentaje de los jóvenes que están entregándose a sí mismos y a los miembros de sus familias para la deportación que anteriormente las autoridades federales no conocían o que ya estaban bajo su custodia.

A aquellos que sean aceptados para la acción diferida les darán permisos temporales de trabajo, lo que les permitiría obtener un número provisional de Seguro Social. Algunos jóvenes dicen que al no tener un número de Seguro Social no han podido aceptar becas a las universidades o conseguir ayuda financiera, lo que puede afectar si pueden o no pueden estudiar en una universidad. En algunos estados, quizá puedan obtener licencias de conducir. En Arizona, sin embargo, la gobernadora Brewer emitió de inmediato su propia "orden ejecutiva" para negar beneficios estatales y locales públicos a los jóvenes inmigrantes indocumentados elegibles para la acción diferida.

¿Qué es la acción diferida para los llegados en la infancia?

En primer lugar, esta acción de Obama no elimina la amenaza de deportación, sólo la pospone. Esta no es una ley que se ha aprobado, es una acción ejecutiva que se podrá revocar en cualquier momento ante la decisión de (quien es) el presidente. Aplaza la deportación por dos años, con la posibilidad (y no la promesa) de reanudar el aplazamiento por dos años más. Pero esa renovación supone que el programa seguirá en vigor.

En segundo lugar, esta acción no les confiere ninguna personalidad jurídica a estos jóvenes ni les abre ningún camino a la ciudadanía. Pero debido a que los beneficiarios de las DACA son del mismo grupo de jóvenes inmigrantes que se han clasificado para la propuesta del acta DREAM (Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros), la situación induce a muchos jóvenes que han luchado por la aprobación del acta DREAM a estar de acuerdo con la DACA y a solicitarla. El representante Luis Gutiérrez (por Illinois) repetidamente llamó a los jóvenes elegibles para el acta a DREAM a para inscribirse en la DACA en su declaración del 14 de agosto, "Diez razones que los jóvenes deben presentarse para la acción diferida".

En tercer lugar, no será fácil cumplir con los requerimientos del programa. Un inmigrante indocumentado tiene que

  1. Haber llegado a los Estados Unidos con menos de 16 años de edad;
  2. Haber vivido en los Estados Unidos durante al menos cinco años antes del 15 de junio de 2012 y haber estado presente en los Estados Unidos en esa fecha;
  3. Estar en la actualidad en la escuela, haberse graduado de la secundaria, haber obtenido un certificado de GED o ser un veterano retirado con honores de la Guardia Costera o de otra rama de las fuerzas armadas del país;
  4. No haber sido condenado por un delito mayor, un delito menor importante, delitos múltiples menores y de otra manera no representar una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública;
  5. No tener más de 30 años de edad.

Con una situación en que en las escuelas urbanas se gradúan menos de la mitad de los estudiantes de secundaria y la policía que se aseguran de que estos jóvenes tengan antecedentes penales lo antes posible, ¿cuántos jóvenes de los centros urbanos no satisfacen esos criterios? Algunos periódicos estiman que 1.4 millones de jóvenes indocumentados en el país entre las edades de 16 y 31 de años podrían solicitar este programa, pero sólo alrededor de 800.000 cumplirán los requerimientos y 600.000 serán rechazados. Una condena penal (por robo en pequeño en una tienda, por ejemplo) o una falta grave (como conducir bajo la influencia de alcohol) o delitos menores múltiples le quitarían elegibilidad a una persona.

Los solicitantes deben demostrar que han estado en el país durante cinco años seguidos. Si han estado viviendo "en las sombras", puede que no sea fácil proporcionar como prueba los documentos de empleo, bancos, servicios médicos o escuelas. Si el gobierno rechaza la solicitud porque la persona que presenta la solicitud ha cometido el fraude (como usar el número de seguro social de otra persona para conseguir un empleo), podría remitirla al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para su deportación. Si el gobierno niega la solicitud por falta de pruebas, no está claro qué pasará, pero toda la información proporcionada por la persona siempre estará en la base de datos de USCIS. No existe el derecho de apelar una solicitud denegada y no está claro el que el USCIS tenga que dar una razón.

Por último, ¿qué pasa con los miembros de la familia entregadas por la persona que solicita este programa? Es muy probable que los hermanos y hermanas, las madres y los padres que trajeron al niño ilegalmente al país también sean indocumentados. Este programa DACA no se aplicará a la mayoría de éstos. Los funcionarios de USCIS prometen que no entregarían la información de las solicitudes al ICE, pero toda la información estará en la base de datos de USCIS.

¿"Un timo elaborado"?

Un artículo de opinión del abogado sobre la ley migratoria, Eli M. Kantor, en el Los Angeles Daily Journal, el diario de la abogacía en Los Ángeles, advierte: "¿Qué les pasará a todos los solicitantes que tengan en el sistema? El ICE tendrán sus nombres y direcciones en el sistema. ¿Estarán sujetos a la deportación, una vez que la ‘acción diferida’ haya terminado? ¿Todo resultará en un timo elaborado? Puede que esta orden ejecutiva resulte, sin querer, en que cientos de miles de jóvenes indocumentados voluntariamente se entregan al ICE, con la esperanza de regularizar su estatus, pero sólo se encontrarían en la pesadilla de la deportación" (11 de julio de 2012).

Los indocumentados no lo sabrán sino hasta después de que se hayan entregado a la Migra, después de haber dado toda su información y haber puesto majo los reflectores a sus familias, el que este programa los acogerán. Según los USCIS, tardará meses para determinar si una persona cumple los requisitos.

Existe un consenso fundamental en la clase dominante de que tener más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en el país plantea un problema espinoso y un peligro estratégico. Estos trabajadores indocumentados están profundamente arraigados en el tejido económico y social del país. Trabajan en los campos, fábricas, hoteles y restaurantes, haciendo el trabajo agotador que les entumece la mente por un salario mísero, que su mano de obra es esencial para la rentabilidad de las empresas que los explotan. Pero estas mismas condiciones suscitan preocupaciones de que en una crisis, no será posible confiar en su lealtad a este país; y porque su condición implica que tienen que "vivir a las sombras", que han aprendido a vivir "fuera del alcance" de los que mantienen "el orden".

Los dos enfoques principales para lidiar con esta situación han sido: levantar una cerca por la frontera para impedir que los inmigrantes indocumentados entren al país, y sembrar terror entre los que están aquí con el constante peligro de ser deportados. El gobierno de Obama ha deportado a una cantidad récord de casi 400.000 de inmigrantes indocumentados en el último año. Miles más están internados en cientos de centros de detención en condiciones brutales e insalubres.

La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia es una nueva herramienta para tentar que a cientos de miles de inmigrantes indocumentados para que se salgan de las sombras, entreguen a voluntad todos sus datos y los de los miembros de sus familias a cambio de dos años de libertad de la deportación. La clase dominante tiene mucho que ganar y muy poco que perder con esta acción diferida.

Mientras que la reacción principal al programa de acción diferida de parte de los que la solicitan ha sido de entusiasmo y apoyo, existen no muy por debajo de la superficie serias dudas, recelo e inquietudes. Algunos expresan la esperanza de que la gran cantidad de personas que participan representará una posición de fuerza, mientras que otros creen que será posible movilizar de nuevo el movimiento de protestas y otras acciones políticas que han librado en todo el país hasta el momento por la aprobación del acta DREAM en caso de no cumplir las promesas. Pero el mayor peligro es la ilusión de que Obama y los demócratas están "de su lado" y que el meollo de su actividad política ahora tiene que ser trabajar por la reelección Obama.

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