Un nuevo día en el campus

17 de febrero de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un miembro del Club Revolución de la Ciudad de Nueva York

Era una tarde animada en una universidad importante en una ciudad grande, muchos estudiantes de los estratos bajos de la sociedad que han crecido en los multifamiliares o las comunidades de inmigrantes. Al aparecer un volante que dijo "Revolución — Nada menos" que promovía el estreno del nuevo discurso de Bob Avakian, empezó a correr la voz por la cafetería. Le retamos a la gente, diciendo que Obama ha sido peor que Bush, y les pedimos a que escucharan la nueva entrevista a Bob Avakian en The Michael Slate Show. Les invitamos a los estudiantes a salir hasta las escaleras para escuchar. Un grupo de mujeres afroamericanas argumentaron que no es posible que sea la verdad eso de Obama porque "Bush despedazó a este país". En otro rincón de la cafetería un grupo de jóvenes hombres quería saber: "¿Por qué piensan los comunistas que el aborto no sea el homicidio, por qué piensan ustedes que oponerse al aborto tiene que ver con mantener abajo a las mujeres?"

Luego dos jóvenes mujeres, de primer año, la una afroamericana y la otra asiática, se detuvieron para pedir un volante. Una de ellas nos dijo que su amigo le ha hablado del marxismo pero ella no estaba segura de cómo saber qué es lo cierto o no porque hay tantas ideas diferentes. Nos hablamos un rato sobre la importancia de buscar la verdad, que ahora mismo en el campus no existe mucho debate de ideas como existía en los años 60 cuando las personas podían escuchar puntos de vista distintos sobre el problema y la solución y cuando muchas personas estaban alzando la frente para ser parte de cambiar las cosas. Ahora no es así, pero tenemos que crear eso, y los estudiantes como ellas tienen que ser parte de ese cambio junto con el Club Revolución mientras aprendan más. No sospecharon que pronto iban a estar muy adentro en ese debate.

A la 1:00 pm salimos a las escaleras y encontramos una escena que desafortunadamente refleja demasiado el estatus quo: tres mujeres jóvenes voceaban sobre la necesidad de estudiar la Biblia… decían que "todo el mundo está lleno de pecados… pero la buena noticia es que Dios te perdona esos pecados si rezas y Le pides Su perdón".

Nos metimos de lleno…

"¡Somos la revolución! Decimos que no se necesitan de las oraciones ni de estar de rodillas, sino que necesitamos hacer una revolución. ¡La gente no sufre porque son pecadores, sino como resultado de este sistema! La policía no hostiga a los jóvenes negros y encarcelan enormes cantidades de ellos por llevarse los pantalones huangos ni por sus pecados, sino porque un sistema se ha llevado los trabajos, los ha criminalizado y está llevando a cabo un lento genocidio. Necesitamos una revolución para solucionar todo eso, ¡y sí es posible! Algunos de ustedes llegaron aquí para escuchar a Bob Avakian y averiguar cómo el mundo podría ser diferente. Vamos a poner una entrevista a él, ¡y ustedes tienen que escucharla!

Sin duda alguna, a una parte de los estudiantes les gustaba el reto. Las fuerzas religiosas empezaron de nuevo, pero antes de que pudieran entrar en su tema, otro estudiante de un grupo llamado Liga Espartaco (uno de los supuestos grupos "de izquierda" que sólo hablan dogmas marchitado, para parafrasear a BA en su obra de palabra hablada "Todo gastado y trillado") lanzaba algunas calumnias y ataques al Partido Comunista Revolucionario y a Bob Avakian, vomitando puras mentiras y distorsiones que no iban a ayudar a la gente a comparar y contrastar en serio los programas diferentes. Para dar una idea de lo vergonzoso de esto, mientras estábamos retando a la gente de no apoyar a Obama, su programa ni el sistema del cual él es el comandante en jefe, y de ser parte de trabajar en la revolución (de todo esto ese sujeto no tenía absolutamente NADA que decir), él decía que el PCR conduce a la gente a apoyar al Partido Demócrata y luego sacaba esas gastadas necedades de que si los trabajadores fueran a una huelga, pues la sociedad dejaría de funcionar y que algún día, de alguna manera todo eso llegará a ocurrir simultáneamente y de alguna manera conducirá a una revolución la cual no tiene que ver con la emancipación de la humanidad sino con promover los derechos de los trabajadores. Esto no tiene nada que ver con la realidad ni de hacer una revolución en serio en el mundo de hoy.

