Del Mundo no Puede Esperar:

Acusaciones formales a los criminales responsables del vasto programa gubernamental de espionaje
Manos fuera de Edward Snowden

7 de julio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Defendemos a Edward Snowden por su acción valiente de principios de sacar a la luz el masivo espionaje ilegal que hace Estados Unidos, defendemos a Edward Snowden y exhortamos a otros a unirse a nosotros en oposición a los planes del gobierno estadounidense de obtener la custodia de Snowden, de enjuiciarlo y encarcelarlo por espionaje.

Nos unimos a un gran sector de la población de Estados Unidos, y a miles de millones de personas en todo el mundo, en su indignación ante el espionaje inconstitucional e ilegítimo a poblaciones enteras que hace el gobierno de Estados Unidos, que lo ha encubierto y sobre el cual ha mentido por años.

Es absurdo que el gobierno estadounidense formule cargos penales contra Snowden pues ese gobierno fue agarrado con las manos en la masa violando sus propias leyes, y se burla el derecho internacional al llevar a cabo asesinatos selectivos y la detención indefinida.

Es un ultraje que ese mismo gobierno se niegue a investigar, ni mucho menos procesar, a los responsables de los crímenes de guerra agresiva y tortura, cuando en estos momentos procesa injustamente a Bradley Manning por destapar esos crímenes.

El 10 de junio, Edward Snowden asumió la responsabilidad de haber filtrado documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que demuestran que el gobierno de Estados Unidos "recopila las comunicaciones de toda persona", misma práctica que advirtió que "se empeorará con la próxima generación y la que sigue después que extenderá la capacidad de ese tipo de arquitectura de opresión".

Las revelaciones de Snowden demuestran que el gobierno de Obama y la NSA han mentido sistemáticamente acerca del alcance del espionaje y acerca de cómo recaban y almacenan tanto los metadatos como el contenido completo de todas las comunicaciones electrónicas, tanto nacionales como extranjeras, los cuales revisan a fin de usarlos en tiempo real y almacenan los demás para que los usen en el futuro el gobierno actual y todo gobierno posterior. Denunció el alcance del espionaje electrónico del gobierno estadounidense contra poblaciones enteras, la facilidad con que los agentes pueden usar el contenido específico de tales comunicaciones y la ausencia de medidas preventivas para proteger la confidencialidad privada.

Los arquitectos de este vasto sistema de espionaje han estado recabando con su aparato aspirador todas las comunicaciones electrónicas de las personas y de los gobiernos en todo el mundo, aliados y rivales por igual. Han estado guardándolas todas en secreto, y ante las preguntas de los reporteros y del Congreso, han desmentido una y otra vez que lo hayan estado haciendo. Esas mismas personas ahora tienen el descaro de acusar a Snowden de delitos "con intención o razón de creer que se use la información en detrimento de Estados Unidos o en beneficio de cualquier otra nación".

Imagine que una persona que trabajan en el gobierno quien tomara conciencia de las prácticas enormemente criminales de dicho gobierno. Él o ella se pone de pie a gran riesgo personal para denunciar dichos crímenes ante el público. Todo el peso de dicho gobierno cae sobre el filtrador de secretos, con acusaciones de espionaje y de poner en peligro a la población.

Cuando estas cosas ocurren en un país que no es un aliado de Estados Unidos, el gobierno estadounidense da el mensaje de que tales denuncias ilustran que tal [país] es autoritario y escandalosamente represor para con sus ciudadanos y que "nosotros" nunca cometeríamos crímenes a esa escala, porque "nosotros" somos un país de leyes, el hogar de la libertad y la democracia, el debido proceso y la inocencia hasta que se demuestre lo contrario; y no un país del espionaje, una escandalosa intimidación, tribunales secretos y la tortura.

Estados Unidos ha acusado a Snowden de tres delitos graves (felonías). Snowden es la séptima persona que el gobierno de Obama ha acusado en su guerra contra las personas que hayan destapado los secretos del gobierno, bajo el Acta de Espionaje de 1917, por "divulgar sin autorización datos de defensa nacional" y "la deliberada divulgación de datos de inteligencia de comunicaciones clasificadas a una personas no autorizada" y además el robo de propiedad de gobierno. Cada cargo implica una condena de diez años en la prisión, o el potencial de una cadena perpetua de constituir múltiples cargos de cada uno.

Snowden dijo hace poco, en respuesta a una pregunta sobre los intentos del gobierno estadounidense de reprimirlo y eliminarlo: "Ahora lo único que puedo decir es que el gobierno estadounidense no va a poder encubrir todo esto, ni encarcelándome ni asesinándome. La verdad saldrá a flote y no podrá detenerla".

¿Qué veremos? ¿La continuada persecución de los que dicen la verdad por los Mentirosos Oficiales; o la clara exposición de la verdad ante todo el mundo y la eliminación total de estas acciones verdaderamente obscenas de Estados Unidos?

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