Nada bueno puede resultar de los ataques israelíes ni de una intervención estadounidense en Siria

19 de mayo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A principios de mayo, Israel lanzó ataques de bombas contra Siria. Éste fue el segundo ataque contra siria de parte de Israel en seis meses. Es difícil averiguar los detalles precisos de los blancos y del impacto, pero sean cuales fueren los blancos, los ataques sembraron el terror en un país ya devastado. Un morador describió el ataque: "El cielo brillaba de rojo toda la noche" y "No podíamos dormir ni un segundo. Las explosiones comenzaron después de la medianoche y continuaron toda la noche".

Israel, Barack Obama y todo el aparato mediático de la clase dominante de Estados Unidos justificaron el ataque de Israel como "defensa propia". El ataque suscitó un "debate" orquestado, de parte de las mismas fuerzas de la clase dominante y sus medios informativos, acerca de si beneficiaba "los intereses de Estados Unidos" una intervención con mayor fuerza de la que ya ha hecho en el conflicto en Siria por motivos "humanitarios", o para impedir que Siria use armas químicas.

En primer lugar, dejemos en claro que estos ataques no fueron sino una agresión descarada al servicio de objetivos reaccionarios, la última agresión de los decenios de crímenes israelíes en el Medio Oriente y más allá, avalados por Estados Unidos y otros imperialistas y al servicio de los mismos. Las personas de conciencia de todas partes deben condenar y oponerse a estos ataques.

Lo importante que hay que entender es: no tiene nada bueno el ataque de Israel contra Siria, y Estados Unidos o Israel no hacen ni podrían hacer nada bueno con una escalada intervención en la guerra en Siria.

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Los refugiados sirios viven en condiciones de penuria, El Líbano.
Foto: AP

Estados Unidos ya está "interviniendo" en Siria, suministrando materiales paramilitares, inteligencia y adiestramiento y maniobrando para definir las políticas de las fuerzas armadas de la oposición. Sus firmes aliados, en especial Arabia Saudita y Turquía, suministran armas para esas fuerzas.

El resultado ha sido un horror.

Toda escalada de la injerencia de Estados Unidos aumentará el horror y servirá cien por cien para imponer la dominación estadounidense sobre una región en la que el imperialismo ha infligido una vil explotación y opresión durante décadas.

El régimen de Al-Assad de Siria es en sí una criatura del imperialismo y depende del mismo. Hoy, Siria está alineada principalmente con los emergentes rivales del imperialismo estadounidense, tal como Rusia, y con la República Islámica de Irán.

Hace dos años, en el contexto de los levantamientos  por todo el mundo árabe, diversas fuerzas en Siria se tomaron las calles para protestar contra el régimen de Bashar Al-Assad. El régimen respondió con un conjunto de propuestas para las fuerzas de oposición y con la represión violenta. El imperialismo estadounidense y sus aliados aprovecharon la situación para maniobrar a fin de reemplazar a Al-Assad con un régimen sumiso y alineado con sus intereses en la región y, en particular, que se oponga a la influencia de Irán.

Según los organismos de derechos humanos, ambos lados del conflicto —inclusive las fuerzas que Estados Unidos procura cohesionar y convertir en un nuevo régimen— han llevado a cabo secuestros, tortura y asesinatos sumarios de sus oponentes y de civiles. Han muerto decenas de miles de personas en Siria y cientos de miles de personas han resultado desplazadas, y muchas de éstas viven en condiciones desesperadas en los campamentos de refugiados o condiciones peores.

La oposición auspiciada por Estados Unidos ha acusado al régimen sirio de usar armas químicas. El 30 de abril, Obama declaró públicamente que Estados Unidos tiene evidencia de lo mismo. Él y otros de la clase dominante de Estados Unidos han filtrado eso como potencial pretexto para una intensificación de la intervención militar estadounidense en Siria. Cuesta trabajo encontrar evidencia que refute o verifique esto. Israel asevera que las fotos de los cadáveres en Siria demuestran que las víctimas murieron de armas químicas usadas por el régimen sirio. El organismo de la ONU que examinó este material determinó que no existe una base científica para decir que fueran víctimas de ataques químicos y que las fotos no cumplen con los elementos de convicción necesarios para una investigación de la ONU. (Por otro lado, sí existe documentación más definitiva de que las fuerzas de oposición avaladas por Estados Unidos han usado el agente nervioso mortal sarín. Carla del Ponte, la comisionada de la Comisión de investigación internacional independiente de la ONU sobre Siria, le dijo a un canal de televisión italiano-suizo que llegaron a esa conclusión después de hacerles entrevistas a médicos y víctimas sirias que ahora están en los países vecinos [CNN, 6 de abril de 2013]).

Israel —y Obama— afirman que el flagrante ataque israelí contra Siria fue "en defensa propia" de parte de Israel. Pero un estado erigido sobre la limpieza étnica y que tiene el rol de llevar a cabo los crímenes más atroces por todo el mundo al servicio del imperio, de Guatemala a Sudáfrica y especialmente en el Medio Oriente, no puede recurrir a "la defensa propia" para justificar los ataques contra cualquiera, lo que incluye bombardear a Siria. No se puede recurrir a un gran crimen (el Holocausto) a fin de justificar otros crímenes.

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Existe un impulso comprensible, de parte de las personas de buen corazón en Estados Unidos y más allá y hasta aquellos que entienden que "por lo general" el imperialismo estadounidense no lleva cosas buenas al mundo, de buscar un ente en la llamada "comunidad internacional" para intervenir y poner fin a la muerte y destrucción en Siria.

Pero vean los resultados hasta ahora de la ayuda "humanitaria" estadounidense: la muerte en masa, el uso del gas venenoso, el desplazamiento y el sufrimiento. Todo ello con el objetivo totalmente ilegítimo de reestructurar un estado opresivo al servicio de las necesidades del imperio estadounidense, tal como se hizo en Libia.

Lo que menos necesita el pueblo del mundo es más "ayuda" de ese clase

¿Eso quiere decir que lo único que la gente en Estados Unidos puede hacer es observar horrorizada el sufrimiento en Siria? No. Lo más poderoso y positivo que la gente en Estados Unidos puede hacer es montar de manera visible y activa una oposición política a todos los crímenes de Estados Unidos e Israel en la región. Eso incluye tomar una firme posición en contra de la atrocidad más reciente: los bombardeos de parte de Israel en Siria a principios de mayo.

Un factor positivo son las protestas en las universidades, los boicots contra Israel (hace poco el renombrado científico Stephen Hawking se negó a ir a Israel para una conferencia) y otras actividades políticas para poner al descubierto la opresión israelí del pueblo palestino. Cuanta más acción política se emprende, más potencial habrá para que las personas por todo el mundo tomen conciencia acerca de los crímenes de Israel contra los palestinos y les opongan resistencia sobre una base progresista, radical y revolucionaria.

Cuanto más la resistencia a Estados Unidos e Israel se imbuya de la orientación de oponerse tanto a la reaccionaria jihad islámica como al imperialismo estadounidense —que quede claro que es Estados Unidos el que ha sido responsable de la parte del león de la muerte en el Medio Oriente—, más inspiración y bases habrá para que las personas por todo el mundo, inclusive en Siria, sean parte de forjar otro camino, más allá de las reaccionarias "alternativas" que están en el terreno en Siria hoy.

 

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