Un feto no puede sentir el dolor, pero una mujer sin el derecho al aborto sí sufre un dolor intolerable

18 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 18 de junio, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ley que prohibiría los abortos después de 20 semanas. En lugar de titularla acertadamente "Acta de esclavización de la mujer mediante la obligación de dar a luz contra su voluntad", la llamaron "Acta de protección para el nonato capaz de sentir dolor". El acta todavía no ha entrado en vigor porque sólo la ha aprobado la Cámara. Pero constituye otro paso para legitimar y reforzar la maternidad obligatoria.

Ahora mismo, 41 estados prohíben o restringen el derecho al aborto después de cierto punto del embarazo y ocho estados ya tienen por ley una prohibición del aborto después de 20 semanas.

Las fuerzas antiaborto invocan mentiras como justificación para obligar a la mujer a tener hijos en contra de su voluntad. Todd Akin, mientras era congresista, dijo que las víctimas de lo que llamaba la "violación legítima" raras veces se embarazan. Como es sabido, eso no tiene nada de cierto. Bajo el presidente Bush 2, el gobierno estadounidense cambió la página web del Instituto Nacional del Cáncer a fin de insinuar que el aborto puede causar el cáncer del mama, aunque todos los organismos de medicina con credibilidad han concluido que eso no es cierto. En otra mentira, los patrocinadores de este proyecto de ley, dicen, según la representante Virginia Foxx (republicana por Carolina del Norte), "el bebé [sic] responde de la misma manera que usted y yo respondemos al dolor, se encoge".

Se puede descargar en revcom.us el artículo completo, el que analiza profundamente por qué, en términos científicos, el feto no es un bebé.

La abrumadora mayoría de la literatura científica dice que en la semana 20 los fetos ni siquiera comienzan a desarrollar las conexiones cerebrales que se necesitarán para sentir el dolor. Pero aun después de ese momento, los fetos no responden "de la misma manera que usted y yo". El dolor —en todo sentido serio de la palabra— no es simplemente una reacción reflexiva de los nervios. El dolor supone dimensiones sensoriales, cognitivas y emocionales que solamente están relacionadas con una persona viva y consciente, y no un feto.

¿Quiere hablar del verdadero dolor? Una mujer sin el derecho al aborto por cualquier razón, obligada a llevar a término un embarazo y a dar a luz a un hijo contra su voluntad, soporta un dolor intolerable — en lo físico, lo psicológico y lo emocional, y eso la obliga a vivir una forma de esclavitud.

Y en cualquier etapa del embarazo, existe una cuestión moral básica —la cuestión de lo correcto y lo incorrecto— si los derechos de un feto le ganarán a los derechos de una mujer. En el artículo, "Qué es un aborto y por qué la mujer debe tener ese derecho: La vida no se puede y no se debe preservar siempre" (30 de enero de 2005), A.S.K. escribe:

"Si una mujer quiere interrumpir un embarazo (por la razón que sea), debe tener la libertad de hacerlo sin complicaciones. Esto es por un bien mayor: por la salud y bienestar general de esa mujer, cuya vida debemos valorar más que la de un feto en formación. Y por el bien de la humanidad. Al fin y al cabo, ¿no le conviene a toda la humanidad que las mujeres no sean esclavas?

"Los grupos 'pro vida' no están de acuerdo, para nada. Han mostrado con toda claridad que para ellos la vida del feto es más importante y tiene más valor que la vida de la mujer en cuyo útero está. Desde un punto de vista social, la gente que quiere arrebatarle a la mujer el derecho al aborto no es más que una bola de perros rabiosos".

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