Alzándose del pozo: Los presos de Illinois se suman a los brotes de resistencia en todo el país a la tortura y las condiciones deshumanizantes en las prisiones estadounidenses

Gregory Koger | 3 de febrero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En 1878, los reos iniciaron el trabajo pesado de excavar los acantilados de piedra caliza que bordeaban el río Misisipí en las afueras de Chester, Illinois. Una década de sudor y dolor, a punta de fusiles, produjo dos pabellones cercados por un muro masivo, construido de la misma piedra caliza que los presos habían extraído. La prisión, antes llamada la Penitenciaría del Sur de Illinois y ahora el "Centro Correccional" Menard, se conoce como "el Pozo".

El 15 de enero de 2014, los presos de la "Unidad de Alta Seguridad" (HSU) del Pozo iniciaron una huelga de hambre, en oposición a las condiciones de vida inhumanas de aislamiento bajo la Detención Administrativa. El aislamiento solitario por más de 15 días se considera una forma de tortura y el derecho internacional lo prohíbe. Tenemos que apoyar a los que han emprendido esa huelga y arriesgan la vida para demandar un fin a tales crímenes perpetrados sistemáticamente por los gobernantes de Estados Unidos.

La valiente huelga de hambre de los presos de Menard es el estallido más reciente de una ola de lucha encabezada por presos contra la tortura y las condiciones de vida deshumanizantes del sistema estadounidense de encarcelación en masa, un proceso sin precedentes históricos. La reanudación el año pasado de la huelga de hambre en las prisiones de California, en que participaron 30.000 presos (yo también hice una huelga de hambre en solidaridad con ellos por dos semanas mientras estuve como preso político en la cárcel del condado de Cook), fue la mayor y la más publicitada, pero en los últimos años los presos han organizado otras luchas también, de paros de trabajo en Georgia a huelgas de hambre en Virginia, Ohio, Indiana, Illinois, Carolina del Norte y el estado de Washington. Los presos del "Centro Correccional" Westville de Indiana comenzaron una huelga de hambre el 13 de enero de 2014 en protesta contra los alimentos de bajo contenido nutritivo. También el año pasado, los presos de Guantánamo lanzaron una huelga de hambre que continúa hoy, en la que han padecido la cruel alimentación a la fuerza. Su valiente huelga de hambre llamó la atención mundial a su resistencia y arrojó luz sobre el infierno de la tortura estadounidense.

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Muchos presos que ahora participan en la huelga de hambre en Menard antes estaban recluidos en Tamms, la prisión de súper-máxima seguridad de Illinois que tomó como modelo la unidad de vivienda de seguridad (SHU) de la Prisión Estatal Pelican Bay en California. (Tamms se cerró en enero de 2013 tras una batalla política y judicial librada durante 15 años por los presos, sus familiares y varios activistas.) Varios presos de la Unidad de Alta Seguridad de Menard son autodidactos en cuestiones de derecho; ayudan a otros presos con el trabajo jurídico e impugnan las condiciones de vida en las prisiones.

Un preso de Menard escribió: "No le explican a nadie por qué se encuentra en la Detención Administrativa, ni hablar de concederle una audiencia informal para impugnar esas alegaciones que no han divulgado". Agregó: "Los ratones campan a sus anchas por dondequiera. Unos 20 tipos usan el mismo cortaúñas y [las autoridades] no lo limpian para el próximo, no hay absolutamente nada de chequeos o evaluaciones para condiciones mentales, el personal de salud mental ni siquiera hace visitas". Otro preso dijo: "Soy abogado autodidacto. Les ayudo a otros presos con sus quejas y sus demandas. Por eso, [las autoridades] se desquitaron trasladándome a Menard y colocándome en la Unidad de Alta Seguridad bajo la Detención Administrativa"1.

Desde el comienzo de la huelga de hambre, los presos le reportaron a la abogada Alice Lynd (esto salió en un artículo en el San Francisco BayView): "los agentes allanaron las celdas y confiscaron cualquier comida que encontraron. A los huelguista de hambre les hicieron ir al personal médico y les cobró $5 por el tratamiento médico"2. En 2000 el Departamento de Correcciones de Illinois empezó a cobrar un co-pago de $5 a los presos cada vez que recibieron un tratamiento médico, lo que es una violación abierta del derecho internacional, incluido el Conjunto de Principios para la protección de las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión de la ONU, que estipula que "esa atención y ese tratamiento [médico] serán gratuitos".

Además, Lynd informa que dos agentes empujaron escaleras abajo a un preso con las manos esposadas y después lo golpearon3. Empujar escaleras abajo a un preso esposado y/o en grilletes es un medio por el cual los agentes a menudo toman represalias en las unidades de segregación de las prisiones de Illinois, donde nunca se permite que un preso deje la celda sin esposas y/o grilletes.

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Cuando cerraron Tamms, la cara más visible de la tortura en el sistema penitenciario de Illinois, mandaron a los presos a otras prisiones donde se ha ocultado la práctica del aislamiento solitario detrás de muros más antiguos y menos escudriñados. Pocas semanas después del traslado de los presos de Tamms a las unidades de segregación disciplinaria de largo plazo en la prisión de Pontiac, Illinois, casi 50 presos iniciaron una huelga de hambre en oposición a las condiciones de vida ahí. Varias huelgas de hambre, de menor escala y que no recibieron mucha atención en las noticias, se han lanzado contra las condiciones en Pontiac a partir de finales de los años 1990 cuando, después de ser una prisión normal de seguridad máxima, la convirtieron en una prisión de segregación disciplinaria de largo plazo.