Como respuesta, hablamos derecho: "¡Todo lo que dice este tipo son NECEDADES!" y el debate alcanzó nuevas alturas. Uno de nosotros se puso de pie y lanzó un reto, diciendo que si los presentes querían tomar las cosas en serio, necesitaban comparar y contrastar los distintos programas, examinar lo que se está postulando y pensar en lo que va a conducir de veras a la liberación. Unos grupos de estudiantes en las escaleras escuchaban y comenzaban a interesarse en todo esto. A la gente le gustó la controversia y quería escuchar de qué se trataba. Querían escuchar los argumentos de cada lado y decidir por cuál lado jalar. Este ya no era un día común en el campus. Un grupo de otros 20 estudiantes salió de la cafetería y se quedó al fondo de la escalera observando y hablando entre sí. Un negro de aspecto artístico en un suéter fonqui empezó a agitar su volante que promovía la moda y la cultura que le interesaban a él. Otros sacaron sus celulares para filmar el debate. Una mujer joven sentada con dos amigos cerca del debate comenzó a dirigir las cosas. Quería escuchar claramente los argumentos, así que cuando un lado interrumpía al otro, levantaba la mano y les decía que esperaran, y cuando otros querían responder, les daba la palabra para asegurarse de que se escucharan. Se convirtió en nuestra moderadora luchando por crear un ambiente en el cual los argumentos se podían escuchar, y por su cuenta se metió en el debate.

Explicamos que hay algo malo con el método de decirse una autoridad en algo y después regar mentiras, pero a la vez no tratar lo que pasa en realidad en el mundo ni plantear diferencias importantes con la verdadera línea del PCR. Leímos de la cita de Lo BAsico 2:1, "El comunismo: Un mundo completamente nuevo y la emancipación de toda la humanidad — y no ‘los últimos serán los primeros, y los primeros, últimos’". Expusimos la consigna: "Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución", y leímos Lo BAsico 3:1 sobre "Necesitamos una revolución. Cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería".

En medio del debate, el tipo del suéter había dejado su volante y ya estaba absorto en el debate y dijo: "Esperen, ¿hacemos una revolución aquí o por todo el mundo?, porque ustedes hablaban de los emancipadores de la humanidad, así que estoy confundido acerca de lo que ustedes implican". Esto es muy diferente que en los años 60 cuando había un sentimiento amplio entre los estudiantes y otros, de un una postura internacionalista, de que la vida de los estadounidenses no es más importante que la de la gente de otros países. Abrimos las páginas centrales de Revolución con Lo BAsico 1:13 y la imagen de una niña sentada encima de un montón de basura con su hermanita menor en sus brazos mientras sus padres pepenaban. Esta imagen ayudó a agudizar el debate. Una mujer en la cafetería había preguntado: "¿Cómo se supone que me vaya a importar cuando tenemos nuestros propios problemas aquí?" Impera ese chovinismo estadounidense.

En cierto momento una persona del Club Revolución se paró y convocó al público a unirse con el club y participar en poner en práctica las consignas "La humanidad necesita la revolución y el comunismo" y "Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución". Retó a las personas a escuchar en ese mismo momento por celular la entrevista a BA en revcom.us, y algunas personas sí entraron al sitio. Uno del club tocó la grabación de la entrevista para un joven blanco con pelo largo, pantalón de mezclilla y una playera negra al estilo banda grunge de los años noventa, que habían llegado a las gradas con su amigo. Es una persona que desea un cambio radical y nos dijo que no le había impresionado lo que decían los otros grupos en el campus universitario anteriormente. Le dio mucho gusto el estire y afloje del debate. En el principio dijo que prefería escuchar a los revolucionarios que estaban entrados en el debate público. Le dijimos: "No, no. Nunca has escuchado a nadie como BA" y que BA está a otra altura muy distinta y cuando uno le entra a BA, aprende de la posibilidad de la revolución hoy. Eso lo convenció a este estudiante a ponerse a escuchar una buena parte de la entrevista en el acto.

Mientras todo eso se desenvolvió, íbamos sube y baja las gradas y en medio del público y repartíamos tarjetas de mano sobre las entrevistas a BA en la radio por Michael Slate y Cornel West. El debate atrajo a una señora negra cuarentona que nos dijo: "Lo que están haciendo es bueno, pero ¿no se desaniman por lo que piensan estas personas aquí?" Al oír que nos proponemos plantar un polo revolucionario en las próximas seis semanas en preparación para el estreno de la película, se le planteó el reto. Compró la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), y platicamos de cómo ella podría participar en difundir este mensaje en el campus universitario.

El tipo de la Liga Espartaco hizo varios comentarios de que en la pornografía que él ve, las mujeres no parecen estar sufriendo sino que parecen estar gozando. Confrontamos lo que dijo ese idiota oportunista, de que él está promoviendo la cultura pútrida y la opresión esclavizante de la mujer al mismo tiempo que alega que nosotros nos opongamos al sexo y queramos reprimir a la gente. "Que sí, nos oponemos al porno. ¡Si no te puedes imaginar el sexo sin porno, ya te jodiste! Provoca la violación, y no se trata del sexo, se trata de la violencia sexualizada contra la mujer. Es degradante, ocurre en el contexto de una sociedad donde una de cada cuatro alumnas universitarias es víctima de una violación o asalto sexual, donde la violencia contra la mujer prolifera, donde se está librando toda una guerra contra la mujer. Luchamos para la liberación completa de la mujer y para eliminar toda relación opresiva por medio de la revolución".

