…mi vida no es mía,
pero de todas las personas que sufren….

13 de enero de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Estimados Donantes:

Hola. Me llamo XXX y soy un mexicano de 22 años de edad. He estado encarcelado desde la edad de 15 años. Parece que desde el principio de mi vida, yo estaba destinado a dificultades. A la edad de un año, murió mi papá, dejando a mi madre con 5 hijos para cuidar. A la misma edad me llevaron lejos y me colocaron en un orfanato. A la edad de 9, volví a vivir con mi mamá. Con sólo las pandillas y las peleas por doquier, ¿a qué otro lugar podía huir? A la edad de 15 me enviaron a la cárcel.

Desde entonces ¡mi vida ha sido no sólo pasado a nuevas alturas sino es grandiosa! Estás probablemente pensando en nada en particular... pero mediante mi encarcelamiento no sólo he encontrado a mí mismo, pero me di cuenta de lo que mi vida iba a consistir. Basta de la monotonía de tener que trabajar desde las 8 a las 5, y ser parte del genocidio de mi propio pueblo, la degradación a las mujeres, y mi ascendencia y sobre todo, el acto deliberado de que mi vida no es mía, pero de todas las personas que sufren, que personas que se encuentran en tal estado de indigencia que solo pueden resistir a cierto grado.

Yo he venido a tener esta comprensión por haber leído libros y además, mi Primera experiencia de la literatura comunista fue con el Partido Comunista Revolucionario y los libros mediante el Fondo [Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos]. Como un hombre que justo ha emergido de una cueva por primera vez, mis ojos leen cada palabra, mi mente no solo se ha escandalizado sino que mi vida se ha cambiado. Se cambió mediante la fuerza de las palabras, vine a conocer una enfermedad y me dio un plan de acción sobre cómo curar lo que realmente es una epidemia.

Pero en virtud de que un donante puede contribuir a cualquier causa que elija, usted, al donar a la causa de la humanidad usted ayuda a todos los oprimidos alrededor del mundo. Porque al educar a una persona, esa persona a su vez no está limitada a quien pueda educar en respuesta, y por lo tanto puede tener un efecto de onda expansiva. Así que no sólo los libros me han abierto la mente pero me han permitido ver que un mundo mejor y más maravilloso pueda nacer. Desde la profundidad de mi corazón que llora, les doy las gracias por su contribución a la causa.

— un prisionero en California

 

Vea los detalles para donar al Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos.

 

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