Casi a diario arden debates y lucha tras los muros de las prisiones acerca de las condiciones represivas y degradantes y qué hacer al respecto, en particular entre los que están en aislamiento solitario. Con demasiada frecuencia, los presos tienen pocas o nulas conexiones con las personas al otro lado de esos muros que podrían denunciar los horrores que esos se enfrentan y que podrían apoyarlos cuando sí se organizan para oponérseles.

El aislamiento solitario se implementa con el propósito específico de destruir a las personas de manera psicológica, emocional e intelectual. Es una forma de tortura severamente dañina y desmovilizadora, de la cual los sobrevivientes nunca se libran. Más de 80.000 personas están recluidas en aislamiento en las prisiones de Estados Unidos.

La encarcelación en masa, con sus raíces en la supremacía blanca que es fundacional a Estados Unidos, es una respuesta de la clase dominante a las dinámicas que impulsan el capitalismo-imperialismo. La exigencia de sacar mayores ganancias ha diezmado las comunidades marginadas de las ciudades, a medida que las fábricas las han abandonado para montar maquiladoras en otros países donde pueden explotar a los trabajadores aún más despiadadamente que en Estados Unidos, lo que ha dejado a generaciones de jóvenes, principalmente negros y morenos ya excluidos de la sociedad, sin la posibilidad de tener jamás un trabajo digno. Es también una respuesta consciente a los levantamientos revolucionarios de los años 1960, implementada con el fin de contener y reprimir a millones de personas a quienes este sistema no les ofrece ningún futuro y quienes podrían llegar a ser la columna vertebral de una lucha por un mundo radicalmente diferente y más liberada para toda la humanidad.

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Las condiciones y las represalias que los hombres de Menard describen son para mí muy reales y muy familiares. Yo estuve más de seis años consecutivos en la segregación indeterminada en Pontiac, la mayoría de ese tiempo en el Pabellón Norte. En esas mismísimas condiciones, llegué a ser parte de una nueva generación de revolucionarios educados en prisión que está comenzando a surgir de entre esas tumbas de concreto. Creo con firmeza que se requerirá una revolución, y nada menos, para poner fin a los crímenes de este sistema, y que podemos hacer nacer una sociedad que valora y satisface las necesidades materiales, culturales e intelectuales de la humanidad: un mundo comunista.

El año pasado, Carl Dix, Clyde Young y yo publicamos "Un llamamiento a los compañeros y compañeras encerrados en las prisiones de esta sociedad: ¡A dar testimonio acerca de la tortura en las prisiones estadounidenses y de todos los abusos de parte de las fuerzas del orden público!" Quisiera reiterar ese llamamiento, que dice en parte:

"El mundo tiene que saber del horror sistemático y sádico del confinamiento en solitario a largo plazo, que el sistema carcelario estadounidense les impone a más de 80.000 presos. Entendemos que rever esas experiencias puede ser difícil para los que viven o han vivido esas condiciones, pero es necesario sacar a la luz la verdad ante todo el mundo. Toda la sociedad debe saber de la etiquetación racial que los canalizó al cauce a la prisión, de las condiciones horripilantes las que sufren todos los presos, y de la franca discriminación contra los ex presos. Ustedes están en una posición única para desmentir las falsas justificaciones las que pretextan las autoridades.

"Manden sus historias al Proyecto A Dar Testimonio de la Red Parar la Encarcelación en Masa. Por ese medio abrirán los ojos a las personas a las que las han mantenido ignorantes de la verdadera situación en las zonas urbanas marginadas y las condiciones concretas que sufren en la prisión. Además, comunicarán a los que están enmarañados en el ciclo de entrar y salir de la prisión, de que lo que enfrentan son problemas sociales, no individuales, y al ponerse de pie y oponerles resistencia con solidaridad, podemos cambiar la actitud en la sociedad hacia la encarcelación en masa y contribuir a forjar un movimiento para ponerle fin".

Insto a todas las personas de conciencia a apoyar a los presos y a ofrecerse a seguir su ejemplo valiente. Mucho amor, respeto y apoyo a los compañeros y las compañeras que están levantándose desde lo más hondo del abismo de este sistema criminal de injusticia.

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Se pueden enviar cartas para el proyecto A Dar Testimonio a:
PRLF [Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos]
1321 North Milwaukee Avenue, #407
Chicago, IL 60622
o a
la Red Parar la Encarcelación en Masa (Stop Mass Incarceration Network)
Box 941
Knickerbocker Station
Nueva York, NY 10002-0900

Los que no están tras las rejas pueden mandar correspondencia electrónica a:
contact@PRLF.org
stopmassincarceration@gmail.com

Página web: www.stopmassincarceration.org

 

1. "Locked-Up in 'High Security Unit' and Not Told Why, Prisoners Hunger Strike for Answer", Ray Downs; Riverfront Times Blogs, 21 de enero de 2014. [regresa]

2. "Update from Menard hunger strikers: We need outside support, force feeding threatened", Alice Lynd; San Francisco BayView, 21 de enero de 2014 [regresa]

3. Obra citada. [regresa]

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