Un paso importante en desmontar aún más la separación entre la iglesia y el estado:

La Corte Suprema da luz verde a la oración en sesiones gubernamentales municipales

19 de mayo de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 5 de mayo, en un voto de 5 a 4, la Corte Suprema de EE.UU. falló que es constitucional abrir sesiones de cuerpos legislativos con oraciones religiosas. Esta decisión anuló una decisión de un tribunal de apelaciones en contra de un gobierno municipal que había abierto cada sesión con una oración ceremoniosa — casi siempre una oración claramente cristiana. Como parte de la decisión, escrito por Anthony Kennedy, la Corte señaló, “La oración ceremonial es solamente el reconocimiento de que, desde que se fundó esta Nación hasta la actualidad, muchos estadounidenses creen que se debe entender su propia existencia según preceptos mucho más allá de la autoridad del gobierno para cambiar o definir”.

En otras palabras, la mayoría de la Corte Suprema ha decidido que los “preceptos” religiosos (los principios que tienen el propósito de guiar el comportamiento) invalidan el derecho civil y la Constitución de EE.UU. — y es bien claro, en el contexto de la decisión, que se refieren a los “preceptos” basados en la Biblia cristiana. Dado que hay “muchos estadounidenses” que creen textualmente en la Biblia, se ve la decisión de la Corte Suprema como un avance importante para aquellos que quieren imponer la cristiandad fundamentalista sobre todo aspecto de la sociedad.

A nombre de lo que la mayoría cree y la “libertad de expresión” de los individuos (aunque sean funcionarios públicos), esta decisión abre la puerta aún más a establecer la cristiandad como la religión “aprobada” en Estados Unidos. Y, sobre esa base, constituye un paso grande hacia establecer la cristiandad como la base legítima para decidir lo que el gobierno instituya e imponga.

Esto debería plantear grandes interrogantes a muchísima gente: ¿Quiere usted vivir en una sociedad donde los “preceptos” bíblicos como estos anulen el derecho civil?

La Biblia contiene muchos pasajes que defienden la esclavitud, entre ellos el último de los diez mandamientos, lo que manda al pueblo de dios: “no codicies la casa de tu prójimo, no codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca”. (Éxodo 20)

El dios de esta Biblia ordena que se masacre a las personas que practican otras religiones o se oponen a la voluntad de este dios — y en el caso de las vírgenes, que se les violen y esclavicen. (Deuteronomio 7; Éxodo 32; Números 31)

La Biblia enumera muchos “delitos” por los cuales los culpables serán ejecutados, los que incluyen a “él que maldiga a su padre o su madre” (Éxodo 21); “quien haga algún trabajo en sábado” (Éxodo 31); “tanto el adúltero como la adúltera” (Levítico 20), etc.

La Biblia dice que “si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte” (Levítico 20)

En el Nuevo Testamento de la Biblia, el mismo Jesús declara que él es el único camino a la salvación — lo que quiere decir que aquellos que no lo siguen son condenados a la damnificación eterna, a la tortura sin fin de arder en el infierno. (Juan 14:6 y 15:6)

Podemos continuar interminablemente*, pero el punto es que esta decisión de la Corte Suprema es un ataque importante contra la separación entre la iglesia y el estado, la que supuestamente es uno de los pilares de la Constitución de EE.UU. En la historia de EE.UU., esta separación de ningún modo ha estado absoluta — el propio último fallo de la Corte se refiere al hecho de que los Padres Fundadores financiaban a capellanes para el Congreso y que una decisión de la Corte de hace 30 años decidió que la oración en las sesiones de la legislatura estatal era constitucional. Pero la decisión del 5 de mayo de parte del “tribunal más alto del país” señala qué tan grave es el actual ataque contra esta separación.

Es preciso entender todo esto a la luz de los intensos esfuerzos de las fuerzas cristianas fundamentalistas fascistas, respaldadas por fuerzas poderosas dentro de la clase dominante, para cohesionar o forjar de nuevo a EE.UU. como un “Estados Unidos cristiano” unido sobre una base de la supremacía blanca, la supremacía masculina y “EE.UU. Número Uno”. Se debe entender esta decisión junto con otros acontecimientos en la sociedad — incluidos el fallo reciente de la Corte Suprema en contra de la acción afirmativa, la plataforma nacional proporcionada al “héroe popular” fascista el ranchero Cliven Bundy, la campaña estilo nazi de cazar y deportar a los inmigrantes, y la guerra para intensificar la subyugación de la mujer, la que incluye quitarle derechos básicos como el derecho al aborto y el control de la natalidad.

 

* Para más sobre los horrores que resultan de una interpretación textual de la Biblia, vea “Dios el fascista original” de A. Brooks (Revolución #15-22, una serie comenzando el 22 de febrero de 2005), y “Consejos para Tim Tebow” de Bob Avakian, y el libro ¡Fuera con todos los dioses! de Bob Avakian. [regresa]

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