De ahí se inició otra gran ronda de debate. En cierto punto se apiñó un grupo de personas entradas en la controversia sobre la pornografía y la opresión de la mujer en general, que debatían acaloradamente con los revolucionarios. Un tipo se sintió obligado a bajar por las gradas para traer a los comunistas sus argumentos, que iban de la pornografía a la naturaleza humana, a "si es tan correcto el comunismo, ¿por qué falló la Unión Soviética?" Al mismo tiempo que eso ocurría, varios grupitos de estudiantes discutían entre sí y dos muchachos escuchaban la entrevista a BA por celular. Esta efervescencia emanaba una energía palpable que hizo parar a los transeúntes y a la cual se acordarán todos los que participaban. Muchas personas, la mayoría de las que estaban en las gradas, permanecían durante toda la discusión.

Los términos del argumento con el que las personas defendían la opresión de la mujer y el porno eran, en general, que se trata de que las personas tienen la "elección" de ver lo que quieran ver o estar en la pornografía si quieren estar, incluso que eso podría darles poder a las mujeres. La "moderadora" expresó que le gustaba mucho lo que decíamos, pero sobre este tema estaba en desacuerdo. Un muchacho que estaba escuchando durante todo ese tiempo pero que quedó callado, no dijo mucho. Después se nos acercó y dijo: "Creo que estoy más de acuerdo con ustedes".

Al mismo tiempo que las personas respondían favorablemente al debate, sabían muy poco sobre la realidad en el mundo, y muchas veces procedían de que "éste es mi punto de vista" y "cada quien tiene su punto de vista". Luchamos repetidamente para que se enfocaran en la realidad en el mundo. Preguntamos: "¿Cuántos aquí votaron por Obama?" Una muchacha al fondo afirmó con la cabeza, y todos en las gradas estaban escuchando atentamente. "Cuando votaste por Obama, ¿votaste a favor de matar a niños por aviones predadores no tripulados en Pakistán? ¿Votaste para que él continuara la guerra en Afganistán?" Se luchó para que las personas reconocieran que lo que estábamos promoviendo no eran simplemente "ideas controvertidas" o "lo nuestro" sino un movimiento para la revolución, y la dirección que necesitamos para forjar concretamente un mundo completamente diferente. Y, ¿quiénes son las fuerzas para la revolución? Si quieres escuchar un análisis concreto de las fuerzas para la revolución, escuche la entrevista de Cornel West a BA, escucha la tercera parte de la entrevista a BA por Michael Slate en revcom.us.

Hacia al final, nuestra moderadora dijo que quería escuchar más sobre todo eso pero que era una "suiza" (es decir, neutral). "¡No, no lo eres!", contestamos. "Cuando se trata de lo que es la realidad y cómo vamos a cambiarla, no existe tal cosa". De nuevo abrimos las páginas centrales del periódico. "Cuando se trata de cómo eliminar eso, no hay neutralidad". Eso fue otra tendencia durante el día: muchos estudiantes interesados decían mantener una posición neutral, pero ¡no existe tal cosa! No existe, al estar el gobierno asesinando a civiles inocentes desde aviones predadores no tripulados, al estar perdiéndose cada vez más el derecho al aborto y al continuar todos los horrores de este sistema por el planeta. No digo que ella se convenció, pero respondió positivamente a ese reto.

Como a los dos tercios de pasar todo eso, notamos a las dos alumnas con las que hablamos en la cafetería, sentadas en las gradas de la parte más alta, y estaban absorbiendo todo. La muchacha negra dijo que estaba tratando de filtrarlo todo. Es algo importante cuando las personas empiecen a contrastar diferentes líneas.

Todo eso no era lo que habíamos planeado en un sentido inmediato para ese día, pero es exactamente lo que tenemos que estar haciendo. Es lo que sucede cuando plantamos un polo de la revolución, cuando confrontamos todos los caminos falsos y supuestas soluciones que llevan a las personas a ser parte de apretar las cadenas de la opresión y dejar el mundo intacto. Todo el mundo, desde las fuerzas religiosas, a los oportunistas retrógradas, a los estudiantes en busca de respuestas, a las personas que ni siquiera estaban pensando en nada de eso el día anterior, se sienten obligados e impulsados a responder a la revolución. Algo se abrió, algo se sacudió… y ahora hay que hacer más avances. Era un nuevo día en el campus universitario.

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