Llevando BA en Todas Partes a unos vecindarios adinerados

26 de mayo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Para hacer una revolución en serio, BA habla de la importancia de que este movimiento para la revolución atraiga a aquellos que este sistema ha desechado y reprimido como la fuerza motriz de una revolución y a su vez que atraiga a muchas otras personas de todos los sectores sociales para que se unan en esta misma causa. Se formó un pequeño equipo para ir a aquellos de otros sectores sociales, los cuales podrían contribuir con muchísimo dinero como parte de contribuir a la revolución, nada menos… forcejear con la obra de Bob Avakian y especialmente el importante discurso que acaba de salir en el dvd, aprender acerca de este movimiento mediante los testimonios sobre la película y otros artículos en revcom.us y unirse con aquellos quienes contribuyen mediante BA en Todas Partes, al nivel que se necesita para que la voz de BA tenga un impacto más amplio en la sociedad.

Durante dos semanas, salimos a dos zonas en las afueras de la ciudad donde vive mucha gente adinerada que tiene "sensibilidades alternativas", incluida una zona conocida en los años 1960 como una comunidad hippie.

Una residente de una de estas comunidades quien asistió al estreno de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! nos invitó a su casa para forjar una estrategia con nosotros sobre la mejor manera de llegarle a la gente que vive ahí. Le gustó mucho la forma en que BA habla de las atrocidades del sistema, pero al ver la película, tenía dudas sobre la posibilidad de que algo que se llamara el comunismo pudiera tener triunfar en este país y además se molestó por los comentarios de BA acerca de la religión. A su vez, tenía ganas de conocer más sobre las formas en que se llevaba todo esto a la sociedad en general y le interesaba en especial en que nosotros fuéramos a los lugares "donde vive la gente muy rica". Conversamos con ella al respecto en el contexto de la estrategia para la revolución y ella dijo que pensaría acerca de la mejor manera de llevar esto a su comunidad.

Por la mañana, primero fuimos a un mercado al aire libre, un mercado muy pequeño donde todos se conocían entre sí. Había gente de las colinas (las casas más grandes) hasta profesionistas e hippies jóvenes y grandes. Desde el principio conocimos a varias personas que habían escuchado BA por la radio, algo que la gente de esta parte del país tiene el privilegio de escuchar en el programa de Michael Slate en la emisora KPFK. Había muchas preguntas: de inmediato, un pequeño número de personas se interesó en este movimiento para la revolución y en BA en especial y otros estaban de acuerdo de que se necesitaba un cambio radical pero planteaban formas muy individualistas para lograrlo, como cambiar a cada individuo y principalmente mediante el espiritualismo y otras formas de la metafísica. Las personas se deslindaron rápidamente acerca de la cuestión del comunismo y les retamos con la idea de que si no han entrado en la obra de BA, en realidad no sabían qué es el comunismo. Un guionista nos dijo que era un veterano de Vietnam y que había regresado a su ciudad natal de Chicago después de la guerra y que se había encontrado con los Panteras. Recordó dolorosamente la muerte de Fred Hampton y tenía curiosidad acerca de este movimiento y de BA. Dos personas sugirieron que nosotros lleváramos esto a sus grupos: uno metido en asuntos relacionados con la salud y el medio ambiente y el otro quien era miembro de un grupo local pro paz. Una mujer joven se dio cuenta inmediatamente de quiénes éramos y dijo: "Ésa es la película de seis horas y media… dios mío… yo quería asistir después de escuchar de esto en la radio" y luego le dijo a la mujer joven de nuestro equipo de dos personas: "Tú eres la mujer en la entrevista acerca de la película. Me inspiré mucho de lo que tú dijiste". Después de un poco trabajo de convencimiento, se dio cuenta de que necesitaba conseguir la película de una vez y también nos dio sus datos. También le presentamos al Club Revolución en el acto. Nos agradeció y dijo que definitivamente quería conectarse con nosotros. Hablamos con la gente acerca de por qué habíamos venido a esta comunidad: de que creíamos que habría unas personas que odiaban cómo era el mundo y que quería conocer una verdadera salida de esta locura y que a su vez, podrían hacer grandes donativos como parte de unirse a esta causa. Aquellos que se interesaban dijeron que primero tendrían que conocer más — o consiguieron el periódico o dijeron que lo iban a leer en línea.

Después de eso, nosotros pasamos un tiempo visitando a la mujer quien estuvo en el estreno y nos adentramos en su principal pregunta sobre la espiritualidad y la religión: por qué BA estaba luchando tan fuerte por un enfoque y método científico y si bien no llegábamos a algo cercano a un acuerdo, porque ponemos la pregunta directamente en el contexto de cambiar en serio el mundo en lo fundamental, llegamos a un cierto entendimiento y ella decidió que en vista de sus recursos, lo más importante que podía hacer era adquirir una suscripción del periódico y también dijo que lo llevaría a otras personas. Dijo que había muchos lugares de la comunidad donde podía colgar los materiales y hablamos de ir al Grupo de Paz y a un teatro progresista en el vecindario y la animamos a venir a las reuniones en la ciudad cuando pudiera. Ella nos condujo a las calles donde vivía la gente muy rica y a otras calles donde había reuniones del vecindario de personas muy progresistas. La animamos a volver al dvd que compró y le mostramos el contenido y que había secciones que hablaban directamente acerca de varias cuestiones que había planteado. Estaba feliz de ver que podía verlo de esa manera.

Después fuimos a hablar sobre lo que habíamos aprendido hasta ahora ese día y para prepararnos para ir a la noche de apertura de una producción local de Blood Knot (Nudo de Sangre), una obra de teatro de un dramaturgo sudafricano muy radical, Athol Fugard, en vecina comunidad que también era conocida por sus residentes muy ricos. Solo podíamos pagar un boleto para la obra que costaba $50; por eso hicimos el plan de que les hablaríamos a las personas que entraban y salían y durante el intermedio y uno de nosotros iría adentro para ver la obra y participar en la sesión de preguntas y respuestas con el director después de la obra.

Anteriormente esa semana tuvimos la experiencia de ir a la presentación progresista de una película en un museo de arte donde también había una sesión de preguntas y respuestas con el presentador, un reconocido actor de la televisión. Fuimos con la intención de hablar en la sesión de preguntas y respuestas y después salir con una caja que decía Donar a la Revolución Nada Menos para las personas de la audiencia. Un joven revolucionario planteó una muy buena pregunta que el actor retomó muy seriamente… pero aunque había un sector importante de jóvenes ahí, no pudimos conectarnos con la clase de personas que esperábamos encontrar. Simplemente éstas no se encontraban ahí.

Esperábamos que dado que habían promocionado esa noche como la apertura de gala de la obra y que iba a darse en una comunidad adinerada, podíamos conectarnos con unas personas que nos habíamos propuesto alcanzar.

La obra habló muy poderosamente de la opresión del pueblo negro en Sudáfrica y la manera en que el mismo sistema moldea de maneras terriblemente dolorosas las relaciones entre dos hermanos (uno de piel oscura y otro de piel clara). La obra en sí hacía que las personas quisieran adentrarse en las cuestiones más amplias sobre la clase de sociedad en que vivimos y la forma en que podría haber cambio.

Había una sesión de preguntas y respuestas inmediatamente después de la obra con el director.

El director habló sobre su experiencia en Sudáfrica y la forma en que el apartheid cayó, alababa el rol de Mandela en eso y sobre que hoy la gente de todas las nacionalidades y orígenes puede juntarse y tienen que juntarse para cambiar las relaciones entre las personas. Le pidió que el público apoyara su trabajo centrado en moldear la sociedad mediante la educación de los niños. Puso mucho énfasis en promover el amor, la comprensión y capacitar a las personas a que tomen mejores decisiones.

Les pidió a las personas de la audiencia que hicieran preguntas. Una joven revolucionaria se presentó como parte de un movimiento para la revolución y planteó el tema de la obra cuando los personajes hablaban sobre su infancia y después que las cosas cambiaron, no por lo que eligieron como individuos sino por las fuerzas más grandes en la sociedad. Citó Lo BAsico y Bob Avakian, el líder de la revolución, sobre "¿cómo es que de niños preciosos pasan a ser supuestos 'monstruos irredimibles' en unos pocos años?"… y de ahí habló del sistema trazando la relación a la pesadilla hoy en Sudáfrica. Le pidió al director que comentara la manera en que ve este tema en su misma obra.

El director agregó Watts y los barrios pobres de Estados Unidos a la lista donde aún existe esa pesadilla y de ahí volvió a decir que la solución estaba en que las personas individualmente rompieran las barreras, que se debería invitar a los jóvenes de los barrios pobres al teatro en este vecindario muy acomodado y las personas adineradas deberían ir a los vecindarios pobres también.

Inmediatamente fuimos hablar con la gente de la audiencia que se quedó para la sesión de preguntas y respuestas. Dos personas le querían hablar a la joven quien había hablado, diciendo que lo que ella dijo era muy importante y ella inmediatamente habló de entrarle a BA y contribuir a difundir esto por todas partes.

Cuatro personas terminaron por comprar el dvd y nos dieron formas de estar en contacto. Una mujer mayor dijo que era una importante donante del teatro, que quería que su hijo viera la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! y le dijo a su asistente personal que nos diera una forma de estar en contacto. Otra mujer llegó y preguntó si nosotros queríamos que ella hiciera una donación y sacó $20. Un hombre dijo que estaba preocupado por la situación de Sudáfrica hoy e hizo una analogía entre Mandela y Obama en términos de hacer mucho daño, de enmascarar la realidad en la que la situación se ha empeorado para la gente.

Por ende, en el transcurso de un día, vendimos cinco películas y una suscripción de Revolución y empezamos a conectarnos con un sector del pueblo que nunca habíamos conocido anteriormente de modo amplio. Ahora estamos cosechando para organizar reuniones de recaudación de fondos con las personas que conocimos.

Aprendimos mucho y queremos compartirlo con las personas en todas partes, como algo que pueden hacer los integrantes de los comités populares BA en Todas Partes.

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